LA ESPERANZA VUELVE Y SE VA*
Era una mañana tan calida como siempre solían ser, el viento soplaba de una forma que no lastimaba a los árboles, ni las flores ni mucho menos la ventana desde donde estaba observando el día. Las aves cantaban y las podía escuchar a la perfección desde el balcón de mi habitación. Comencé a suspirar por el, por ese chico que había logrado robarme el corazón y que se había marchado a otro país para completar su entrenamiento como Hechicero.
Suspire de nuevo notando como el viento también parecía suspirar por mi tristeza y mi angustia por ese chico del cual…no había vuelto a saber nada. Abrí la ventana de mi balcón para que el aire me despejara mi mente, pude sentir como mi pelo caía en cascada en mi espalda, notando como el viento volaba mi fleco y mis pestañas agradecían el aire puro.
Mi cabello aun seguía siendo igual que antes, solo que ahora lo llevaba un poco mas largo que como lo tenia de pequeña, pero su color seguía siendo entre castaño claro y miel. Muchos decían que había crecido un poco mas, yo no lo notaba, pero media 1.64 cm. Mis ojos estaban del mismo color que todo el mundo lo conocía, verde esmeralda, aunque muchas personas decían que ahora se notaban un poco más turquesa que verdes, supongo que…eso se debía a que todas las noches lloraba por…El.
Mi querido…Syaoran –Susurre al viento mientras me estremecía- ¿donde estarás? –Mis ojos volvieron a inundarse de lágrimas y el viento pareció limpiarlas con su suave brisa- creo que…a El no le gustaría verme así. – Dije mientras mordía mi labio y sujetaba mi cabello con mi mano izquierda-
Siempre, todos los días me decía lo mismo una y otra vez para no sentirme peor cada vez, me animaba yo misma pensando en que El aun se acordaba de mi, de esa manera pensaba en no hacer sentir mal a los demás, mi padre y mi hermano siempre me miraban con nostalgia, pero…siempre les sonreía desde el fondo de mi corazón.
Sonreía pero…deseaba con todo mi corazón poder sonreír por mi misma. Habían pasado 7 años desde que el se había marchado, ya todos teníamos cosas mas importantes que hacer y en que pensar, yo ya estaba en mi carrera profesional como periodista, Tomoyo….era una Estilista realmente reconocida en todo el mundo, yo apenas comenzaba mi carrera a modo de darme a conocer, iba a comenzar a trabajar en el canal de mi propia ciudad, era muy interesante y me preparada día a día para todas las etapas y nuevos acontecimientos que ocurrían en mi ciudad. Mis amigos, Chiharu, Naoko, Yamazaki, Rika, Eriol, todos ellos ya habían iniciado también su universidad.
Chiharu estaba estudiando para ser Pediatra, Naoko estaba estudiando para ser maestra de primaria, Yamazaki estaba estudiando para ser un químico fármaco, Rika estudiaba para ser una excelente Chef y…por ultimo, Eriol seguía con las mismas cosas de siempre, estudiaba Comercio Exterior e Interior Internacional, debido a sus empresas.
Suspire de nuevo, recordar a mis amigos de la infancia me hacían recordar a Syaoran, Abrí mis ojos lentamente y al recordarme todas aquellas palabras que me hacían volver a la realidad y me sentí por primera vez mas animada que nunca, me sonreí a mi misma, solté mi cabello y entre a darme un baño de agua tibia. Al salir del baño me aplique crema en todo mi cuerpo y me seque el cabello, dejándolo al natural, lo recogí en una coleta, era domingo, no tenia porque preocuparme por la escuela, así que…tome un Short y una blusa blanca sport y unos tenis, correería un poco para sentirme mas viva.
Al bajar las escaleras pude notar que todos estaban aun dormidos, descansando del día anterior de las clases y Touya descansando de su trabajo tan pesado como dentista. Salí de mi casa sigilosamente y fui caminando por toda la calle notando como el sol luchaba por salir de entre grandes y enormes figuras grises que lo hacían apagarse, si, estaba nublado. Sonreí de pura ironía, el sol luchaba por salir de ese mar gris y yo luchaba por mantenerme siempre feliz.
Me acerque mas y pude ver el parque al que siempre solía ir con mis amigas cuando estaba en la primaria, me emocione al verlo y después…recordé las muchas aventuras que vivimos ahí, todos…y cada uno de los que participamos en la recolección de las Sakura cards.
Despeje mi idea de ir a correr, me acerque al pequeño parque y me di cuenta de que las cosas seguían como antes, sonreí de felicidad al saber que al menos una prueba de que todo había existido, era esa, sin duda alguna pero..Aun sentía nostalgia por haber abandonado a aquella criaturita mágica de color amarillo con dos puntos por ojos, lo solía llamar Kero. Agache mi cabeza al recordar ese dolor que me provocaba, pero…había sido por el bien de todos, el no podía seguir existiendo mientras yo me la pasaba deprimida por Syaoran, y no podía…no podía ni siquiera usar mi magia.
Aun recordaba las ultimas palabras que me había dicho Kero antes de ser de nuevo sellado por mis propios poderes.
Sakura…debes pensarlo mejor, no tomes esta decisión solo por nosotros, si no por ti misma! –Decía Kero mientras me miraba con decisión en los ojos-
Kero…yo…yo….no puedoo! No puedo protegerlos! No puedoo! Estoy perdiendo mi magia! No quiero que me veas sufrir cada noche, no soporto la idea de que sufras porque lloro cada noche! – Dije a Kero con lágrimas en mis ojos-
No debes fijarte en eso, Sakurita. Piensa en que queremos ayudarte. –Decía Kero mientras miraba a alguien a su lado.- Di algoo! Sr. Hielo!-Decía Kero enojado-
Solo volteo a verme y mis lagrimas se derramaron por mi mejilla, suspire y cerré mis ojos para escuchar lo que diría Yue.
Ama, no podemos hacer nada para que usted desista pero…debe tener en cuenta que…nosotros queremos ayudarla. –Decía Yue con una profunda nostalgia pero su sereno rostro como siempre-
En ese momento había mordido mi labio y amarrado mi corazón, no podía ser egoísta y hacerlos sufrir a ellos como yo sufría, no! No!! No lo permitiría! Ellos se merecían descansar de esto! Se merecían no estar sufriendo!!
A duras penas, los mire y sonreí conteniendo las ganas de sollozar y aclare mi garganta.
A los dos les agradezco todo esto, pero…-decía mientras les di la espalda para no llorar frente a ellos y sonar decidida- no puedo seguir con mi magia, lo siento mucho, prometo que…haré que alguien mas los despierte. –decía mientras mis lagrimas se deslizaban por mis mejillas como si fuera una lluvia acida, quemaba en lo mas duro de mi alma y mi ser.-
En ese momento una luz comenzó a iluminarme y mi insignia apareció en ese instante, y también apareció debajo de Kero y Yue, sentía como mis lágrimas seguían cayendo y quemando mi ser y alma lentamente, con temblor en mis manos levante mi báculo mágico hacia el cielo, mirando de nuevo las profundas nubes grises y sintiendo como el agua me llamaba, algo…extraño.
Guardianes que fueron creados por Clow, Que obedecieron a su nueva maestra y amiga, ahora les concedo el derecho de escoger de nuevo, a un nuevo dueño, vuelvan a sus falsas identidades y protejan el libro de todos los que deseen hacer daño. –Decía mientras mi báculo comenzaba a lanzar destellos dorados, Kero y Yue peleaban contra la luz que los hacia perder poder- Háganlo por el nombre de SAKURA. –grite mientras sollozaba al ver como Kero era devuelto al libro y al ver como Yukito desaparecía de mis ojos.
Me deje caer en ese instante y tome el libro rosa en mis manos, mientras mis lágrimas salían descontroladamente y sollozaba con todo mi corazón, sintiendo como me quedaba absolutamente sola, sola como siempre había temido quedarme, chisqué mis dientes para aguantar el dolor a duras penas.
Lo siento mucho! No se imaginan cuanto! Pero…-Decía mientras limpiaba mis lagrimas- no podía hacerlos participe de mi propio dolor, no podía…no podía amargarlos y mucho menos podía permitir que murieran por culpa de que no usaba magia. –Decía mientras abrazaba el libro rosa y llovía en mi exterior, si..Ese extraño poder de sentir la lluvia, de olerla e incluso saber cuando caería-
Lo siento mucho! Kero….Yukito. –Decía en susurros cuando perdí la consciencia.-
Si, había sido lo mejor para ellos dos, aunque…me lamentaba porque no sabia donde estaba Yukito. El libro rosa donde Kero se encontraba estaba en mi casa, procuraba limpiarlo y siempre cuidarlo como si aun….estuviera Kero insistiendo en los cuidados extensos para el libro.
Suspire mientras seguía caminando recordando cuando había vuelto a sellar a Kero y a Yue, sonreí con tristeza ya que…no los volvería a ver.
Camine mas cerca del parque y….fue entonces cuando mis ojos y la lluvia se pusieron de acuerdo, cayeron al mismo tiempo, corrí lo mas rápido que pude y pude ver los mismos columpios y el mismo Pingüino!
Corrí hacia el columpio donde…donde habíamos platicado el y yo hace 7 años, me senté en el que yo me encontraba cuando le conté lo de Yukito, y aprecie el columpio que estaba a mi lado, sentí su presencia, podía ver a aquel chico de piel trigueña, cabello color chocolate con toques cobrizos, sus hermosos ojos color ámbar con chocolate, su hermosa figura furiosa por verme triste y no poder hacer nada para mejorar.
Pude recordar cuando el se levanto del columpio continuo a mi con decisión dándome un pañuelo para limpiar mis lagrimas, recuerdo que me abrazo para darme su apoyo y me dijo que encontraría a mi persona importante, QUE CIERTO ERA!!
Mis lagrimas cayeron y cayeron junto con la lluvia que se desataba, extrañaba tanto a mi….a mi persona importante, un dolor en el pecho me inundo y me hizo sentir casi a desmayar, quería verlo! Quería tenerlo de nuevo a mi lado! Quería sentir su presencia! Quería poder olerlo, poder abrazarlo! Sentí como mi corazón dio un vuelco enorme en mi pecho
OH…..Syaoran. –Dije en susurro mientras gemí por el dolor- ¿porque?, porque te fuiste? –Dije mientras apretaba mi pecho- debo…debo acabar con esto, con este dolor. – dije mientras trataba de tranquilizarme y caminaba decididamente fuera del parque- esto es demasiado para mi, debo marcharme. –Dije mientras salía corriendo del parque pingüino, corriendo a toda la velocidad que podía mientras llovía en ese momento-
No quedaba duda alguna, todo había sido una mentira que yo había creado sobre la magia, tenia recuerdos de esos seres porque…porque…los imagine tenerlos siempre a mi lado, la soledad me hace seguir recordándolos debido a que me siento sola, pero yo misma se que todo eso de magia…no existe, nunca lo hizo.
Después de haber visto el parque pingüino, no me quedaban ganas de volver a saber nada de esto. Era demasiado incluso para mi, que había aguantado tanto tiempo sin visitar ese lugar, sin saber siquiera si estaba bien cuidado o incluso si….algunas personas lo visitaban.
Llegue a mí casa y mire a Touya sentado en la sala, esperándome, ahí estaba con su cara de enojado por escaparme según El "Enferma", aunque se miraba igual de preocupado
Herma……-Dije mientras el se levantaba a abrazarme-
Sakura, que no entiendes que estas acciones tuyas nos ponen a temblar del miedo, cada vez que recuerdas algo del mocoso o cualquier cosa relacionada con tu primaria te pones de esta manera, no debes seguir así. –Dijo Touya con gesto preocupado-
Lo siento hermano, pero realmente debía darme una vez mas cuenta del grave error que cometí y estoy pagando por ello, también porque –Mordí mi labio antes de continuar- debía darme cuenta de que todo había acabado, que ya no podía creer en el pasado, que eso era, pasado. Que nada de eso existió.
Sentí como esas palabras que había dicho se clavaban en mi ser, era cierto, había sellado a mi Kero…mi precioso Kero, había alejado a Yukito de nosotros, para siempre. También, aleje a mis amigos de la primaria sin darme cuenta, aleje a mi preciosa y mas importante persona, ya nunca volvería porque….nada de esto había existido, solo mi propia soledad era la que se inventaba a "Kero" y "Yue".
Sakura, se que no soy nadie para detenerte pero….deberías reconsiderar la opción, tal vez el mocoso vuelva o tampoco debes olvidar tu niñez por un recuerdo, debes continuar creyendo en lo que tu crees indicado. –Dijo Touya con mirada calida-
No, hermano ya no me pidas que siga con esto! Es…Es demasiado cruel incluso para alguien con tanta fuerza de voluntad! Esto es como si….pusieran a prueba mi propia valentía, por eso…de ahora en adelante, diré adiós a mis propios recuerdos del pasado. -Dije mientras mis lágrimas recorrían calidamente mis mejillas-
Hermana….por favor, te lo pido, no lo hagas. –Dijo Touya suplicante, tomándome por los hombros con gesto preocupado-
No, no me pidas que siga recordando! Esto me duele mucho, mucho nunca había llegado a sentir tanto dolor, me duele mucho mi pecho si continúo recordando. Ahora había amanecido mucho mejor pero…algo me hizo recordar que…solo es como las velas cuando las apagas, por un rato pequeño vuelve a brillar la llama y después….se apaga. -Dije apretando mi mano en mi pecho, mientras sonreía con ironía-
Confiare en ti, siempre contaras con nosotros, Sakura. Y tu bien sabes que…si existió todo esto. -Dijo Touya acariciando mi cabeza y yéndose a su cuarto-
Al escuchar las palabras de mi hermano, el tenia razón, que tal si después me arrepiento de haber dejado ese amor en el olvido, aunque yo misma se que eso jamás pasara, jamás lo olvidare porque lo amo con todo el alma y corazón. Aunque…después de todo, no creo que jamás vuelva a saber nada de Syaoran, El debe haber encontrado a alguien más importante en su vida, estoy segura.
Aunque mi hermano, siempre supo de las Sakura cards, de Kero, de Yue, siempre supo de todo, el insiste en que todo eso existió pero…no se. Yo creo que hasta yo misma me engañe de que mi hermano sabia de la existencia de esta mentira.
Ya era noche, no podía seguir desvelándome por Syaoran, no podía seguir aferrada con un dolor tan profundo clavado en mi pecho, no podía continuar preocupada por mi propia tristeza, aunque me doliera más que ese dolor fuerte que sentía en mi cabeza, el pecho, mi corazón, era lo que mas me mataba.
Llegue a mi habitación y pude notarla tan ordenada como siempre, me acosté en la cama de manera que me abrazaba completamente, mis lagrimas caían y caían como la lluvia de afuera, la lluvia caía preocupada por mi. Siempre había tenido la habilidad para escuchar lo que decía el agua, especialmente el agua, y…estaba preocupada por mi.
Me levante de mi cama y fui a la ventana a mirar la luna, pude notar como la luna siempre brillaba por si misma, aunque…lo peor era que…en mi ciudad siempre se había contado algo como un mito o leyenda.
Se decía que…. "La Luna siempre ha sido el amor del sol, y El Sol siempre ha querido a La Luna, el problema es de que cada uno debía brillar por su propia cuenta y no podían estar juntos, ya que…uno debía ayudar al día y otro a la noche, ambos acordaron ayudar a los demás, conscientes de que nunca mas volverían a verse. Siempre antes de que el Sol se oculte, intenta buscar a la Luna para verla por unos segundos pero…siempre desaparece y La Luna aparece intentando buscar al Sol y lo ve muy poco y se va ella. Entonces…"
Se les permitió verse por pocos segundos o minutos, a esos minutos en los que El Sol y La Luna por fin se pueden encontrar y completar su amor mutuo, se les llamo Eclipses, y de esa forma…nacen las estrellas, quienes acompañan a La Luna por ser sus hijos. –Dije mientras miraba con esperanza a la Luna, algo me hizo estremecer- tal vez….nuestro amor es así, pero a diferencia que nosotros…Syaoran y yo nunca nos podremos ver. –Dije mientras sentía mis lagrimas cayendo- es hora de descansar, tengo que hacer muchas cosas mañana, es el inicio del semestre- Dije mientras suspiraba y me acomodaba en mi cama, cerré mis ojos y aun me quede con la leyenda-Mito sobre la Luna y el Sol, nunca supe cuando me quede dormida hasta que amaneció-
