Seis años de soledad
Prologo.
Hola a los Fans de Gravity Falls. Les doy la bienvenida a mi segundo Fanfic de Gravity Falls. Debo admitir que el primero…. No salio como me gustaría, algunas cosas que pude escribir mejor. Pero el pasado ya quedo atrás. Esta historia es parte de un concurso que realice en mi pagina de Facebook (Siganme :v : MasterLarry). Un regalo para Maxi Jesus.Espero que sea de tu agrado, y gracias por comentar. Bueno para no aburrirlos, les dejo con la historia.
Una gran nube de paz cubría por completo un pequeño pueblo en Oregon. Colorido y pacifico, lleno de personas alegres y amigables. Eso pacifico pueblo había desaparecido casi por completo, y en su lugar solo estaba un destrozado pueblo, digno de un libro de horror. Cualquier turista diría, sin temor a equivocarse que era un pueblo abandonado.
Soos, Wendy, Stan, Ford, Dipper, Mabel, e incluso Gideon estaban sentados en la entrada de lo que antes era la Cabaña del Misterio. Lo único que se mantenía en pie era el suelo de madera, pero lo demás estaba destrozado.
- No puedo creerlo – Pronuncio Dipper, con la mirada perdida en el enorme cielo nocturno.
- Una completa locura – Hablo Wendy, a su izquierda.
- Si todo lo que ha pasado desde que Dipper y Mabel llego fuera un libro… Seria uno impresionante – Hablo Soos dedicándole una mirada de asombro a su pequeño amigo.
- Oh vamos. Si se que todo esto fue una locura, ¿Pero no crees que estas exagerando? -
Wenfy, Dipper, Maberl he incluso Soos miraron a Stan a los ojos, mientras movían su cabeza de derecha a izquierda.
- "Suspiro" tío Stan. No tienes idea de lo que pasamos para rescatar a Mabel -
- Si hasta Gideon se nos unió – Hablo Wendy.
- Cierto. Ni en mis más locos sueños en la prisión pensé que ocurriera -
- Al fin todo acabo… Pero no puedo evitar pensar… Que Bill puede seguir vivo – Hablo Ford, con preocupación en su voz.
- Te entiendo tío Ford. Bill fue un dolor en el trasero todo el verano, y pensar que lo vencimos es… Algo extraño -
- Vamos, no te deprimas chico – Hablo Stan - ¿Cuantas personas pueden presumir que vencieron a un demonio de otra dimensión?… Yo solo conozco a una – Dijo, mientras le dedicaba una sincera sonrisa.
Dipper le dedico una pequeña sonrisa a su tío. Tenia razón, ya no había motivo para preocuparse, pues Bill ya no estaba para molestarlos… o al menos por el momento, pensaba Dipper.
- Lo siento mucho – Hablo Mabel, la cual había estado callada todo el tiempo – Los preocupe a todos, y por mi culpa Bill casi se apodera del mundo… - Hablo, con lagrimas en los ojos.
- No digas eso Mabel – Hablo Dipper, mientras abrazaba a su gemela.
- Pero es cierto, y todos lo saben. Todo fue mi culpa. Si no me hubiera llevado tu mochila, y si no me hubiera dejado manipular por Bill, nada de esto hubiera ocurrido -
- No digas eso. En todo caso también fue mi culpa. No debí haber tomado una decisión tan drástica sin consultarte primero -
- ¡Pero no quiero que digas que no solo por mi! - Dijo, mientra se levantaba de su asiento - ¡Hemos estado juntos en cada cosa rara que nos ha pasado! ¡He notado ese brillo en ti cuando descubres algo inexplicable, y cuando lo resuelves! - Sus ojos comenzaron a mojarse cada vez mas - ¡Pasaste de solo ser un fan de lo extraño, a vivirlo!… Y-Yo… No quiero quitarte eso -
Todos los presentes solo podían ver la triste escena entre los gemelos, sin poder hacer o decir alguna cosa que arreglara la situación.
- Escucha Mabel. Hace dos años te prometí que jamas nos separaríamos, ¿Recuerdas? - Hablo, mientras se paraba, para ver a su gemela a los ojos.
- "Snif" Si -
- Lo que mas quiero en el mundo es no romper esa promesa, pero no quiero irme de Gravity Falls, hay tantas cosas que no se y que me encantaría ver… Solo… Dame una solución -
En ese momento un gran silencio se formo en el lugar. No solo Mabel, todos buscaban una solución para que los gemelos se quedaran, si no, entonces tal vez no los volverían a ver, pues, luego de que toda la situación se propague por todo el país, era un hecho que sus padres no querrían tener a sus hijos en un pueblo tan peligroso.
Pero en ese momento una idea paso por la mente de Mabel, algo que, sin duda seria lo mas difícil que haría en su joven vida. Pero por tener a Dipper a su lado, lo haría.
- Me quedare contigo – Hablo, con una mirada decidida.
- ¿Que? -
- Ambos nos quedaremos en Gravity Falls. Estudiare también con el tío Ford y me esforzare para ser tan nerd como tu -
Dipper estaba apunto de protestar… Pero no había otra solución, además de la dicha por Mabel. Pero a ella nunca le había gustado la escuela, casi siempre terminaba haciendo los deberes de Mabel. ¿En serio podía estudiar tanto para estar a la par con el?… El numero uno de la clase, con calificación perfecta desde primer grado.
- ¿Estas segura Mabel?… No quiero que hagas algo que odias -
- ¡Pero quiero hacerlo!… No quiero alejarme de ti -
- ¿Estas segura Mabel? - Al fin hablo Ford – Recibirán la misma educación. Tendrás que pasar de la peor estudiante, a la mas lista en un segundo -
Mabel asintió sin dudarlo. No quería alejarse de Dipper, y tampoco obligarlo a abandonar su sueño. Además, eran los Gemelos Misterio, y ese apodo quería mantenerlo hasta que estuvieran igual o mas viejos que Stan y Ford.
Todos sonrieron ante la determinación de Mabel. Pues no todos los días se veía a alguien tan floja y con tan poco gusto por la escuela, aceptar como maestro a un tipo con doce doctorados.
- En ese caso… Solo hay una cosa que evitara que, no solo ustedes, también el resto del pueblo siga viviendo en Gravity Falls – Hablo Ford, con un semblante muy serio.
En un segundo el rostro de Dipper denoto una gran sorpresa. Solo había una persona que podía obligar a todo un pueblo ha desalojar, o mejor dicho, un grupo de personas.
- El gobierno… -
- Exacto Dipper. Solo imaginen que ocurrirá cuando el gobierno venga y descubra que aquí hay hadas, gnomos, minotauros, cristales mágicos y hasta un ovni enterrado -
- Todos seremos evacuados – Hablo Soos.
- Y Gravity Falls se convertirá en un lugar de experimentos – Ahora hablo Wendy.
- ¿Pero que vamos a hacer?, no podemos borrarle la mente a todo el mundo – Dijo Mabel, con gran preocupación.
- Tal vez si – Hablo, con una gran sonrisa – Desde que Stan trajo al gobierno de visita – Le dedico una molesta mirada a Stan – Comencé a trabajar en un arma que pudiera borrar, no solo la mente de una gran cantidad de personas, también archivos y documentos que contengan dicho acontecimiento, la bomba esta lista, pero el problema era que no tenia una fuente de poder con la suficiente energía para hacerla funcionar -
- ¿Y donde conseguirás dicha fuente, genio? - Dijo Stan, con una sonrisa burlona.
- Fácil hermanito. Hace unas horas fui al lugar donde Bill fue derrotado, y encontré algo magnifico -
- ¡Acaso es...! -
- Exacto Mabel, una pequeña parte del poder de Bill. Por suerte pude capturarlo – Dijo mostrando una capsula, algo grande, con el cristal algo agrietado – No es la mas resistente del universo, pero servirá hasta que pueda hacer una mejor. Con esto podremos borrarle la mente a todo el país, antes de que la noticia se propague por el mundo… Pero tenemos poco tiempo -
Y en seguida todos los presentes se levantaron y corrieron al laboratorio de Ford, a ayudarlo a terminar la bomba, para después denotarla en el centro del país.
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Era las cuatro de la mañana en el destrozado pueblo de Gravity Falls, donde solo seis personas bagaban por las calles. Ford les había dado una importante tarea, usar unas armas que el había creado hace mucho, que podían reparar cualquier cosa en segundos y con eso reconstruir cada centímetro del pueblo, después dejarían a los habitantes en sus camas para que pensaran que todo había sido un simple sueño.
Mientras Dipper, Mabel y Ford corrían por el interior de la nave, buscando algo que Ford había visto de joven dentro. Una naves que podían pilotear, con ellas cargarían la recién terminada y configurada bomba, y así arreglarían el desastre de Bill. Pero el tiempo se les acababa, pues en cualquier segundo la información recorrería la red. Pero al menos sabían que todos los que vieron el desastre estaban petrificados, hasta Shandra Jimenez había sido petrificada, y ahora nadie podía publicar la noticia, pero todo podía pasar, y la familia Pines no quería tentar su suerte.
Cuando al fin lo encontraron los tres subieron a la nave, junto con la bomba y la hicieron funcionar, la cual iba a una velocidad impresionante.
- Tío Ford – Hablo Dipper, sentado en el asiento del copiloto – Cuando la bomba explote… ¿Nosotros no seremos afectados por la magia de Bill? -
- Dipper, hay muchas cosas de la magia de Bill que no conocemos, pero creo saber una. Algo que vi en una visión inducida por el – Ford saco un viejo dibujo de su chaqueta, el cual mostraba un circulo con diez casillas, y Bill en medió, en cada casilla había un dibujo. Dipper lo tomo y lo observo, algo confundido – Mi teoría es, que la magia de Bill puede afectar a cualquier persona, menos a un grupo, uno que se representa con esos dibujos -
- Oh, entiendo… ¡De hecho, cuando Bill entro a la mente de Stan, me llamo Pino! - Dijo, señalando una casilla con el dibujo de un pino.
- ¡A mi me dijo Estrella fugaz! – Grito Mabel, la cual coloreaba la bomba.
- Y a Soos le dijo Signo de pregunta…
- Entonce ustedes dos, y su amigo son elegidos. Tengo la sospecha de que yo y Stan también estamos dentro – Dijo, apuntando con una mano una casilla, con unos lentes, iguales a los que usa.
- Cierto… Y esta se parece al dibujo el el gorro del tío Stan -
- Las demás no se… Tal vez habitantes del pueblo… Como ese niño gordo de traje… -
- Entonce dices… Que en teoría, la bomba no nos afectara, porque estamos… De alguna forma a salvo de la magia de Bill -
- Eso espero Dipper. Pero por ahora es lo único que nos queda. No se me ocurre otra forma, y supongo que a ustedes tampoco… -
- Buen punto.. - Era verdad, era la única forma de mantener los secretos del pueblo a salvo.
Mientras la platica se había desarrollado, la nave ya había llegado a su destino, el punto exacto donde estaba el centro de Estados unidos.
- Bien chicos – Hablo Ford – Aquí se decide todo. Recuerden no es seguro que la magia de Bill no nos afecte, pero la maquina esta configurada para que solo sea borrado todo lo que tenga que ver con el Raromagedon… Lo demás seguirá intacto -
Los gemelos asintieron, con un rostro decidido. No dejarían que nadie les quitara el lugar que mas querían, ese extraño pueblo en Oregon que les regalo los mejores momentos de sus jóvenes vidas.
Ford presiono un botón, en una consola a un costado de la bomba y en seguida comenzó a empujarla por la puerta de la nave, con la ayuda de los gemelos. La bomba estaba configurada para explotar a una altura segura, para que los escombros no lastimaran a sibiles, pero lo suficientemente cerca del suelo para que la magia tuviera efecto.
Y como si se tratara de una película. La bomba callo a toda velocidad, mientras el contador disminuía cada vez mas, hasta que en un punto estallo.
Una esfera, la cual estaba tapizada de colores y formas extrañas se expandió a una velocidad sorprendente, cubriendo lentamente el estado, La esfera no tardo ni un parpadeo en llegar a la nave de los Pines, la cual ni se inmuto, pero los tres a bordo cayeron al suelo, muy mareados por la bizarra magia de Bill.
La magia lentamente cubrió todo el estado borrando por completo cualquier recuerdo o archivo en la red sobre el Raromagedon o de la existencia de Bill.
Los Pines se levantaron lentamente, mareados y muy confundidos. Al estar parados se miraron a los ojos por unos momentos, con un rostro de incredulidad.
- Ja… Jajaja, ¡Funciono! - Grito Dipper, al descubrir que sus recuerdos seguían en su mente.
- Tío Ford tenias razón – Hablo Mabel, con un gran brillo en sus ojos.
- Jeje… No fue nada… Pero mejor nos vamos, porque si alguien mira en el cielo una nave extraterrestre, estaremos de nuevo en problemas -
Los gemelos asintieron, tomaron asiento y se dirigieron de vuelta a Gravity Falls, con sus secreto a salvo.
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Habían pasado cuatro días desde el horrible suceso, cortesía del ahora olvidado ser Bill Cipher había finalizado, y para todo el país, ese extraño suceso solo había sido un extraño sueño. Y así los días en Gravity Falls volvieron a la normalidad.
Pero en una gran mansión, un gran alboroto se había formado en la habitación de una pequeña chica de doce años. La mansión no podía ser de otra familia mas que la Northwest, los famosos fundadores del pueblo. Dentro de sus paredes, una discusión Padre he Hija estaba en curso.
- ¡No, no, no, no y no!, ¡Por centesimal vez, nos vamos de este pueblo, te guste o no! -
- ¡¿Pero ni tu sabes porque nos vamos?! ¡Además ya te dije que no me quiero ir! - Grito la hija única de la familia, molesta por la extraña actitud de sus padres, y de todo el pueblo en si.
- Mira, no hay una razón, solo siento que este pueblo es muy peligroso, ¡Además soy tu padre, y quieras o no te vienes con nosotros a Roma! -
- ¡Pero ni siquiera me gusta Roma! ¡Y aunque me gustara, no quiero irme! -
- Escucha Pacifica, desde que ese niño vino a nuestra casa, te puso en nuestra contra. Esa es una de las razones para irnos de este pueblo. Tal vez así entres en razón. ¡ Y no seguiré discutiendo contigo! - Grito con furia, mientras se dirigía a la salida – Quiero tus maletas hechas en una hora, si no lo están, yo me encargare de ponerte un peor castigo que solo quitarte a los mayordomos – Y sin decir mas se fue.
Pacifica tomo la primera cosa que encontró y lo lanzo a la puerta, su rostro estaba rojo de la hira que estaba experimentando. No entendía a sus padres. No entendía a las personas del pueblo. No entendía nada.
Cuando su familia salio del refugio de la familia, lo que ella vio la dejo con la boca abierta. Todo el pueblo estaba… reconstruido. Las casas, los locales, he incluso la estatua del fundador, la cual había sido reducida a un charco de metal. Miro a sus padres, con incredulidad en sus ojos, pero ahí fue cuando lo verdaderamente raro comenzó. Su padres no tenían ni una pizca de asombro en su rostro, solo algo de confusión, pero no era por ver el pueblo como siempre.
- Emm… ¿Que asemos en el refugio?… - Pregunto su Madre, algo confundida.
- No lo recuerdo querida… Tal vez hubo un terremoto… Pero no parece que haya pasado algo malo -
El rostro de Pacifica denotaba la gran impresión que sentía. ¿Que esta ocurriendo?… Lo último que recordaba de ese día era que, su madre, ella y su desfigurado padre se habían ido a su refugió, horas mas tarde un gran temblor sacudió todo el lugar, seguido de algo parecido a una onda expansiva que los tiro al suelo, para después desmayarse. Apenas habían despertado, pero parecía que sus padres no recordaban nada acerca del Raromagendon.
Intento decirles lo que paso, pero solo se gano unas miradas incrédulas por parte de sus padres. Luego, de pasear por el pueblo, preguntando a las personas, todos decían lo mismo. Nadie se acordaba, así que decía que había sido algo normal. También busco en internet, pero fue mas de lo mismo, ¿Como era posible que no hubiera ni una pizca de información acerca de algo tan importante y raro como lo ocurrido ayer? , además, en ese punto del día ya debería haber millones de periodistas y agentes del gobierno, desalojando al pueblo para investigar Gravity Falls. Nada tenia sentido.
Pacifica se tiro en su suave cama, frustrada por la discusión con su padre, el extraño comportamiento del pueblo… Más extraño de lo normal, y por ultimo y mas importante, un suceso que la perseguía desde aquella noche en la fiesta.
Al cerrar los ojos su mente comenzó a fugurar recuerdos de los últimos momentos de ese día. Cuando Dipper intento enfrentar al fantasma que asechaba su casa, para terminar convertido en madera, y algo que le helaba la sangre al recordar, la mirada de terror total que le dedico, justo antes de que su cuerpo perdiera la movilidad. Ahí una horrible sensación recorrió su cuerpo, mucho mas haya que una simple preocupación por el chico Dipper, el cual había arriesgado su vida para sacar a ese aterrador fantasma, lo que sintió ella fue un terror, uno que nunca había sentido; y no era porque temía por su vida, era por el temor de no poder ayudar a Dipper… Que ese sudoroso y nerd chico se quedara con ese rostro de terror para siempre. Ese sentimiento, en lugar de petrificara su alma, le dio fuerzas para desobedecer a sus padres, y romper la maldición que asechaba a los Northwest.
Cuando todo había terminado, y las risas habían sustituido los gritos de desesperación, y Dipper le había invitado a bailar, ahí fue cuando algo mas nació. Ahí, en medio de la pista, mientras dejaban manchas de lodo por todo el lugar, en ese momento su corazón comenzó a latir con gran intensidad, y mas aun cuando veía la alegre sonrisa del chico Pines, el cual se divertía de lo grande al estar bailando. En ese momento fue cuando ocurrió. Ahí, en medio de la enlodada pista, sintió por primera vez lo que se sentía el verdadero amor.
Ahora la pequeña Northwest se sacudía en su cama, con una gran sonrisa en el rostro al recordar al sin querer dueño de su corazón; el chico que, no solo le había enseñado a ser una mejor persona, sino que le mostro el verdadero amor.
Pero esa felicidad se había esfumado, casi tan rápido como llego, al recordar la situación en la que estaba. En pocas horas se iría del pueblo, se mudaría muy lejos de Estados Unidos. Al pensar en eso su corazón comenzaba a romperse de la preocupación.
Aunque su mente estaba constantemente rodeada de pensamientos como, "De todos los chicos, ¿Porque el?" pero lo que sentía era tan fuerte, que era imposible quitárselo de su mente.
- No puedo perder el tiempo, tengo que ir con Dipper y decirle que… Que lo quiero – Dijo, al mismo tiempo que un ligero tono rosado aparecía en su rostro.
La chica quito la cabeza de la almohada y observo sus maletas, desperdigadas en el suelo. Solo pudo soltar un pesado suspiro al saber que tenía que empacar. Aunque Dipper le había ayudado a enfrentar a sus padres, eso no quitaba el temor que le tenía a su padre.
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Los hermosos rayos matutinos del sol iluminaban una parada de autobús, donde un grupo de personas esperaban su transporte a California; pero de ese grupo solo tres partirían. No podían ser otros que los salvadores de la tierra. Dipper, Mabel y Stanford, los cuales se dirigían al hogar de los gemelos Pines, para hablar con sus padres acerca de una educación en casa con el tío Frod. Y no seria muy difícil, pues la bomba de Ford había funcionado bastante bien, y nadie recordaba lo ocurrido en el pequeño y casi olvidado pueblo de Oregon.
- Buen viaje chicos. Espero verlos pronto – Hablo Soos, con una amigable sonrisa.
- Tranquilo Soos – Hablo Mabel – Es casi seguro que nos dejaran mudarnos a Gravity Falls -
- Si Soos, ¿Quien le puede decir que no a alguien con diez doctorados? - Dijo Dipper, mientras miraba a su tío Ford con admiración.
- Doce, pero quien los cuenta – Pronuncio entre risas.
- Cuida de ellos Ford – Hablo Stan, con un tono de preocupación en su voz.
- Despreocupate Stanley, no pasara nada -
- Nos vemos en unos días chicos, y no se demoren mucho, que hay muchas cosas raras por descubrir aquí – Hablo Wendy, revolviendo el pelo de Mabel, y golpeando ligeramente el hombro de Dipper.
- Tranquila, que pretendo descubrir todos los secretos de Gravity Falls -
- Nos vemos, y gracias por olvidar el pasado – Ahora hablo Gideon, dedicando una sincera sonrisa a los gemelos.
- No hay problema Gideon – Hablo Mabel – Yo sabía que en el fondo eras bueno -
- Jeje, gracias Mabel -
El alegre momento fue interrumpido por el sonido de un motor, el cual se hacia cada vez mas fuerte. Era el transporte de los gemelos Pines y su tío Ford. Los cuales dirigieron su mirada hacia el origen del sonido, para confirmar que era el autobús que debían transportar.
- Bueno – Dijo, con un tono de voz alegre – Creo que nuestro transporte llego -
El autobús paro justo a lado de ellos, mientras el rechinido de los neumáticos al frenar inundaba el lugar. Los gemelos y su tío subieron el autobús, cargando una maleta con su ropa. Mientras las alegres despedidas se escuchaban por todo el lugar. Luego de unas ultimas despedidas el largo transporte acelero; alejándose lentamente del lugar mas asombroso que los gemelos habían visitado.
Cuando el autobús atravesó el horizonte, un silencio invadió la estación. Ni uno de los presentes tenía algo mas que decir.
- Bueno – Hablo Stan, rompiendo el silencio – Alguien quiere que lo lleve a casa – Dijo, mientras apuntaba a su auto color vino.
Todos los presentes asintieron al recordar que estaban bastante lejos de sus hogares. Así que, sin dudar se subieron al auto de Stan y partieron al misterioso y pintoresco pueblo.
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Habían pasado mas de cuarenta minutos desde la ruidosa discusión que se había generado en la mansión Northwest. La hija única de la famosa familia había estado corriendo hace mas de veinte minutos; mientras las gotas de sudor recorría su pequeño rostro y manchaban su costoso atuendo. Pero eso era lo menos que a la pequeña le importaba, pues algo mas urgente para ella estaba apunto de ocurrir. Estaba a punto de decirle al dueño de la mitad de su corazón, todas las palabras que había repasado en su mente desde que ese hermoso sentimiento había nacido en ella.
Después de una larga carrera Pacifica al fin había llegado a su destino. La famosa Cabaña del Misterio; el cual, según es sus palabras era, "El lugar perfecto para ser estafado", pues los precios eran ridículamente altos; solo por baratijas que no valían ni diez centabos.
Cuanto por fin llego a la entrada de la casa del amargado dueño de dicho centro turístico, lo primero que hizo fue acercar su puño, para llamar a la puerta, pero el miedo y la vergüenza la invadieron.
El verano estaba a casi nada de acabar, y si no se lo decía ahora, el chico se iría, y luego de un año, posiblemente se enteraría de que Dipper ya había conseguido una novia. Sin duda no lo permitiría, o al menos no sin antes soltar todo el mar de sentimientos que guardaba dentro de ella.
La chica se armo de valor y golpeo tres veces la vieja puerta de madera, mientras los ruidosos pasos de alguien se escuchaban cada vez mas cerca, hasta que la puerta se abrió, mostrando al viejo dueño de La Cabaña del Misterio.
Al abrir la puerta y ver quien era el causante de tanto alboroto, la impresión se pinto en el rostro de Stan, al ver a la amada por todos, Pacifica Nothwes.
- Wow, ¿Que asunto podría ser tan importante para que tus costosos pies pisen la madera de mi casa? - Hablo, con un obvio tono de sarcasmo.
- No lo hago por gusto fósil viviente – Hablo, con su habitual todo de arrogancia – Busco a Di-Dipper… - No pudo evitar tartamudear al pronunciar el nombre de su amado.
- ¡JA! Creo que llegaste tarde, hace mas de media hora que los chicos se fueron a Oregon -
En ese momento todo se desmorono para la joven Northwest, el temor mas grande de Pacifica se había hecho realidad. El joven Pines había regresado a su ciudad natal, y tal vez no lo volvería a ver.
- Lo siento princesita, si te querías declarar a mi sobrino, tendrás que esperar - Hablo, justo después de soltar una carcajada.
- De-De que esta hablando momia –Dijo, para esconder la vergüenza que sentía – Mis asuntos con Di-Dipper son mas importantes que un tonto romance -
- Como sea chiquilla malcriada. Mi nieto no esta, con algo de suerte estará aquí en dos o tres días – Respondió, con obvio desagrado hacía la chica.
La chica Northwest desvió el rostro con desagrado y se volvió por donde había llegado, mientras dentro de ella, un mar de emociones negativas la golpeaban sin compasión. En tres días ella ya estaría caminando por las calles de Roma, y muy posiblemente no volvería hasta que tuviera veinte. Una eternidad, contando el hecho de que tenía doce.
El pequeño corazón de Pacifica se estrujaba de la tristeza. Ya no podía hacer nada; solo aceptar su destino, pues, con algo de suerte volvería al pueblo y el chico Pines ya estaría hecho todo un galán.
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Los delicados rayos del sol iluminaban con gran armonía a un pequeño pueblo ubicado en el estado de Oregon. Gravity Falls; conocido por pocos por sus extraños sucesos paranormales. Pero las alegres personas que ahí vivían; parecían ignorar cualquier actividad fuera de lo común. Por increíble que eso sonara.
En lo profundo del bosque se encontraban tres individuos caminando por ese enorme lugar. Un chico de diecinueve años, una chica de la misma edad y un señor ya de edad. Los extraños no podían ser otros que Dipper, Mabel y su amado tío Ford. Los tres investigando una hada nueva y extraña. El hada del helado. Raro, pero nada de que sorprenderse para el trió.
- Alguna señal del hada del helado Mabs – Hablo Dipper, mientras veía un radar con una etiqueta que decía "Radar de hadas"
. Mi Mabel-visión no no logra ver nada –
- ¿Y que tal tu tío Ford? -
- "Suspiro" Ojala tuviera algo… Pero esa hada es mas escurridiza de lo que parece -
Pero de un momento al otro Mabel se detuvo en seco, mientras miraba su alrededor. Observando cada mínimo detalle del entorno.
- ¿Tienes algo? - Hablo Dipper, pero no obtuvo respuestas.
Mabel apunto hacia un punto, el cual observaba, la rama de un arbol, a la altura de la cabeza de los gemelos. Al acercarse notaron algo que sin duda jamas hubieran visto sin la ayuda de Mabel. Una mancha de helado en la rama.
- Wow pequeña, si que lo hiciste bien esta vez – Dijo Ford, alborotandosu cabello.
- ¿Jamas duden de mi Mabel-Visión? - Dijo, mientras apuntaba a ambos.
Los Pines siguieron el nuevo sendero, seguidos por Mabel, la cual encontraba pistas y mas pistas, sin duda había pulido su habilidad de ver cosas que las personas por lo general pasaban de largo, gracias a poder ver las cosas de diferentes perspectivas. Eso era básicamente la Mavel-Visión.
Luego de caminar por un rato lograron ver a la escurridiza hada, la cual descansaba en una pequeña roca. La hada comía tranquilamente de un tazón con helado, mientras cantaba una alegre canción. Era la oportunidad de ambos.
Mabel y Dipper prepararon la cámara y los carteles, y Ford saco su diario 5 y comenzó a dibujar al hada, con sumo detalle.
- "Susurro" Somos los Gemelos Misterio. Esta vez con una criatura nueva y fuera de lo común. El hada del helado – Dijo Dipper, hablando a la cámara que sostenía Mabel.
Los gemelos cambiaron de posición, ahora era el turno de hablar a Mabel.
- La escurridiza hada del helado vaga por Gravity Falls, dejando delicioso helado en los días mas calurosos, y solo a aquellas personas que, para ella se lo merezcan -
Luego de grabar Frod prosiguió a capturarla, para preguntarle algunas cosas y luego dejarla libre. Pues no quería privar de la libertad a una criatura tan linda y pura como lo eran las hadas, además Mabel lo odiaría por siempre.
Ford tomo un frasco y se lanzo a la hada, la cual no se vio venir el ataque sorpresa de Ford.
- ¿Quien eres? ¿Que vas ha hacerme? - Hablo la hada, muy asustada.
- No te are daño pequeña, solo quiero que respondas un par de preguntas para un informe, luego te dejare libre -
- ¿En-En serio? -
- ¡Claro! - Hablo Mabel, saliendo de su escondite, al igual que Dipper.
- Wow… No note que me seguían, solo por eso se merecen que responda sus dudas, pero primero sacame de este frasco -
Ford hizo caso y la saco del pequeño frasco, para comenzar con las preguntas, al igual que las medidas de la pequeña hada.
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En algún lugar; en el vasto cielo matutino, un jet privado surcaba el inmenso mar de nubes. El costoso jet tenía como pasajera a una sola persona. Una chica, proveniente de una familia millonaria, nacida en un pequeño y casi olvidado pueblo de Oregon. Gravity Falls.
La chica miraba por la ventana del lujoso jet de sus padres, mientras las imágenes de esos aburridos seis años cruzaban su mente. Y como no hacerlo, pues estuvo alejada de ese misterioso pueblo por tantos años, y todo por un capricho de sus padres.
Por esos seis años le había insistido hasta el cansancio que volvieran, pero su padre se había vuelto mas estricto desde que la chica había logrado enfrentarse a ellos. Pero, luego de Cuatro años de rogarles, al fin accedieron, pero, solo cuando cumpliera diecinueve años. Obviamente le había dolido con toda el alma, pues, aunque tantos años habían pasado, y novio tras novio había cruzado frente a ella, nunca pudo olvidar al sudoroso chico de California. Cosa muy extraña, pues en momentos pensó que solo era un capricho suyo, o que solo sentía gratitud hacia el, y su joven mente lo había malinterpretado. Pero ojala hubiera sido así, pues entres mas años pasaba, sus deseos de estar alado de el, y saber cuanto había cambiado, habían crecido con en tiempo . Y ahora al fin el día había llegado. Luego de cumplir sus diecinueve, sin pensarlo mucho había tomado sus cosas y había subido al jet de sus padres. Y ahora solo faltaban unos minutos para que llegara a la pista privada de su familia, situado algo lejos de Gravity Falls.
La gran nave que surcaba el gran cielo ligeramente nublado comenzó a decender lentamente, las ruedas rozaron con el suelo de la pista, y en unos segundos el Jet había detenido su apresurado aterrizaje.
La puerta de la nave se abrió, y de dentro emergió una apresurada chica rubia. Muy cambiada con respecto a cuando tenía doce años.
La chica apresuro el paso y se dirigió a un helicóptero, situado a varios medros lejos del Jet, mientras el piloto y el copiloto llevaban todo el equipaje de Pacifica a su nuevo transporte. Con curso a la mansión Northwest.
Este solo es el comienzo. En el siguiente capitulo especificare cuanto han cambiado los ahora muchachos. La historia sera mas larga de lo esperado. Pensaba hacer un Oneshot o un Fic de dos o tres capítulos maximo, pero las ideas solo fluyeron mas y mas… Y pues ya vieron, es el primer capitulo y es de cinco mil palabras. No les prometo que saque un capitulo tan largo, en una semana, pues en primera no tengo PC, y la laptop que uso para escribir es de mi Hermano… Y como va a la Universidad, pues una, dos o tres veces a la semana apenas puedo tomarla, y solo una o dos horas cuanto mucho, pues la tarea no dejan de llegarle…. Además tengo otras tres xD.
Dejen sus comentarios acerca de como les pareció la historia. Bueno, nos leemos luego.
