Descargo de responsabilidad: Akatsuki no Yona pertenece a la maravillosa Kusanagi sensei.
Este fic participa en la actividad Refranero de madres del foro "El feliz grupo de hambrientos".
Refrán nº 30: El hábito no hace al monje (propuesto por Demonocracy).
DE HÁBITOS Y DISFRACES
El hábito no hace al monje, pensó Yoon mientras observaba con ojo crítico a la panda de bestias con las que viajaba. Se supone que iban disfrazados (otra vez…), con sombreros de campesino y con sus ropas más sencillas, que la piel blanca de Shin-Ah estaba guardada, el quandao camuflado, y las espadas y puñales ocultos. Ellos fingían inocencia y humildad y aguardaban su veredicto.
Sí, claro…
¿De verdad alguien podría creerse que fueran simples caminantes? Extremidades draconianas aparte, claro.
Mira a Hak, por ejemplo. Todo en él grita GUERRERO. La postura erguida, la mirada atenta, la forma en la que sujeta un 'palo' envuelto en tela… Lo mismo se aplica a Kija, con ese aire de estar siempre perdido, pero que a la menor señal de alarma, ya está en modo Hak. Perdón, en modo guerrero-ultra-protector.
Luego está el coqueto, demasiado sofisticado y refinado, para esta vida de caminos… Y el de los ojos vendados, que es precisamente el que guía a los demás.
¿En serio?
Anda ya…
Y no hablemos de Yona… La princesa tonta que de tener miedo hasta de su sombra pasó a defender con fiereza a los suyos. Otra guerrera, pero al menos con una sonrisa dulce…
Y Zeno… Bueno, Zeno es caso aparte… Sus habilidades de espionaje realmente dan miedo. Si no quiere que lo vean, no lo verán.
Y luego está él. El chico guapo. El único con un mínimo de normalidad en esta caterva de insensatos descerebrados (él es un genio, que conste).
El hábito no hace al monje, confirmado, ni tampoco los disfraces… Pero unas buenas prendas, llevadas con estilo, hacen a un chico guapo aún más guapo. O guapa, si la ocasión lo requiere, como ya ha quedado demostrado.
Los demás no tienen remedio, se pongan lo que se pongan…
