¿Qué puedo decir? Me encanta esta pareja, está tan bonita y para mi desbordan un amor inocente. Lo dije, bay.
Disclaimer: El anime no me pertenece, los derechos de propiedad intelectual son de sus respectivos creadores y colaboradores. Yo sólo los uso para crear un delicioso drable homosexual.
Advertencia:
¿Relaciones homosexuales? ¿Fluff? No lo sé, ustedes pueden juzgarlo.
Sin más, disfrute de la lectura, extraño inquilino.
Tierno y desbordante.
Sus labios eran fríos, eso fue el primer pensamiento atormentado que llevó al inicio de sus azarosos pensamientos.
Midoriya se consideraba adicto a los labios de Todoroki, eran fríos, malbaratados, pero siempre tenían un rastro de azúcar «a su parecer» que lograban hundirlo, sus brazos eran abstractos, un lado se sentía tan frío como para maltratarlo, el otro, se sentía inquietante, apasionado y atraía consigo momentos deslumbrantes.
No importaban que las palabras entre ellos escasearan. Izuku sabía que a veces ellas no eran necesarias para trasmitirle a Shouto lo que su alma tanto le gritaba, un sentimiento que se quedaba atascado en ambos. Pensamientos que pululaban y le exigían el desatar de una palabra prohibida: Te amo
Una pesada, capaz de entregarle su alma, eran sus cuerpos los que hablaban por ellos, no las palabras, no los demás y eran en sus brazos, gélidos y fortuitos que él amaba los que terminaban conectándolos y creando un vínculo entre ellos. Se amaban, completos y vigorosos, eso era la verdad.
El amor era peligroso
No había adjetivo más adecuado que ese, ya que, éste era aterrador, profundo y dueño de pensamientos confusos y absurdos enamorados, pero, reconfortante, especialmente cuándo incomprendidos, Izuki se entregaba a Todoroki y éste, inexplicablemente también terminaba domeñado ante su presencia.
Y así culminaban ambos inherentes, alejados de todos, concentrados en ellos, escondidos entre sabanas y amándose hasta destrozarse.
A Midoriya eso no le importaba, no le importaba ser abrasado y despedazado entre los brazos de Todoroki.
Porque…¿Así era el amor, no?
Desbordante, inquietante y tan cálido cómo para derretirlo.
Notas finales de la autora.
Muchas gracias por leer hasta aquí.
