Esto es lo que pasa cuando pides prestada la laptop de un amigo mientras esperas un rato; escuchas música de dos grandes artistas y tienes una hora disponible de ocio:

LA PRIMAVERA PUEDE ESPERAR.

Hey Nana… ¿Cuándo saldremos del invierno de nuestra vida?... Hace dos años que ha empezado y no hay manera de saber si seguirá.

Entiendo que sea difícil para ti pero… ¿sabes? Existen tres estaciones más…

Nací en verano así que el clima frio no me sienta muy bien… jaja, debes pensar que soy una tonta por decirlo ya que nada tiene que ver pero…

El invierno es frío…

Como tu mirada…como tu voz… tus canciones antes cálidas y afectivas ahora… no hay rastro de ellas.

Sé que no tienes la culpa… nadie la tiene, pero aún así… no puedo dejar de sentirme una inútil… por no haberte apoyado en ese momento cuando más me necesitaste... quizás no hubiese cambiado mucho pero… compartiría tu dolor.

Nana, no es necesario que ocultes tu sentir frente a mi… ahora te veo rodeado por nuestros amigos maravillosos frente a un pastel de fresas el cual es tu favorito; más tu sonrisa antes divertida y amena, apenas es la sombra de lo que era…

No lo sé con claridad…pero todos podemos ver tu máscara; apagas las velas… yo sonrío y te felicito con verdadera alegría… no siempre puedes cumplir 23 años… más al acabar los aplausos por un breve momento, un breve segundo diriges tu mirada al buró de la estancia donde antes solíamos vivir ambas y ahora tú te encuentras resguardándolo… ahí esta él.

Como si el movimiento no hubiese sido efectuado, te giras y nos sonríes; nosotros te correspondemos y hacemos unas cuantas bromas de la edad, todo es efímero y alegre por este momento.

Mas… al terminar las latas de cerveza y que solo quede un trozo de pastel; pasada de las doce los demás se tienen que retirar; Yasu se muestra renuente pero tú alegas que no hace falta que se quede.

Entonces solo quedamos tú y yo.

A pesar de mis obligaciones para con Takumi y mi hija… no te puedo dejar sola…no este día.

Me indicas el lugar donde dormiré y seguido te retiras a tu habitación; me dispongo a lavar los platos y después de ello dormir como acordamos.

Mas al pasar por el frente a tu habitación no puedo evitar asomarme… sigue tal cual como lo recordaba; pero algo cambió ahí…

¿No lo quieres dejar ir… verdad, Nana?

Me acerco a la cama y subiéndome a ella puedo escuchar un suave gimoteo… estas llorando como pocas veces te he visto; tú la grande y poderosa Nana llorando…siendo vulnerable.

Me parte el corazón…

Te acurruco en mis brazos, dándote el apoyo que tanto debo… por todas aquellas noches en que me escabullía a tu habitación para dormir bajo tu seguridad… ahora es diferente y sé que no puedo darte el confort que necesitas pero…

Aquí estoy…

Hey Nana… ¿la primavera aún está muy lejos? El invierno sigue tan vehemente como hace dos años y con cada lágrima que derramas dejando correr el rímel de tus párpados significa otro año de espera.

Pero no importa…

Aún si llega una segunda era de hielo… Mientras esté contigo…

La primavera puede esperar.