El dolor de cabeza era muy fuerte, estaba confusa y todo lo que veía era oscuridad, le costaba respirar. Intenta levantar los brazos pero lo único que logra es tirar de una especie de plástico hacia arriba. Genial, ahora lo entendía todo, la habían "matado" y ahora estaba en una jodida bolsa para cadáveres. Intentó recordar lo que había pasado, costándole bastante. Ella había… joder, había intentado matar a Jeri, no es que no hubiese querido y deseado hacerlo, no era más que una maldita zorra, pero aun así, ella no era ese tipo de personas, no podía entender como había llegado a eso. No podía hacerlo hasta que recordó al hombre que ella había llegado a casa, el tal Killgrave, él le había dicho que lo hiciese… y ella lo había hecho. Negó y salió como pudo de la bolsa, intentando coger una bata o algo para vestirse, haciendo frío en la morgue. Camina aún doliéndole el golpe, normalmente no suele doler tanto, claro que normalmente su habilidad para curarse no suele tardar tanto, aunque es la primera vez que intentan matarla. Niega, sale de allí sin que la vea nadie, dirigiéndose hacia su casa lo más rápido que puede, mira la puerta confusa al verla abierta y entra sin hacer ruido, coge un jarrón, viendo los restos de uno roto y llenos de sangre, suponiendo que la golpearon con ese. Sube a su habitación, lentamente, sorprendiéndose al verla allí, a través de la pequeña visión que ofrece la puerta a medio abrir.
Mira a Jeri meter algunas cosas en una caja y dejarlas sobre la cama, confusa, la sigue con la mirada hasta que desaparece detrás de la puerta, la observa cuando vuelve a aparecer, llena de vendas y con un corte bastante feo en la cara. Sonríe pensando que eso le dejara una buena cicatriz, sigue observándola, confusa al verla poner una foto de ellas dos juntas en París. Se aparta de la puerta, escondiéndose cuando ve que va a salir. Una vez ha bajado las escaleras, entra en la habitación, abre el armario para vestirse, confusa al ver que no queda casi nada de su ropa, se pone unos vaqueros y una camiseta, coge una chaqueta, todo el dinero que tenían escondido bajo el colchón y sale por la ventana. Camina por la ciudad sonriendo, pensando que va a pagar lenta y dolorosamente por todo lo que le ha hecho, por todo lo que ha sufrido por su culpa. Ahora que todos la creían muerta, sería mucho más fácil vengarse, después simplemente saldría del país y empezaría de nuevo, con todo el dinero de Jeri. Eso sí, primero la dejaría sola y sin un centavo, sin una reputación que la prcediese y sin un solo amigo que pudiese ayudarla.
