Hola, esta es mi primera vez en este evento, así que se aceptan todas las criticas, es mas, se aceptan hasta todas las palabrotas que quieran.
Sin más, comencemos.
DÍA 1.- PESCANDO
Era un día tranquilo y soleado, apenas amaneciendo en Pueblo Paleta.
Vemos cómo de una las modestas casas del pueblo van saliendo un par de jóvenes, cada uno con una caña de pescar.
El joven tiene el cabello negro y alborotado, su test un poco obscura ( en especial con la ultima región en la que a estado), su inseparable gorra, una playera con franjas azules y blancas, unos pantalones cortos cafés y tenis rojos.
La joven a su lado de su misma altura posee una hermosa cabellera anaranjada, la cual está amarrada dejándola con una pequeña cola de lado donde cuelga una pequeña gema. Su test es muy contrastante en comparación a la del chico, siendo prácticamente blanca. Su vestimenta consta de un top amarillo y unos mini-shorts sujetos por unos tirantes rojas y uno tenis blancos.
Ya habiendo recorriendo un gran tramo del camino, se sentaron en la orilla, junto a una gran roca, ahí sacaron todo lo que utilizarían para pescar.
Él se encontraba muy nervioso, quería aprovechar ese día para aclarar los sentimientos que tiene asia su amiga.
-Ash, ¿Cuando regresas a Alola? - Preguntó de repente la joven.
-En dos días. - Contestó tranquilamente mientras sacaba su anzuelo.
El oír su respuesta la estremeció.
Sabía que no se quedaría, el seguirá con su viaje, mientras ella se quedaba encerrada en su gimnasio.
De lo que no se dio cuenta es que él vio su reacción, cosa que le genero una pequeña sonrisa y continúo hablando.
- Brock me comento ayer que su mamá quería irse con su padre a abrir un nuevo gimnasio acuático aquí en Kanto, pero que no la dejaban por que ya existía uno, ¿Crees que haya alguna solución para este predicamento? – Pregunto el joven con una sonrisa.
Misty capto inmediatamente la indirecta y no pudo evitar esbozar una sonrisa.
- Creo que podría dejarle el gimnasio un tiempo, confió plenamente en la señora y no creo que mis hermanas se opongan. – Contesto sonriendo y posando sus puños en sus caderas.
Ash seguía sonriendo, en especial por la respuesta de su acompañante, sin embargo, cuando noto la dirección de sus puños, no pudo evitar sonrojarse, sabía que él ya no era un niño y noto desde que inició su viaje junto a ella, que tampoco era ya una niña.
Misty noto la dirección de los ojos de Ash y sabía que parte de ella veía, causándole un leve sonrojo que oculto con una sonrisa traviesa.
- ¿Qué tanto me mira, jovencito pervertido? – Pregunto con una falsa cara de enojo, aunque por dentro estaba muriéndose de risa.
Esto causo en Ash un fuerte sonrojo y rápidamente desvió la mirada.
- Nada, que tendría que verle a una flacucha. – Contesto muy nerviosamente.
La chica estallo en risas, sabía que su amigo mentía, al igual que sabía la razón por la que la invito a pescar anoche, y ya habiéndose reído pensaba en ayudarlo para que le hiciera "la pregunta".
- Ash, si te sirve de algo, ayer en la noche te escuche ablando con las chicas. – Contesto con calma la joven, mientras veía el correr del rio.
El entrenador quedo pasmado, su cara empalideció y sus ojos se dilataron por la sorpresa. Poco a poco volteo a verla, se veía demasiado tranquila, a su parecer se veía hermosa y juntando nuevamente su valor la llamo.
- Misty, tengo que preguntarte algo muy importante. – Dijo con expresión seria.
- ¿Dime? – Respondió la chica con una sonrisa muy apacible.
- Misty, ¿Qui… quieres ser mimimi no… no… novia? - Pregunto muy nerviosamente el joven, el cual estaba aterrado con los ojos cerrados. Jamás en su vida se avía sentido así.
Lo que no espero es recibir la respuesta de la chica de esa forma.
Con un beso.
Ella se acercó a él mientras tenía los ojos cerrados.
Ese beso se sentía diferente al que recibió un año atrás de parte de Serena, se sentía más dulce, posiblemente porque la joven avía comido un dulce de leche antes de salir de casa.
Cuando se separaron, pegaron sus frentes y mostraban una sonrisa de satisfacción acompañado de un leve sonrojo.
- Creo que ya sabes la respuesta, ahora sigamos pescando y ya después les comunicaremos nuestra nueva relación a todos. – Contesto la joven volviendo nuevamente su atención al rio.
El entrenador al inicio mostró un poco de enfado, pero después volvió a sonreír, y volviendo a tomar su caña, se quedó pensando en el increíble "Gyarados" que acababa de pesca.
Y va el primero.
Mañana tengo una sorpresita para todos.
Cuidensen.
Bye.
