No podía aguantarlo. Era demasiado para él.
Podía sentirlo. Retumbaba en su oído como si no hubiera un mañana.
Si seguía así iba a reventarle el cerebro.
Se dio vuelta y contempló a su compañero de habitación, Tobi, dormir tranquilamente. Como lo envidiaba. El podría dormir así como un bebé.
Pero no podía. ¿Por qué él tenía que ser atormentado de esa forma? Sabía que era un criminal de clase S, pero ni siquiera merecía esa tortura.
No quería levantarse de la cama. Las posibilidades de acabar con eso eran muy pocas. Tal vez podría intentar conciliar el sueño. Tal vez todo acabara…
Abrió los ojos como platos. Otra vez, su cerebro explotaría como arcilla en sus manos.
Estaba a punto de llorar de impotencia. Sólo quería dormir un poco, estaba harto, estuvo tres días enteros sin poder pegar un ojo.
Maldiciendo mientras se incorporaba y prendía la luz, Deidara decidió que acabaría con ese problema en ese mismo momento.
Mataría a ese maldito mosquito.
Ya se que es una estupidez, pero no me pude resistir, tenía que desahogarme por esos mosquitos que con su zumbido no te dejan dormir xD Además, creo que Deidara encaja bien en esa situación.
