Fuuka la tierra maldita.
Fuuka la tierra en que la luna hará danzar a sus princesas, para levantar a una campeona…
Fuuka… La tierra maldita.
Es un excelente nombre para llamarla. Muchas leyendas en los textos antiguos hablan de Fuuka como el lugar en que 12 elegidas marcadas por la estrella de las HIME se batirán en duelo contra Lord Kokujou y venderán la oscuridad, incluso a costa de sus vidas. Pero esas leyendas, a veces cargadas de muchísima fantasía. La maldición existe… Oh existe… Pero es muchísimo más cruel de lo que parece.
Invierno, primeros días de enero en Japón. Los estudiantes se preparan para abordar sus clases de invierno con la convicción de que el nuevo año traerá experiencias, historias y anécdotas qué llevar a su vida de adultos al salir de Fuuka Gakuen, esta prestigiosa academia. Los estudiantes inocentes inician su año con normalidad.
Revisión matutina de alumnado, gran auditorio.
-Como saben este año tendremos la promoción de los estudiantes de último año a sus exámenes remitidos a las universidades vinculadas con nuestros programas de becas –Hablaba Fumi ante el alumnado –Así que les pido esforzarse al máximo este año para poner el nombre de nuestra escuela en los más altos pisos nuevamente. A los nuevos estudiantes de primer año les damos la bienvenida
Todo el alumnado se levantó y las clases empezaron. Los clubes de atletismo, básquet, futbol, lacrosse, tenis y judo empezaron sus reuniones de inicio de curso, y en el recibidor del edificio principal se alzaba la feria de clubes de invierno, igual que cada año por estas fechas. Todos los stands estaban a reventar, clubes con la mayor diversidad que se pudieran imaginar.
Y en la inmensidad de los estudiantes se abría paso la elite y excelencia del último año, el llamado por los años inferiores "Los 3 caballeros".
A la derecha el más popular estudiante masculino de Fuuka, no solo por su indudable atractivo físico, altura, sino por sus altas notas en el pódium de los mejores. Reito Kanzaki era el tercero en los tablados cada año, y según sus palabras para el periódico escolar, simplemente se esforzaba lo justo y necesario; traducción, todo se la suda, es bueno solo por gracia de Kami-sama. En los primeros años representó a Fuuka como capitán del equipo de natación, dándoles varias de las medallas y campeonatos exhibidas en el podio de triunfos de la escuela; así que no es solo una cara bonita. Listo, guapo, muy amable, criado en una fina familia de senadores y políticos, y oficialmente la 4ta persona más codiciada de toda la escuela.
A la izquierda la voz de la justicia, la joven de los rizos dorados que imparte mano dura adonde fuera. La segunda en todos los podios de excelencia, durante su primer año batió records de lanzamiento de bala y fue capitana una temporada del equipo de lacrosse. La joven de la voz demandante y líder del club de idiomas, ella es Haruka Suzushiro. Hija de una acaudalada familia dueña de una cadena hotelera de renombre mundial; si bien su ceño fruncido y prominentes rulos no le dejaban en la lista de las mas sexies o apetecidas, era alguien de temer y más que nada respetar. Y la mano derecha de quien en el centro se alza como la piedra angular de este flamante trío.
Shizuru Fujino levanta miradas, suspiros y sonrojos por donde pasa. Ella es el símbolo de la elegancia, la gracia, belleza y cortesía, liderando el club de Kendo y arreglos florales tradicional del antiguo Japón. La número 1 en cada escalón académico. Durante sus primeros años destaco en gimnasia, atletismo y conserva su estatus en el club de kendo, ahora llevando con honor el título de la capitana. Shizuru, según los tabloides de cartas anónimas del colegio, lo tiene todo. En chicas y chicos levantará una expectativa, cientos de ellos han fracaso y fallado en sus declaraciones; ella es el estereotipo de chica perfecta e inalcanzable por el que en cada escuela se forma la crew de popularidad. Su familia es adinerada, sus padres empresarios de alto orden, y su belleza no tiene par. Con una piel fina y blanca como la porcelana, ojos carmesíes y un cabello liso castaño, esa dulce sonrisa posada en sus labios todo el tiempo. La imagen de la pulcritud es siempre su presentación; Shizuru es indiscutiblemente la chica más popular, hermosa y por goleada, la que trae más pretendientes a sus pies.
-Tenemos muchos estudiantes nuevos este año –Murmuró Haruka mirando en ambas direcciones
-Haruka-san, déjales vagar y acostumbrarse al ambiente de la escuela, tan pronto los clubes estén a tope de estudiantes ya verás como todo toma su lugar –Le respondió Reito
-Sí, sí, tú ya no te preocupas de las actividades de clubes, que vas a preocuparte, niño bonito
-Jajajaja igual que siempre, apenas estamos empezando el año… Shizuru-san ¿no irá a ver el estado de su club?
-Confío en mis delegadas –Contestó Shizuru de forma calmada –Además conforme hay estudiantes nuevos, nuevos clubes abren también
-Cierto… Esoterismo, defensa de animales silvestres, investigación demográfica… ¿Qué acaso nuestra generación fue la conservadora o de qué me perdí?
-Mikoto dice que el agua tiene tantos químicos para mantenerla pura que ya vivimos en un constante delirio –Reito sonrió
-¿Tu hermana la bruta barbajana del equipo de básquet?
-Haruka… -Shizuru la miró de reojo
Existía esta confianza de amistad entre las dos como para que ya no hubiera formalismos entre ellas, y aunque se tuvieran sus apodos propios solo se los decían abiertamente en la privacidad de las conversaciones que solo ellos tres escucharan. En realidad lo que parecía ser un selecto club de perfección, lo era a cada segundo que los miraras más.
-Hablando del diablo- Murmuró Haruka
-¡Aniue!
Una voz un tanto grave pero aniñada gritó desde adelante. Del stand del club de básquet saltó una alta chica delgada, de cabello salvaje felino llevando una trenza larga hasta la clavícula detrás de la oreja derecha. Mikoto fue siempre una niña chica hasta el segundo año, a partir de ahí y habiendo seguido los consejos de sus compañeras se unió al club de básquet, y con la dieta adecuada y mucho entrenamiento la pequeñita chillona se hizo toda una mujer atlética. Si Reito es el número cuatro en el top de los más deseados de la escuela, Mikoto su hermana es la número 3; su inocencia, energía y altísimo nivel atlético la hacen la comidilla de las pubertas que van a las practicas del equipo de básquet.
-Ah, Mikoto
Ambos se saludan chocando puños. Son como agua y aceite en cuanto a modales y habilidades de ser cultos o discretos, pero uno al lado del otro se identifican fácilmente como hermanos.
-¿Se van?
-El club académico tiene junta, vamos a ingresar a los estudiantes con anotaciones importantes
-Ho… Eso se oye importante… ¡Ho! Lo siento, buenas tardes
Mikoto hace una leve reverencia para saludar a sus dos acompañantes. Shizuru y Haruka corresponden el gesto, la primera con su grácil sonrisa, Haruka con su cara de pocos amigos que le fue asignada de nacimiento.
-¿Y cómo van ustedes?
-Bueno hemos inscrito a tres, y esperamos a nuestra cap-
Interrumpida por el sonido de un motor aparcando en el parqueadero a tan solo unos cien metros de ellas. La número dos en el podio de los más apetecidos y deseados de Fuuka había llegado. Sobre su Ducatti Monster, Natsuki Kuga siempre era alguien de observar y temer. Pero luego de quitarse el casco también era una chica de admirar. Se sacó la chaqueta y guantes y los llevó en el brazo, sacudió su melena cobalto y caminó entre la multitud que la observaba en modo fangirl para alcanzar a Mikoto.
-Llegas tarde- Le regañó Mikoto
-No tenía combustible, lo siento
La siempre impasible cara de Natsuki se vio turbia ante la presencia de la realeza de la escuela; hizo un gesto con la cabeza a modo de saludo.
La atención estaba toda sobre ellas, la elite de los más deseados y populares de la escuela, reunidos en un mismo lugar, Shizuru indiscutiblemente tenía los ojos puestos en la princesa de hielo, así apodada por sus rivales en la cancha debido a su eficacia suprema jugando; Haruka debía ser la única que conocía está casi enferma atracción de Shizuru hacia Natsuki, de una forma inexplicable, desde el primer momento que le vio en primer año se había prendido de la chica de un modo imposible de entender; el año pasado Natsuki tuvo un accidente en carretera por el cual tuvo que perder un año escolar, y gracias a eso no está en último año, sino uno más abajo. Esto lo sabían gracias a que Mikoto alguna vez les comentó esto como una curiosidad sobre ella… Tal vez la única que se sabía. No era solo su piel blanca como la nieve, su cabello cobalto, sus ojos verdes esmeraldas o las facciones frías, incluso no era su cuerpo escultural de deportista. Es que Natsuki es y siempre había sido todo un misterio, desde el primer año… Haruka molestaba a Shizuru soltándole que probablemente Natsuki al ser el único libro que jamás había logrado leer, sería la razón por la que estaba así de enamorada de ella.
Y bien lo disimulaba. Natsuki le dio una mirada fugaz a Haruka, a Shizuru y a Reito, y con el mismo gesto de antes dio media vuelta y caminó al stand del club de básquet.
-Okey pues… Me marchó. Nos vemos en la noche- Mikoto se despidió de Reito
-¿No vienes a cenar?- Preguntó Reito extrañado
-Estaremos en la iniciación de los nuevos, lo siento
-Ah sí, si
-¡Bye chicas!
Mikoto corrió en reversa y luego se dio la vuelta para alcanzar a Natsuki.
Shizuru permaneció de pie unos instantes mirando en la dirección en que Natsuki se iba, se sentó en una silla a un lado de las chicas que atendían la mesa, quienes en saludos más en confianza le dieron estrujones en los hombros y hasta le revolvieron el cabello… El primer suspiro del día.
Cada día sin poder pronunciar palabra frente a ella era una derrota absoluta; porque si bien Shizuru es la reina indiscutible de la compostura, con Natsuki se desmorona y no sabe ni qué decir o hacer… Cosa que quizás Haruka sabía parcialmente, y sería mejor que solo ella lo sepa.
Continuaron su camino a través de la pasarela que solo la popularidad les puede brindar sin esquivar estudiantes, Shizuru siguió con la mirada a Natsuki en cada paso… Y por un momento, al levantar los ojos de la hoja de inscripciones, Natsuki también la miró. Fueron solo unos segundos, pero los suficientes para que al menos la castaña colapsara por dentro.
Finalmente llegaron a la sala del consejo estudiantil; los 4 estudiantes problemas asignados a Fuuka fueron recibidos por Haruka y su discurso de la justicia, siendo respaldada por su comité disciplinario detrás. Reito daba paz a sus severas palabras, y Shizuru para tranquilizarse bebía te. No es una escena particularmente diferente a cada semana.
Complejo cerrado de basquetbol
Los stands cerraban hasta la tarde, pero como dicen, donde manda capitán no manda marinero; y la capitana, siendo la princesa de hielo, demandó que ya tenían suficientes nuevos estudiantes. Tenían una lista de 6 alumnos nuevos, 3 para el equipo masculino y 2 para el femenino. Natsuki se encargaba de revisar y evaluar ambos equipos, y al mismo tiempo de entrenar el equipo de chicas, mientras su compañero Tate se encargaba de los hombres.
-Tenemos buenos exponentes este año al parecer… -Natsuki leyó las inscripciones –Academia Seito, dos años de basquetbol antes de ingresar aquí… Sergay Wong
Natsuki miró a Tate y le pasó la hoja
-Que trabaje en el grupo B
-Tenemos suficientes ahora para los inter escolares- Le mencionó Mikoto
Ella se encontraba sentada en la banca junto con los nuevos ingresados, mientras Tate y Natsuki estaban de pie revisándolos uno por uno.
-Mmm… es cierto ¿Ya tenemos permiso para eso?
-Necesitamos la autorización del comité disciplinario y el aval de la presidenta… Esa con la que te cruzaste hace rato
-Mis Fujino Perfect jajajaja –Rio Mikoto
-Jajajaja ya me andas copiando
-Silencio, que era buena esa, Nao
Hasta el momento los únicos titulares en el equipo de basquetbol femenino eran Mikoto, Nao, Natsuki, Chie.
-Ya basta –Natsuki sonrió consigo misma –Arika Yumemiya
Una pelirroja levantó la mano.
-Estarás en el grupo B, araña trabaja con ella
-¡¿Ha?! ¡Ay por qué yo, se supone que eso le iba a tocar Mikoto!
-Porque Mikoto va a nivelar a los nuevos con Tate, hay más nuevos hombres que chicas… Colabora
-¿Pueden ser en prácticas privadas?
-No hay problema… Arika ¿tienes algún inconveniente?
-No, no ¡Pero! Los viernes tengo un trabajo de medio tiempo, así que los fines de semana y viernes no puedo
-Okey… -Natsuki apuntó lo dicho al lado de su nombre –Araña, haz tu horario de entrenamiento y dáselo a Tate… Y tu dame la solicitud de inscripción
Tate buscó en su carpeta de ingresos y le entregó la hoja pedida, Natsuki la leyó, firmó lo que había que firmar y la guardó tras su tablero de ingresos.
La práctica empezó con normalidad. El equipo de basquetbol había pasado una mala racha gracias al declive de dos de sus miembros más fuertes por graduación y por el descanso obligatorio de Natsuki el año pasado debido a su accidente, por lo cual aparte aún se encuentra recuperándose de una lesión en la rodilla izquierda que por ahora la tiene en la banca por unas semanas más. Natsuki es una chica que, aunque solitaria, sabe bien cuidarse por sus cosas y más por lo que ama, y en este caso sería más que nada el basquetbol.
Natsuki sentada en la banca observando a todos jugar se podía sentir un tanto triste en ocasiones, porque más que nada solo quería volver a jugar… Y mientras se hundía en sus pensamientos Mikoto la alcanzó para beber un poco de agua.
-Más tarde acompáñame al comité
-¿Por qué? Ya cumpliste su castigo con Haruka-san ¿no?
-No, es que si no nos aprueban tendrás que rogarle a tu hermano
-Ah eso… Okey
-… Y de paso podemos ir al club de cocina…
Mikoto tragó al tiempo que espetaba una respuesta, por lo que se echó el trago de agua encima y aparte, se ahogó en ella y comenzó a toser. Mikoto podía ser una chica inocente, pero más que nada amaba la comida, y quien mejor cocinaba en la escuela sería la dueña de su corazón… Y esa sería la profesora del club de cocina y alumna de penúltimo como ellas en una clase diferente, la chica del cabello de fuego, Mai Tokiha. Mikoto venía bobamente enamorada de ella desde hacía más de un año, y cada que podía Natsuki le ayudaba con algo que pudiera llevarla más cerca de Mai, ya le conocía lo suficiente debido a algún momento de su pasado que las habría unido más de lo necesario, aunque fuera en solo dos oportunidades, pero el pasado al pasado, y ambas supieron dejar esos casuales encuentros allí mismo, en el pasado; sin rupturas molestas, tensión ni nada más.
-Vale, vale, voy contigo
Como si le hubieran puesto una batería nueva, Mikoto dio un salto de la banca y corrió a jugar. Porque incluso mencionarle a Mai era una herramienta muy, muy útil para hacer que Mikoto se moviera como un jugador a otro nivel… Cosa que Natsuki aprovechaba a menudo para sacar lo mejor de ella.
Así terminada la practica ambas fueron a bañarse y fueron a la sala del comité estudiantil y disciplinario.
-¿Y si aun así nos niegan el cupo a las interescolares?
-Hu pues… Violencia. Tengo mucha acumulada
-Oye…
-Es broma jajajaja –Rio Natsuki apretando el paso
Por regla, el comité disciplinario debe estar presente hasta que el último de los clubes presente su carta de aprobación después del día de ingresos. Eso por lo general lo hacia Tate, pero dadas las circunstancias era la capitana quien tenía que hacerse presente. Pocos clubes quedaban por revisar, y de esta misión solo puede encargarse la propia presidenta del consejo, es decir Shizuru. Siendo forzada a permanecer en la sala hasta que incluso el sol ya estaba escondiéndose en el horizonte.
-Alerta, cabello de fuego- Murmuró Natsuki
Mikoto miró al frente. La misma Mai se encontraba adelantándose a entrar a la sala del consejo, y justo antes de entrar vio a quienes se aproximaban.
-¡Ho! ¡Natsuki, Mikoto! Tiempo sin verlas- Les saludo agitando la mano
-Sabe mi nombre ¡Sabe mi nombre!- Mikoto zamarreo a Natsuki del brazo
-Ya, yaaa anda a menearla a ella así a ver si le hace gracia- Natsuki le quitó el brazo de un jalón
-S-si hola, Mai- Mikoto dio un paso al frente a saludarla
-Wou… ¿Con que te alimentan mujer?- Mai la miró de arriba abajo
-Es la que más duro entrena- Mencionó Natsuki metiéndose las manos en los bolsillos, llevando sus documentos en el antebrazo –Es una de las mejores, por no decir que la mejor de nuestra generación
-¿De verdad?- Mai miró con ojos sorprendidos a Mikoto -¿Cómo cuanto entrenas a la semana?
-Bu-bueno… A veces toda la tarde hasta el anochecer después de clases y… Todo el fin de semana en casa, tenemos una cancha de básquet detrás de la casa
-¿De verdad? Oye eso suena divertido
Natsuki le dio un codazo en la espalda discretamente.
-Pues… Puedes venir cuando gustes a cenar y te la puedo enseñar y eso –Mikoto se rascó el cuello notablemente sonrojada
-¿De verdad? Natsuki eso suena perfecto
-Ah sí, pero… Debo entrar a esto –Natsuki mostró los documentos –Pero ya salgo y me cuentan
Por encima del hombro de Mai y justo antes de entrar le levantó el pulgar a Mikoto, ella dio unos pasos a un lado, pasos que Mai siguió para quedar contiguas a la ventana, dándole la espalda al ventanal. Natsuki abrió la puerta de la sala del consejo, solo para encontrar a Shizuru muy de cerca, ahí de pie, también disponiéndose a abrir la puerta para salir.
Se quedaron viéndose por unos instantes, en total silencio. Es la primera vez que Natsuki recordaba haber visto ojos del color de los de Shizuru, y siendo ESTA Shizuru, es la primera vez que la veía tan sorprendida.
En ese mismo momento un brillo rojo atravesó las ventanas, proviniendo del horizonte por el que se escondía el sol. Lo que se alzaba no era la luna; era una estrella roja como la sangre, brillando casi de forma pre destinada solo para ellas. Las cuatro se voltearon a verla los instantes que duro antes de dar paso a la luna a tomar su lugar en el firmamento… Una maldición proveniente de la más maldita tierra, la tierra de Fuuka, había bien brillado solo para ellas.
-Eso fue extraño… ¿Una luz del atardecer de invierno?- Preguntó Mai
-No sé… -Natsuki murmuró sin saber mucho que decir
-Oh si, Kuga-san ¿no?
-¡Oh! Si, ya sé que es tarde, pero… -Natsuki le entregó los documentos –Es para los inter escolares
-Ara, el club de baloncesto vuelve a las tablas de competencias –Shizuru los revisó ahí mismo –Pero son todos miembros novatos casi en su mayoría, los antiguos son… Mikoto-san y Yuuki-san
-Chie es de este año, pero es realmente buena, y hay dos nuevos ingresados con dos años de trayectoria en el deporte
-Ahhh –Tenía que declinar… Pero ahí estaba Natsuki, hablándole por primera vez –Lo revisaré esta noche, ven a verme mañana en el break del almuerzo
-Vale, muchas gracias
Shizuru caminó evitando el contacto con Natsuki y se marchó; ella se quedó viéndola hasta que finalmente la perdió de vista y luego, esperar a que Mikoto terminara de concretar su cita con Mai.
-Hasta el viernes entonces, gracias!
Mai se despidió con la mano y se marchó apurada
Mikoto suspiró sonriendo como una niña de primaria y comenzó la marcha. Ambas pasaron juntas por los casilleros, recogieron sus cosas y se marcharon a casa. Y en su punto más alto, a la media noche, la luz soltó un leve, pero poderoso destello de aquella maldita estrella que se escabulló a través de las cortinas de las habitaciones de estas 2 chicas inocentes de lo que estaba a punto de ocurrir. Porque la tierra de Fuuka no siempre ha de lanzar maldiciones mortales, a veces son solo maldiciones con el fin de unir a dos personas en un destino inaudito.
Y al día siguiente…
P.O.V Natsuki
Esta noche fue probablemente la más extraña de toda mi vida. Si bien ya estoy acostumbrada a tener sueños conflictivos, no estaba nada habituada a la idea de solo soñar toda la noche a lo que Chie le llama "al que más coja y mejor lo sienta". Porque obvio, en todo equipo hay una caliente sin remedio, y este puesto bien se lo debatían Chie y Nao; aunque Chie ganaba por concepto de cuantos videos porno era capaz de mostrarnos por práctica.
Yo no soy quien para hacerme la inocente, tengo mis momentos de calor y no me los puedo negar, pero no lo de esa noche fue ir lejos… Quizás por haber sido la última persona que vi antes de venir a casa, quizás porque irremediablemente la presidenta Fujino está cayéndose de lo buena, quizás esos ojos rojos tan extraños pero bellos, el caso es que toda la noche la pase soñando con que le hacía diez mil cosas en un catre que ni el libro del kamasutra consideraría como benignas.
El ladrido de Dhuran terminó de sacarme de mis pensamientos, yo vivo en un apartamento de tercer piso, Dhuran es mi husky, ladra para que le deje bajar al primer piso a hacer sus necesidades casi a la misma hora todos los días. Hacía tanto frío que ni quería moverme… Hasta que sus ladridos ya me hartaron. Sacudí el cobertor a un lado y aun con los ojos cerrados me pare de la cama, abrí la puerta rascándome los ojos aún demasiado dormida para reaccionar. Cerré la puerta del balcón y volví a la cama.
Al pasar por el pasillo noté algo inusual en el espejo del fondo, me regresé en mis pasos y volví a ver… Froté mis ojos y volví a mirar. No, esto no era un sueño. Del área baja de las caderas escapaba un bulto en forma triangular que apuntaba hacia el frente de mi por lo menos unos 20 centímetros por sobre el pantalón.
-Qué carajo…
Con mucho temor abrí el pantalón y descubrí el horror.
El grito que pegué de seguro alcanzo la otra esquina; caí al suelo sentada retrocediendo de lo que como un obelisco se alzaba frente a mi cadera, entre más escarbaba el suelo escapando este mas rebotaba y me señalaba la cara. Pánico, pánico, pánico, pánico, pánico, mucho y jodido pánico ¡Qué demonios había pasado! La noche anterior al ducharme estoy al cien por cien segura de que era una condenada mujer. Mis senos seguían ahí, mis curvas también, mi voz chillona y rasposa… Pero ESTO no pertenece a mi cuerpo, de hecho, mi misma acta de nacimiento me nombra como MUJER, y ahora me encuentro en mi living con un pene rebotando en mi cuerpo que persigue mi cara a cada movimiento que hago.
Y entonces descubrí que no puedo escapar de esto. No es una maldita broma. Cada vez que tiraba de esta cosa, más me dolía. De alguna manera esta verga era mía.
Me senté en el suelo del baño, desnuda, en medio de la tina, mirando la abominación con horror sin saber que sería de mi ahora. Comprobé que después de un rato es como si nada hubiera pasado, y toma un tamaño decente y ocultable.
El hospital… No. El manicomio… ¡No!... ¿La enfermería?... No. Estoy atrapada en esta maldita magia, en esta puta maldición de mal gusto. Solo tengo 17 años, no he hecho nada para merecer esto, no quiero atravesar la pubertad por segunda vez… Y lo estoy haciendo.
Por suerte gran parte de mi ropa interior se compone de bóxer, si algo les envidio a los hombres es el hecho de vestir ropa interior mucho más cómoda que esas maldita braguitas que se te meten por todo lado sin permiso.
Mientras me vestía algo vino a mi… Si todo lo que había hecho la noche anterior de diferente fue soñar con Shizuru, entonces… Ella quizás estaba pasando por algo parecido que yo. Me vestí lo más rápido posible y corrí a Fuuka. Usando unos shorts deportivos bajo la falda, así evitaría la vista de ningún curioso muy a pesar de las brisas del invierno.
P.O.V Autor
Igual que todos los días en la mañana Natsuki agarró su motocicleta, casco y chaqueta y se dispuso a ir a Fuuka. Lo único que pensaba de inicio a fin de su recorrido era encontrarla, ver a Shizuru y preguntarle sobre todo esto, entender que era esto que le ocurría sin ella aparentemente no haber hecho nada incorrecto. Y cuál fue su suerte, que, al llegar al parqueadero, lo primero que encontró fue de hecho, a ella. Bajando del auto de su padre y caminando al edificio de la academia.
-¡Eh Fujino!
Shizuru giró a verla con notable sorpresa. Por supuesto, Natsuki le estaba hablando, era a la primera persona que veía entrando a la escuela. Bajó apresuradamente de la moto y aun sin sacarse la chaqueta corrió hacia donde ella estaba.
-Kuga-san –Saludó recuperando la compostura
-Etto… C-como estás…
Shizuru parpadeó incrédula. Natsuki le estaba hablando, así sin motivo aparente, solo para saber cómo se encontraba. La noche anterior había tenido muchos más de esos sueños sucios de lo normal. En una chica tan discretamente caliente como Shizuru eso venía siendo normal, pero fueron de una intensidad superior a los de otras ocasiones… Y ahora Natsuki de la nada venía a hablarle, la misma, el sujeto de sus sueños más sucios, frente a si, levemente ruborizada y preguntándole como se encontraba solo porque sí.
-Pues… Bien, estoy bien… ¿A qué se debe la inquietud?
-Bueno, nada creí… Bueno esta mañana… ¿No te pasó nada raro?
Esos sueños sucios. ¿Será posible que de tanto desearla, ya comenzara a hacer mella física en Natsuki de tal forma que se inquietara por lo que hacía todas las mañanas para aliviar el estrés de esos sueños tan calientes?
-Bueno… No que recuerde en verdad –Shizuru se llevó la mano a la barbilla pensativamente –Todo en su lugar
-Ya veo… Y… No te sientes, no sé… ¿diferente?
-Diferente… -Shizuru miró sus pies –No, la verdad es que no
Sus respuestas parecían honestas. Nada parecía inquietar a Shizuru, como a ella claramente este gran detalle de 18 centímetros en su arco bajo del cuerpo sí que le molestaba. ¿Entonces era la única cargando con esta magia maldita en su cuerpo?
-¿Natsuki estás bien?
-¿Eh?... Si, si… Shizuru…
Shizuru dio un saltito en si al escucharla decir su nombre, sin modismos ni cortesías.
-… No… -Dudó mirando en otra dirección -… Nada…
-Puedes decirme lo que quieras, si te puedo ayudar lo haré
-No, no es algo en que me puedas ayudar… Lo siento, disculpa por detenerte
Antes de que Shizuru la pudiera detener, ya había dado marcha atrás y había comenzado a caminar en dirección a sus respectivas clases. Eso fue extraño; intenso, pero extraño. Todo el tiempo que hablaron una inquietante sensación muy cálida en su pecho, abdomen y área baja le mortificó de principio a fin. Era como poner un hierro ardiente sobre un cubo de hielo y sentir el agua tibia recorrer el cuerpo. Retomó la compostura y volvió a sus clases.
Mientras tanto Natsuki corrió a la enfermería, tenía una sesión de revisión con Yohko para su rodilla, al llegar la encontró, como de costumbre, con la ventana abierta, fumando un cigarrillo y esperándola.
-Yohko, hey…
-Llegas tarde
-Si… difícil mañana… -Suspiró Natsuki con resignación
Se sentó en una silla al lado del escritorio de la mujer mientras ella buscaba sus registros médicos. Entonces algo en el escritorio llamo su atención, la página de un libro con el dibujo de una luna con un destello rojizo le dio curiosidad. Era el recorte de una impresión que hablaba sobre las maldiciones de la "tierra maldita"
-Aquellas que guarden un profundo y sincero interés en su ser predestinado…- Leyó en voz alta -¿Yohko qué es esto?
-Ah, son unas leyendas sobre esta escuela –Se volvió a sentar ya con el registro en la mano –Las maldiciones asociadas a la luna que brilla sobre nosotros, y una estrella que brilla para las elegidas
-¿Una maldición dijiste?
-Parece que según el folclor, cada cierto tiempo la estrella elige a sus princesas predestinadas a compartir un mismo destino y las maldice para forzarlas a encontrar ese camino
-¿Qué camino?
-Eso si no te lo sabría decir, ninguna leyenda especifica esa parte… Bueno ya, déjame ver tu pierna
Natsuki permaneció pensativa en lo que acababa de escuchar. Llevó a cabo su sesión de revisión y rehabilitación haciendo retrospectiva… El destello rojo de la tarde anterior, la última persona que vio fue a Shizuru; pero la parte que definitivamente no le quedaba totalmente clara era aquello de "guardar un profundo y sincero interés" … Eso si no encajaba en sus cuentas.
Natsuki fue a sus clases habituales, incómoda con tener que convivir con ESO, pero comenzando a resignarse, y a la hora del almuerzo era su segundo momento de volver a ver a Shizuru; tomó su almuerzo y fue a la sala tal y como lo acordaron.
Entró a la sala encontrando que para su sorpresa se encontraba vacía, así que pasó y espero… Y otra vez, mil cosas a su cabeza, pero la más importante era tener que lidiar con… eso. ESO, nada menos que eso que tenía que ocultar. Y mientras ella se dejaba llevar por sus pensamientos llego Shizuru, esta vez no fue tomada fuera de base, ya sabía que este era punto de encuentro para tratar el tema de los equipos de basquetbol hacia los inter escolares.
-Ah, Kuga-san. Disculpa la demora
-No hay problema- Natsuki se recargó en el escritorio que daba frente a ese en que Shizuru se sentó.
Shizuru sacó los archivos en uno de los cajones del escritorio y comenzó a revisarlos en silencio… Y en ese instante Natsuki solo podía pues, mirarla. Y sin querer la empezó a detallar más de lo que debería. Hombros amplios, pero no demasiado, clavícula marcada. Su cabello se notaba sedoso, probablemente lo había lavado en la mañana, y su pecho… ¿Era así de prominente? Incluso a través del uniforme invernal de Fuuka. Esto lo comprobaba. Hombre se hace el que con pene nace. Solo estaba empezando a detallarla de esa manera a partir de un irracional impulso. Y luego descubrió que Shizuru la estaba mirando mientras ella fisgoneaba cada una de las curvas visibles desde ese ángulo. Natsuki giró la cabeza a un lado, roja a más no poder… Y para la castaña, eso de alguna manera era alguna clase de victoria. Natsuki finalmente la había notado, no como la presidenta, no como la más popular de la escuela, sino como una chica.
-Decidí otorgar el permiso para el equipo, pero solo el femenino
-¿Ha? ¿Y el masculino?
-Tienen solo un miembro antiguo- Shizuru disintió –Lo siento, no puedo
-Ahhh… Bueno, es algo…
-¿Y qué tal va tu rodilla? ¿Qué te dijo Yohko-san?
-¿Ah? ¿Cómo sabes…?
-Hay un reporte de sesiones de revisión y rehabilitación para ti en la ficha de tu ingreso- Shizuru sonrió deslizando la carpeta con los documentos sobre la mesa
-Ah, eso… -Recordó lo que leyó en aquel libro –No estoy recuperándome tan rápido como quería, pero voy bien
-Me alegra, quizás puedas entrar a uno que otro juego esta temporada
-Quizás, eso espero
Shizuru se dio la vuelta hacia el otro lado del escritorio, se recargó en la mesa y cruzó las piernas. Era una conversación más cercana, y la primera vez que fuera de compromisos charlaba con Natsuki… Pero ella comenzaba a pensar en otras cosas. Las piernas de Shizuru, como no haber notado que son así de largas, Esos muslos provocan agarrarlos y… El sueño… Definitivamente en el sueño sí que los agarraba. Los mordía, los estrujaba y embestía. Todavía no conocía los gritos y quejidos de placer de Shizuru, pero aquellos que escuchaba en su sueño, podía incluso llegar a estarlos comparando con su voz en ese justo momento.
-Natsuki –Shizuru chasqueó los dedos frente a sus ojos
-Lo siento ¿Qué me decías?
-Te preguntaba si mis piernas tienen algo que te interese
-¡¿Eh?!- Natsuki se sonrojó cual tomate al instante
-… Ara… -Shizuru sonrió divertida -¿Natsuki pensaba cosas sucias conmigo?
-¡N-no, no es así! Quiero decir… Es que… Me distraje, lo lamento
-Natsuki pensaba que tengo piernas lindas ¿no?- Shizuru rio por lo bajo de forma burlona
-¡N-no es así!... Bueno… Sí que tienes piernas bonitas pero… ¡Ahh no quería decir eso! Lo siento… Lo siento, no volveré a hacerlo
Shizuru sonrió consigo misma; molestar a Natsuki al punto de avergonzarla y hacerla sonrojar tenía su lado gustoso. Así que por qué no ir más allá. Cambio de pierna el cruce y se cruzó de brazos.
-Si quieres tocarlas, eres libre- Propuso en un tono un tanto incitante
Natsuki se sonrojó, más de ser posible. La miró de reojo… Maldición; esa mirada, esos ojos tentadores. Definitivamente nunca antes había notado que Shizuru tenía rasgos tan bellos, que efectivamente había muchos motivos para que tantos hombres y mujeres en la escuela estuvieran perdidamente embobados con ella. Es que parecía que todo en ella era perfecto; desde su risa, a la forma en que habla, hasta su mismo cuerpo.
-¿Lo dices en serio?
Como si las palabras salieran de su garganta aun en contra de su voluntad, la expresión de Shizuru varió de la sorpresa al asombro, y luego volvió a sonreír. Recargó las manos sobre el borde del escritorio.
-No hay nadie más aquí que te lo impida… Nat-su-ki~
Ay, ese tono de voz lento y acompasado para decir su nombre. Natsuki se puso de pie del escritorio y la miró fijamente, Shizuru no quitó de sus labios esa sonrisa cínica y satisfecha. Natsuki puso la mano abierta sobre su rodilla, Shizuru dio un leve respingo. Una tormentosa sensación de calor manaba desde la mano de Natsuki hacia todo su cuerpo, una que al parecer ella sentía también. Esto tenía que ser un sueño más, un sueño de esos cachondos y calientes de los que tenía casi todos los días en que la súper Natsuki Kuga la miraba de esa forma tan deseosa e implacable, a punto de devorarla, y ella solo dejaba la puerta abierta para que lo hiciera. Su mano se deslizo unos centímetros más arriba escalando por la piel de la rodilla hasta tocar el muslo.
-Wau… -Murmuró Natsuki
-No puedo creerte que hayas dicho "wou" tocando una rodilla, Natsuki Kuga- Murmuró Shizuru
-¿No lo sientes?
Ella también lo sentía. Ese calor inexplicable entre el tacto de las dos. Shizuru cambió su expresión a una completamente anonadada con lo que ocurría. Esto no era coincidencia entonces. Natsuki apartó su mano de la pierna de Shizuru, el contacto terminó y aquella sensación de indescriptible calor se desvaneció. Shizuru recobró la compostura. Remarcó el límite de su falda y volvió a dar la vuelta al escritorio hasta quedar detrás del mismo y sentarse.
-Lo siento –Murmuró Natsuki apretando los labios –Yo no… No pensé…
-No te preocupes… Fue divertido ¿verdad?
-¿He?- Natsuki alzó la cara a verla –S-si… supongo que si…
-Natsuki ¿te molestaría venir a verme cuando terminen las clases?
-¿He?
-Con Yuichi-san, claro; podemos discutir las condiciones para aceptar el equipo de basquetbol masculino
-Oh ¡Oh! Sí, me parece estupendo, gracias
No era verdad. Shizuru estaba resuelta a no dejar pasa el equipo de basquetbol masculino. Prefería cargarles un no en la cara a los dos nuevamente a dejar en ridículo la escuela, que, bajo su nombre de aprobación, acceder a ridiculizar. Solo necesitaba una excusa para ver a Natsuki una vez más… Luego de aquel primer toque, ya era imposible detenerse.
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7u7
Muy buenas, gente linda y hermosa del fandom
Muchos se preguntarán qué hago yo escribiendo un fic de esta categoría…
Les diré seriamente, que es porque me llego al forro de los ovarios ._.
Este fic será corto.
SUBIRÉ UN CAPÍTULO TODOS LOS SÁBADOS.
Así que díganme que tal les pareció, si les gusta, si lo odian. Etc, etc…
Para tener un feedback más eficiente conmigo, con las autoras más famosas del fandom visiten la página Mai HIME LatinAmerica :3
