Disclaimer: La historia es mía, pero los personajes no.

La idea nació... no se como pero nació... espero que les guste... a lo sumo, tendrá solo 3 capitulos pero valdrá la pena publicarlos si me escriben unos fabulosos reviews... :D


Te robaré


Cap. 1

- Sigue… vamos…sigue – respiraba entrecortadamente mientras sentía su duro miembro entrar y salir de ella como un loco. Veía su ceja fruncida, sabía lo que significaba… él llegaría pronto al placer.

- No planeo hacerlo – le dijo con una voz ronca, la más masculina que ella escuchó en sus 18 años.

Ambos disfrutaban del acoplamiento de ambos cuerpos… parecían dos armas de rompecabezas… encajaban perfectamente.

Ambos llegaron al clímax de nuevo, la tercera vez en esa noche.

No estaban en la casa de ninguno de los dos.

Sabían que lo que hacían era necesario si querían estar juntos, los padres de ella no lo toleraban, no lo querían por ser pobre, pero a ella no le importaba nada de eso, de hecho, ella no soportaba esas absurdas clases sociales, las odiaba, estaba en contra de ellas. El hecho de que él sea uno de sus sirvientes, no quería decir que no podría estar con él… que no podría tener un amorío con él… con aquel pelinegro… con el hijo de uno de los capataces.

Inuyasha Taisho era el hijo de Inu Taisho, el fiel sirviente de su padre, ambos eran de nacionalidad japonesa… pero, ¿se preguntarán porqué ellos eran esclavos?... pues, El conde de Winstorm, lord Onigumo Higurashi, salvó a Inu Taisho de que una banda de mercaderes lo llevaran a América con el propósito de venderlo, pero aquel señor se amotinó junto con otras personas que se mantenían allí contra su voluntad, mientras estaban por partir, y justo cuando lo iban a matar por dirigir a la horda enfurecida, llega Lord Onigumo a salvar el día. Inu Taisho le prometió lealtad de por vida, luego le mencionó que tenía un pequeño hijo de 10 años llamado Inuyasha, que lo dejó solo en su pobre cabaña a las afueras de aquella ciudad de Inglaterra. Onigumo accedió a llevarlo a su mansión para que se criara allí como un sirviente más.

Lord Onigumo, era un señor de pelo corto negro y lacio que estaba perfectamente peinado para atrás, con un porte de conde serio -pero su familia sabía que de seriedad no tenía nada, de hecho, era muy gracioso- y unos penetrantes ojos marrones claros, tenía una esposa de 35 años y una hija de 9 tiernos años, quienes por motivos personales -la muerte del padre de la madre-, se fueron a España, así que no habría problema en tener a padre e hijo allí... ya cuando ambas llegaran, ellos ya estarían instalados y no podrían objetar la decisión del conde.

De allí pasaron 5 años, y la joven Kagome Higurashi arrivó a tierras inglesas con su madre, Lady Kikyo Higurashi, se quedaron allí, en España por un año de luto, y los siguientes que quedan, no regresaron porque Kagome debía iniciar su preparación para presentarse en sociedad. Pero tuvieron muchos problemas con algunas costumbres que no se le quitaban, así que volvieron a Inglaterra con la gran misión de convertir a su hija de 14 años en una gran señorita.

Una vez ya en la mansión Winstorm, Onigumo decide hablarle a su esposa -con paciencia ya que esta era muy... MUY... histérica- sobre el señor y el joven Taisho

- Querida – llamó el señor Onigumo a su esposa, teniendo a su lado a Inu y a Inuyasha

- ¿Sí? – preguntó ella, estaba por subir a su recámara a dormir por el cansado viaje, pero su esposo le sale con esta pregunta, arruinando sus planes... ella era hermosa... con los ojos marrones oscuros y aquel cabello negro lacio que parecía corto por el peinado que llevaba en ese momento, pero en realidad era tan largo que le llegaba hasta más abajo de la cintura... nadie podía negar que era una preciosidad de mujer para sus 40 años, pero su modo de ser, era lo único malo en ella... pero como muchas personas dicen... nadie en este mundo es perfecto..

- Ellos son Inu Taisho e Inuyasha, son los nuevos sirvientes de la casa – los presentó, y una tímida jovencita apareció detrás de su madre

- ¿Quiénes son ellos? – preguntó la niña de 14 años con una aguda, pero perfecta voz

- Son los nuevos sirvientes hija, Inu Taisho e Inuyasha – le respondió con suavidad

Ella estaba simplemente encantada con el muchacho Inuyasha, estaba hipnotizada por sus hermosos ojos dorados y su largo pelo negro y lacio.

Pero no solo ella estaba encandilada, si no que el niño se quedó pasmado al ver a tan hermosa joven de ojos avellana y cabello negro azabache lacio con rulos en las puntas, ese vestido color rosa pálido le daba una delicadeza sin igual, a pesar de no haber conocido a muchas jóvenes, era la más bonita que había visto.

De allí pasaron 4 años… 4 años de miradas, 4 años de que nadie se entere de su mutuo amor… ambos no evitaron enamorarse en el transcurso de la estancia de la chica en la casa de su padre. Ella le mandaba indirectas mientras tomaba sus lecciones de etiqueta con Madame Sango, claro está que a la hermosa señora no le importaba… de hecho… creía que el amor joven superaba todas las barreras… quién lo diría… una gran señorita enamorada de su –literalmente- esclavo… lo consideraba tierno.

Y él, cuando veía a Eri, la mucama que aseaba constantemente la habitación de Kagome, le daba una carta para que la pusiera debajo de su almohada de plumas de ganso, para que ella lo encuentre en la noche y la lea con entusiasmo, informándole sobre sus profundos sentimientos… sobre cuanto la amaba… y sobre todo… sobre cuánto le gustaría estar con ella a su lado, dándole un cariñoso abrazo o un amoroso beso.

Eso le prendió el foquito a Kagome... un poco lejos de la mansión, había una caseta para los guardianes, que actualmente estaba deshabitada.

Al día siguiente en la mañana, le pidió a Eri, su salvadora y paloma mensajera, que por favor le llevara una carta a Inuyasha. Esta accedió, dándole al muchacho aquella carta, en donde lo citaba en aquella caseta.

Después de la hora de dormir, ambos estaban allí, besándose como ellos quisieron desde los 4 años que pasaron desde la llegada de la joven, ella tenía 18 años y él pues... tenía 19 años.

Ambos, después de los apasionados y profundos besos, empezaron a ir más allá…lo deseaban y muy bien lo sabían, sus acciones lo hacían perfectamente conscientes de los problemas que podrían traer, pero aún así, lo que les importaba era ek

Empezaron a desvestirse mutuamente, acostándose en la poca paja del piso, él empezaba a repartir besos en todo su níveo cuerpo, excitándola a ella de una manera inimaginable y excitándose él… dolorosamente…

Lentamente se posicionó encima de ella y de una sola estocada le arrebató la inocencia a la chica, besando cada una de las lágrimas que derramaba, pero ese dolor desapareció convirtiéndose en la mejor de todas las sensaciones que había tenido en su vida, de allí llegar al cielo no fue difícil para ambos que disfrutaban de la cercanía de sus cuerpos. Ambos seguían, no querían parar… temían a que después de ello fueran separados por siempre, así que tenían que aprovechar el momento

Y es aquí cuando volvemos a la parte inicial…

Ambos terminaron gritando el nombre del otro al llegar al climax. No podían parar, estaban locos de deseo.

- Sigue… Inuyasha sigueee… AHHH! – murmuraba Kagome besándole el cuello y pasando sus manos por aquellos pectorales perfectamente formados debido al duro trabajo que él realizaba.

- Ahh! Kagome… no meee apartaaría de tíi, nii aunquee tus paaadres me lo ordeenenn – respondió él siguiendo con aquel acto sexual, al que simplemente no le podían llamar… tener sexo… lo que ellos tenían en ese momento, era distinto… estaban Haciendo el amor… de una manera intensa y desenfrenada.

Inuyasha mantenía la rapidez de sus estocadas.

Gritaron el nombre del otro al llegar a la cima.

- Kagome… -pudo murmurar una vez que puso normalizar su respiración, aún sin salir de ella y acomodándo su cabeza en el hombro de la chica- ven conmigo... huyamos juntos

- ¿A dónde? - preguntó ella, no podía evitar mostrarse preocupada ante esto, ¿huir?...

- Donde podamos disfrutar de nuestro amor - mencionó el besándole ambos hombros - sabes que aquí no podremos ser felices

- Pero... mi familia... yo quiero estar con ellos...

Inuyasha se levantó de golpe, dejando asombrada a Kagome.

- Después de lo que compartimos esta noche, me vas a decir que quieres estar conmigo a pesar de todo lo que pasamos?... tus padres sospechan Kagome... sospechan que andamos juntos... ¿Y quieres seguir así?...

- Lo que quiero es... - la joven se sentó y lo miró directamente a los ámbares ojos- que mis padres te acepten tal y como eres... aún no entiendo por que mi madre te odia, pero eso debemos dejarlo de lado y disfrutarlo mientras podamos...

- No Kagome - el pelinegro empezó a recoger su ropa raída y se la puso de a poco - te espero mañana aquí, a la misma hora, si no... créeme que subiré a tu balcón y te secuestraré

- Inuyasha, mañana es la fiesta de la duquesa de Mirales... no voy a poder venir... - murmuró y siguió el ejemplo de Inuyasha de vestirse lo más rápido posible.

- NO!, Yo te amo, ¿Es que tú no sientes lo mismo por mí? - pregunta él, mientras se ponía la chaquetilla por encima de la camisa percudida... una que una vez tuvo el color blanco

- Claro que te amo - dejó en claro la azabache

- Entonces ven conmigo... si no... no me importará todo lo demás, ni tus padres... nada... - suspiró - yo...yo... te robaré de la fiesta si es necesario - y se fue sin nada más que decir, dejándola allí... parada

Amaba todo de él, su sonrisa, su modo de caminar, su fortaleza y muchas otras cosas más... como la posesividad que demostró en ese momento... no sabía que decisión tomar... estaba aturdida... amaba a sus padres... pero también a Inuyasha... estaba en una encrucijada en la que posiblemente solo haiga una salida...

Una cómoda vida con sus padres y tal vez un matrimonio sin amor, arreglado en el futuro...

o

Una vida huyendo de todos los que puedan ponerle cabe a sus planes, estando con Inuyasha... casados... con amor...

Era una elección algo compleja, pero tendría 24 horas para pensarlo, asi que sería mejor que vaya a adormir, ya que con todos esos pensamientos abrumados en la cabeza, no podrá pensar con claridad... y quizá... sus sueños tengan una respuesta para aquel problema...


Ya saben..., si les gusta dejenme un review, ¿sí?

BYE

By: valeaome :3