CAPÍTULO 1
Harry llegó a la madriguera al mediodía. Estaba ansioso por volver a ver a sus amigos y pasar el resto de verano con ellos, pues la estancia con sus tíos había sido tan aburrida como los años anteriores. Tenía ganas de estar en armonía, de no tener que oír los gritos de los Dursley, de poder pasar tranquilo lo que quedaba del verano.
- ¡...Y yo te estoy diciendo que eso no es así!
- ¿Ah, no? Perdona, pero que saques mejores notas que yo no significa que seas más lista...
"Bueno, al parecer las vacaciones aquí serán tan tranquilas como con los Dursey" pensó Harry con ironía.
Entró en el salón y ahí estaban: Ron y Hermione discutiendo, seguramente por alguna razón absurda. Harry intervino:
- Menuda manera de dar la bienvenida...
- ¡Harry! – gritaron Hermione y Ron a coro.
- Te echábamos de menos – dijo la chica abrazándolo. – Creía que venías mañana...
- ¿Ves cómo tú también te puedes equivocar? – replicó Ron. A continuación le dio la mano a su amigo. – Bienvenido, tío.
- Oh, vamos, ahora me dirás que es lo mismo – le contestó Hermione.
- De acuerdo chicos, ¿qué pasa ahora?
- Harry, dile a Hermione que los Chudley Cannons llevan ganando el campeonato británico de quidditch siete años, y no seis.
- Ron... lo siento pero son seis... ¿No te acuerdas que hace tres años fueron descalificados porque habían encantado las bludgers y les arebataron el primer puesto?
Hermione hizo un gesto que parecía decir "te lo dije". El pelirrojo se dio media vuelta ofendido y se dirigió al sofá murmurando cosas como "hasta en el quidditch tiene que saber más que yo" o "siempre me deja en ridículo".
Harry procuró cambiar de tema antes de que su amiga respondiese a los murmuros de Ron:
- Bueno, ¿qué tal las vacaciones?
- Bastante bien. He estado en Irlanda con mis padres y hace tres días que llegué aquí – contestó la chica.
- ¿Y tú, Ron?
- No he hecho nada especial... Aguantar a mis hermanos, básicamente.
- No sé de qué te quejas, yo daría lo que fuera por tener una familia como la tuya – replicó Hermione. – Siempre te quejas de tus hermanos y tus padres, pero créeme, es mejor tener hermanos que no tenerlos. No sabes lo que te puedes llegar a aburrir a veces si no tienes a nadie con quién jugar, con quien hablar...
- Oh, sí, vamos a compadecernos de Hermione – respondió Ron con agresividad. – Debe ser muy duro irte de vacaciones a Irlanda, o tener libros y ropa nueva, o ser tan inteligente... Pobrecilla.
- La inteligencia y el dinero no lo es todo, ¿sabes?
- ¿Ah, no? ¿Por qué no se lo preguntas a mi familia? ¡Ya van dos hermanos míos que no han terminado los estudios, yo dudo que vaya a conseguir aprobar todo, y para colmo somos pobres! Pero claro, ¿qué es eso comparado con lo tuyo?
- ¡Ron no seas estúpido, tu familia es estupenda! ¡A veces te comportas como un imbécil!
- ¡BUENO YA VALE! – chilló Harry. - ¿ES QUE NO PODEMOS TENER NI SIQUIERA UNA BIENVENIDA EN PAZ?
