Kai ga Hoshii

Capítulo 1

Aprendiendo lo desconocido.

En la oscuridad, bajo sus pies podía observar un gran mosaico, parecidos a aquellos que solían adornar las ventanas de las catedrales. Era tan grande que no podía distinguir el dibujo que esta formaba, pero aún así no le interesaba demasiado.

- ¿Dónde demonios estoy? -habló en voz alta.

Escuchó unos pasos, sordos, casi se podría decir que la goma era de algún material duro que hacía que resonasen más fuertemente. No se movió aunque algo en su interior le decía que aquel lugar no era en el que debía permanecer. Quedarse allí a escuchar lo que esa persona podría decirle, no le iba a gustar.

- Bienvenido -dijo la figura que había delante de él. Extrañamente se parecía a él, solo que no lo podía ver bien del todo, las sombras lo cubrían como si él fuese el mejor lugar donde podían posarse a descansar.

- ¿Qué lugar es este? -preguntó de nuevo.

- Solo he venido a avisarte... -dijo cambiando de tema la persona que se encontraba delante de él.- Pronto perderás algo importante y la vida dejará de ser lo mismo para ti.

Unos segundos de silencio se abrieron entre los presentes en aquel extraño lugar, miró con unos profundos ojos verdes a aquella misteriosa persona que le devolvía a su vez una mirada entre verde y azulada. Una sonrisa irónica se dibujó en su rostro finalmente.

- ¿De qué estás hablándome? -levantó una mano para acentuar su incredulidad- ¿Estás intentando que me crea que de repente he sido transportado a alguna especie de dimensión extraña para ser avisado de mi futuro¡Jah! Esto debe ser un sueño. Eso es.

La oscuridad empezó a disolverse a su alrededor, y no pudo evitar sonreír satisfecho. Lo que vino a continuación fue lo que más le desconcertó de todo... Aquel misterioso sonrió irónicamente como él lo había hecho antes y se encogió de hombros. Como diciendo: Lo que tú digas. Se dio la vuelta y se marchó entre los últimos resquicios de oscuridad.

Abrió los ojos y se encontró a si mismo sentado en su cama, en su solitario piso, en el mismo lugar en el que se despertaba siempre, cada mañana, cada semana, cada mes... La misma monotonía con la que se levantaba.

- Aw, debería vigilar lo que veo... Después tengo sueños muy extraños e incomprensibles -dijo alborotando su cabello intentando desperezarse.

Se levantó de la cama, la arregló un poco y se marchó hacia el lavabo donde se miró perezosamente en el espejo. Observó como sus ojos verdes le devolvían la mirada, su pelo rojizo estaba más desordenado de lo que solía estar de costumbre. Después de una ducha, ya estaba listo para empezar el día con fuerzas... Y creedme que las iba a necesitar.

Con una bolsa de tintorería bajo el brazo, el pelirrojo salió del piso y empezó a correr por las calles del pueblo en dirección a su lugar de trabajo.

- Demonios¿qué hora será? -preguntaba a si mismo angustiado mientras intentaba encontrar el bolsillo del pantalón que llevaba puesto.- Tiene que estar por aquí el reloj.

Bajó la vista sin dejar de caminar y por fin encontró el reloj, una sonrisa traviesa se dibujó en su rostro, pero no le duró demasiado al comprobar la hora que las manecillas marcaban.

- Como no me dé prisa no llegaré a tiempo -dijo con angustia guardando a la fuerza el reloj de nuevo en su bolsillo.

De repente chocó con alguien que cayó al suelo, él trastabilló un poco hacia atrás y miró adelante para observar una muchacha de cabellos castaños largos que se quejaba en el suelo.

- Au, au, au... Que daño... -murmuró a disgusto la muchacha- Mirar por donde va uno sería una buena idea...

- Ops, perdona Thess -dijo el pelirrojo con apuro- Pero iba mirando el reloj y pensando que llegaría tarde...

- ¡Ah, cierto, yo iba pensando lo mismo! Vayamos juntos em... ¿Cómo era...? -dijo la chica llevándose un dedo al mentón.

- Te dije que simplemente me llamases Lea -contestó el chico a disgusto.

- ¿Sabes que es un nombre extraño para un chico? -dijo la chica empezando a caminar al lado del pelirrojo.

- Solo sé que es lo mejor que puedo hacer con mi nombre -dijo a disgusto el pelirrojo- Así que deja ya el temita¿quieres?

Thess era una muchacha de más o menos su edad, se había convertido en una amiga hacía relativamente poco. El lugar donde la había conocido había sido en su trabajo, al cual ahora iban, ambos con retraso. El único defecto que conseguía hacerlo sentirse irritado, era la facilidad con que ésta se olvidaba de su nombre... Vale que no era demasiado común... Pero tan poco como para que se le olvidase cada dos por tres...

- ¡Llegáis ambos tarde! Además ya sabéis que a las clientas les gusta que Lea las atienda -dijo el jefe con el ceño fruncido.

- El pelirrojo tiene éxito con las chicaas, el pelirrojo tiene éxito con las chicaas -dijo Thess cantarinamente.

- ¡Para ya! -dijo Lea irritado- Aunque si lo piensas lo que no sería normal es que lo tuviese con los chicos. ¡Y llámame por mi nombre!

- Pero ya casi no lo recuerdo... Ale... -dijo pensativamente Thess.

- ¡LEA! -contestó Lea perdiendo los estribos y poniéndose el delantal.

- Perdóname, Lea -dijo Thess con cara triste- Pero en serio que se me hace difícil recordarlo.

- Bah, está bien, como digas... -dijo enfurruñado, saliendo a la tienda.

Ese era su primera faena a lo largo de su día a día, trabajar en la charcutería del señor Sion. Allí había demostrado grandes habilidades y además había cautivado el corazón de las clientas que venían a comprar. Por lo tanto, ya tenía aquellas ventas aseguradas. Mientras que él se encargaba de las partes de carnes, Thess se dedicaba al embutido y mientras duraba su jornada, el señor Sion se dedicaba a la parte contable del comercio.

Cuando acabó el turno en el comercio, Lea se desvistió y salió con su habitual ropa casual a la calle. Al poco Thess le siguió, con aire ensoñador.

- Esta tarde pienso tomarme un buen descanso -exclamó felizmente Thess- ¿Y tú.. em...?

- ... Me pareces increíble- dijo con los ojos entrecerrados- Lea. Yo no voy a tomarme ningún descanso. He leído que necesitan gente para colgar unos carteles, así que antes de ir a mi trabajo de la tarde pasaré dos horas colgando carteles.

- En serio L-Lea, no sé como sacas fuerza para tantos trabajos -dijo Thess mirándolo sorprendida.

- Jah, no me subestimes -dijo con una sonrisa superior- Además quiero ahorrar dinero, y trabajar es la mejor manera.

- ¿Y qué piensas hacer con el dinero? -dijo ella curiosamente.

- Me gustaría ver mundo... Visitar tantos sitios... -dijo ensoñadoramente Lea, mirando hacia el cielo- Bueno, me voy ya. No quiero que alguien se adelante y me quite mi puesto de trabajo.

- ¡Adiós! Nos vemos mañana, em... -dijo la chica frunciendo el ceño.

- ¡Lea¿Lo has memorizado? -dijo el muchacho con una sonrisa pícara.

Corría por las calles de nuevo, igual que por la mañana. Sabía que lo principal era llegar antes que alguien solicitase el puesto, y una vez lo tuviese, tenía dos horas antes de marcharse a su otro empleo. Mientras corría, unos ojos de color dorado le observaban atentamente, y sin que nadie se fijase en él, desapareció en las sombras.

Por su parte Lea, que seguía corriendo, por segunda vez en un día, se chocó contra algo y esta vez no pudo aguantar el equilibrio y cayó al suelo, al igual que con lo que había chocado.

- "Auch, auch, auch... ¿Esta vez con qué me habré chocado? Vaya día el mío..." -pensaba Lea mientras se frotaba el codo dolorido por el golpe.

Se levantó por fin y miró hacia delante donde vio, en el suelo, a un hombre de pelo grisáceo y de apariencia imponente, movía con cuidado un pie que parecía haberse dañado, observándolo con sus ojos de color dorado.

- P-perdone... No le había visto, salió de repente... -dijo Lea un tanto apurado, al ver como no contestaba nada frunció el ceño con preocupación- ¿Se encuentra bien?

- Creo que me he torcido el tobillo... Eso es todo -dijo el desconocido incorporándose.

Lea se lo quedó mirando, mientras éste le miraba con aquellos ojos que a él le parecieron tan extraños... Vestía una larga túnica negra, con una capucha sobre la que descansaba la larga cabellera y unos guantes negros enfundaban sus manos. No sabía por qué, pero había algo en ese hombre que le interesaba. No en el panorama físico... ¡no es que le hubiesen empezado a gustar ahora los hombres, por dios! Era extraño de definir.

- ¿Es nuevo en el pueblo? -dijo Lea finalmente. No recordaba haberle visto nunca- "No creo que lo olvidaría fácilmente"

- ¿Tanto se me nota? -dijo con una breve sonrisa apurada el desconocido- Mi nombre es Xemnas y soy un científico.

Después de una breve exclamación de sorpresa, Lea miró a su alrededor algo incómodo. Sabía que había tenido prisa por ir al trabajo, pero por no mirar por donde andaba había hecho daño a un desconocido. Así que en parte se sentía responsable.

- ¿Cuál es tu nombre chico? -preguntó Xemnas.

- Mi nombre es Lea... -y seguidamente puso una sonrisa irónica- Yo no soy científico ni nada importante. Tan solo soy un trabajador a tiempo parcial. Eso sí -dijo y de repente pegó con su puño en su pecho- Con orgullo.

- La verdad es que me vendría bien que alguien me enseñase un poco el pueblo... Quería recorrerlo a pie rápidamente, para verlo todo y no perderme ninguna parte importante de él... Pero con este pie no creo que pueda hacerlo -dijo bajando la vista- ¿Crees que podrías enseñarme lo más destacable del lugar?

- Ehm... Pues... la verdad es que yo... -empezó Lea apuradamente, llevándose la mano tras la cabeza.

- Oh, tranquilo lo entiendo. Lamento haberte importunado con mi pregunta. -dijo con una expresión solemne Xemnas- Encantado de haberte conocido, chico.

El hombre de la túnica negra se giró y empezó a caminar lentamente, con un ligero cojeo. Lea miraba la escena mientras en su interior un gran sentimiento de culpa se mezclaba con el de curiosidad. Por su parte Xemnas miraba al frente, mientras mentalmente llevaba una cuenta atrás.

- "Tres... Dos... Uno..." -contaba internamente.

- ¡E-esto, espera! -oyó gritar a Lea mientras escuchaba unos pasos acercarse a él. Una sonrisa se dibujó en su rostro, la sonrisa de alguien que ha conseguido algo que estaba esperando- E-está bien. Te acompañaré. Pero el nombre es Lea¿lo has memorizado?

- De acuerdo. Lea, pues. Espero que me guíes bien -dijo con una reverencia Xemnas.

Al final, con todo el trajín no había ido al trabajo de los carteles... Al final ni siquiera al otro. Lea suspiró brevemente pensando como de manipulable era. Después de todo, el hombre no había muerto por el golpe... Pero no podía dejar de pensar en como, si no lo hubiese llegado a ayudar, por su culpa hubiese perdido tiempo en su investigación... o en lo que fuese para lo que necesitase aquella visita.

Después de un intenso recorrido por la ciudad, Lea llevó a la plaza más alta del pueblo a Xemnas. Allí finalizaría el recorrido. Cuando por fin subieron, Xemnas se sentó en un banco, mientras que Lea se asomó al precipicio que se abría bajo la baranda, observando el horizonte.

- Ah... me encanta mirar la puesta de sol desde aquí -dijo Lea con una sonrisa en el rostro.- El color rojizo es tan hermoso.

- Te gusta este lugar por lo que veo¿cierto? -preguntó Xemnas incorporándose y mirando alrededor.

- Seh, puedo observar tooodo desde aquí. Hoy no, porque es día laboral. Pero los fines de semana siempre suele estar a rebosar de gente. Se siente bien -dijo Lea aún sonriendo, sentándose en el banco donde antes había estado Xemnas.

- Dime, Lea... ¿Qué sabes del corazón? -dijo Xemnas asomándose ahora él al borde de la barandilla.

- Mmm... ¿Es una pregunta trampa? -contestó con el ceño fruncido el pelirrojo.

Rió brevemente- No Lea, no es ninguna trampa -contestó Xemnas.

- Bueno... -dijo mirando a su alrededor con los ojos, inquietamente, como sondeando en las profundidades de su propio conocimiento- A parte que es un órgano... Un poco su funcionamiento... ¿que sirve para mantenernos vivos quizás?

- Yo me refería más al poder del corazón... Ese gran misterio insondable... -dijo Xemnas girándose y mirándolo con sus profundos ojos dorados- Los corazones se componen de luz y oscuridad... En mayor o menor cantidad. Hay corazones llenos de oscuridad... Hay corazones llenos de luz... Y son esos los que acaban jugando papeles importantes en los destinos de las personas.

- Mmm... -murmuró Lea de manera continuada, durante unos segundos- No entiendo muy bien a qué te refieres.

- Esa es mi gran investigación Lea. Yo quiero saber el poder que reside en todos los corazones. Tanto en el tuyo, como en el de los demás -dijo Xemnas seriamente.

- ¿ Incluso en el tuyo? -preguntó Lea con el ceño fruncido.

- Jeh... Sí... supongo... -dijo Xemnas con una sonrisa que desconcertó al pelirrojo.

- Pero hay algo que no entiendo, Xemnas-san... -dijo Lea interrumpiendo de nuevo- ¿Qué es ese poder del que habla? Nunca he escuchado tal cosa...

- Verás Lea... Nuestro corazón irradia una fuerza, una fuerza que es capaz de salvarnos en los momentos necesarios. Una fuerza que nos puede dar poder para alzarnos con la victoria... Pero dependiendo de la naturaleza de ese corazón, ese poder se podrá usar para alzar a la oscuridad o para alzar a la luz.

- Hm... Supongo que te refieres a todo ese rollo del bien y el mal -dijo finalmente Lea.

- Va más allá... Porque en el lugar donde residen los corazones las personas no influyen, lo único que es decisivo es el lugar al que pertenece ese corazón. Sea luz... Sea oscuridad... Allí, donde todos los corazones que se separan van a parar... Kingdom Hearts.

- ¿Kingdom Hearts? -dijo confuso Lea.

- Dime, Lea...¿Crees en otros mundos? -preguntó Xemnas


El fic se compone de 4 capítulos, lo tengo terminado... Solo espero que os guste. Axel es uno de mis personajes preferidos de KH2, y empecé a preguntarme cosas de él... De una mente como la mía, salió este intento de reflejar un poco como llegó a ser Axel. Escogí Lea porque lo vi en algunos fics, y comprobando como se compuso Roxas, pensé que tenía sentido.

:3 Si hay algo que no cuadra se siente xD. El título es Kai ga hoshii, que traducido sería Deseo el fuego o ambiciono el fuego (en el sentido que quiero tener el fuego en mi posesión, vamos ù.ú ) Me costó mucho decidirme por un título, iba a pecar con los típicos alma ardiente o alguna de esas variantes... Al final acabó en esto... No me disloca, pero bueno, es mejor que nada xD

Se agradecerían reviews :3 XD Nos vemos en el siguiente capítulo!

Bye byee!!!

Miruru Yaoi Kuroba

PD: Aunque tenga Yaoi en mi nick, este fic no tendrá yaoi... y eso que estuve muy tentada de hacer un Akuroku xDDD