Era un nuevo verano, que se estaba anticipando al nuevo curso para el trío inseparable de amigos, iban a empezar su séptimo año en el Colegio Hogwarts de magia y hechicería.
Ron estaba muy nervioso, ya que en esa mañana llegarían sus dos amigos, para pasar lo que quedaba del verano junto a él, en la madriguera.
Ron, estaba tomando desayuno junto a su familia, cuando de repente se oyó un fuerte estruendo en la chimenea, y dentro del humo, apareció Hermione, lucía igual que siempre, con su pelo enmarañado, y con aspecto serio. Ron se acercó a saludarla.
- ¡¡Hola Herm!!, ¿Cómo estas?- preguntó Ron
- ¡Bien!, ¡¡Que gusto verte!! (hermione se acercó y le dio un efusivo beso en la mejilla), pero muy cansada con el viaje de polvos flu, y tu, ¿cómo estas?-
- Bien, esperando a Harry, para que podamos partir a Hogsmeade- contestó Ron, un poco sorprendido por el saludo de Hermione.
- Ya niños, vayan a ordenar sus cosas para que podamos partir rápidamente- dijo la Señora Weasley
- ¿Te llevo tu maleta Herm?- dijo Ron
Si fueras tan amable, jajajaja, y desde cuando me llamas Herm? - respondió Hermione
Ehhh...no se, es más fácil- respondió Ron.
Subieron a las piezas y Ron acomodó la maleta de Herm en la habitación.
-¿ Dormiremos juntos?- Preguntó Hermione muy sorprendida
- Sí, ¿algún problema?, jaja –dijo ron
- Este... no, pero ¿tu madre no se molesta?- respondió Herm
- No, ella sabe que solo somos amigos- dijo Ron
Derrepente sonó un fuerte estruendo como si alguien se hubiera golpeado muy fuerte y Hermione y Ron a ver que había pasado y encontraron a Harry y tirado en el suelo gritando de dolor.
Ginny también fue a ver que había sucedido.
- ¿Estás bien Harry?, ¿Que te sucedió?- Pregunto Ron muy preocupado
- Creo que me rompí la pierna, auch- Dijo harry
- MAMA!!!!- grito ron para que su madre viniera- hay que llevar a Harry a San Mungo, creo que se rompió la pierna.
La señora Weasley desesperada cogió a Harry en sus brazos y lo llevó al auto, todos los demás corrieron al auto para poder acompañar a Harry.
- Harry querido, ¿que te sucedió?- le preguntó la Sra. Weasley
- Estaba viajando por los polvos flu y derrepente perdí el control y caí de mala forma.
Llegaron a San Mungo y los atendieron enseguida.
- Harry tuvo una fractura muy grave en su pierna , creo que necesita unos dos días de reposo- dijo el curandero y se marchó.
- Mamá,¿ me puedo quedar a acompañar a Harry sólo por esta noche?- pregunto Ginny, ya que el resto tenía que hacer compras para el colegio.
- Esta bien, pero ten cuidado, que en este Hospital hay muchos locos- le susurro la Sra. Weasley a Ginny
Harry y Ginny se quedaron solos en la habitación, Ginny estaba muy cambiada, lucía mas madura, más grande, mas divertida y últimamente se había hecho muy amiga de Harry. Ginny, aún seguía sintiendo algo por Harry, ya que luego de terminar con Michael Corner, sus sentimientos habían vuelto a aparecer, pero pensaba que nunca tendría una oportunidad con Harry.
- Hola Harry, ¿estas mejor?- pregunto Ginny
- Si, me siento bien, gracias por acompañarme – dijo Harry
- De nada, el resto se fue al callejón Diagon a realizar algunas compras, además yo ya había comprado todo, así que no tengo ningún problema.
- Bueno, gracias, espero que esto se me quite pronto, quiero disfrutar mis últimos días de vacaciones- dijo Harry.
De repente, Harry se quedó mirando a Ginny con una expresión sorprendida... lucía, bueno... muy linda, ¿se había hecho algo? ...¡¡¡Vamos!!!, ¿En que piensas? –Pensó Harry.
-¿Pasa algo?- preguntó intrigada Ginny.
- No, nada... no te preocupes, creo que estoy algo cansado.
- Bueno, te dejo descansar, duerme tranquilo, si necesitas algo yo estoy en la habitación contigua.
-Adiós... - Harry miró al techo, y lentamente se empezó a quedar dormido.
