Cuando a Chat Noir se le ocurrió la idea, supo que era irrefutable y su Lady no podría rechazarlo. Era simple y era mucho mejor que arrodillarse y entregarle una rosa (otra vez) o un ramo de rosas o escribirle una carta de amor. Lo que tenia que hacer era invitarla a salir (como siempre) y ponerle dos condiciones. Una para la aceptación y otra para la negación.

Este lo implementó un día después de idearla. Luego de su habitual patrullaje nocturno, el minino la invitó a un cita antes de que se vayan a sus respectivos hogares.

— Mi Lady —La llamó pintándose en su cara una sonrisa de todo un galante— ¿Te gustaría salir conmigo?...

Antes de que la aludida pudiera contestar negativamente y un no saliera de sus labios, él estiro su mano en un señal de pare.

— Si tu respuesta es sí. Parpadea —Ladybug quedo estupefacta. Él sonrió traviesamente— Si tu respuesta es no. Haz una mortal hacia atrás con triple giro invertido.

Ella parpadeo (Inevitablemente)

— Como es un sí... —Sonriendo enormemente— Mañana nos vemos en el mismo lugar a las... ¿Cinco? —Al verla parpadear lo tomó como afirmativo— Entonces es a las cinco— Y se giró para marcharse mientras su cara estaba adornada por una gran sonrisa.

— Espera ¡¿Qué?! —Ella le gritó, conmocionada— ¿Que fue eso? —Él se giró y la miró divertidamente.

— Una invitación para una cita —Contestó entretanto hacia malabares con su bastón— Que me aceptaste.

— No, no lo hice.

— Parpadeaste —Replicó como si eso explicara todo.

— Y claro... —Remarcó obviamente— ¡No puedo evitar dejar de parpadear! —Exclamó histéricamente.

—Bien... —Dijo de forma resignada— Si no quieres salir conmigo solo tienes que hacer una mortal hacia atrás con triple giro invertido.

Ella lo miro de una forma que en palabras seria: ¿Me estas jodiendo?

— ¡No puedo hacer eso!

— Entonces mañana a las cinco nos vemos.

— ¡No!

— ¿Prefieres a las seis?

— ¡No!

— ¿A las siete? —Preguntó— Pero... ¿no crees que es muy tarde?

— ¡No voy a salir contigo! y no voy a hacer la mortal hacia atrás con giro invertido y lo que sea para confirmártelo.

— Pero parpadeaste —Repuso con un tono triste— Si no querías salir conmigo no tuviste que parpadear.

Ladybug lo miro indignada. ¿Cómo carajos puedo hacer eso? Dejo escapar fuertemente un suspiro y hablo.

— Hagamos esto gatito. No voy a salir contigo si parpadeas —Inmediatamente el abrió enormemente los ojos. Conteniéndose de parpadear— Si lo voy a hacer si haces una mortal hacia atrás —Diciendo en su mente que sería imposible para él realizar lo último.

— Nos vemos mañana a las cinco —Y giró robóticamente hasta darle la espalda de su Lady. Sin ningún momento parpadear.

— ¡Parpadeaste! —Señalo rápidamente Ladybug. El negó con la cabeza sin mirarla mientras comenzaba a saltar los tejados.

— ¡Lo hiciste! ¡Lo sé! —Exclamó empezando a perseguirlo. Únicamente viendo su espalda.

— ¡No me viste! Así que no lo sabes —Apresurando sus saltos como su trote.

— ¡Vuelve aquí, gato tonto! —Gritó el bichito, y entretanto lo perseguía. Ella observaba a su alrededor con la intención de poder encontrar una oportunidad para atrapar a Chat Noir con el hilo de su yo-yo y así, al fin verlo parpadear.