¡Hola!

Después de algún tiempo alejada del fandom de mi vida y mi corazón (sí, ya me puse cursi), la Navidad resultó ser la época perfecta para regresar a escribir algo sobre Avatar, y eso fue lo que hice.

Como bien pueden ver en el summary, este es mi regalo de Navidad para mi 'manita #2: ¡¡¡¡LILU!!!! (pero sólo eres la #2 porque había adoptado a Priin primero… A las dos las quiero igual) y ella me dio permiso para subirlo aquí. No lo iba a hacer sin su autorización. Después de todo, esto fue escrito especial y específicamente para ella.

'manita, ¡qué dicha que te haya gustado tu regalo y que lo hayas disfrutado! Lamento mucho decir que, pues, esta pareja no es mi fuerte, pero intenté hacer lo mejor que pude. Por eso, en vez de subir una única historia, subo dos.

Bueno, en realidad, también hay otra razón, y es que el segundo ya lo había escrito hacía muuucho tiempo, y no fue precisamente para esto, así que quise hacer otro, para que cumpliera con el propósito de regalo de Navidad (aunque no sea navideño).

Sin más qué decir: ¡Disfruten!


I
Te odio porque no puedo evitar amarte

No había tenido mucho tiempo para pensar. Todo había pasado muy rápido: la traición, la huida, usar el agua de la fuente de los espíritus del Polo Norte para salvar la vida de Aang...

Tal vez hubiera sido mejor si las cosas hubieran permanecido así; pero apenas se hubo desocupado, no pudo evitar volver a recordar aquello que tanto le había dolido:

–Hablaba en serio –le repetía él por enésima vez.

Minutos antes, el príncipe de la Nación del Fuego había llegado a la entrada de la caverna en la que se ocultaba, junto con Aang, su hermano y Toph, en la costa de una de las tantas islas que conformaban aquel país. La miraba con una expresión doliente en sus ojos, que parecía decir que cada una de las palabras que salía de su boca era cierta. Pero no por eso podía creerle; no después de lo que había hecho.

–Sí, claro –respondió, dándole la espalda–. ¿Por qué no lo dejas así? ¿No crees que ya es suficiente? Ya tienes lo que querías, ¿no?

He cambiado –le repetía, así como había hecho en Ba Sing Se.

¿Realmente había cambiado? Esos ojos le decían que hablaba en serio.

"No es cierto" le decía una pequeña voz en su cabeza. "Zuko no ha cambiado. Él no siente lo que hizo. Lo único que lamenta es no haber tenido la oportunidad de hacer esto antes."

Sin embargo, lo perdonó. Decidió darle otra oportunidad…

Mala idea. En una hora, él su hermana y sus locas amigas habían arrasado con sus últimas esperanzas y, como premio ante su magistral actuación, la loca de los cuchillos lo besa, frente a sus ojos, con una pasión que no pudo más que asquearla.

No… ¡Eso no podía ser posible! Después de lo débil que había estado, tras lo ocurrido en Ba Sing Se, Aang había sido asesinado fácilmente; su hermano también (incluso tal vez más, por no contar con el control de ningún elemento); Toph tenía las plantas de los pies tan quemadas que había perdido su capacidad de ver y en cualquier momento su destino sería parecido al de los demás; y ella… Estaba a merced de sus captores; a sólo segundos de que Zuko le lanzara una llamarada de la que no podría escapar.

–¡NO!

Estaba completamente exaltada. Respiraba rápidamente y con dificultad, y grandes gotas de sudor surcaban su rostro.

Miró a su alrededor. Todo en la caverna estaba en completa calma: Los primeros rayos del sol apenas entraban por la amplia abertura de la cueva y sus compañeros dormían plácidamente.

¡Por suerte aquella horrible escena había sido sólo un sueño!

***

Todo el día pasó pensando en la pesadilla que había tenido y en lo que la había desencadenado: ¿Cómo pudo afectarle tanto?

Odiaba sentirse engañada, ese era su problema… Y era precisamente así como la había hecho sentir el príncipe de la Nación del Fuego.

¡Había montado todo aquello!: quedar atrapados juntos en la misma celda; toda esa palabrería sobre la cicatriz, su marca… ¡Y ella (¡tonta de ella!) le había creído! ¡Hasta había llegado a compadecerse de él!

Ese había sido su gran error, pero ya el pequeño teatro había caído. Zuko se había quitado la máscara de niño bueno y sufrido y se había mostrado tal cual era: una vil y asquerosa rata traidora.

Estaba preparada para volver a encontrarse con él, y entonces no volvería a caer.

***

Sentía que se acercaba. Regresaba a ella nuevamente, como un perro faldero, implorando perdón otra vez. Pero ya era muy tarde: Estaba lista, en la entrada de la caverna; preparada para deshacerse de él en su primer intento por hacer cualquier cosa.

–Katara…

–Sal de aquí, antes que me arrepienta –dijo tajante–. Tienes cinco segundos antes que utilice mi agua control.

He cambiado… –continuó, acercándose a ella.

Sin pensarlo dos veces, sacó agua de su cantimplora, hizo un látigo de agua con el que aprisionó los pies del muchacho; y tiró de él para hacerlo caer. ¡Nunca antes se había sentido tan bien!

Supongo que me lo merezco –volvió a hablar él–. Pero… No voy a irme sin que lo sepas: Katara… Yo… te amo.

Comenzó a reír abiertamente en la cara del muchacho… ¡Cuántas veces había escuchado eso!

¡Claro! –exclamó, conteniéndose un poco–. ¡Y por eso te fuiste con la loca de los cuchillos!

–Por eso regresé –corrigió él–. Te elegí a ti.

¿Por qué no dejas el teatrito para alguien más? Esas cosas ya no van conmigo.

Dio media vuelta y continuó con su camino y su vida, así como siempre debió ser.

Despertó con una sensación extraña. Se sentía satisfecha por la manera cómo había enfrentado al muchacho. Eso le decía que podía ser perfectamente capaz de hacerlo en caso de volverse a encontrar con él y que intentara utilizar algún otro truco para hacerla sentir empatía por él; cuando sabía perfectamente bien que mentía.

Sin embargo, le extrañaba sobremanera la temática general del sueño: No podía sacar de su cabeza el "te amo" ni el "te elegí a ti".

¿Por qué había soñado eso, si la asqueaba el sólo hecho de imaginarse a esa vil y asquerosa rata diciendo esas palabras?

La verdad, eso no importaba mucho. Después de todo, era sólo un sueño… Un sueño que, como siempre, no compartiría con nadie.

***

Creía que estando en el Templo Aire del Oeste estarían seguros. Entonces, ¿cómo era que él había logrado llegar hasta ahí? ¿Y cómo era que los otros decidían darle una oportunidad tan fácilmente, después de lo que había hecho? ¡Si todos ellos habían salido tan lastimados como ella!

Pero ella no sería igual: ¡Se enfrentaría a él, tal como había hecho en su sueño!

–Puede que todos los demás se hayan tragado lo de tu "transformación". Pero tú y yo sabemos que en el pasado has tenido problemas para hacer lo correcto. Así que déjame decirte algo ahora: Das un solo paso atrás, un traspié; me das una sola razón para pensar que podrías herir a Aang… y no tendrás que preocuparte de nuevo por tu destino. Porque me aseguraré de que tu destino termine en ese momento… permanentemente.

Finalmente lo había hecho: Había dejado las cosas claras. Había probado que no volvería a caer en el juego de Zuko, que ya la había engañado una vez.

Entonces, ¿por qué no se sentía bien de haberlo hecho?


Bien... Ese fue el primero de los one-shots... En un minuto más, les entrego el siguiente.

N/A: Sí, lo último que Katara le dice a Zuko es mi propia traducción del final del capítulo titulado "El Templo Aire del Oeste", por si no les calzan las palabras con la versión oficial en español.

Ahora sí: Comentarios, críticas, tomates, asesinatos… Lo que quieran, ya saben, MIENTRAS SEA CONSTRUCTIVO, es aceptado y bien recibido.

¡Dejen review!

Eso es todo.

¡Saludos!