No puedo dejar de amarte
Capítulo I
Cuestionamientos
Hacía ya varios años que ella se encontraba viviendo en Chicago, después de tantas decisiones difíciles, hoy era un día fresco en primavera, se encontraba en el parque, leyendo un libro y debajo de un árbol.
¡Hola! – saludó el castaño claro.
¡Hola! ¿Cómo has estado? – le cuestionó ella bajando el libro y dándole una sonrisa.
Bien gracias, quería invitarte a dar un paseo, ¿puedo? – le pidió permiso para acercarse y tomarle la mano ayudándola a levantarse.
Sí, vamos – accedió ella.
¿Has pensado lo que te propuse? – cuestionó abiertamente.
Sí, pero antes quiero saber algo – le comentó ella.
¿Qué pasa? ¿Dudas? – increpó él.
No precisamente, una pregunta, ¿ya la olvidaste? – preguntó de pronto haciéndolo reír.
No puedo contestarte afirmativamente – respondió sin mucho movimiento de labios.
¿Aún la amas? – re cuestionó.
Sí, pero no puedo mentirte nunca dejé de amarte – corrigió su postura ante ella.
¿Nunca? – volvió a preguntar.
No nunca, pero mi vida a su lado no fue difícil, era fácil amarla – informó el castaño sonriendo ante la curiosidad de su novia.
¿Qué tan fácil? – no podía dejar de preguntar.
Era una mujer diferente, pero la amé mientras estuvo conmigo – le contó dejándola a la expectativa.
¿Aún la extrañas? – cuestionó nuevamente.
Aún…no sé quizás es como si te preguntara por él. ¿Has dejado de amarlo? – sonrió ante el rostro sorprendido de Candy.
Es un bonito recuerdo – respondió ella sin pensarlo y bajando la mirada para seguir caminando.
Pues lo mismo me pasa a mí – terminó diciendo esto.
Entonces…- inquirió respuesta.
Entonces, ¿qué? – ella pretendía no apresurar la decisión.
Entonces ¿me amas? – preguntó él.
Sí, pero…- se detuvo ante esa pregunta.
Pero ¿qué? ¿Algún problema? – tenía que tener paciencia, eso había aprendido hacia ya dos años cuando su novia murió.
Creo que deberás despedirte de ella, antes de casarnos – sugirió viéndolo detenidamente.
Entonces eso es un sí – se paró en seco y la tomó de la cintura dándole vueltas por los aires.
Sí, a pesar de él y de ella – sonrió y le dijo esto cuando termino por marearla, abrazándose a él.
Entonces lo enfrentaremos – le informó él.
Te amo Candy – susurró en sus labios.
Te amo Archie…- respondió ella fundiéndose en un beso largo y apasionado.
Continuará…
Sé lo que están pensando, pero no se me alteren, no podía sacármelo de la cabeza, perdónenme, jojojo! Por cierto, este no va a tener mayor desarrollo literario, es difícil actualizar para este bebé y para el otro bebé, así que lo siento tanto, pero es dedicado a la niña Mai así que échenle la culpa a ella. No te creas Mai, solo se me ocurrió.
