"Porque somos amigos..."

Por: JkRowling.

Disclaimer: Harry Potter y los personajes relacionados son propiedad de J.K.Rowling y Warner Bros.

Summary: Cinco años después de Hogwarts. Hermione se ha distanciado de sus amigos, y finalmente resignado a olvidar. Sin embargo, un vuelco en la vida de ambos cambia las cosas, pero al parecer... ya es demasiado tarde.

Capítulo 1: "Vida independiente".

Era una soleada mañana de verano. Los árboles y las flores se mecían suavemente al compás del viento mañanero y el cielo cernía el paisaje abrazado de unas espesas nubes blancas.

Aquel pequeño barrio, llamado Black Island, se caracterizaba por su gente tranquila y de buen gusto. Las casas eran amplias y afanosamente decoradas, con un toque rústico que se acompañaba con el maravilloso paisaje que las atravesaba.

Mar, árboles y viento. Así había elegido Hermione Granger el lugar que pasaría a ser su refugio de por vida. Sus padres habían tratado de apelar en cuanto al lugar, ya que la distancia que los separaba era demasiada y ellos extrañaban a su hija por largos periodos antes de poder abrazarla al verla bajar de su automóvil. Sin embargo, Hermione no había escuchado a nadie, y con un increíble entusiasmo y rapidez compró aquélla casa maravillosa donde ahora recordaba cinco años de su existencia.

Cinco años de estudio, trabajo y soledad. Hermione salió con excelentes calificaciones de Hogwarts que le permitieron postular a un Instituto Mágico de Curanderos y tomar un trabajo muggle cerca de su hogar para costearse los estudios y llevar una vida bastante cómoda. Estudiaba los días lunes, miércoles y viernes en las cercanías de Londres y trabajaba los martes y jueves, quedando así libre sus fines de semana, que aprovechaba para descansar o para hacerle una visita a sus padres en la ciudad periódicamente.

Pero en su vida no había mucha diversión. Todos los días, la misma rutina. Honestamente, ella no se quejaba, porque el trabajo y los estudios mantenían su mente ocupada, aunque a veces no libre de tensiones. En esas ocasiones, Hermione deseaba volver a sus años en Hogwarts, donde la prioridad eran sus estudios, pero contaba con la compañía de sus dos mejores amigos.

Ella sabía que Harry y Ron estaban bastante concentrados en sus trabajos (los dos ejercían de Aurores para el Ministerio), pero no podía negar que sentía una especie de tristeza porque ellos la habían olvidado.

Era, más bien, la distancia. Harry y Ron vivían en Londres, en el mismo edificio, pero en diferentes departamentos. Habían intentado vivir juntos, pero la diferencia de gustos, las costumbres y manías propias, los había obligado tres semanas después a decidir que era mejor independizarse.

Hermione los llamaba a veces, pero Harry extrañamente nunca se encontraba en su departamento y Ron no era exactamente la persona capaz de revelar dónde pasaba su amigo las tardes y noches del fin de semana. Sin embargo, Hermione ya tenía una idea de aquello, y cada vez que la analizaba terminaba sintiéndose estúpida y miserable.

Sólo dos personas sabían de sus sentimientos, de sus sueños sin realizar y de las razones de su soledad y tristeza: Ron y Ginny. El último año en Hogwarts había sido un periodo de tiempo donde todos se conocieron más. Hermione había puesto fin a su inseguridad y Ron y Ginny descubrieron prontamente lo que ocurría en su corazón desde hace dos años: Estaba enamorada.

¿Pero de qué había servido? Las cosas habían marchado igual que siempre, y sus esperanzas se desvanecieron rápidamente al acercarse el término de su periodo escolar. Incluso así, Hermione había guardado la ilusión de que tiempo después, Harry pudiera fijarse en ella como algo más que una amiga.

Pero habían pasado cinco años. Cinco años donde cada trocito de ilusión había muerto.

~~***~~

Tip... Tip... Tip...

Hermione saltó bruscamente de su cama. Llevó sus manos a la cara y frotó sus ojos, tratando de despertar.

Tip... Tip... Tip...

Su reloj despertador señalaba con números fosforescentes las nueve de la mañana. Ella gruñó y se recostó nuevamente, intentando volver a dormirse pero el sonido del reloj se volvía cada vez más fuerte.

TIIIP... TIIIP... TIIIIIP...

-¡Ya, ya!-Murmuró levantándose lentamente. Apretó el botón de apagado en el reloj y luego de bostezar ampliamente tomó su bata de dormir y caminó hacia el baño.

Todo estaba inmaculado allí adentro. Clara, la empleada doméstica que tantos años había servido a los Granger, se mudó hacia su casa a ayudarle y también a ofrecerle un poco de compañía. Ella se encargaba de mantener la casa especialmente limpia y ordenada.

Hermione entró a su ducha y giró la llave del agua caliente. Diez minutos después, el baño estaba sumergido en vapor.

Ella sacó el shampoo restante de su cabello, mientras pensaba en lo que haría aquel sábado. Sus padres iban a visitar a una tía, por lo tanto no estarían en casa, y además le había dado el día libre a Clara... Con un suspiro, se resignó a pasar otro fin de semana en soledad.

Terminó de ducharse cinco minutos después. Envolvió su cuerpo en una toalla, y salió del baño.

Iba en la mitad de las escaleras hacia su dormitorio cuando el teléfono sonó. Encogió sus hombros con un nuevo suspiro, y bajó las escaleras para tomar el auricular.

-¿Hola?

-Hermione, ¿cómo estás?-dijo una voz alegre al otro lado del teléfono. Ella no tardó un segundo en reconocerla.

-¡Ron! Al fin llamas, yo estoy bien, ¿cómo estás tú?-preguntó entusiasmada.

-Genial... ¿No recuerdas qué día es hoy?

Hermione frunció el entrecejo y levantó la vista hacia el calendario. Era el 1 de marzo.

-¡Tú cumpleaños! Lo olvidé, disculpa...

-Descuida-replicó Ron-. Yo llamo para invitarte a mi fiesta.

-¿Fiesta?-repitió Hermione, extrañada.

-Sip, invité a algunos amigos del Ministerio y a la familia, ¿vienes?

-Hum... sí, está bien.

-Ah... y va a estar Harry-la voz de Ron comenzaba a sonar incómoda.

La sonrisa de Hermione se desvaneció al instante.

-Bien...

-Hermione, hay algo que tú... eh... no sabes.

-¿Qué cosa?-inquirió fingiendo extrañeza. Ella sabía lo que iba a escuchar.

-Harry va a venir acompañado de... su novia.