Era un domingo por la mañana bastante lluvioso en la estación de trenes de Londres, la cantidad de niños, adolescentes y mascotas anunciaban que al otro día se comenzaría un nuevo año escolar en el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería.

Luego de analizar detenidamente el panorama, me decidí entrar al andén nueve y tres cuartos junto con mi gato Sebastián, un gato gris, peludo y algo holgazán que descansaba en su jaula y parecía disfrutar el viaje –Ojala pudiera ser como tú, animal gordo, una bola de pelos sin preocupaciones- .

Al hacer mi entrada al lugar "secreto" de la estación londinense de trenes volví a observar a mí alrededor en busca de mis amigos que por cierto no localice, supongo que los veré en el tren, por lo tanto voltee y fui a hablar con mis padres:

-Adiós mamá, Adiós papá, el tren está por salir….gracias a Dios –lo ultimo lo dije entre murmullos, no quiero que me den un sermón de por qué debo apreciarlos, les señale a un señor que agitaba una campana repetidas veces anunciando la salida del expreso a Hogwarts.- Adiós hija, te avisamos si te buscamos para navidad o si te quedas en Hogwarts – dijo mi madre un poco indiferente como de costumbre – Bueno, adiós – les dije y me dirigí en dirección a el señor de la campana, - Hombre cálmese que ya entendimos, no es justo para la campana ser agitada tantas veces, me va a reventar los tímpanos, en serio ya entendimos – tras dejarle claro al señor que su campana me estaba molestando me subí al tren y observe por la ventana a dicho hombre un poco ofendido, dirigiéndose a hablar con algunos compañeros, me sonreí a mi misma al darme cuenta que el sonido de tan odiosa campana se había detenido.

Ya dentro del tren, salude a algunos compañeros con indiferencia y comencé la misión de buscar algún compartimiento vacio, al encontrar uno me senté en mi lugar favorito: junto a la ventana, saque mis auriculares y comencé a escuchar música.

- "¿Que me depara este nuevo y monótono año?" – pensé, la verdad es que siento que soy la única chica a la que le da igual si soy maga o no – La magia no es tan importante – exclame en el solitario compartimiento. Una de las cosas que más me gusta de Hogwarts es que de hecho tengo algún tiempo alejada de mis padres, por supuesto, amo a mis padres pero a veces pienso que tal vez el sentimiento no es correspondido, puede ser que solo estoy exagerando pero podría jurar que mis padres le prestan el 99.5% de su atención a mi hermana de 9 años Daniela, la niña es manipuladora, perezosa y caprichosa pero a mi parecer todo esos defectos no les importa a ellos por lo tanto me volví bastante independiente, aprendí a hacerme comida, a trabajar para ganar algo de dinero extra entre otras cosas. En cierta forma Hogwarts es mi escape de la realidad, aunque a veces solo deseo salir de allí de una vez por todas – Solo dos años y te vas a hacer lo que te dé la gana Santana, solo dos años – suelo repetirme.

Mis pensamientos fueron interrumpidos por el sonido de alguien golpeando el vidrio de la puerta del compartimiento histéricamente.

- ¡Santana! Llevo como 5 minutos aquí parada tratando de que me abras la puerta así que mueve tu trasero y quita el seguro – Exclamo una molesta Quinn Fabray que estaba parada en el pasillo sosteniendo algunas bolsas de dulces.

- Perdón Perdón, Enfriate Fabray y calma tu pequeño cuerpo antes de que te salgan mas arrugas – Me dirigí a la puerta y le quite el seguro dejando a Quinn entrar al compartimiento – ¿Que eso que traes ahí? – Señale las manos de Quinn haciéndole saber que me interesaba lo que traía en esas bolsas, parecían dulces y en este momento tengo mucha hambre.

- Gracias finalmente…..yo no tengo arrugas – Quinn se sentó y me miro como si la pregunta hubiera sido la más obvia del mundo – ¿Ah esto? – asentí repetidas veces – Son solo unas habichuelas mágicas que le compre a un pequeño niño por una vaca en la estación de trenes, dijo que si las sembraba crecería una planta gigante que me llevaría al castillo de un gigante, allí podre encontrar unos huevos de oro que me harán rica y sacaran a mi familia de la miseria- Soltó una risa burlona y me entrego la bolsa.

- Ojala que el gigante te capture y no vuelvas mas – Le dije luego de agarrar la bolsa y revisarla – Una figura en chocolate de Harry Potter? ¿Es en serio? Ni siquiera se parece, tiene la nariz gigante – observe a tan curioso y feo muñeco, seguidamente lo mordí, debo admitir, estaba delicioso.

- ¿Como supiste quien era entonces?, desde que se convirtió en el héroe del mundo mágico mi mamá compra toneladas para repartir a toda la familia, tiene alguna rara obsesión. –

- Y ahora todo el mundo muggle sabe de la existencia de Harry Potter, aun no puedo creer que J.K Rowling nos haya traicionado y prácticamente delatado la existencia del mundo mágico, al menos los muggles son tan ingenuos que piensan que es solo una saga de ficción, tal vez yo deba salir diciendo que el señor de los anillos también fue una historia basada en la realidad a ver si me gano algunos millones, también podría decir que yo soy Alicia de Alicia en el país de las maravilla y que todo sucedió porque un día me dio por probar droga y aluciné. –

- A veces me pregunto qué tanto pasa por tu mente, aunque tienes que admitir que los libros son estupidisantes, yo los leí todos y eso que ya se me la historia – Dijo Quinn poniendo sus pies sobre el otro asiento y dándole el primer mordisco a la cabeza de su chocolate.

- Hubiera sido más realista si ella hubiera dicho que no eran 3 amigos sino 4 y que a la 4ta le revocaron la magia por contar la historia del mundo mágico a todo el planeta tierra. Exagero la historia demasiado, Voldemort si tenía nariz, no entiendo porque en la película sale sin nariz, además era bien guapo, si él me hubiera invitado a salir, lo hubiera hecho encantada – Dije con algo de sarcasmos, aunque en realidad si era bastante guapo, al darme cuenta que cierta odiosa persona no estaba presente me dirigí a Quinn con algo de curiosidad y le pregunte: – Cambiando el tema, donde está Berry? –

- No se supongo que con sus amigos – voltea y mira a la puerta, levanta la ceja y me mira de reojo – creo que te buscan – señala a la puerta.

Cuando me di cuenta de el ser parado al otro lado del vidrio suspire y abrí la puerta – ¿Que quieres? ¿Se te perdió tu rata? –me dirigí a Finn quien lo único que hacía era sonreír.

- De hecho Santana solo quería pasar a saludar, mi rata esta en su jaula, gracias por preocuparte pero en serio quería saludarte así que Hola- Abre sus brazos y me abraza, lo único que hice fue quedarme quieta y en shock, ¿será que tiene amnesia y no recuerda nada o su madre por fin decidió llevarlo a consulta con el psiquiatra y le descubrieron retraso? Me dije a mi misma, cuando finalmente Finn se despega, sacude la mano en señal de que se marcha y desaparece en el pasillo.

Quinn quien miraba entretenida la escena decidió hablar al ver que al parecer yo todavía no reaccionaba – ¿Santana? Se te ve bastante cómoda parada mirando al vidrio vacio pero creo que ya te puedes sentar. –

Sus palabras me sacaron de mi pequeño mundo, moví la cabeza en negación y regrese a mi asiento – Gracias por el dato Fabray, solo estaba viendo algo en la ventana eso es todo – trate de disimular un poco, aunque quizás Quinn se haya dado cuenta de mi extraña reacción, cuando le vi intenciones de hablar, rápidamente contraataque – ¿Por qué Rachel no está contigo? –

Pude notar que se movía un poco incomoda - Se podría decir que durante las vacaciones ella y yo decidimos dejar de vernos, terminar la relación – Automáticamente el ambiente se torno algo incomodo y Quinn comienza a mirar al piso.

- ¿Dejar de verse? Pero si el año pasado no podían ni estar 5 metros lejos la una de la otra, era casi enfermizo, parecían una pareja que cumplían 50 años de casadas y que lo celebraban jugando ajedrez en el ancianato mientras escuchaban exclusivamente música de shows de Broadway ¿por qué tan de repente? ¿Qué paso? – Esta noticia me agarro de sorpresa, de todas las cosas que no me esperaba escuchar, esta era la primera.

- Al parecer ella empezó a preguntarse si realmente quería de esa forma a las mujeres, me dijo que a veces extrañaba a los hombres y que estuvo a punto de hacerlo con Puck – Dijo Quinn dándose cuenta de que algunas lágrimas se le escapaban.

- Ósea coloquialmente ella no sabe si es lesbiana y estuvo cerca de la zona Puckerman? Maldito Puckerman, primero deja embarazada a una chica y ahora hace confundir lesbianas –Quinn asintió, la verdad verla así me partió un poco el corazón, por lo tanto decidí moverme a su lado y abrazarla, cuando sentí que me había correspondido el abrazo, sentí la necesidad de decirle algo para consolarla, al encontrar las palabras correctas rompí el abrazo y la mire a los ojos – Yo se que duele perder a alguien que amas pero estoy segura de que con el tiempo va a sanar ¿ok? Tal vez no hoy ni mañana, pero va a sanar – limpie algunas lagrimas del rostro de Quinn y volví a mi cómodo asiento.

Quinn sonríe y alza ambas cejas – No sabía que Santana Fucking López tenía un lado suave, me gusta ese lado de Santana, debería sacarlo más a menudo ¿no crees? –

- Veo que no pierdes el humor, y no, me gusta la sexy y controladora Santana, ahora cállate antes de que acabe contigo – cruce los brazos y alce mi cara con orgullo, la verdad es que Santana la controladora era más fácil de manejar que Santana sensible, así que usualmente dejo salir a la primera.

- Gracias Santana, siempre me haces sentir mejor, de una forma extraña pero lo haces. –

- Ugh, como 5000 chistes cursis se me acaban de ocurrir, si te hace sentir mejor….tal vez le dé una paliza a Rachel. –

- ¿Como la que le diste a Lauren el año pasado? Es claro que una de las dos acabo en la enfermería, trata de adivinar cual, y lo peor es que estabas peleando por Puck – se pone la mano en la boca para disimular la risa.

- Como veo que ya estas totalmente de buen humor y recordando algunos sucesos del pasado, asumo que ya puedo volver a la normalidad, sin cursilería de amigas por mucho tiempo, necesito recuperarme para volver a tener un momento como ese y lamentablemente voy a dejar de compartir mi sabiduría contigo porque resulta que llegamos – dije luego de escuchar la voz del parlante avisando que ya podíamos bajarnos, me pare y agarre mi bolso.

- Para tu conveniencia, sabemos que tienes una debilidad por mi cuando me ves llorar, estoy orgullosa de decir que saco lo mejor de ti – Quinn imitó mis movimientos y salió del compartimiento dejándome algo sorprendida por su reacción.

-Hey Quinn, ¿cuándo te convertiste en mi clon? Sabía que era una inspiración para ti pero nunca pensé que me imitarías – me reí y la seguí hasta bajarme del tren.


Fuera del tren Hagrid comenzó a llamar a los estudiantes de 6to año, guiándonos hasta las canoas – Santana, Finn, Sam, Quinn y Rachel van en esta canoa – Dice Hagrid señalando a la canoa que estaba esperándonos para llevarnos a las instalaciones de Hogwarts.

Mire a Quinn ante la mención del nombre de Rachel, voltee los ojos y entre a la canoa.

- Hey Santana – dice Rachel sentándose justo al frente de Quinn – Hola Quinn – baja la cabeza y finge estar concentrada en el agua – Yo solo la mire con algo de desprecio y Quinn trato de sonreír un poco.

El siguiente en entrar a la canoa fue Finn a quien le dio por saludarme nuevamente con un abrazo y con un beso a Rachel y Quinn pero aun sin dejar de mirarme, Estúpido Frankenteen con su sonrisa y su cabello perfecto, quien se cree que es para ir repartiendo abrazos, pensé, en serio no entiendo que bicho raro le picó, un abrazo mas y lo dejo sin hijos.

- Hey cariño – entró Sam de un salto y junto nuestros labios en un beso que duro aproximadamente 10 segundos – Te extrañe como loco – sonrió y me beso la mano, no pude evitar pensar: cursi – Hola Quinn, Rachel, Finn. –

- Hello Sam, lo sé, es difícil no tenerme cerca aunque yo también te extrañe, - la verdad Sam y yo empezamos a salir 1 mes antes de salir de clases y el ya parecía tomar esto muy en serio, dirigí mi mirada hacia Finn quien al igual que Rachel parecía concentrado en el agua, por cierto… ¿Qué habrá en el agua?

- ¿Qué hiciste en vacaciones? – dijo Sam mirando algo curioso a la escena de incomodidad que estaba desarrollándose al otro lado de la canoa.

- Mis padres viajaron a Irlanda y me dejaron en casa con mi abuela, por lo tanto no hice nada importante – Le sonreí sarcásticamente, aunque lo que estaba diciendo era verdad, mis padres prácticamente me abandonaron todas las vacaciones con mi aburrida abuela, lo único nuevo que hice fue aprender a tejer, si, aprender a tejer, Que patético – ¿Y tú qué hiciste? –

- Toda mi familia fue a Orlando en Estados Unidos, visitamos el parque de Harry Potter, el castillo de Hogwarts es muy parecido. –

- ¿Porque todos llegaron este año hablando de Harry Potter? – Ya me tiene un poco harta el tema.

Luego de unos significantes 10 minutos de silencio incomodo finalmente llegamos al muelle y nos bajamos de las canoas, al entrar a Hogwarts nos fuimos a la sala común de nuestras casas, Quinn y yo: Gryffindor, Rachel y Finn: Hufflepuff y Sam: Ravenclaw.


En la sala común de Gryffindor todos parecen estar riendo en pequeños grupos, Yo por mi parte seguí buscando a una persona en especial, cuando lo localice me dirigí inmediatamente hacia él.

- Hola Kurt, no te vi en el tren – Me senté al lado de Blaine quien se encontraba con Quinn hablando del repentino cambio del ministro de magia, conversación que no me interesaba ni un poco, al fin y al cabo ya se la razón por la cual había sido despedido y no pretendo contársela a nadie ni escuchar las suposiciones y los chismes que circulan por todas partes.

- Hola Satán, Blaine y yo decidimos acompañar a su hermanita, es su primer año y no quería que la dejaran sola, por cierto, ¿recibiste mis cartas?

- Si, justo de eso quería hablar, ¿en serio existe una araña gigante en el bosque? Pensé que se había muerto hace años – Durante el año pasado Kurt me había estado ayudando con algunos asuntos, en contra de mi voluntad ya que se suponía que era un secreto.

- Otra diferente, uno de sus millones de hijos muto al igual que ella, tal vez te pueda ayudar con tu problema. –

- ¿Crees que Hagrid sepa sobre eso? –

- Es probable…. avísame si sabes algo mas. –

- Entendido, y la próxima vez recuerda que estamos en el 2012, es decir hay internet y teléfonos para comunicarse, las cartas quedaron algo obsoletas hace años – Observe nuevamente a mi alrededor buscando la posibilidad de hacer algo interesante y divertido pero al darme cuenta que nada me interesaba me paré y fui hacia los dormitorios.

Empecé a desempacar, luego de 5 minutos me aburrí y me acosté en mi cama que estaba junto a la ventana, las ventanas me relajan por lo tanto Quinn siempre me deja esta cama, es muy considerado de su parte pero por otra parte ella odia estar cerca de la ventana, dice que siente que alguien la mira, por lo tanto las dos ganamos, abrí mi libro de defensa contra las artes oscuras y comencé a leerlo, es mi clase favorita y quiero sacar un sobresaliente este año, me pregunto quién será el profesor este año, es el puesto más inestable que hay en Hogwarts, solo espero que no me toque un loco como el año pasado, estuvo cerca de matar a Brittany, pero bueno solo espero que por lo menos sepa lo que hace. 6to año, por favor se bueno, me dije a mi misma, el año pasado había sido duro por tantas razones que un descanso de la porquería que el día a día me ofrece es sumamente necesario.

Cerré mi libro, puse mis manos detrás de mi cabeza y comencé a pensar en un peculiar tema que me viene persiguiendo desde el año pasado ¿Debería pensar mejor las cosas? Generalmente soy una persona muy impulsiva, ¿Debería rechazar esa oferta? Cuando salga de Hogwarts quiero entrar en el ministerio de magia así que eso me podría ser útil, no pude evitar pensar en las conversaciones pasadas que involucraban a Potter y me pregunte ¿Que hubiera hecho Harry Potter? Obviamente hubiera desobedecido todas las reglas y ganado 1000 puntos para Gryffindor, pero él era el elegido, por lo tanto podía hacer lo que quisiera y todos se lo iban a aplaudir yo no soy la elegida, solo soy un personaje más de la historia que de alguna forma se involucro en cosas que no debió involucrarse y pasa a ser uno de los protagonistas ¿Qué hubiera hecho Draco Malfoy? Salir corriendo, por supuesto, nunca entendí porque Voldemort lo había escogido para matar a Dumbledor o para ser mortifago si era tan cobarde, toda su familia lo era, evidentemente ninguno de los casos de aplica a mí, por lo tanto ¿Qué voy a hacer yo?, no tengo idea de cuantos pensamientos me pasaron por la mente antes de dormirme, trate de esperar a Quinn pero al parecer la conversación estaba muy buena porque no volvió sino hasta las 12, despertándome con su ruido, si ella cree que está siendo silenciosas, no lo está logrando, cosa que no entiendo muy bien porque se supone que debemos estar en nuestras camas a las 10 pm máximo, y no somos nuevas como para no conocer las reglas, así que decidí confrontarla y preguntarle que estaba haciendo a esa hora despierta y fuera de la habitación.

- No eres tan silenciosa como crees Quinn, que haces hasta hora vestida y despierta como si fueran las 8? – Era obvio que Quinn me iba a inventar alguna excusa pero por lo menos debía intentar sacarle algún tipo de información.

- Solo me quede leyendo un libro en la sala común, no tenia sueño y no quería despertarte con la luz de la lámpara mientras leía – Siempre subestime la habilidad de Quinn para inventar historias en tan poco tiempo, pude observar que en su sweater había un poco de tierra, ¿el libro tenia tierra? No lo creo.

- ¿Y entonces porque estas llena de tierra? - Dije mientras me sentaba en el borde de mi cama.

- Creo que mi mamá no me lo lavo antes de venir – Dijo Quinn mientras trataba de sacudir la tierra.

- Sí, claro y yo nací ayer, ¿qué es lo que verdaderamente hiciste? –

Quinn se sentó en su cama y suspiro antes de responderme – Esta bien, estaba en el bosque prohibido, pero tuve que salir corriendo porque Hagrid se estaba acercando. –

- ¿El bosque prohibido? ¿Qué hacías en el bosque prohibido? ¿Si sabes que está prohibido verdad?

- Bueno es que cuando estábamos hablando Blaine y yo, no pude evitar escuchar a Kurt diciéndote que había una araña gigante, así que recordé que hace un tiempo estaba visitando a Hagrid cuando mire por la ventana y vi a una araña súper grande, le pregunte a Hagrid pero el evadió mi pregunta, siempre quise saber que pasaba con esa araña y cuando Kurt me lo confirmo no pude luchar con la curiosidad y me fui – Dijo Quinn ya en sus pijamas.

- Creo que el tiempo que estuviste con Rachel te hizo mal, ahora hablas en párrafos, pero bueno, ¿qué averiguaste? –

- Resulta que cuando llegue ya habían personas en el bosque y estaban hablando con la araña, no sé que está sucediendo ni porque tú y Kurt lo averiguaron pero creo que es mejor que te mantengas alejada. –

Tal vez Quinn tenga razón y si deba mantenerme alejada pero aun no estoy convencida de que debo hacer, mañana pretendo ir yo misma a ver que está sucediendo, ¿debería pedirle a alguien que me acompañe? No, yo puedo ir sola, soy Santana y a mí no me da miedo ir sola, ¿o sí?

- Quinn, no es tan fácil como parece. –

- Si es fácil, solo aléjate de los problemas. –

Antes de responderle a Quinn sentí mi teléfono vibrar en mi trasero….nota: no volver a poner el celular en lugares incómodos, lo revise y era un mensaje de Sam, ¿qué quiere ahora?

- ¿Te tengo un regalo San! Sé que es tarde pero solo quería hablar contigo, no puedo dormir, yo se que nunca apagas el celular así que no tienes excusa para no responderme – Sam.

- ¿Y no podías esperar hasta mañana para decirme? ¿Era necesario despertarme? Si no puedes dormir ponte a contar ovejas o algo – Santana.

La verdad es que a veces Sam me fastidiaba en niveles cósmicos, ¿cómo alguien puede ser tan intenso? ¿Mandarme un mensaje para decirme que me tiene un regalo y no puede dormir?

- No podía esperar, solo quería hablar de algo contigo – Sam.

- Algo – Santana.

- Creo que alguien viene, vamos a tener que dejar de hablar, voy a tratar de dormir, Besos- Sam.

- Gracias a Dios – Santana.

No entiendo que le pasa por la mente, cuando me voltee para volver a hablar con Quinn me di cuenta que ya se había quedado dormida, por lo tanto me volví a acostar esta vez con nuevas interrogantes en mi cabeza, ¿Qué regalo me quiere dar Sam? ¿Qué es lo que pasa con la araña mutante y quiénes eran los que estaban hablando con él? Mañana tendré que averiguarlo, por cierto… ¿Qué es lo que sucede con Finn? Creo que esa fue la parte más extraña del día, por otra parte, no puedo esperar para saber quién va a ser el profesor de defensa contra las artes oscuras, me volví a quedar dormida sin darme cuenta.


- Dinos la verdad, ¿para donde movieron la entrada a la cámara? – Decía un hombre desconocido, bastante flaco y con un peculiar y conocido tic en su lengua.

- Esa información me temo que no la puedo suministrar, por otro lado si les puedo decir que la entrada ya no está dentro del castillo, lo que me parece les hará más fácil su tarea – Una araña de unos 5 metros de altura le explicaba a un grupo de 3 hombres vestidos de negro con capuchas y una franja roja en la cintura de la capa.

- No creas que por decirnos esto te vamos a dejar de visitar, aun tenemos mucho asuntos pendientes que discutir, aunque nuestro jefe estará complacido con esta información, pero no por mucho tiempo así que si no quieres que la vida de Hagrid peligre sigue soltando la lengua cada vez que te preguntemos algo, ni una palabra de esto a nadie – El hombre deja de hablar a lo que escucha a alguien aproximándose – ¡Rápido vámonos! – Le ordena a los hombres y sale corriendo.

- Hola Aragog Jr, aquí está tu comida – Hace su entrada Hagrid bastante feliz a la madriguera de su extraña mascota y suelta un monto de desperdicios justo en frente del animal.

- Gracias Hagrid – Dice la araña a lo que empieza a comer, mirando a los lados con sus cientos de ojos para asegurarse que los hombres ya se habían ido.


Me desperté de golpe un poco asustada y a juzgar por el calor que tenia, sudada, no es que haya sido una pesadilla pero por alguna razón no se había sentido como un sueño, se había sentido real, ¿además cual era la razón del sueño? ¿Y cómo se ahora como se llama la araña? Cuando enfoque un poco la vista pude ver a Quinn mirándome algo preocupada desde su cama, al parecer ya era hora de levantarse y ya estaba vestida con su uniforme lista para ir a clases.

- ¿Santana? ¿Estás bien? – Dijo Quinn observándome detenidamente con una ceja levantada.

- Quinn… ¿los hombres que viste estaban vestidos de negro con capuchas y una franja roja? – Pude notar el gesto de confusión de Quinn.

- Ehh, creo que sí, ¿cómo sabes? –

- Lo soñé – mire a mi reloj y me di cuenta que eran las 6 y 40, teníamos que estar en el comedor a las 8 así que aun tenía un poco de tiempo para bañarme y arreglarme.

- ¿Lo soñaste? Como dije Santana, mantente lejos de los problemas – Quinn salió de la habitación dejándome sola, me pare y fui al baño, me bañe y me arregle, siempre pensando en lo extraño que había sido ese sueño.

Mire nuevamente a mi reloj y eran las 7 y 45, por lo tanto camine hacia el comedor lo más rápido que pude para no llegar tarde hasta que en mitad del camino alguien me detuvo.

- Hola San. –

- Que quieres ahora Finn, vamos tarde al comedor – lo mire fijamente haciéndolo saber que no estaba del mejor humor.

- Si pero nunca está de más decir Buenos Días ¿verdad? – No podía creer que esto estuviera pasando otra vez, ¿porque está siendo tan amable? Decidí preguntarle y salir de dudas.

- ¿Por qué tanta amabilidad tan de repente? El año pasado dejaste muy claro que no querías seguir siendo mi amigo y menos mi novio, y no me malinterpretes, ya no quiero que seas mi novio pero me extraña que te me acerques como si nada de lo que paso el año pasado hubiera importado, como si te hubieran borrado la memoria – Sentí raídamente la furia circulando por mis venas, contrólate Santana, contrólate.

- Tal vez ya no quiera estar más lejos de ti. –

- Que se supone que significa eso, ¿El calentamiento Global está afectando a tu pequeño y desabrido cerebro? No tienes derecho de venir aquí y decirme eso… - mis palabras fueron detenidas por unos labios, los labios de Finn Hudson, no podía creer lo que estaba sucediendo en ese momento, sentí que mis rodillas comenzaban a temblar y mis manos a sudar, por mucho que mi instinto me llamaba a corresponder el beso, no lo hice, dentro de mi cerebro había una lucha, un hemisferio me decía que le pateara la entre pierna y lo golpeara hasta que perdiera la conciencia y el otro me decía que me dejara llevar, trate de concentrarme en Finn, abrí los ojos esperando que el decidiera dejar de besarme, gracias a Dios no le dio por usar lengua, no sabía que se podía pensar tanto mientras se besaba, debo estar rompiendo algún tipo de record, de cualquier forma,¿ porque no puedo YO romper el beso? Tal vez pueda esperar otros 5 segundos. Luego de 15 segundos de dilemas en mis pensamientos, Finn rompió el beso.

- … -

- … -

- ¿Y bien? –

- Finn, ¿Qué rayos? – trate de organizar mis pensamientos por un momento en busca de una solución, ahí fue cuando decidí hacer lo primero que se me ocurrió… Le di una cachetada, la más fuerte cachetada que le he dado a alguien en toda mi vida.

Finn lo único que hacía era poner su mano en su mejilla que había quedado bastante roja, casi morada, una parte de mi estaba orgullosa y otra quería correr y pedirle perdón, verlo sufriendo no era lo mejor del mundo pero definitivamente se lo merecía.

- Tengo que irme, ya es tarde – Me voltee y camine hasta el comedor, aun sin creer lo que había sucedido, no es que no me haya gustado besarlo, es que no tiene sentido que llegue y lo haga en público, sin ninguna aviso previo y sabiendo que estoy con Sam, ¿quien se cree que es? .Me senté en la mesa de Gryffindor junto a Quinn y a Blaine aun sin decir alguna palabra,

- Santana ¿dónde estabas?, pensamos que no ibas a llegar, ya prácticamente están comenzando, la directora McGonagall dijo que iban a colocarle el sombrero seleccionador a los de el primer año – Dijo Blaine comiendo un poco de gelatina.

- No se para que se molesta, el sombrero no funciona – Le respondí por fin rompiendo mi silencio.

- ¿Otra vez lo mismo? – Dijo Quinn volteando los ojos.

- ¿Lo mismo de qué?- Pregunto Blaine quien al parecer no entendía nada.

- Santana todos los años dice que el sombrero seleccionador no sirve para nada porque la puso en la casa equivocada – Dijo Kurt quien estaba al lado de Blaine mientras yo me servía un poco de pan y unas frutas.

- Es la verdad, si el sombrero sirviera, yo en este momento no estuviera hablando con ustedes porque pertenecería a Slytherin – Dije mirando a Kurt quien lo único que hizo fue asentir y encoger los hombros algo incrédulo.

- ¿Porque en Slytherin?- Pregunto nuevamente Blaine.

- Te parece que mi personalidad va con un Gryffindor? ¿No verdad? Es decir, yo puedo hablar parsel, nunca he entendido porque me escogieron para ser Gryffindor – Y es verdad, nunca lo he entendido, por lo tanto culpo al estúpido sombrero parlante, ¿qué sabe él? Es solo un sombrero.

- Sabes quién mas era Gryffindor y hablaba parsel? Harry Potter – Dijo Quinn nuevamente prestando atención a la conversación.

- ¿Otra vez con Harry Potter? ¿Podemos olvidarlo ya por favor? – Le respondí un poco molesta, ya esta bueno con Potter, luego de responder, pude sentir que alguien me estaba mirando, comencé a buscar a mi alrededor y me encontré con la mirada de Sam quien enseguida me guiño el ojo, en ese momento me sentí culpable al recordad el beso de Finn, Sam no era lo mejor del mundo pero no se merecía eso, al ver que Sam enfocaba su atención en su comida me voltee pero seguí sintiendo esa sensación de que alguien me estaba mirando, nuevamente mire alrededor y me encontré con la mirada de Finn, quien aun tenia la mano en su mejilla y me veía algo culpable, seguí mirándolo por unos momentos hasta que sentí alguien tocando mi hombro en busca de atención.

- ¿Por qué Finn tiene la mejilla roja? Murmuro Quinn.

- Porque beso a una chica que tiene novio y la chica le dio una cachetada – Le respondí imitando su tono de voz.

- ¿Cual chica? – Dijo Quinn interesada en el chisme que le acababa de contar, pregúntale algo de alguien a Quinn y estoy segura que ella te lo cuenta.

- Santana López – dije simplemente.

- ¿QUE? – La mitad del comedor se volteo ante la indiscreción que Quinn acababa de cometer – Perdón, ¿por qué hizo eso? ¿No entiendo? –

- Yo tampoco pero… - El sonido de la voz de la directora interrumpió nuestra conversación y nos vimos obligadas a prestar atención, hablar mientras la directora estaba hablando no era algo muy inteligente.

- Buenos Días, déjenme darles la bienvenida al nuevo año escolar, el objetivo de Hogwarts es formar hechiceros y brujas, hemos cumplido ese objetivo por muchos años y este no será la excepción, ahora déjenme informarles las novedades de este año – En ese momento supe que iba a anunciar los profesores encargados de cada materia, al parecer se habían mantenido los mismos profesores en todas las materias excepto en defensa como era de usual, me concentre en lo que la directora estaba diciendo ya que me interesaba – Y finalmente el profesor de defensa contra las artes oscuras es el Señor Harry Potter – Mi quijada cayó ante el anuncio que McGonagall había hecho, de todas las cosas en el mundo que pueden suceder esta es la última, Harry Potter es mi profesor, mis pensamientos fueron nuevamente interrumpidos por el sonido de los aplausos en todo el comedor, la gente estaba eufórica, era como si el mismísimo Dios estuviera parado en frente de ellos, y para ellos él era algo así como un héroe, después de todo mato a Voldemort, aunque siempre me pareció injusto que no le dieran tanto crédito a Ron y Hermione, debió haber sido difícil lidiar con la bipolaridad de un adolescente que es torturado por una fuerza maligna, además sin Hermione nunca hubieran resuelto muchas cosas y sin Ron no hubiera tenido lugar para vivir.

La directora dijo algunas otras cosas a las cuales no le preste mucha atención, aun estaba en shock, cuando el desayuno termino, tuvimos un descanso antes de entrar a clases, me despedí de mis amigos y me dirigí al bosque prohibido como lo había planeado la noche anterior, cuando iba entrando pude escuchar una voz que me llamaba desde una de las colinas cercanas al castillo, voltee y para mi sorpresa me encontré con Sam .

- ¡Santana espera! – Sam bajo la colina corriendo y llego a donde yo estaba – ¿a dónde vas?

- ¿No es obvio? Me ves entrando al bosque prohibido, se supone que voy al bosque prohibido. –

- ¿Puedo ir contigo? – La esperanza en sus ojos era tan grande que no pude evitar mostrarle mi sonrisa y ceder ante su petición.

- Vamos – Le tome de la mano y nos adentramos al bosque.

- ¿Que vinimos a hacer? Dijo Sam después de permanecer por un tiempo en silencio.

- Estoy buscando una araña gigante – Le respondí, mis intenciones de mentirle eran cero y ya que él estaba presente podía ayudarme a buscar, pensé que tal vez no me iba a creer pero su reacción fue comprensiva y agradable.

- Ok, donde la buscamos – En ese momento me di cuenta que tal vez Sam no era tan soso como yo creía, podía ser que en el fondo de mi alma lo quisiera un poco, pero solo un poco.

- Es algo así como una madriguera en un árbol – Luego de caminar unos cuantos metros más, empecé a frotar mis brazos con mis manos, de repente todo se puso frio, mi estado de ánimo cambio y el silencio invadía el bosque.

- ¿San? ¿Qué es eso? – Dijo Sam con un evidente miedo en la voz y acercándose más a mi.

Al voltearme me encontré con un dementor, una criatura bastante escalofriante que se nos acercaba lentamente, me quede totalmente paralizada, realmente nunca pensé en enfrentarme a un dementor, cuando por fin encontré valentía para hablar, le informe a un igual de paralizado Sam de la criatura que teníamos enfrente.

- Es un dementor – Fueron la únicas palabras que me salieron en ese momento, agarré mi varita en caso de que la criatura se sobrepasara y comencé a repasar los libros de defensa que he leído en mi mente y recordé que anoche en el libro que leí estaba el encantamiento pratonum, se suponía que tenía que pensar en un recuerdo feliz, ¿qué recuerdo feliz? Comencé a darle vueltas a mi mente hasta que me di cuenta que Sam ya no estaba a mi lado.

- Santana ayúdame – La voz de Sam sonaba algo débil, cuando mire a la dirección de donde se suponía que él debía estar, me encontré con que no era uno sino dos dementores y uno de ellos estaba dándole el beso a Sam, ¿que se suponía que yo debía hacer? Hacer el patronus por supuesto, la pregunta es ¿en qué tengo que pensar?

Cuando tuve una idea de en que podía pensar saqué mi varita y la coloqué en dirección a Sam.

- ¡Expecto Patronum! – Trate de concentrarme lo más posible en mi recuerdo para que funcionara, durante todo el proceso cerré los ojos, cuando sentí que la luz se había ido, abrí un ojo, mire alrededor y no encontré ningún dementor, me caí al suelo tratando de recuperar fuerzas, mi mente estaba en blanco, el primer pensamiento que tuve luego de eso fue: Sam.

- ¡Sam! ¡Sam! ¡Sam! – Me arrastre hasta donde estaba Sam, y lo sacudí un poco hasta que reaccionó.

- Ese fue un patronum muy lindo – Fue lo único que dijo antes de desmayarse…. ¿en serio dijo eso? "¿ese fue un patronum muy lindo?" no pudo decir: ¿gracias santana me salvaste la vida?

- Hay que llevarlo a la enfermería – Dijo una voz conocida que se acercaba en el bosque.

Cuando levante la mirada me encontré con el único e inigualable Harry Potter, tienes que estar bromeando….es oficial, el destino me odia – ¿Que está haciendo aquí? – le pregunte algo confundida.

- Iba camino a visitar a Hagrid cuando vi a una nutria azul caminando por todo el bosque, era tu patronum, lo seguí y me trajo aquí, supongo que habían dementores por en el bosque ¿no es así? Yo solo asentí y me pare, esto obviamente me va a meter en problemas – Como dije antes hay que llevarlo a la enfermería – Harry se acercó y alzo a Sam, yo solo lo seguí hasta la enfermería, puede jurar que en el camino Sam abrió un ojo y lo cerro rápido al ver que yo lo estaba observando.

Cuando llegamos, las enfermeras y los demás pacientes se escandalizaron al ver a Sam "desmayado", más aún cuando Harry dijo que había dementores en el bosque y que nos habían atacado.

Me quede en la enfermería acompañando a Sam por un rato, aunque no me siento culpable porque lo hayan atacado, lo más decente es esperar a que tome un poco de "conciencia". Paso aproximadamente media hora para que llegara la enfermera con nueva información.

- Santana López, la directora McGonagall la solicita en su oficina – dijo la enfermera quien traía algún té extraño que le iban a dar a Sam.

- Ok, si hay alguna novedad por favor avísenme – Me pare de mi silla y salí de la enfermería, justo cuando iba cruzando la puerta escuche a la enfermera decirle a su compañera que la profesora de herbologia le había hecho un té de múltiples plantas que ella misma cultivaba, pobre Sam, no sabe lo que le espera.

Camine hasta la dirección, al llegar recordé el conjuro que hace aparecer escaleras.

- Sorbete de Limón – Siempre me pregunte porque esa era la palabra "secreta", al aparecer las escaleras me monte en el tercer escalón y espere hasta llegar a la puerta de la oficina, que buena forma de empezar el año, me dije a mi misma y me aventure a abrir las puertas.

Ahí se encontraba ella, la directora esperando para decirme que estoy expulsada, que me mandan a Azkaban, sea lo que sea, su cara no demuestra felicidad.