Todo el universo de Narnia pertenece a C. S. Lewis
Este fic participa en el Reto de Apertura "Personaje favorito" del foro El Viajero del alba
Te he encontrado
Lucy miró disimuladamente sobre su hombro. Nunca había pensado (o creído) en ese sentimiento que crecía en su interior. Pensó en Aslan, quien se encontraba muy lejos de Lucy. "Si él estuviese aquí, o yo allí, él podría darme un buen consejo sobre lo que tendría que hacer".
–Lucy… –dijo una voz masculina. La niña levantó la cabeza rápidamente, mientras un susurro salía de sus labios.
–Aslan…
La niña que se sentaba a su lado soltó una risita– Tierra llamando a Lucy –murmuró Marjorie Preston.
Lucy levantó la vista y observó a su profesor de español (su materia favorita), quien la miraba seriamente. Éste señaló el pizarrón. En él había escrito varias preguntas, que los chicos debían responder en ese idioma. Lucy echó un vistazo a su cuaderno; la niña no había copiado nada.
–Aquí, después de clase. –Ordenó el profesor, antes de girar sobre sus talones y dirigirse a su escritorio.
–Te han llamado la atención tres veces éste día, ¿qué te sucede? ¿Estás enamorada?
Lucy no supo qué contestar a su amiga. El profesor alzó la voz para continuar con la clase, lo que salvó a la niña. "Yo no estoy enamorada" pensó Lucy "Sólo he visto un chico con el que estuve pensando durante un tiempo, y que no puedo borrar de mi mente. Pero no estoy enamorada. No puedo estarlo…"
El timbre que anunciaba el final del día sonó, y Lucy se demoró en su asiento guardando las cosas. Marjorie se despidió de su amiga y salió por la puerta. Lucy notó que el profesor borraba el pizarrón de espaldas a ella. Se levantó de su banco y se dirigió a la puerta.
Estaba tomando el pestillo con la mano cuando una voz a sus espaldas la sorprendió:
–Te has enamorado… pequeña Lucy…
Ella se dio vuelta, impresionada por la voz de su profesor, que era exactamente igual a la de Aslan. No sólo su voz, sino su cabello (de un color rubio rojizo) la hacían recordar a aquel majestuoso león.
– ¿Aslan? –se animó a preguntar.
El profesor asintió. Sus ojos marrones demostraban que el hombre no mentía. Lucy, de pronto, recordó los días en Narnia, aquel maravilloso lugar con el que soñaba una y otra vez. Recordó las últimas palabras que Aslan le había dicho a ella y a su hermano: "Allí tengo otro nombre. Tenéis que aprender a conocerme por ese nombre. Éste fue el motivo por el que se os trajo a Narnia, para que al conocerme aquí durante un tiempo, me pudierais reconocer mejor allí."
–Te he encontrado, Aslan. –exclamó Lucy, sin caber en sí de la felicidad.
–Sí, pequeña –respondió el profesor–. Pero como ya te he dicho un año atrás, deberás aprender a llamarme con éste nombre.
–No importa, A… profesor –se corrigió–, lo importante es que te he encontrado en mi mundo. ¿No te irás, verdad?
El profesor/Aslan miró por la ventana– Es posible que tenga que regresar a mi mundo, pero no te preocupes, pequeña: siempre estaré a tu lado.
– ¡Edmund! ¡Edmund! –exclamaba Lucy, mientras corría hacia su hermano, quien estaba a unos metros de distancia– ¡Edmund! ¡A que no sabes a quién he encontrado!
Bueno, espero que les haya gustado :)
¡Nos vemos!
