Epílogo

Los dragones seguían atacando, todo era un terrible desastre.

No quedaba ni rastro de la bella y alegre ciudad donde se habían celebrado los Grandes Juegos Mágicos, ahora solo quedaba casas destrozadas, magos cansados por el combate contra los dragones y desastre, mucho desastre.

Pero, fuera del castillo donde se localizaban las puertas que muchos creían que serían su salvación y resultó ser su perdición, cierto dragón de color verde jade se elevaba en el cielo con una conocida maga rubia de ojos chocolate, ¿la intención del dragón?, fácil : devorarla.

El problema será que cuando el mago de pelo rosa no aparezca, otro Dragon Slayer acudirá a su rescate.