Disclaimer:

Nada de esto me pertenece, el mundo de HP son propiedad de J.K Rowling y de Warner Bros.

Este fic ha sido creado para los "Desafíos" del foro "La Noble y Ancestral Casa de los Black".

Bella…

Aburrimiento

Odiaba San Valentin, odiaba cada lazo rosa, cada pomposa tarjeta, cada bombón de chocolate cargado de calorías y sobre todo odiaba a las estúpidas parejas que se juntaban en cada rincón a darse apasionados besos. Aunque quizás lo peor fueran las chicas estúpidas arremolinadas en los pasillos en busca de un prospecto para pasar la "importante" fecha, con sus risas perennes que las hacia parecer mucho mas idiotas, si cabia. Ella suspiro con amargura, no, definitivamente lo peor de aquel San Valentin era ser la chaperona de su hermana menor. Narcissa era la novia de Lucius Malfoy, pero como su madre muy amablemente le había recordado, tenia catorce años y como su "hermana mayor, debes cuidarla".

¿Cuidarla de que? ¿Creia su madre que Narcissa era aun inocente? Seguro le sorprendería enterarse de un par de cosas pero ese no era su problema. Ahora tenia que lidiar con un puñado de confeti que había ido a parar a su taza de te, proveniente de un horroroso querubín que Madam Pudipie había contratado dada la ocasión. Miro a Andromeda y esta se la devolvió acidamente. No podía culparla, la había obligado a ir con ellos, sacrificando un fin de semana en Hosmeade con sus amigos. A decir verdad lo únicos que parecían a gusto eran Lucius y Narcissa quienes charlaban animadamente ignorándolas olímpicamente.

Lucius hablaba sobre Quiditch mientras Narcissa lo miraba fijamente. Ella sabia de sobra que su hermana no entendia nada sobre Quiditch y mucho menos le interesaba, su cuello rigido la delataba. Luicius era un idiota pero jamas pensó que podría llevarla a tal grado de aburrimiento, hasta podría desear estar haciendo los deberes. Dio otro suspiro y cerró los ojos al ver al querubín cantanto una canción por octava vez en la hora. Volvió de nuevo su mirada a Andrómeda y contuvo una carcajada: su hermana estaba sentada muy recta, ambas manos sobre la mesa y los dedos crispados sobre su taza de te llena de confeti rosa, tenia los labios fruncidos casi en una línea y los ojos vidriosos. Al captar su mirada puso los ojos en blanco. Narcissa y Lucius habían comenzado a besarse delante de ellas sin pudor alguno.

-Puaj. -Le susurro haciendo un mohín-

-Lo se, odio San Valentin.