¿Había una cámara en mi habitación?
1.- Ikki:
Ikki duerme desnudo.
No es por comodidad. Es por hábito. En la Isla de la Reina Muerte jamás usó pijama, así que ahora no lo usa porque no se le ocurre que sea tan necesario. Y así, desnudo, se pone a hacer elongaciones para luego hacer sus ejercicios con pesas.
Contemplad cómo el sudor corre por sus pectorales y sus bíceps, mientras sus hermosos ojos claros están solo concentrados en cultivar sus músculos...
Observad cómo sus largas y bien formadas piernas tiemblan levemente al soportar el peso de los doscientos kilos que está levantando ahora...
Mirad su bien redondeado... no, mejor no sigamos mirando. Aunque debo comentar que al parecer su mamá no usó polvos talco cuando lo mudaba, sino polvos de hornear.
Permítanme presentarme. Soy la operadora de las cámaras de seguridad. Hace tiempo las instalaron y con todo eso de las guerras se habían olvidado de mí y de ellas, pero aunque no me pagan, no tengo nada más que hacer, y a una pobre computadora se le puede permitir gozar un poco de la belleza humana, ¿no?
Y aquí me tienen, contemplando la carne humana. Ikki es un muy buen ejemplo de carne humana. Todas las mañanas y las noches se ejercita desnudo. Si tuviera hormonas estarían todas enloquecidas. Pero no las tengo, así que me limito a observar.
Por eso no me da pena cuando se acuesta y se arropa, murmurando una plegaria por el alma de Esmeralda, y otra por la felicidad de su hermano Shun.
El resto del tiempo, si no está durmiendo, o entrenando, o rezando, Ikki se limita a mirar fijamente el techo y a veces murmura algo que no logro entender. Pongo el zoom para acercarme a sus labios e intentar leerlos, pero no sirve. Sus pensamientos son para mí un misterio.
Un par de veces Shun entra a visitarlo, le habla de sus clases, de sus novias, de sus paseos. Ikki lo mira todo el tiempo con ese brillo especial en los ojos, le dice uno que otro comentario irónico, y luego lo manda a estudiar. Y ahí se queda, ahora con los ojos opacos, mirando el techo hasta que le llega la hora de entrenar.
Próximo capítulo: Shiryu.
