La ultima Ultima Reunión
Todos los personajes de Final Fantasy 7 le pertenecen a Square Enix y no a mi, que solo tengo las locas ideas ^ ^
Capitulo 01El cielo sobre Edge se había cubierto de nubes de oscuro color gris. El derruido edificio de la iglesia de Aerith, la chica de las flores, la ultima Cetra que camino sobre Gaia, era testigo silencioso de una violenta pelea entre el renacido General Sephiroth y el joven guerrero y eterno rival conocido como Cloud Strife.
First Tsurugi y Masumune se medían en combate por primera vez, sus filos, sus hojas mortales se chocaron una vez más en pleno vuelo de sus dueños cuando inesperadamente una poderosa ráfaga de viento azoto el lugar y a sus amos separo violentamente la sabia naturaleza cambio el curso de la pelea al hacer que ambos hombres cayeran sobre el hogar improvisado del joven de Nibelheim, con tanta suerte, que ambos cayeron en el recientemente descubierto lago que el geoestigma del rubio elimino.
Cloud por suerte cayó en la parte más profunda del mismo, y por primera vez, su baja altura también contribuyo a que solo resultara con algunas magulladuras, y gracias al los experimentos realizados por Hoyo en él, muy pronto se recupero. Con el cuerpo todo golpeado y adolorido el guerrero se levando y con su mirada busco si inmensa espada pero en lugar de hallar la compleja y mortal arma observo no muy lejos de él, florando boca abajo al ex soldado de primera clase de ShinRa.
Sephiroth estaba quieto, no se movía y la larga y platinada cabellera flotaba cual aura a su alrededor.
— Gaia, por primera vez estoy feliz de no ser tan grande pero él… Seph… —
Y temiendo no tener con que defenderse, pero aun así, Cloud, decidió acercarse a su enemigo. Cual bebe fue gateando hasta acercarse al cuerpo inerte de Sephiroth que aun flotaba boca abajo y ya a pocos centímetros del hijo mayor de la calamidad conocida como Jenova observo como el blanquecino color de la larga cabellera del ex general desaparecía, como este se iba tornando negro cual noche sin luna, hasta quedar tan negro como la ropa que este vestía.
— Shiva… Gaia… que, ¿Qué significa esto?...
Exclamo el joven guerrero estirando temblorosamente una de sus manos heridas hacia el cuerpo de su enemigo que se hallaba caído. Y con cierto esfuerzo pudo darle vuelta, con cuidado retiro del rostro del ex soldado de primero los mechones azabaches que le cubrían y cuando su mirada bajo buscando alguna herida significante, una gran, gran sorpresa el rubio se encontró.
Lejos de allí el turk de rojiza cabellera, gran carisma y mal gusto para vestirse conocido por el nombre de Reno ya estaba de muy mal humor. Esos dos asquerosos, según su léxico más suave y refinado, remanentes, clones o lo que fueran del general Sephiroth, conocidos como Loz y Yazoo, habían logrado destruir su más amada y prolija, y limpia y ordenada posesión: su helicóptero. Y por eso, realmente estaba enfurecido.
Rude no dejaba de observar a su compañero mientras que con mirada de loco recién escapado del manicomio, terminaba de armar una poderosa bomba para acabar con esas dos alimañas. El gigante calmo, pelado y callado sabia que cuando su ruidoso compañero se enojaba, se enojaba de verdad, era más peligroso que todos los soldiers que trabajaron alguna vez para ShinRa, y estaba presenciando justamente esa ocasión, sabía que podía ser un completo idiota el pelirrojo cuando quería, pero ahora, en ese momento, sentía pena por los dos idiotas que habían despertado la ira de la bestia, y también sabía que no se calmaría hasta arrancarles de alguna manera sus blanquecinas cabezas.
— Asquerosas ratas malformadas, remedos de Jenova podrida y— y algunos improperios más de la boca de Reno escaparon, uno peor que otro hasta que por fin, su demonio interior se apaciguo al terminar el condenado aparato explosivo de gran poder destructivo, una gran sonrisa maléfica en su pálido rostro se formo.
— Ahora si tengo miedo— menciono el calvo acomodándose sus oscuros lentes en la carretera mientras observaba a su compañero acomodar el "pequeño e inofensivo" regalo sobre la carretera.
— Ay compañero…
— ¿Qué, yo…?
Respondió el turk mas desprolijo de las historia sosteniendo su barra neutralizadora sobre su hombro esperando que sus "invitados" llegaran al lugar indicado. La mirada del pelirrojo era aun más amenazadora que la del mismo Kadaj.
— Tranquilízate Reno, tres cartuchos serán suficientes…
— explosión, menciono casi como salido de control.
— Reno…
— Tres, tres cartuchos no son suficientes yo. Gracias compañero, buena idea.
Y al explosivo terminado dos cartuchos mas de explosivos agrego y con cariño, cual madre que posa a su bebe recién nacido en la cuna, a la bomba, sobre el frió pavimento ubico.
— Si… ahora sí— con cara de total demencia, nadie se mete con mi bebe, —NADIE…—
— Reno, ¿como le explicare a Tseng que volaste la mitas de la carretera?— Agrego el calvo, sabiendo que tendría que llenar luego toneladas de reportes por la conducta de su compañero.
Poco después, mientras los dos avatares mayores del general Sephiroth salían del túnel, una gran explosión acontecía. Los pedazos de la carretera se esparcieron por varios metros gracias a la onda expansiva aniquilando a su vez de manera dolorosa y contundente a Yazoo y a Loz.
Lejos, a una distancia segura, Rude y Reno observaban tranquilamente la obra de destrucción masiva.
— ¿Feliz?— Le pregunto el calvo acomodándose una vez más sus lentes oscuros en su lugar.
— lastima…
— ¿he? Desconcertado el calvo pregunto.
— lastime dije, sordo yo.
— creo que cada día estas más loco, compañero.
— Tal vez… pero…
Comenzó a decir Reno luego de comprender que los dos clones mayores ya no existían, Reno se dio por satisfecho de no tener más que ver con ellos dos. Volviendo a colocar su arma sobre su hombre, comenzó a bajar del sitio donde estaban
— Lástima, pues me hubiera gustado jugar un poco más con ellos— que digo con ellos, con ese de pelo largo, menciono volviendo su cara hacia su compañero con una mirada de demonio total, se veía muy bien el desgraciado…
— Reno… creo que te afecto demasiado la perdida de tu helicóptero…
— No me lo recuerdes—y el rostro del sarcástico turk rojo como su cabello se volvió de odio.
— no sé de qué te preocupas, si Rufus te dará otro.
— Pero era mío, MIO, mi bebe.
— era una maquina idiota.
— ¡MIO!— Le grito con todas sus fuerzas. —Quiero seguirle pateando el trasero a ese maldito hijo de…—
Pero Rude decidió no seguir escuchando las palabrotas que nacían de la boca de su compañero de andanzas y decidió comenzar a caminar, sabía que el día no se había terminado, pues aun debían terminar sus reportes.
— necesitas menos azúcar en el desayuno Reno— termino de declarar el gigante alejándose de su compinche dirigiéndose a su edificio en el cual, esperaba Rufus novedades sobre la situación desatada por los nefastos restos de la calamidad conocida como Jenova sin saber que el joven Strife se hallaba todavía dentro del lago de la iglesia en ruinas, observado un cuerpo inerte.
Cuerpo que hasta unos minutos atrás había pertenecido al el héroe de Wutai, el mismísimo gran general Sephiroth, su héroe de la niñez. Y su peor pesadilla.
— Se… Sephiroth… ¿Por qué? ¿Por qué no volvió a ser Kadaj?
Se preguntaba Cloud en voz alta mientras seguía observando como hipnotizado el rostro de Sephiroth que aun seguía con sus ojos cerrados. Parecía muerto. Hasta que nerviosamente un mechones de su oscura melena corrió del pálido rostro que apenas reconoció.
Su piel era aun más blanca y tersa. Sus cejas, su nariz, sus labios, eran más delicados, mas rellenos, mas, mas rosados… y sin querer a estos Cloud rozo y en cuestión de segundos, unos ojos aun mas verdes se abrieron.
Verdes cual jade, pero no eran de gato, eran pupilas de humano.
— Sephiroth—cual suspiro escapo de los labios de Strife
— Clo… Cloud—débilmente ese extraño ser exclamo.
— no, no es posible… ¿Cómo?— y de un estado casi inerte, el poderoso guerrero, ante la mirada atónita de Cloud cual rayo se levanto, ataco a Strife y del terrible golpe que le dio, del mismo lago lo saco y contra la pared más próxima hizo que golpeara.
— Te matare Strife. —Le anuncio acercándose, pero no era la voz que recordaba, no era la voz que le había preguntado minutos atrás cual era aquello que mas atesoraba para podérselo quitar. No era voz de hombre, era de…
— Sephiroth— con dificultad el joven guerrero tratando de recobrar el aire llamo muy cerca de las flores llamo.
Hasta que al caído su enemigo se acerco. Sin problemas, Sephiroth del cuello lo tomo, de a poco lo levanto, dejando ver su fornido cuerpo, pero sus ojos celestes se habían clavado en el pecho de ex soldado de primera clase, haciendo que su rostro se tornara tan rojo como el sol de la mañana.
— Pero ¿Por qué tarda tanto el tonto de Cloud?— Exclamaba lejos de allí la joven ninja conocida como Yuffie Kasiraghi en el mismo puente de la última aeronave del piloto y capitán Cid Highwind.
— Deja de quejarte Yuffie. — Le reprocho un hombre de gran altura, oscuro cabello y enfundado en larga capa de rojo color.
— ¡Pero Vincent! Se está tardando mucho.
— Está peleando contra Sephiroth— Tifa Lockhard le recordó.
— El ganara. —Nanaki agrego.
— Si, si lo hará—Tifa orgullosa afirmo.
— espero que tengan razón, en voz baja el ex turk por lo bajo agrego. Tenía un mal presentimiento y no sabía por qué.
Y Vincent Valentine no estaba muy equivocado pues la mayor pesadilla de la humanidad aun continuaba con vida. Aun tenía a Cloud Strife entre sus manos y este no hacía nada por librarse.
La mirada de Strife continuaba perdida, parecía casi estar aterrado, desconcertando al mismo Sephiroth, y lejos de si lo arrojo para tratar de nuevo un ataque, pero por alguna razón, tropezó y cayó sobre el hombre de Nibelheim, cuyo rostro se entre dos redondos, blancos y perfectos pechos.
Sephiroth una extraña sensación sobre su piel desnuda sintió y al bajar su rostro. Encontró el rostro de su mortal enemigo entre dos senos, contra su pecho, pero había algo muy diferente, pues lo que veía no era su cuerpo, era, eran pechos de mujer….
Para poder ver las imágenes con las cuales ilustro mis archives de Word, por favor, vayan a mi Profile que encontraran el enlace a las mismas.-