Esta es la primera vez que escribo un minato x kuhina,a si que no sean malos.

Advertencias Universo Altenativo

Antes que nada Naruto no me pertenece de ser asi esta linda pareja estaria viva.


Capitulo 1- Ultima Voluntad

Minato Namikaze caminaba lo mas rápido que podía, hace unas horas se encontraba estudiando en la universidad sin embargo al recibir una llamada de su madre diciéndole que su abuelo se había puesto mal, no dudo ningún momento e inmediatamente fue a su hogar.

Con paso firme y decidido se dirigió hasta la puerta de su abuelo, no espero en tocar como tenia de costumbre sino más bien entro y su mirada rápidamente poso ene el anciano que era atendido por una enfermera.

— ¿Cómo se encuentra?- le pregunto ansiosamente a la joven que lo atendía.

—Está un poco mejor, Minato sama— le dijo ella mientras le cambiaba de nuevo el suero.

—Estoy bien… solo fue un desmallo— le respondió el anciano que trataba de sentarse mas fue impedido por la joven enfermera.

—Por favor quédese recostado— le ordeno, mas el anciano le lanzo un gruñido, ella solo suspiro— Minato sama, podría ayudarme a traer el botiquín de mi habitación.

E rubio no entendía, el había llegado lo más rápido posible para ver a su abuelo y no para ayudar a la enfermera a traer un botiquín. Le iba a reclamar más se calló al notar que le lanzaba miradas indirectas de "Tenemos que hablar".

—Sí, con mucho gusto— le sonrió.

Ambos salieron de la habitación y caminaron por el pasillo hasta quedar a una distancia prudente.

— ¿Y bien?- pregunto Minato para saber la razón por la que fue sacado, ella suspiro.

—Esta tarde estaba en la sala leyendo tranquilamente, pero al poco tiempo comenzó a convulsionar y se desmallo, esta vez estuvo inconsciente por media hora.

—Son diez minutos más.

—Lo sé y eso es lo que me preocupa, cada vez va empeorando, es por eso que sigo insistiendo que lo mejor es que lo internen en un hospital ahí estará muy bien atendido las veinticuatro horas del día…

—No— le interrumpió el rubio— Se que estará bien, pero no estaría con su familia.

—Por Dios Minato— subió la voz ella— Tu padre casi no está en casa, tu madre se la pasa todo el día en compras, en el spa o con esas señoras que les dice amigas, tu tío solo viene cuando necesita dinero y tus primos se la pasan de viaje en cualquier país solo para divertirse.

—Pero me tiene a mi— le replico.

—No lo niego que tu eres el que se preocupa más, pero estas ocupado con la carrera de medicina y aunque me duela decírtelo con tu abuela hace que te distraigas, por eso es mejor un hospital, ahí estará muy bien cuidado.

—Pero no me tendrá a mí, si él llegara a…— se calló, no querías decir esa palabra, sabía que todo ser humano llegaría a su fin pero no lo aceptaba—Aunque eso sucediera quiero que pase esos días aquí, en su hogar, con las personas que al menos lo quiere.

Ella suspiro. Sabía muy bien que si se le metía una idea a ese muchacho jamás se lo sacaba.

—Bien, pero esta es la última vez Minato, si ocurre algo mas o empeorada entonces…

—Sí, si lo comprendo. Gracias Clara, por eso te quiero.

—Anda chico coqueto, no estabas ansioso de ver a tu abuelo— le dijo ella a lo cual él le sonrió, para después dar la media vuelta.

Clara Thompson la enfermera particular de su abuelo, su padre la había contratado hace dos años atrás solo por la razón de atender al "parasito de su padre" como había dicho. Aunque más bien fue por su belleza y juventud, tanto que las primeras semanas la asechaba o la acosaba, pero al no poder llevársela a la cama como a las otras empleadas, desistió y simplemente se aburrió. Algo que le gustaba de ella principalmente es que no era como las otras chicas que se lanzaba o trataban de seducirlo, no era escandalosa o antipática, al contrario era pacifica, agradable, educada, además de lista.

Suspiro de nuevo, si, esa chica lo había enamorado. Abrió las puertas y ahí pudo ver a su abuelo quien se encontraba sentado sobre la cama leyendo uno de sus tantos libros.

—Abuelo— le llamo la atención— No te había dicho Clara que deberías estar descansando.

—Y tu deberías aprender a controlar esos suspiros, si la vieja te escucha tenlo por seguro que la corre.

—No sé de que hablas abuelo— le dijo.

—No naci ayer muchacho, aun recuerdo esos tiempos con tu abuela— le comento con una sonrisa, mas esta desapareció al instante y fue remplazada por una cara seria, algo que noto inmediatamente Minato.

— ¿Paso algo, abuelo?— Él no contesto— Supe que te desmallaste de nuevo.

—No fue nada, solo fue por poco tiempo.

—Fue media hora—le recalco.

—Esa niña ya te vino con el chisme.

—Abuelo, ella no…

—Minato me voy a morir— le interrumpió— Creo que me falta poco tiempo de vida.

—No digas eso, sí…

—Minato basta, tengo noventa cuatro años, debí haberme ido hace mucho pero por algo estoy aquí, tarde o temprano las personas mueren y mi turno se aproxima, por eso antes de que eso pase quiero que hagas mi última voluntad.

No era tonto y eso lo sabía, pero aun era demasiado pronto. Separarse de esa persona que lo vio nacer, que lo vio crecer y hasta lo educo esos diecinueve años. Ni sus padres velaron tanto como él y por esa razón haría lo que él le pidiera, por tal de verlo dichoso, aceptaría.

—Está bien abuelo, acepto ¿Cuál es tu última voluntad?

—Quiero que aceptes un matrimonio arreglado.

Minato se calló, no podía aceptar eso, era su felicidad y sabia que al hacerlo terminaría igual o peor que sus padres, además estaba esa chica Clara, quien recientemente había descubierto sus sentimientos hacia ella y su abuelo lo sabía.

—Entiendo que estés callado— interrumpió ese silencio incomodo que se había formado— Pero este matrimonio ya estaba arreglado desde antes que tu nacieras, originalmente era tu padre quien estaba comprometido.

Minato levanto la cara, jamás creyó escuchar esa revelación.

—Mi padre, pero ¿Con quién?

—Recuerdas las historias que te contaba de niño—él asintió— En especial esa cuando estuve a punto de morir.

—Claro, si no fuera por tu amigo que te escondió, te llevo a su guarida te curo, no estarías aquí—le respondió a lo cual el anciano soltó una pequeña sonrisa al recordar ese hecho.

—Al principio no nos llevábamos bien, incluso nos peleábamos con fuertes golpes solo por cosas insignificantes, pero después de ese hecho nos hicimos grandes amigos y para perdurar y unir nuestras familias decidimos comprometer s nuestros hijos— hizo una pequeña pausa—Claro no se pudo ya que ambos tuvimos varones y cuando su esposa esperaba una niña, lamentablemente perdió la vida. En vez de darnos por vencidos arreglamos el matrimonio para la próxima generación. Quién diría que yo tuviera un nieto y él una hermosa nieta.

—Pero abuelo, mi papá lo sabe.

—Sí, pero él no cree necesario todo esto, al contrario la única forma de pagarle este pago era con…

—Con dinero ¿verdad?

—Exactamente, es por eso que te lo pido a ti que eres el único en quien puedo confiar.

—Pero y Oliver, él es tu otro nieto.

—Ese muchacho salió igual que su padre, no conoce lo que es la responsabilidad o el orgullo de portal el apellido Namikaze, solo es otro dolor de cabeza— le respondió.

Minato se quedo pensativo, no podía aceptar era su vida y él escogería a su pareja en el futuro pero tampoco quería ser infeliz esos últimos días a su abuelo, después de todo fue la persona quien le dio cariño incondicional.

—No espero que me des una respuesta ahora, solo quiero que lo pienses.

—No, abuelo— le llamo la atención para después mirarlo a los ojos— Aceptare este matrimonio.

—Muy bien muchacho.

—Pero antes me podrías dar el nombre de esa chica que va ser mi esposa.

—Su nombre es…

— ¡Uzumaki Kushina! ¡Vuelve aquí engendro del demonio!- grito un hombre de mediana edad que se encontraba alcoholizado.

—De ninguna manera ttebane

Continuara…


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