Sumario: La historia de nuestra quierida comandante Shepard contada desde el punto de vista del varren más querido por todos, Urz. Leve universo alternativo (partiendo del hecho que Urz se incorpora a la tripulación a diferencia del juego), con princpal énfasis en sucesos diarios de la Normandía. Al fin y al cabo todos jugamos el juego jajaja.

Disclaimer: Todos los persojaes de esta historia pertenecen a Bioware y EA. La maravillosa imagen de Urz y Shep es de Art-BlackHole de Deviantart.

Mi primera historia de Mass effect, hace muuuucho tiempo que no escribo asi que espero con ansias sus comentarios y críticas construtivas. Espero disfruten leyendo como yo escribiendo =)

Clasificado M por futuros contenidos y bueno... mass effect per se es M ¬¬

-Prologo-

Despertó escuchando el ya familiar sonido de una explosión, con un gran bostezo se desperezó sin abrir los ojos, otro disparo más cercano le insistió para esclarecer su día, pestañeando para ajustar sus sensibles y enormes orbes profundos y brillantes, con una gama de azules desde el vibrante rey hasta el vasto marino . Estirándose, como en un saludo al sol oculto por las nubes tóxicas y radioactivas de Tuchanka, decidió comenzar su día bebiendo algo del agua turbia que corría hacia el desagüe.

Era un ejemplar modelo de su especie, un macho adulto en su plenitud que poseía todo el vigor propio de una criatura originaria de uno de los ambientes más agrestes de la galaxia, y así lo evidenciaba su potente estructura ósea y masa muscular superdesarrollada. Además de los enormes colmillos que colmaban su hocico y las filosas garras de sus extremidades. Su piel gruesa y endurecida, cubierta de pequeñas y finas escamas para soportar los altos niveles de radiación del lugar, brillaban lustrosamente desafiando a sus potenciales adversarios y atrayendo las miradas de las exigentes hembras con sus colores tan exóticos para la mayoría de sus especie. Siempre destacó por el bello y extraño contraste entre su base de escamas beige, cruzada elegantemente por líneas púrpuras, que sólo se hizo más perfecta tras adquirir aquellas feroces y enormes cicatrices que cruzaban por completo sus flancos. Se movía con la seguridad de un macho que ya ha ganado un territorio y un lugar privilegiado en la jerarquía, y con la experiencia del que ha debido defenderlo. Sus finos sentidos capturando las formas, sonidos, colores, movimientos, olores y texturas que conocía desde su nacimiento. Aquellos que habían conformado todo su mundo, enmarcando y definiendo cada día de su existencia, como el constante aroma ocre del humo y el chisporroteo de las llamas en las hogueras, la fuerte pólvora y el agudo timbre de las armas al sobrecalentarse, los ronquidos y gruñidos de los dioses y los molestos chirridos de las pequeñas pestes que llamaban pyjacks, a las que en realidad debía agradecer por mantenerlo ocupado cazándoles y siendo útil a su amo.

Percibió la presencia de otra criatura que se dirigía a beber del pequeño y sucio canal y dejó que el viento le trajese el aroma de aquel que se acercaba. Se trataba de otro macho de su especie, dejó de beber y le observó de reojo, cambiando levemente su postura corporal a una más tensa indicando al recién llegado su incomodidad, mientras un ronco gruñido reverberaba en su garganta para reforzar la idea y reafirmar su alta postura en la jerarquía. El nuevo macho percibió el gesto sin embargo mantuvo su paso firme levantando las espinas y el rabo exhibiendo su carácter dominante y avasallador pese a ser más joven, con su ronco gruñido y el cuerpo aún fresco con las hormonas de la adolescencia desafió sin pensarlo a su superior sin tener en cuenta lo que cada fibra del otro expresaba a rugidos.

Él era veterano, alfa y había conseguido ello defendiendo su lugar como el más feroz y astuto de todos luchando en los pit y fuera de ellos, ningún novato recién graduado le desafiaría ni amenazaría sin aprender una lección de respeto.

Permitiendo a su adrenalina y otros neurotransmisores apoderarse de su torrente sanguíneo y sistema nervioso, al tiempo que hacía su postura corporal más evidente con sus espinas erguidas y en completa exhibición de su fuerza y superioridad se abalanzó sobre el novato rugiendo. La juventud y rapidez de sus reflejos le salvó la vida al retador, que ágilmente esquivó el ataque y lanzó el suyo propio. Con la sazón de los años el atigrado maniobró su cuerpo para utilizar a su favor el descontrolado contragolpe, y de un salto se posicionó sobre el lomo de su adversario desde donde la ventaja táctica le permitió clavar sus dientes en la nuca. Cuando un poderoso gruñido de victoria comenzaba a surgir desde su pecho antes de dar el golpe letal, sintió las garras de uno de los Dioses apretar su cuello para cortar el flujo de aire y escuchó a su maestro gruñir al que intentaba robar su victoria.

"Futatog! Deja de ahorcar a mi varren!"

"Tu bestia está atacando a la mía " rezongó aumentando la presión en mi cuello, aunque aún así no soltó al muchacho irrespetuoso.

"Seguro el tuyo no sabía en que se estaba metiendo cuando le desafió jeh, Urz está retirado y no comienza pleitos, pero seguro que los sabe terminar jeje" su maestro habló con orgullo.

"Aagh! Dark sky tiene una pelea hoy Ratch! Dile que lo suelte ya, o tú tendrás que pagarme lo que pierda hoy"

"Urz! Suelta ese cachorro, no vale tu tiempo", aún con su cuello entre sus mandíbulas rezongó en protesta, "URZ! SUELTA, YA!

Aún rezongando el alfa abrió su hocico y desmontó al abatido retador caminando hacia su amo, quien gruñó una felicitación dándole unas palmaditas amistosas y un trozo de carne de pyjack, mientras el otro Dios revisaba el cuello del perdedor y le propinaba una patada en los cuartos traseros empujándolo a su lugar refunfuñando.

"Vaya zurra le has dado muchacho, y yo creí que estar fuera de las pistas cuidando mis provisiones te había ablandado, jejeje supongo que un campeón será siempre un campeón. Ven vamos a trabajar que ya es hora". dijo el maestro mientras le acariciaba la cabeza cuando nadie les miraba.

Jadeando con una expresión de complacencia le siguió a un trote suave mientras escuchaba como la medrada ciudad despertaba a su alrededor, elevando la nariz al cielo olfateo un par de veces y sintió un escalofrío recorrerle la espina, había algo distinto en Tuchanka hoy y podía sentirlo en el aire.