Esta es una parodio tonta que, a mi parecer, contiene un poco de OoC. No tengo idea de porque escribo esto en vez de ponerme a trabajar en mi otra historia... (Cof cof, me obligaron, cof cof).

También quiero que quede claro que esto es un universo alterno donde Barasuishou no murió completamente y las Rosas místicas de Hinaichigo y Souseiseki fueron recuperadas.

Disclaimer: Rozen Maiden no me pertenece, ni sus personajes.


¿Llegaría a pasar?

Una tarde cualquiera en la Residencia Sakurada era el escenario perfecto para que una de las muñecas empezará su maléfico plan para apoderarse de todas las Rosas místicas y lograr ser Alice. No eran Barasuishou ni Suigintou, ¿Quién sería entonces? La verdadera séptima Rozen Maiden, Kirakishou, era la que se armo de valor para llegar a atacar a la Residencia aún con tres muñecas dentro, sin contar la presencia de Souseiseki. Kirakishou no iba sola, estaba acompañada por una pequeña luz blanca que parecía su guía en esta operación.

–Vas muy rápido, Rosary.– Exclamó tratando de seguir a la lucecita. –¿Podrías dejar de ignorarme?–

La luz no le hizo caso en absoluto, al contrario, solo siguió guiando a la séptima muñeca. Cabe destacar que Rosary se sabía de memoria cada lugar de la Residencia, como si estuviese espiando durante mucho tiempo. La muñeca y el espíritu artificial llegaron a la ventana del baño después de unas cuantas caídas.

–¿Por aquí entraremos? ¿Por un baño?– Preguntó viendo con desprecio la habitación. –Entiendo que sea la única ventana abierta pero... vale, vayamos por aquí.–

La muñeca entró sigilosamente y se dedicó a buscar cosas de interés en la Residencia Sakurada, con eso me refiero a buscar a sus hermanas mayores. Éstas se encontraban solas: Shinku estaba viendo junto con Souseiseki la televisión; Suiseiseki nada más estaba pensativa e Hinaichigo estaba dormida. Kirakishou al enterarse de que Hina no estaba a la defensiva, supuso que era presa fácil y subió las escaleras, lamentablemente fue vista por Suiseiseki que enseguida subió.

–Oh, no, yo soy la primera y la última que molestará a Chibi-Ichigo-desu.– La jardinera se disponía a torturar a esa muñeca que vio.

–¿De qué hablas, Suiseiseki?– La voz de Souseiseki hizo gritar a su gemela.

–¡Kyaaa! ¡No me vuelvas a asustar así-desu!–

–Pareces entre nerviosa y enojada, ¿A quién hay que matar?– Consultó sacando sus tijeras la jardinera menor.

–Acabo de ver a una muñeca blanca subiendo y creo que le va a hacer cosas a Chibi-Ichigo-desu.– Respondió sacando su regadera. –¡Hay que salvarla-desu!–

–Espera, ¿Quieres salvar a Hinaichigo?– La voz de Shinku le volvió a causar un susto a Suiseiseki.

–¡Kyaaa! ¡Dejen de hacer eso ya y vamos al cuarto del Chibi-humano-desu!– Ordenó y la rubia fue la primera en subir, seguida por la castaña menor y al último la "líder" en esto.

Las tres muñecas subieron y vieron a Kirakishou tratando de abrir la insignificante puerta que daba al cuarto de Jun.

–¡Calla y ayúdame, Rosary!– La muñeca de cabello color durazno no era apoyada ni en lo más mínimo por su espíritu artificial. -¡Deja de tomarte esa limonada! Tan siquiera dame un poco.–

–Esa es nuestra víctima.–

–¿Enserio? Es una muñeca inofensiva.– Replicó Shinku, quien fue a abrirle la puerta a Kirakishou.

–¡No, vuelve, Shinku!– Susurraron las dos gemelas. –Más le vale no cometer una tontería.–

–¡Hola! ¿Cuál es tu nombre? ¿Eres una muñeca extraviada?–

–Me llamo Kirakishou, la séptima Ro...– La oji-amarillo detiene su saludo al ver a Shinku. –¿Podrías abrirme la puerta, Shinku?–

–¿Cómo sabes mi nombre?–

–Cosas que pasan, ahora ábrela.–

Como las dos gemelas no confiaban en las intenciones de la nueva muñeca, decidieron irse a presentar también. Souseiseki fue la primera en ir.

–Mi nombre es Souseiseki, la cuarta muñeca de Rozen Maiden.– Se presentó y luego entró a la habitación.

–Y yo soy Suiseiseki, me caes mal.– La castaña mayor entró con los brazos cruzados y se sentó en la cama.

–¿Cómo explico esto de la forma más rápida posible?– La séptima cierra la puerta y atrapa a las muñecas con sus zarzas.

–¡Te dije que no confiaba en ella-desu!–

–Si me disculpan, me haré con la Rosa mística de la pequeña Hinaichigo y luego vendré por las suyas.– La muñeca abre un portal y se lleva a Hinaichigo antes de que las demás se soltaran y la siguieran.

En un Campo-N.

–¡Más te vale decirme esto! ¿¡Quién eres!? ¡Si no me contestas, destruiré este lugar hasta encontrarte!– Amenazó la oji-azul.

–Creo que no te conviene destruirlo, hermana de la rosa carmesí.– Kirakishou apareció frente a las muñecas.

–Dinos quien eres y tal vez te dejemos vivir si resultas sin inofensiva.– La propuesta de la oji-verde con rojo era tentadora y Kirakishou la aceptó.

–Yo soy la verdadera séptima Rozen Maiden, Kirakishou.– Extiende sus brazos para que contemplen a la última muñeca, que por cierto estaba obsesionada con recordarles que era la verdadera.

–¡Suficiente! ¡No tendremos piedad de ti-desu!– La oji-rojo con verde saca su regadera y apunta a Kirakishou. –¡Primero entrometida y ahora mentirosa-desu!–

–¡Yo soy real!– Nadie se esperaba que la muñeca blanca se pusiera a hacer un berrinche. –¡Yo... soy... real!– Esta apretó con más fuerza a las zarzas que sostenían a Hinaichigo cerca de ahí. –¡No es mi culpa que esa tal Barasuishou apareciera en sus aburridas vidas! ¡Pero agradézcanle porque les dio más emoción!–

–¡Deja dormir ya!– La rubia menor se levantó y le tapó la boca con cinta a Kirakishou. –Calladita te ves más bonita-nano.–

La oji-amarillo se quitó la cinta y desapareció junto con Hina. –Yo seré Alice.–

–Tendremos que sacar información sobre Kirakishou.– Dijo la jardinera menor cuando vio a Rosary siendo olvidada por Kirakishou.

De la nada, Rosary estaba en un interrogatorio amenazada por una luz y por las muñecas, especialmente Shinku.

–¡Dinos todo lo que sabes!– La cara de la quinta Rozen Maiden daba miedo aún con los ojos cerrados.

–Shinku, déjalo ya, no va a hablar-desu.–

–¿¡Por qué no lo hará!?–

–¡Por que no habla y punto!–

–¿Podrían guardar silencio? Creo que va a decirnos algo.– Anunció la cuarta Rozen Maiden.

–¡Que lo haga ya!– Ordenó la quinta Rozen Maiden desesperada.

–¿Por qué tan inquieta-desu?– Preguntó la tercera Rozen Maiden burlándose de Shinku.

–Piensa en lo que le diremos a Nori sobre esto... si no está su "Hina-chan" nos tomará a nosotras como sus muñecas favoritas.– Las tres tragan saliva en cuanto se imaginan lo que pasaría.

CONTINUARÁ...


Originalmente sería un One-shot pero no se la razón por la que quise hacerlo más largo, fue una idea de poca conciencia pero creo que es buena por el momento, criticas destructivas/constructivas son bienvenidas.

¡Saludos!