Prólogo
Este fic surgió después de un pleito familiar y está dedicado principalmente, a Merche, mi hija. E indirectamente a Fran, su papá. Las cosas sucedieron en un de repente; ella estaba dibujando y su padre y yo peleábamos, como suele suceder. De pronto, la adolescente estalló "¡Dios mío! ¿Pueden callarse?¡No me dejan estudiar en paz!" Su padre y yo la miramos. Siguió quejándose "Son una calamidad! Otros adolescentes tienen papás que beben, que miran el fútbol, que tienen amantes…yo en cambio, soy hija de Nnoitra Jiruga y Szayel Aporro!!" Los tres soltamos la carcajada. Claro que Nnoitra sama soy yo.
Tengo que dedicarlo también a Mary Ju-chan, por los paralelos ya que ella es…
-matemática, como yo
-mamá, como yo
-fan de Bleach, como yo
-amante de escribir sobre líos familiares, con un clinch espléndido y que logró hacerme leer los cuarentaytantos capítulos de todos sus fics, pese a que la mayoría son IchiRuki (una perversión que yo abomino, sumimasen a los fans del IchiRuki por esto, Mary Ju incluída)
-alguien que detesta sinceramente a Inoue Orihime, como yo, aunque por razones distintas a las mías
-tauro, igual que mi santísima madre
-alguien divertida, que no lee yaoi…igual que mi santísima madre
-cuyos líos familiares en cada uno de sus fanfics me inspiraron para escribir éste…que es un shonen ai más leve que lo que normalmente escribo, pero que intentó tener el humor que generalmente, manejo sólo en mis cosas de ciencia ficción. Dos notas importantes; Tomi es un nombre japonés, no es el diminutivo de "Tomás" y Momoiro significa "cabellos rosas".
Como siempre, un abrazo especial para Moony chan, a quien le robé una frase –gomen nasai, no pude contenerme- y Elisa –hai, Aizen taichou!!- por estar ahí, esperando el té. Espero que funcione. Namasté y gracias por su lectura y sus reviews. FantasmaAlineal.
Ten piedad, Santa Teresa…
-A gatas…y despacio…no sea que se dé cuenta…
La risa en voz baja de los tres. Tesla aguantó la respiración, conteniendo a la vez su reiatsu; sabía que si los sorprendían, mínimo a él le derretirían la cara y, con toda franqueza, no se sentía dispuesto a ello. Tomi se acercó, su pequeña risa salvaje, haciendo gorgoritos. La fracción miró al pequeño, la coleta negra y púrpura, el diminuto trozo de su máscara de hueso, idéntico al de su tío Grimmi y los increíbles ojos de color rosa oscuro. Tomi kun era mucho más listo y bonito de lo que cabía imaginar, un niño que, con seguridad, cualquier madre habría amado a morir.
Menos la propia.
Arrastrándose, logró llegar al durmiente, que reposaba con las manos extendidas, el blanco traje haciendo pliegues, el rosado cabello cubriendo los anteojos. Llevándose un dedito a los labios y guiñando un ojo a Tesla, depositó su tesoro en la palma de la mano del dormido personaje…y salió como había entrado, gateando a toda velocidad. Un suave "pop". Un olor pestilente.
-¡¡AAAAAAAAHHHHH!! NNOITRA!! ¡¡TU HIJO LO HA HECHO OTRA VEZ!!
Al otro extremo del pasillo, Tomi, Tesla y Nell, se desternillaban de risa oyendo los histéricos gritos de Szayel, al estallarle el escarabajo negro del desierto de Hueco Mundo, comiendo restos de Hollow en su blanca y delicada mano
-¡Tomi Alonso Jiruga! ¡Ven acá! ¡Y tú también, fracción del demonio!!
Aún atragantándose de la risa, los aludidos se acercaron; Tesla, aterrado; Nell, petrificada y Tomi, sonriendo descaradamente
-¿Qué le hiciste ahora a tu madre, niño?
Tomi miró hacia arriba, hasta llegar a los dos metros, la altura del rostro de su padre, el 5º Espada. Puso su cara más chibi y dulce
-¿Yo? Sólo quería mostrarle un tesoro…
Nnoitra se cruzó de brazos, sin poder contener la sonrisa
-Claro…
-¡Es verdad, papá! Nell y yo hallamos ese escarabajo, es de los que estallan y pensamos que le gustaría verlo…no se supone que él es un científico?
-¿Nell? ¿Nelliel y tu? No te prohibí que jugaras con ella, Tomi? ¡Tesla! Sal de donde estás, pedazo de cobarde!
La fracción tragó saliva. En el fondo, detestaba que regañaran así al pequeño. Que era un travieso insufrible, era cierto. Un niño inteligente, adorable y dulce, también. Que en realidad, casi no parecía un arrancar…bastante cercano a la verdad. Que era hijo del 5º Espada y de…Szayel Aporro Grantz…bueno, eso era una desgracia. Muy a su pesar, no había podido evitarlo…
-0-0-0-
Fué regresando de una batalla; la jarra de té helado se veía tentadora y el que Szayel la abandonara y saliera de la terraza, al verlo venir, no ofendió al 5º Espada. Después de todo, no se simpatizaban; a Nnoitra le traía malos recuerdos –la máscara rota de Nelliel- el sólo verlo…
-Nnoitra sama…ese té lo preparó Szayel…yo no lo bebería, si fuera usted
-Tesla…te preguntó alguien tu opinión?
-No, señor
-Guárdatela, entonces…
-Pero…
Y, antes de que pudiera hacer nada más, Nnoitra se bebió la jarra entera de un sorbo. El 5º Espada recordaba haberse deshecho de Tesla y caminado por el largo laberinto que llevaba al laboratorio. Szayel lo esperaba. Sin los anteojos. Con el maquillaje perfecto. Sin nada más que lo cubriese, encima…
Claro que Nnoitra estaba muy por debajo de su selección acostumbrada –Aizen, IllForte, Grimmjow- pero él tenía la culpa. El científico recordaba, con rencor, la última reunión de Espada…
-Así que…estás con ese?- la larga lengua intentando frenar su risa de burla. Nnoitra.
-No exactamente… –Grimmi, alisándose el cabello de la nuca. La risa seca del 5º Espada. Su lengua lujuriosa, lamiendo ahora el borde de la taza de té y luego, un silbido, seguido de una palmada compasiva en la espalda de Grimmjow
-Vaya suerte…no me imagino lo cogidito con pinzas que debe ser…"ay, ella!" – e imitando sus muecas y manierismos, llamó a Tesla
-Fracción!!
-¡Nnoitra-sama, señor!
-¿Qué harías si me portara como ese?
Tesla comenzó a balbucear, no sabiendo qué decir. La risa gruesa de Nnoitra
-Tienes toda la razón, fracción; yo también me quedaría mudo…
Szayel lo escuchó. Y se prometió vengarse; así que ese monstruo pensaba que él era un cogido con pinzas? Ya le demostraría a Nnoitra quién terminaba cogido…
-0-0-0-0-0-
Tesla no habría sabido cómo explicárselo después…aunque lo entendiera en parte. Nnoitra era la esencia misma de la testosterona, un machazo terrible e hipermasculino y era de esperarse que fuera Szayel quien terminara llorando bajo él, rogando por más…contra todas las expectativas de Szayel mismo…
Sin embargo, dos meses después, las expectativas dijeron otra cosa, cuando Ulquiorra solicitó audiencia con Aizen, para Szayel…y Nnoitra.
El señor de Las Noches, escuchó el relato, divertido, al parecer
-…Y, en conclusión, Aizen-sama, tengo dos meses de embarazo…
Grimmjow soltó la carcajada. Ulquiorra lo pateó bajo la mesa. Halibel suspiró; si éstos eran los Espada, los shinigami ganarían la guerra, a la larga…
-Qué piensas hacer?
Szayel no vaciló
-Había pensado en abortarlo de inmediato, por supuesto, Aizen-sama…pero quisiera conservarlo a modo de…experimento. Puedo sacarlo de mi cuerpo y ponerlo en una bolsa de incubación que he diseñado para ello…así, el producto crecerá sano y yo, no sufriré los horrores de la maternidad…
La ira de Nnoitra se hizo tangible al grado de hacer saltar a Santa Teresa, tintineando su cadena
-Aizen-sama…perdona, pero no voy a permitir que Momoiro-kun haga eso…
Es un bebé, carajo…cómo se atreve a llamarlo "producto"?
Aizen mantuvo su aire divertido y Gin a su lado contuvo la risa, frente a la indignación de Szayel. Aizen levantó la mano, para hablar
-Creo que Nnoitra tiene razón, Szayel. Seguirás el curso de tu embarazo y darás a luz de manera normal…creo que es un experimento que requiere de tu observación directa, no te parece? Tu idea de incubarlo en una bolsa es buena…para un perezoso y tú, tú eres un científico…dedicado…lo harás por mí?
Szayel tragó saliva. Por supuesto que no pudo negarse.
-0-0-0-
Tesla recordaba que habían sido meses de histeria e hinfierno –sí, con "h", así de horribles- soportando los llantos de Szayel por la pérdida de su figura, por las estrías, por su cara de cansancio, porque se estaba poniendo gordo y feo y el trasero iba a crecerle, porque ¿Quién iba a quererlo así? Porque no soportaba las náuseas ni los antojos, porque no quería ser madre y no quería que a su bebé le ocurriera algo malo, porque Nnoitra no le hacía ningún caso o porque ya no lo soportaba y sólo se la pasaba encima de él, en un mar de quejas y lloros
-¡Que me coma crudo dos veces!-pidió Verona- ¡No soporto un minuto más!
Al fin, dos semanas antes de lo esperado, Tomi Alonso Jiruga nació via cesárea y lo que parecían sufrires sin fin, terminaron.
-Me lo llevo…
-¿Adonde?
-Conmigo. Tu no lo quieres…
Szayel se repasaba frente al espejo, admirándose. Estaba contentísimo; su reciente invento, un reconstructor corporal, acababa de dejarlo sin huella alguna del embarazo. Se admiró una vez, más, enteramente desnudo, sin pensar en otra cosa que no fuese su siguiente encuentro con Aizen. O con Grimmjow
-Haz lo que gustes…
-0-0-0-0-0-
Tomi resultó ser lo que nadie esperaba; la misma simpatía de Nel, una curiosidad infatigable y una capacidad enorme de generar ternura en el resto de los Espada.
Entrenaba con tio Grimmi – el rey pantera de inmediato había simpatizado con el pequeño, sus máscaras de hueso eran similares- jugaba con Menoly y Lilinette y era capaz de hacer sonreír al mismísimo Ulquiorra. No se acercaba jamás a Aizen a menos que Nnoitra se lo ordenara y aún entonces, se comportaba como un pequeño príncipe, con el máximo respeto.
Ichimaru solía decir que parecía un pequeño Kuchiki, por lo serio y circunspecto…y a continuación, tenía que negarlo; Tomi había puesto una bomba de cebollas del Mundo Real, a Barragán…
Nnoitra lo llevaba consigo a todas las batallas y aún llegó a poner en riesgo su vida…y sin embargo, el pequeño nunca demostró temor. Se lanzaba al frente, igual que su padre, y reía como éste, cada vez que vencía a un shinigami, la pequeña lengua asomando su rosada puntita…
Sin embargo, carecía del agujero que distingue a todo Arrancar…pero sólo su padre y Tesla lo habían notado…y callado, siguiendo las estrictas órdenes del primero. A veces, por las noches y al verlo dormir, el 5º Espada sentía el ligero escalofrío de haber engendrado un pequeño shinigami; el aura, el rojo reiraku, la ausencia de hollow…todo lo indicaba así. No sabía qué hacer…
Cuando Tomi se enteró que su madre no lo quería, decidió que siendo un hollow –esto es, un desalmado- era obligatorio vengarse de él…y las bromas comenzaron. Y, por más que Szayel pusiera todo su ingenio, previsión y trampas para evitarlo…
-0-0-0-0-
-Lumina…dónde está mi hakama nueva?
-Perdona, Szayel-sama, la traeré en un minuto…
Rosa púrpura. Florecitas moradas y amarillas. Patitas de insecto…no sólo la hakama, sino toda la ropa de Szayel, recién salida de la lavandería…Lumina se tapó los oídos, tratando de no escuchar los gritos de histeria…
-0-0-0-0-
Szayel contó los tubos. Siete. Estaba seguro. Por qué entonces, había 8 tubos sobre la mesa? Los añadió, uno a uno, a la mezcla del tanque de prueba. Iba a la mitad del octavo cuando la violenta reacción química-espuma-explosión-peste, le anunciaron, demasiado tarde, que había vuelto a caer…
Rechinó los dientes mientras intentaba arreglarse el empegostado cabello. Por si fuera poco, el mutágeno comenzó a actuar, generando dedos encima de sus dedos ¡Ese…demonio! Porque no, no era un niño ¡Lo sacaba de quicio! ¡Rompía todas sus previsiones! Tendría que hablar con Nnoitra, muy a su pesar. Arrugó la nariz…acaso esa peste no se le quitaría de encima?? ¡Maldito mutágeno!
-0-0-0-0-0-
-Es…tan dulce
La mano de Nell, bajo su forma adulta, despejó el rostro de Tomi de sus lacios cabellos rosado y negro. El pequeño hollow dormía tranquilamente
-Y que lo digas, Nelliel…-añadió Nnoitra, media sonrisa ladeada- no puedo detenerlo, en verdad…su madre…
-Es un histérico…un demente…de dónde se te ocurrió..?
-¡No se me ocurrió nada! ¡Ni fue mi culpa! Uno de estos días…acabará por hartarse e intentará matarlo…
Nelliel cruzó los brazos, frunciendo la nariz. Nnoitra suspiró; había tan poca diferencia en los gestos entre Nelliel niña y la adulta, que le costaba acostumbrarse. Arrepentido, como estaba, de haber quebrado su máscara, al menos ahora podía estar tranquilo de que no cualquier Espada se había convertido en cómplice de su hijo…y su principal vigilante, además de Tesla.
-Eso es lo que a veces me temo…
Nel soltó la carcajada
-Será mejor que no lo intente. Por su propio bien; Momoiro-kun no tiene idea de con quien se está metiendo…a veces me pregunto…tu la tuviste?
Nnoitra la miró. No, no había tenido una idea muy clara, la verdad, pese a la droga que Szayel había usado en la jarra de té. Con todo, no tenía un mal recuerdo de Szayel; una piel blanca, demasiado perfecta y femenina, la boca dulce que lo reclamaba y un cuerpo fino y delgado que no dejaba de entregarse al suyo; por qué habría de quejarse? Lo malo era que el dueño de todo ello era un sicótico demente, capaz de torturar y matar de manera sádica a su propio hijo
-Nel, te vas a pasar la vida señalándome mis errores?
Esta se encogió de hombros
-Nunca he querido pelear contigo, pese a lo que crees…no dejes que esto te haga débil, Nnoitra –tocó su brazo, mientras señalaba al dormido Tomi- haz que se vuelva tu fuerza…
La máscara rota actuó de nuevo y Nel recuperó su edad, menor aún que Tomi
-Uh, Noitoda...me abdazas?
El Espada la cargó en brazos y la meció hasta quedarse dormida.
-0-0-0-0-0-0-
Pensó, despacio, mientras disecaba el trigésimo cuerpo, frente a él. Tocó la sangre de la plancha metálica, lamentándose de su rápida coagulación y se lamió el dedo. Su mente se aceleraba como si fuera una droga, la sola vista de la sangre en sí le producía tanto o más placer que…frunció el ceño. Esa maldita mantis ¿Cómo diablos no podía dejarlo atrás? Evocó la cálida lengua en su cuello, invadiendo su boca, su cuerpo…y tuvo que recuperar concentración o el clonaje quedaría mal de nuevo y necesitaría otro hollow. Además, estaba el pequeño…cómo se llamaba? Tomi Alonso Jiruga. Tomi por rojo, por bravo, por intenso…Alonso porque todos ellos llevaban nombres españoles o alemanes, además de los japoneses. Ideas de Aizen sama…Jiruga, por su asqueroso, terrible y monstruoso…y añorado padre.
Limpió la sangre…odiaba a ese niño: de no ser por él, tal vez todavía estaría al lado de Nnoitra, hundiendo el rostro en sus cabellos y su pecho, mmmmh…
La excitación repentina iluminó su mente con una idea; y si le pedía a Aizen que le cedieran a Tomi? Después de todo, él era su madre, no? Podría fingir que le interesaba, lograr quedarse con el niño y estudiarlo. Primero, todo su comportamiento, para aprender a tortu….es decir, a reconocer sus reacciones frente a tratamientos extremos…un poco. Y luego, bueno, había propósitos mas científicos; después de todo, nadie había disecado a un arrancar tan joven. Tomi podría morir con cualquier pretexto -¡los niños son taaan frágiles..!- y ¿Quién mejor indicado que su madre para hacer la disección del joven arrancar? Incluso, podría guardar células de él…con el proposito de crear otro arrancar, más adelante. O los que quisiera. De la edad que quisiera. Y…por cierto, no decían que Tomi era tan bello como Szayel mismo? Este se acarició los labios con la lengua; un montón de ideas terribles, nuevas y brillantes lo rondaban. Claro que para los otros –Grimmjow, Ulquiorra, Halibel- sonarían sucias y perversas…pero eso los distinguía, la incapacidad de sus pobres mentes para apreciar la claridad de sus ideas… Si, mañana mismo hablaría con Aizen…
-0-0-0-0-0-
-Tengo todos los derechos, Aizen sama…también es hijo mío. No sólo es un Jiruga. Es un Grantz…
Nnoitra contuvo a Santa Teresa, en su ira; sus pulseras tintinearon levemente, su reiatsu alterándose despacio, rugiendo en amenaza. Szayel había reclamado a Tomi en la reunión de Espada y el silencio, al principio divertido, se había tornado tenso. El 5º Espada veía confirmados sus temores; por algo Aizen lo había dejado nacer. Con toda seguridad, el Señor de las Noches sabía que el pequeño era un shinigami…quizá uno tan poderoso espiritualmente como el shinigami substituto…y cuán valioso lo volvía eso, de repente!
Con la mano en la barbilla y sin alterarse, Aizen se dirigió al altisimo 5º Espada
-Me parece que está en su derecho, no lo crees?
-Aizen-sama, yo…
-¿Puedes llamarlo?
Nnoitra tragó en seco, ante la amenazante oleada de reiatsu que lo cubrió; no podía negarse y tampoco podría defender a su pequeño. No sabía ser humilde y no hallaba palabras para pedirle a Aizen que reconsiderara su decisión. Pero tampoco se olvidó de su lugar y de que él era el 5º Espada y Szayel sólo el 8º…
…Si te atreves a tocarle un solo pelo, Momoiro-kun, te haré pedazos y te regaré por el desierto para abono de los Menos…
Sonriendo, como si nada le alterase, gritó, familiarmente
-TOMI!
El aludido entró en la Sala de Consejo, su pequeña hakama blanca ajustada, cortada como la de Ulquiorra sama, cerrada en el cuello; la capucha orlada similar a la de su padre, el diminuto zanpakutoh arrastrando tras él, enlazado a su traje por una cadena, el par de ajorcas en sus muñecas, sus lacios cabellos rosado y negro atados en una coleta alta, su pequeña máscara de hueso perfectamente pulida. Grimmi sonrió, orgulloso ¡Ese sí que era su sobrino!
Ulquiorra fue el primero en percibirlo
-Aizen sama…
-Sí. Tienes razón…-la mirada del Señor de las Noches atravesó los ojos esmeralda del 4º Espada, en advertencia; debía callarse. Ulquiorra no cambió su expresión, pero tuvo que admitirse sorprendido; para qué quería Aizen un pequeño shinigami? ¿Cómo había ocurrido aquello?
