Risas obstruidas.
Yuuta se encontró revolviendo su plato sin mucho ánimo de comer. Lo cual era bastante extraño, siendo que ahora le habían servido como premio el Curry de calabaza que tanto le gustaba, cortesía de Mizuki-San, quien se había pasado la tarde en la cocina preparando los platillos preferidos de los titulares.
Era justo que celebraran su victoria de distrito con lo mejor que pudiera otorgarles el manager en tan poco tiempo,
Y claro, la victorea también era motivo de alegría. (O lo era ver a Yanagizawa y Atsushi senpais cantando con una cuchara cual micrófono, incluso el ver las furtivas miradas que Kaneda mandaba a su capitán mientras asentía a lo que todo este le decía). Pero él no podía estar alegre. No cuando una cuestión giraba en su mente, a pesar de ser algo irrelevante. Más sin embargo, el cometario tenia razón.
-"Jamás te he visto reír, Yuuta-kun, tu ceño casi siempre está fruncido".
Había intentado no prestar atención a esas palabras dichas por Nomura, e incluso, cuando hubieron regresado a St. Rudolph, en la intimidad de su cuarto y frente a su espejo había ensayado su risa. Pero esta no salía natural. Escapaba de su boca de una manera tan forzada y artificial, que parecía una risa de muñeca.
Se había fijando entonces, mientras todos celebraban, aunque la risa de cada uno era diferente, brotaba como si nada. Les era tan sencillo, que los envidiaba.
Kaneda tenía una risa tímida, mientras que Akazawa se reía con soberbia. La de Atsushi era gruesa, como oír reír a un hombre grande, y la de Yanagizawa era cómica, con su encogimiento de hombros, temblando mientras lo hacia. Nomura lo hacia de una forma discreta, casi apernada.
Y que decir de Mizuki-San (quien ahora se encontraba arreglándose en su cuarto, después de haber preparado el banquete para los titulares) que tenía una risa por demás extraña con sus "Nfu" repetidos de una forma casi diabólica, era natural en él.
Pero Yuuta no, a él le costaba más trabajo reírse.
O eso pensó.
Porque un ruido hizo que levantara su vista de su ya irreconocible plato y una sonrisa se coló entre sus labios, viendo a un fragante Hajime luciendo otro de sus estrambóticas camisas púrpuras con alguna flor que ahora no reconocía.
Mas ahora, que reía a lágrima viva, como si nunca antes se hubiera reído, mientras los otros guardaban un sepulcral silencio como si alguien acabara de morir, o estuviera a punto de hacerlo.
Pero Yuuta no había podido parar ni tampoco pensaba hacerlo, se había olvidado de su imposibilidad para reír. Todo lo que podía ocupar su mente en ese momento, era la estampa de un Mizuki en el suelo, con su plato de pasta esparcido en el suelo y su nueva camisa, con el pelo repleto de salsa de tomate y una cara tan roja como la misma.
Y recordó Yuuta entonces, porque era que le gustaba tanto su senpai. Por mucho que le torturara, siempre había una forma en el que lo hacía reír.
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Espero les haya gustado este primer capitulo. También es una colección de Drabbles, centrado esta vez en la pareja de Mizuki/Yuuta y al igual que los otros, serán de cosas que se me ocurran de pronto. También acepto ideas.
Por cierto, no se espanten si de pronto aparecen capítulos con los personajes principales como KENN y Shiozawa Hidemasa. O incluso de otros personajes de la St. Rudolph.
Dedicado con mucho cariño para mí, porque hace mucho que no me dedico nada.
Los quiero.
