No estaba lista para volver con Fairy tail, pero la idea me pareció demasiado tentadora y a falta de ideas por escribir, tomare esta por un momento e intentare darle forma. Espero disfruten de este Au, que deseo con todo mi corazón, les alegre el día :D

Fairy tail No me pertenece.

Guía para ser un padre y no morir en el intento

Prologo

Natsu Dragneel es un joven de 26 años, que posee un buen trabajo como bombero de Magnolia (deben verlo en medio de las llamas, parece su ambiente natural), tiene buenos amigos y en general una buena vida. Puede que en ocasiones el trabajo lo absorba, pero siempre tiene tiempo para darse una vuelta por el Bar de Fairy tail, donde la mayoría de sus amigos se encuentran.

Ha crecido en Magnolia desde que tiene ocho años, por lo cual teniendo los mejores recuerdos con su fallecido padre adoptivo, prefiere quedarse…a irse a viajar por el mundo como su hermano mayor Zeref.

Lo cual está bien.

Zeref es esa clase de genios que trabajan en grandes compañías, que también es un conservador en las naciones unidas y tiene tantas conexiones que podría hacerse un propio país. Su hermano mayor con quien está distanciado por su futuro, que ambos consideraban debía ser de diferentes formas, prefiere viajar con su esposa Mavis por el mundo ayudando a otros.

Mientras tanto él prefiere su alocada vida en Magnolia.

Donde todo era perfecto, incluso su extraña amistad/rivalidad con el cubo de hielo de Gray, su hermandad/temor con Erza o incluso su competencia con su primo Gajeel.

Todo tenía un equilibrio en su desequilibrada vida, que nunca había notado hasta que claramente todo pareció caerse por la borda.

Todo inicio esa mañana…una horrible mañana de Agosto.

.

No todas las noticias llegan en un día triste, ese día realmente se había levantado con el pie derecho. Milagrosamente despertó antes que sonara la alarma en su día de vacaciones, donde después de alimentar a su gato con tranquilidad, decidió hacer un poco de ejercicio corriendo algunas cuadras, antes de llegar a su hogar con compras para un gran desayuno. Ese día milagrosamente pudo toparse con su vecina, una adorable chica de cabellera rubia de ojos chocolate, que se había mudado hace un mes y para que decir, era una belleza.

Su nombre era Lucy.

No es que él creyera en el amor a primera vista, en realidad no conocía mucho a Lucy y apenas intercambiaban palabras en pocas ocasiones. Pero la chica era tan amable, sonriente y divertida, que sin duda tenía una especie de crush o amor platónico por ella.

—Buen día Natsu—saludo esta alegremente con ropas algo formales y un bolso estilo mochila en su espalda.

Trabajaba como reportera en el hechicero semanal, una revista para mujeres jóvenes más que todo, que tenía "magia".

Ambos habían hecho algunas bromas sobre eso, pero admitieron que la revista vendía bien. Lamentablemente la revista pareció absorber mucho la vida de Lucy, quien estaba a un paso de renunciar, pero se detenía en el aire en ese paso por la cacera de ambos.

Esa mujer pequeña de cabello morado, que daba un terror increíble.

Por suerte los únicos dos departamentos que alquilaba eran los de ellos dos, ningún otro humano normal, podría sobrevivir a semejante presión para pagar a tiempo.

—Hola Luigi—respondió algo nervioso, pero ocultándolo con una gran sonrisa.

Era mucho más fácil cuando se había enamorado de Grandine, la amiga de su padre adoptivo cuando tenía cinco años, esto ahora era mucho más complicado. Incluso cuando había salido en su adolescencia con Lisanna su mejor amiga, no fue nada comparado al nivel de sus sentimientos actuales.

Eso que apenas se hablaba.

—Es Lucy—le reprocho esta con un puchero adorable.

Se sonrojo levemente.

Era muy tierna.

—Lo que digas Luigi—

Saben cuándo dicen que los niños de cinco años molestan a las niñas que les gusta, porque les gusta, bueno así era él. Un hombre de casi treinta años actuando como un niño de cinco años.

Patético.

La chica rodo los ojos fastidiada, antes de pasar a su lado y darle un empujón juguetón, que hizo que su interior se agitara, pero no demostrara nada por fuera. Era un hombre por el amor de Dios, no era un niño tonto que actuara de forma patética.

Se despidieron de forma amable, lo que hizo que apenas la perdiera de vista por las escaleras, se golpeara con fuerza contra una pared.

Tal vez debería seguir la idea de Gray (Kami sabe cómo le costaba pensarlo si quiera) e invitarla a salir algún día.

Todo Fairy tail lo sabía.

Agradézcanle al idiota de su primo.

Después de esa patética muestra de que aún no estaba listo para el amor. Desayuno tranquilamente, jugo algunos video juegos con su gato Happy dormido entre sus piernas, que ignoraba cuando se movía violentamente para pasar alguna parte extremadamente difícil. Cerca del medio día había estado listo para irse a Fairy tail y pasar el rato con sus amigos, cuando esa llamada llego.

No recordaba bien quien era Precht Gaebolg, pero pareció un viejo amigo de su hermano Zeref que había conocido alguna vez, pero su mala memoria le impedía recordarlo. Antes que preguntara por su hermano y molestarle porque llevaba casi más de tres años sin verlo y algunos meses sin contactarlo, Precht fue bastante directo al decirle sobre el accidente.

Si no hubiera estado sentado, hubiera caído de rodillas ante las palabras accidente.

Como si reviviera nuevamente la ocasión cuando su padre Igneel murió en medio de aquel accidente de avión, las palabras de ese hombre golpeaban su cabeza una y otra vez, sobre un accidente de automóvil, sobre la muerte de su hermano y de su esposa, sobre el funeral en la capital, entre otras cosas que su cerebro no podía procesar.

Apenas la llamada finalizo, estuvo durante veinte minutos viendo a la nada, ignorando el sonido del televisor y sintiendo como aquel bello día, de pronto se volvía un gris oscuro.

Con un mensaje a Lisanna sobre cuidar a Happy, había salido corriendo de su departamento, apenas tomando sus llaves y una capucha, antes de correr a la estación de trenes más cercana. Aunque el deseo de vomitar fue intenso durante las siguientes cinco horas, más que verde, iba pálido con la mirada perdida.

Entonces llego a la capital, donde Jacob, un empleado de su hermano le había atendido y guiado al hotel donde se quedaría.

Las siguientes horas fueron en cámara lenta, reviviendo una y otra vez los momentos con su hermano toda la vida. Desde que ambos estuvieron en el orfanato, cuando Igneel los adopto, ellos jugando, su hermano leyéndole para dormir, ambos metidos en problemas, Mavis quien se unía a ellos, Fairy tail que los había acogido donde su padre era un cliente frecuente, la adolescencia, ambos riendo en medio de la cárcel por una estupidez de alcohol, su hermano gritándole por su futuro, la separación…años y años de alejarse.

El tiempo era relativo, pareció que paso un minuto desde la llamada, cuando ya estaba en medio del funeral privado en el centro de la capital de Fiore. Donde su rostro estaba sin emociones, pero sus ojos parecían rotos en partes iguales. Las personas que cargaban el ataúd de su hermano y el de su esposa, como ver su cuerpo frio y sin vida.

La sensación de vacío golpeando su interior.

Que se atrapa en tu pecho, que quiere absorberte, que quiere quemarte vivo y llevarte a las profundidades de la desesperación…y la bienvenida al….¿Por qué?...

¿Por qué no hable con él antes?

¿Por qué no nos vimos en la última navidad?

¿Por qué no estuve a su lado?

¿Por qué tuvo que morir ahora?

¿Por qué mi hermano?

Entonces el funeral inicio, él estuvo como muerto durante las horas que parecían estar ahí, donde la lluvia no se hizo presente, donde un hermoso día que pareció burlarse de su desgracia le guiñaba el ojo. Donde se quedó hasta que todos parecían irse, sin saber qué hacer con el vacío en su pecho. Desde casi una década que no estaba bien con su hermano, donde las llamadas eran pocas y el contacto casi nulo. Era increíble que algo así doliera tanto.

Una mujer pelirroja, muy similar a Erza, se posó frente a él con expresión seria. Sus ropas negras solo acentuaban su cuerpo, pero sus ojos eran tan asesinos como recordaba. Tanto como él estaba alejado de Zeref, era igual que su amiga Erza tenía problemas con su madre, sobre una adopción mal hecha, un rencuentro incómodo y apenas llamadas en la actualidad.

—Irene—susurro con voz seca, casi sintiendo que si volvía abrir la boca, lloraría sin detenerse sobre la tumba de su hermano.

Simplemente no era justo.

—No es un placer verte de nuevo niño, pero el testamento de tu hermano es así de estúpido donde decide dejarte sus posesiones—hablo la mujer rodando los ojos, conociendo a su hermano casi mejor que él.

Su pecho se contrajo.

¿Su hermano?

No le extrañaba, cuando eran niños compartían todo, absolutamente todo, pero había esperado que no hiciera algo así. Era un gran detalle, pero sentía que el peso de la culpa lo inundaba, si tan solo lo hubiera escuchado, si hubiera intentado hablar más con él.

—Era un idiota—dice con una leve sonrisa.

Pero Irene no se mueve, aun con expresión seria.

—Aun así la mayoría de sus posesiones, incluyendo las acciones en sus compañías, han quedado a nombre de su hijo August—explica un poco lento.

August.

Otra patada en su interior, el remordimiento de no haber ido a conocer a su sobrino cuando nació hace ocho años. En su lugar, guardando resentimiento con la pelea con su hermano, que aunque había disminuido con los años, nunca se brindó la oportunidad para conocerle. Solamente tenía un viejo correo electrónico archivado, donde Mavis le había mandado fotos de su nacimiento.

Había intentado no verlo durante el funeral, donde una pequeña cabeza rubia como su cuñada y ojos grandes como esta, parecían verlo de reojo entre la multitud.

—¿Cómo esta él?—pregunto algo incómodo.

La mirada de Irene fue mortal sobre su persona.

—Ha perdido a sus padres, esta solo ahora y tendrá que levantarse alguna vez—

Sí.

Él sabía cómo era eso, pero aun así, él había tenido a Zeref a su lado.

—Además según lo tiene en su testamento, tú te has convertido oficialmente en el tutor legal del niño, aunque sinceramente cualquiera de nosotros sus ayudantes, puede hacerlo mejor que tu—

¿Eh?

Ignoro la cara de repulsión de Irene, antes de sentir el peso de la realidad en su espalda, que no tenía que ver del todo con la muerte de su hermano. Su cabeza se volteo al notar una pequeña silueta que no había notado antes. Con ropas negras algo formales para un niño de ocho años, cabellera rubia corta y grandes ojos verde marino como su madre, August lo miraba con la vista algo perdida y ojos vacíos.

Su garganta se secó ante el conocimiento de lo que ocurriría.

Él tendría que cuidarlo.

Mierda.

¿Cómo se cuida a un niño?

Continuara…

Esta historia sería una contraparte de "¿Quién llamo a la cigüeña?", no se desarrollan en el mismo mundo, todo lo contrario, son independientes pero si tienen una raíz similar. Lo cual me ayudara a ver cuánto he crecido con los años de escritura.

Nota:

Por si no lo saben en mi perfil tengo un link de mi página en Facebook donde publico mis actualizaciones y donde chateo con los chicos sobre temas de anime, manga, juegos, libros, series…etc por si alguno quiere comunicarse conmigo o visitar un rato para conocerme mejor.

Sayonara sexys lectores.