Cuando la fuerza se vuelve vida
La profecía del Jedi ciego
Eredenn, año 990 aBY... en lo profundo de una oscura cueva helada, un viejo ermitaño medita en su soledad. Aquel maestro que en algún momento fue un gran Caballero Jedi ahora permanecía solo y frágil en aquel deprimente lugar, las pocas veces que salía eran en busca de las pocas plantas comestibles que lograba recolectar a pesar de su edad.
Hace años que su único aprendiz se dejo llevar hacia el lado oscuro de la fuerza y lo traicionó dejando al maestro Jedi ciego y falto de una pierna...El recuerda aquel momento como uno muy doloroso ya que entrenó al joven aprendiz desde su infancia, mas sabe que la tristeza no es compañera del Jedi.
Desde aquel fatal dia, aquel maestro ha estado preguntándose el porque de la naturaleza de la fuerza, dia tras dia su mente era absorbida por aquella cuestión, mas un dia su duda fue contestada...
Dime ¿por que te pasas la vida preguntando si el equilibrio de la fuerza es normal? ¿Porque no has salido de tu exilio voluntario y regresas con los Jedi? – le decia una voz en aquella cueva
Porque cuando encuentre la respuesta para tal pregunta podre seguir mi camino y morir en tranquilidad con mi espíritu calmado – contesto el maestro dejando caer su cuerpo en aquel lugar que hacia años se volvió su cama
Pero ¿que es para ti lo normal? La luz no existe sin la oscuridad y el mal no existe sin el bien, deja ya de dificultar tu existencia. Todo es como debe ser – argumento la voz ahora saliendo desde las grutas
Y ¿por que debe ser asi?, acaso ¿no llegaran tiempos en los que la vida ya no se vera atentada por la muerte? – pregunto lastimeramente aquel anciano
Mas la voz no le contesto nuevamente sino que de inmediato aquella cueva empezó a temblar estrepitosamente, por esos instantes el maestro Jedi no abandono su tranquilidad mas podía sentir como la fuerza era inmensamente fuerte en aquel recóndito lugar.
Aquellas estalactitas frías y puntiagudas que colgaban de aquel disparejo techo temblaban amenazando caer con rapidez hacia el cuerpo del Jedi que permanecía sereno ante el peligro. Con sus oídos podía escuchar el crujir de las rocas de hielo en el exterior ante tal terremoto mas aun asi no hizo el más mínimo esfuerzo por salir de aquella difícil situación...
Una vez que acabo de temblar en aquella cueva escondida entre las montañas nevadas, el maestro Jedi sonrió levemente y con una mirada tranquila expreso:
No había sentido experiencia asi en toda mi vida mas lo agradezco, ya que pude ser testigo de como la fuerza se manifestó ante mi, un insignificante anciano cuyos días son los últimos, pero ahora me digo si ¿la fuerza misma contestara mi pregunta? – hablo suavemente el Jedi sintiendo un cansancio natural ya en alguien de su edad
Déjame decirte que si – contesto la voz ahora emanada desde la entrada de aquel lugar ya casi destrozado
Y ¿que es lo que me dirás? – pregunto el maestro tratando de acercarse hacia la voz
Solo te diré esto y escúchalo bien, has de dejar un mensaje escrito con tus manos no te preocupes yo las moveré por ti, aquel mensaje es la respuesta de tu pregunta mas el precio de este obsequio es que tu nunca lo veas o escuches en esta vida – dijo la voz tomando un tono serio y directo
Lo acepto y conozco el porque de tal decisión, en mi afán de obtener aquel precioso conocimiento desperdicie lo adquirido sólo en mi cuando el conocimiento es de todos, pero dime por favor ¿en que mundo mi hambre de conocimiento será saciada? – argumento el Jedi sintiéndose cada vez mas cercano a la muerte
A su tiempo Jedi, a su tiempo, solo te diré que cuando lo sepas tu te volverás uno con la fuerza, mas ahora el mensaje debes escribir – completo la voz que de inmediato empezó a mover los brazos cansado del Jedi
Y asi empezó a escribir sobre aquellas rocas y tablas varias frases y símbolos escritos en un dialecto antiguo, el Jedi no podía parar solamente se dejaba guiar por aquel ser, con cada palabra la vida del Jedi se apagaba con cada letra sus ojos se llenaban de lagrimas no de tristeza o miedo sino de una alegría y paz interna que cada vez se volvía mas abundante. Al final de aquel gran momento, su vida cesó de inmediato y su espíritu abandono su cuerpo marchándose hacia otros rumbos desconocidos y distantes...
Esta hecho, maestro Jedi, esta hecho, tu respuesta no será escuchada por tus oídos en este tiempo, ya que será legado de generaciones Jedi y Sith que vendrán en los tiempos futuros y verán cumplirse cada una de tus profecías aquí redactadas, solo espero que sepan escucharlas y no duden de su validez, porque al no escuchar lo que la fuerza ha dictado, la fuerza decidirá quien es el bando que debe ser merecedor de su presencia... – agrego la voz cada ves mas suave extinguiéndose ante el ruido del viento helado
Fin
