Llevaba horas contemplando la suave y grácil lluvia caer a través de la ventana. Una inmensa tristeza corroía el alma de aquella muchacha portadora de ojos jades. Suaves gotas recorrían sus mejillas hasta desaparecer por el abismo más allá de su barbilla.
"Llora el cielo y en mis manos veo sus lágrima caer"
Ella lloraba por aquel chico que cautivaba su corazón, el mismo que hoy la había dejado plantada en el altar.
"Ya el silencio me hace daño, se acabó nuestro querer"
—¿Porqué...?-Se preguntaba la pelirrosa sin parar de recordar los momentos vividos con el azabache.
"La tristeza me castiga, se apropia de mi ser"
Como se conocieron; su primera cita; su primer beso; su primera vez con él; su primera ructura, la reconciliación; sus viajes; la cena con sus padres; la pedida de mano...Demasiados recuerdos y primeras veces.
"Puedes llevarte mi ilusión"
La tristeza había invadido su alma al acordarse de la desesperación que había sentido cuando él no llegaba.
"Romperme todo el corazón, como a un cristal que se cae al suelo"
Todavía no se había quitado el traje de novia, pensando que él vendría y serían felices para siempre.
"Pero te juro que al final"
Ya no esperaría mas, ya no esperaría a un cobarde.
"Sola me voy a levantar"
Se quitó el vestido y se metió a bañar. Salió vestida con ropa casual y agarró con rabia, y, sin cuidado alguno, el vestido. Bajó rápidamente a la cocina y cogió un cuchillo. Empezó a cortar y apuñalar el vestido de novia hasta que quedó satisfecha y el vestido inservible. Luego sin más, lo tiró.
"Como un rascacielos, como un rascacielos"
Llevaba dos semanas luchando para superar la ruptura con Sasuke. Quería odiarlo, más no podía. Tenía que pasar página de una vez por todas.
"Poco a poco, con el tiempo voy a olvidarme de ti"
Intentaba olvidarlo y mandar a volar esos sentimientos que le profesaba, pero simplemente no podía.
"No te vas a dar cuenta que estoy sangrando aquí"
Subió las escaleras de su casa hasta llegar al piso superior y entrar en la habitación que anteriormente compartía con él. Paseó su mirada por toda la estancia hasta parar en una repisa. En ella reposaba una foto de un parque de atracciones en la que salían felices una pelirrosa y un azabache. Ella la tomó y se sentó al borde de la cama. De pronto, los recuerdos de aquel día golpearon su mente, haciendo que la furia la dominara y tirara con fuerza el marco con foto hacia la ventana. Esta se rompió en pedazos.
"Mis ventanas se han quebrado, más no me voy a rendir"
Cuando se dio cuenta del destrozo lo recogió todo. Bajó a tirar todos los pedazos de cristal. El timbre de la puerta la sorprendió. La abrió y era...él.
"Vete a volar, yo estoy mejor así, muy lejos de ti"
—Sakura...-Llamó el portador de ojos negros como la noche.
—Lárgate, esto se acabo.-Ordenó la ojijade sorprendiendo al azabache.-No eres bien recibido...-Finalizó.
—Pero...-El chico no terminó de hablar porque ella le había cerrado la puerta en sus narices.
"Ya no vuelvas más que ya lo decidí, sin tu recuerdo aprenderé a vivir"
Después de cerrar la puerta se dio la vuelta y se dejó caer al suelo deslizando su espalda en la fría puerta. Cerró los ojos y esperó a que se marchara.
"Puedes llevarte mi ilusión, romperme todo el corazón"
Había que tener narices para presentarte en casa de la chica que dejaste plantada en el altar, narices o muy poca vergüenza.
"Como un cristal que se cae al suelo"
Apretó sus puños con fuerza y recordó la mirada indiferente que él le había dado antes de cerrarle la puerta en las narices. Tomó fuerzas de no se donde y se levantó del suelo.
"Pero te juro que al final sola me voy a levantar"
Se puso frente a la puerta y se acercó lentamente a la mirilla. Sonrió victoriosa, él ya no estaba ahí.
"Como un rascacielos"
