¡Hola! ¿Qué tal? ¿Bien? Me alegro. Este es el primer fic que la malvada Yani-Ko me deja escribir. Y también el primer fic en el que "lectora" es la protagonista, que hago-hacemos.

-"Yo no te dejo escribir, es que me has encerrado en el desván"

-¡Cállate!

En fin, me presentaré soy su Alter Ego, mi nombre es Shakar, que significa ángel caído, no me ha dejado salir porque dice que mis historias son demasiados gore, quejica.

-"Es que lo son"

En fin, empezaré, ya verás cómo después de esto, aprendes a apreciarme. Este es un Prussia por lectora, en lo poco que coincidimos Yani-Ko y yo, es en que nos encanta prussia y los (personaje)Xlectora, por eso me animé a hacer uno.

Os avisaré de una cosa, para intentar que nadie se quede fuera de lugar, he puesto opciones cada cierto tiempo. Un ejemplo:

Entonces abriste la boca para hablar…

Opciones:

1-¿Qué hago aquí?

2-No pudiste decir nada, abriste la boca pero no emitiste ningún sonido…

1-¿Qué hago aquí?-Preguntaste bla, bla, bla…

Espero que ninguno quedéis fuera de lugar porque no hicieseis eso.

Siempre habrá (en este fic) 2 opciones, la opción: 1 está en el mismo lugar, si elijes la 2 tienes que bajar hasta encontrar 2, y al lado la frase o acontecimiento que querías.

Espero haberlo explicado bien.

Disclaimer: los personajes de Hetalia no me pertenecen.

Al fic!

Un mundo en tinieblas, oscuro

Y una suave luz

Te encuentras en una especie de profundo sueño, del cual no puedes despertarte. No consigues abrir los ojos. Estás suspendida en un enorme espacio, intentas ponerte en pie, pero no lo consigues

Algún tiempo después, no sabes cuánto, pues perdiste la noción del tiempo, conseguiste abrir los ojos, más de poco te sirvió ya que todo estaba en negro.

Viste un destello blanco, de una manera u otra conseguiste llegar a ese destello, que poco a poco se iba agrandando. Al estar a apenas dos metro de distancia del destello, conseguiste distinguir lo que era el destello. Era una chica, exactamente igual que tú, con una ropa blanca, y el cabello del mismo color.

-¿Cielo-Habló la chica acercándose a ti. Tenía una voz muy calmada y hermosa, pero a ti te daba miedo.-o infierno? ¿Qué mereces?

No pudiste evitar soltar un pequeño y (agudo/grave) grito de terror. En ese momento tu cuerpo pudo tocar el suelo, por primera vez en un largo tiempo…

-No, no me temas, después de todo…-Dijo la chica tapándose un poco la boca y la nariz, y ocultando el resto con su (tamaño de cabello: largo, corto…) y hermoso cabello (Color de cabello)-estás muerta…ya nadie ni nada te puede hacer nada, solo el propio diablo…-Dijo dejando ver su rostro, en el cual había dibujado una gran y terrorífica sonrisa. Todavía ocultaba sus ojos.

Opciones:

1-Tenías mucho miedo, no querías saber ya nada más, te intentaste alejar pero…

2-Tenías miedo, pero eres valiente, y preguntaste porque estabas muerta, no recordabas nada…

1-Tenías mucho miedo, no querías saber nada más, te alejaste unos pasos… mejor dicho, lo intentaste. Tu cuerpo volvió a levitar, tus ojos se cerraron.

-"¿Qué ocurre?"-Es lo único que pasó por tu cabeza en ese momento.

-Valla, valla, que chica más mala… tendré que castigarte como cuando eras pequeña…-Ella extendió su mano hacia tus ojos, y paró poco antes de clavarte una de sus enormes uñas en tus delicados ojos (color de ojos). En ese momento, dijo unas palabras que en ese momento no entendiste, todo empezó a verse borroso.

Entonces, despertaste. Despertaste en tu casa.

-"¿Todo fue…un sueño?"-Miraste a tu alrededor, una escena muy familiar te rodeaba. Era tu habitación, las paredes tenían un color rosáceo, viste un montón de juguetes a tu alrededor, y al intentar bajar de la cama, te diste cuenta de que tus pies no llegaban al suelo, bajaste de tu cama de estampado de (Dibujos favoritos de cuando peque) y te acercaste al espejo.

En el espejo se reflejaba la imagen de una niña, de unos cinco años de edad muy linda. Ella eras tú. Por un segundo, insignificante, pensaste que esa no eras tú, que llegaste a crecer más, pero pronto apartaste esa idea de tu atolondrada cabeza de niña pequeña.

Tenías un par de coletas recogiendo tu (Tamaño cabello) y (color de cabello) cabello, un camisón rosa, y unos diminutos pies descalzos. Entonces entró tu madre.

Una hermosa mujer de cortos y dorados cabellos, con una diadema en forma de listón, es bastante alta y hermosa, nació en Bélgica.

-Hola mi vida, ¿Qué tal la noche dormiste bien?

-Dormí muy bien mami, gracias.

-¿Soñaste con cosas bonitas?

-"No quiero decirle en que soñé y asustarla, mejor será decirle que no me acuerdo…" La verdad, es que no me acuerdo…

-Rara vez te acuerdas. Bueno, no importa, solo espero que no tuvieses una pesadilla. Tu madre y tú eráis felices. Tu padre no trabajaba, pero os las apañabais para llegar a fin de mes.

Tu padre se llamaba Antonio Fernandez Carreido, era español, era moreno y de ojos verdes, de estatura media.

Y digo era, pues murió, cuando tu tenías trece años en un "accidente". Pero eso sucederá más tarde, los sucesos se contaran de forma cronológica.

-"Ahora, te contaré tu vida…"-Dijo una voz, resonando en tu cabeza, era la voz de la "otra tu"

Aquella chica que tanto se parecía a ti, sin embargo, hay algo que no encaja, era mucho mayor que tú, aquella chica tendría ya 19 años…y tu también.

"

5 años de edad:

Estas tranquilamente, en una gran pradera, jugando con tus padres. Horas después, tu padre se echó una siesta en la tranquila pradera.

Al verle, tu madre sonrió, y te dijo

-Será mejor no despertarle, ¿Vamos a buscar flores?

-¡Sí!-Susurraste.

Empezaste a recoger flores, alejándote un poco de tu madre. Detrás de ti notaste una presencia, pensando que sería tu madre, te giraste, para enseñarle tus flores, pero, cuando miraste, no había nadie.

Ese alguien, se colocó de nuevo detrás de ti, con una sonrisa.

Cuando creíste tener suficientes flores, fuiste a enseñárselas a tu madre.

Esta te dio unas semillas.

-¿Qué es esto, mama?-Preguntaste, inocente, como la niña que fuiste.

-Son semillas, de aquí nacen las plantas. Hay que regarlas y dejar que les del sol después, para que crezcan. Por eso, cuando llores, tienes que sonreír, para que en ti nazca una preciosa flor.

Entonces sonreíste, y tu madre también. Vivías en una especie de granjita pequeña. En sí es una buena vida, todos los días subías a la montaña y jugabas con tus padres, hasta que tu padre se echaba la siesta, y recogías flore con tu madre, quien te enseñaba a hacer guirnaldas, o cazabais mariposas, que luego soltabais, tu madre decía que en libertad eran más bonitas de ver.

Fuiste muy Féliz…hasta que entraste en el colegio.

Te mudaste de esa preciosa montaña, para ir a vivir a la ciudad, y esa ciudad, no era nada más y nada menos que Madrid.

Todos iban muy bien vestidos, y muy estirados, el aire era sucio, había muchos ruidos contaminando la tranquilidad, y por la noche no se podía ver ninguna estrella, apenas se podía ver la Luna.

Pero que se le iba a hacer, al fin y al cabo, a tu padre le dieron un trabajo fijo, y vivir a base de cosechar tomates, no era muy estable.

1er día de colegio: 6 años.

Fuiste con tu madre, pues tu padre ya entró al trabajo. Cuando llegaste a la puerta, no querías soltar la mano de tu madre, nunca os separasteis y no querías que eso cambiara, pero no había otro remedio. La abrazaste, te dio un beso y entraste.

A penas si sabias escribir, y eso te daba miedo. Te alivió bastante la clase de lengua. Tus padres se aseguraron que supieses leer desde siempre, pues siempre sentiste curiosidad por saber que ponía en esos grandes libros, y por ello leías mejor que muchos.

En el receso te preguntaron de donde venías, de que trabajan y/o trabajaban tus padres etcétera…

-Soy de (Tu país), pero antes vivía en una granja, y vivíamos de lo que cosechaba mi papá.-Dijiste muy (Alegre/Contenta/tímida)

-¿En una granja? Dijo una de las niñas.- ¡Qué vulgar! Será mejor no juntarnos con ella…-Dijo esta niña en tono cortante.

Desde entonces nadie se te acerca, parecía que tenías la peste negra. Nadie tenía trato contigo, pero eso no se lo decías a tus padres, le contabas como te fue en las clases, intentando evitar el receso para no tener que mentirles a tus padres.

Entraste en una solitaria depresión a los seis años. Estuviste así muchos años, según ibas creciendo se hacía peor, los niños se hacían más crueles…

13 años…

Tu cumpleaños es hoy, aunque tú lo ves como:

Opciones:

1-"Otro año más en mi triste vida"

2-"Otro año de resistencia"

1-

-"Otro año más en mi triste vida…"-Pensaste volviendo del instituto.- "Ojalá me atreviese a quitarme la vida, sin embargo, no sería justo para mis padres"

Al llegar a casa tu madre te abrió la puerta como siempre, todo estaba igual.

-¡Hola mamá!-Dijiste con la mejor sonrisa que podías actuar en la cara.

-Hola (Tu nombre) ¿Qué tal el instituto?

-Bastante (bien, mal en referencia a tus notas), saqué un (Tu nota más normal en sociales) en el último examen de sociales.

-(Reacción de tu madre)

-Iré a hacer los deberes antes de que llegué papá, para tener todo el día libre.

-Bien cielo.

Hiciste los deberes, todo era de (tu asignatura favorita/ la que mejor se te da) así que terminaste pronto, los otros deberes los terminaste en el patio, como siempre.

Al terminar te pusiste a (actividad favorita) esperando a tu padre. Miraste la hora, tu padre ya no tardaría mucho. Tenías ganas de que llegase, tus padres eran lo único que tenías, los únicos que te daban felicidad, y los querías mucho. Todo el tiempo libre que tenían, lo dedicaban a estar contigo, como siempre, y tu eso lo apreciabas mucho.

-¡(Tu nombre)!-Te llamó tu madre.

-¡Voy!-Dijiste (Alegremente/activamente/perezosamente)

-Lo siento, se me olvidó comprar el pan, ¿Puedes ir tú?

-Claro-Dijiste (Alegremente/activamente/perezosamente)

Entonces saliste, y fuiste a comprar el pan. La panadería estaba (cerca/lejos) en una esquina.

Llegaste a la calle, entonces tenías que pasar la calle todo recto, y girar a la izquierda. A la mitad de la calle más o menos, viste un líquido espeso rojo.

Opciones:

1-En un principio tuviste miedo, pero luego razonaste…

2-Estuviste tranquila desde el principio.

1-En un principio tuviste miedo, pero luego razonaste, te diste cuenta de que sería sangre de mentira, para hacerle una broma a un niño, o jugo de tomate.

Seguiste avanzando, a medida que avanzabas había más y más de ese líquido rojo. Giraste a la izquierda, y había un montón de gente en piña delante de la panadería. Te acercaste, al fin y al cabo tenías que entrar a la panadería.

Cuando entraste a la panadería, y viste lo que miraban esas personas te quedaste sin habla, atónita, incapaz de emitir sonido alguno, las lágrimas brotaban de tus ojos, como si de un manantial se tratase.

Era tu padre, estaba muerto… descuartizado, tenía varias marcas de ¿cuchillo? Por todo el cuerpo, concentrándose en el pecho, no te podías creer lo que veías debía ser un sueño, te despertarías ¿verdad?

Cerca, algo fuera de lo que era "el escenario del crimen" estaban entrevistando a Vanessa, una compañera tuya, la que consiguió que todos te abandonaran llamándote vulgar.

-Y-yo…vi una sombra…me di la vuelta y-y vi a un chico, no…no me acuerdo de su aspecto, no lo podría reconocer aunque l-lo viese, ese…ese chico me intentó ma-matar, y-y ese hombre m-me defendió. Y-ya lo conocía, es el padre de una amiga mía…siempre lo respeté mucho, sabía que era valiente…-Dijo tu compañera gimoteando., tapándose el rostro con la cara al terminar.

-"¡Que morro tiene, sabe que es mi padre, siempre le ha llamado simple campesino! ¿Desde cuándo lo respeta? ¿Desde cuándo es mi amiga?"-Pensaste, aunque no pudiste decírselo ¿Por miedo? No, no podías emitir ningún sonido, solo fue por eso.

No querías estar mas ahí, volviste a casa corriendo, llegaste en apenas tres minutos, y se lo contaste todo a tu madre, quien rompió a llorar al instante. Las dos llorasteis durante mucho tiempo. Tu misma te acostaste llorando, nuca tuviste ninguna razón para llorar durante tanto tiempo.

Al día siguiente, el cual era no lectivo, por una huelga de estudiantes, tu madre se despertó con la mejor sonrisa que pudo pintar en su lloroso semblante, te preparó (tu desayuno favorito) y te despertó cuando lo terminó.

Ella intentó que pasases un buen día a pesar de todo. Estuvo todo el día contigo aprovechando que era no lectivo. Desayunasteis juntas, memorando viejos y buenos tiempos, de vez en cuando reías, cuando eso ocurría, tu madre también reía.

Le ayudaste a hacer la comida, comisteis (tu comida favorita) con pan casero. Después de hacer el pan acabasteis llenas de harina, y destrozadas de tanto amasar. Y de postre para esa deliciosa comida tuvisteis (tu postre favorito) con nata, casera también, cien veces mejor de la que venden, después de todo eso, teníais los brazos molidos. Hacía mucho tiempo que no hacíais vuestro propio pan y vuestra propia nata, pero pan y nata caseros saben cien veces mejor que comprados.

Al comer esa deliciosa comida, te vinieron muchos recuerdos a la mente.

Después de comer jugasteis a muchos juegos de mesa, no era raro que jugaseis a juegos de mesa, todos los día lo hacíais con tu padre, pero es que tu madre evitó dejar de sonreír, no le viste soltar una lágrima, sus ojos estaban como siempre, su sonrisa era brillante, y eso se lo agradecías mucho.

Para la cena había (tu cena preferida)

Después de cenar:

-Cielo, ¿Qué te parece si vas a mirar el correo de la computadora? Es posible que alguien te haya mandado un mensaje, y tú no te enterases, mejor ve a mirar por si acaso-Te dijo tu madre con una sonrisa.

Tú fuiste a pesar de saber que no iba a haber ningún correo, pero, cuando encendiste la computadora, sí que había uno. Y este uno decía:

De: ElConquistador.

Asunto: Sin asunto.

¡Hola! Sé que no sabes quién soy, y francamente no me atrevo a decírtelo, sin embargo yo sí sé quién eres. Te conozco desde siempre, en un principio nuestros padres nos quisieron juntar, pero luego se echaron atrás. Yo te conozco de lejos, nunca pude hablar contigo porque voy a otra escuela, tengo ganas de hablar contigo, pero no me atrevo a revelar mi identidad, aunque no me conozcas. Sé que has estado sufriendo, eres muy fuerte. Siento lo de tu padre.

Te quiero… (Tu nombre)

Fin.

-"Por dios, ¿Quién me ha gastado la broma? Malditas, y encima se atreven a mencionar a mi padre. ¿Quién es tan tonto como para creerse esta broma?"

Después, volviste con tu madre diciéndole que nadie te envió ningún mensaje.

Y, antes de irte a dormir, te contó las historias que te contaba cuando eras pequeña.

Tu conclusión:

-"Es la mejor madre del mundo, y la más fuerte."

Esa huelga, te cayó haciendo puente con el fin de semana, los días del sábado y el domingo fueron iguales, salvo que no se volvieron a repetir esos mensajes, continuando la broma pesada.

El Lunes fu igual, te desperezaste, te levantaste, re vestiste, te peinaste y fuiste a desayunar.

Cuando llegaste a tu clase, poco después, llegó (el/la) jef de estudios, con un chico nuevo. El profesor salió para hablar con (El/la) jef de estudios, y el chico se quedó dentro presentándose.

Tenía el cabello blanco, era muy pálido y sus ojos eran rojizos.

Suspiró.

-¡Hola! ¡Me llamo Gilbert Beilschmidt! ¡Podéis llamarme "El mejor" u "Ore-Sama"! Soy de Alemania, aunque, soy del este, por lo que prefiero decir que soy de Prussia.

-"Es un creído, sin embargo, parece divertido, seguramente me cállese bien. Pero claro, no se acercará a mi…"-Pensaste.

La mañana transcurrió normal.

En el receso, escuchaste que hablaban mal de ese chico, decían que lo expulsaron de su último instituto, y todas esas memeces que dicen de un niño nuevo, por otra parte, pensaste.

-"¿Qué más da si es así? Son muy poco tolerantes."

Pasaron los días, y seguían hablando mal de ese chico, ya es viernes.

Se acabaron las clases, son las 2:15 y todos vuelven a casa juntos, todos excepto ese chico y tú.

Dio la casualidad de que llovió, y tuviste la suerte de que tu madre te recordase que llevases el paraguas, ese chico no llevó el paraguas, y estaba volviendo a casa corriendo, como el suelo estaba encharcado cayó.

Tú abriste el paraguas, y corriste a su lado, le resguardaste de la lluvia mientras se intentaba reincorporar. Al darse cuenta de que la lluvia ya no le rozaba, miró hacia arriba, y te vió a ti sosteniendo el paraguas.

-Cuidado, te vas a resfriar.-Dijiste esbozando una sonrisa.

Gilbert cogió un color rosáceo en sus mejillas, tú pensaste que era por la caída.

-G-gracias.

-No hay de qué. Te acompañaré hasta casa ¿Si?

-No hace falta que te distraigas de tu camino, está un poco lejos. Ore-Sama se las puede apañar solo.

-Tranquilo, no me molesta.

-Eres demasiado buena.

-Le dices eso a alguna de mis compañeras, y cree que te controlo la mente, o que te he amenazado para que lo digas.-Dijiste en un esfuerzo por sonreír.

Llegasteis a su casa, no muy tarde. No estaba tan lejos.

-Gracias, pero Ore-Sama no te necesitaba.

-¡¿Así me lo agradeces?!-Gritaste, aunque no enfadada.

Él sonrió justo antes de entrar a su casa.

Volviste a casa. Estabas caminando tranquilamente cuando pasaste por delante de "esa" panadería. La silueta de tu padre estaba marcada con una cinta blanca, su sangre todavía estaba en el suelo, y la policía había puesto una cinta de "¡No pasar! Rodeando toda la escena del crimen.

No pudiste reprimir las lágrimas, y decidiste llorar, desahogarte, para no llorar delante de tu madre. Por ello te paraste unos segundos tapándote los ojos con un brazo. Empezó a menguar la lluvia cuando empezaste a oír unos pasos que rápidamente se acercaban a ti. Miraste hacia atrás, y viste a tus compañeras corriendo hacia ti, una de las cuales era a la que salvó tu padre. Cuando intentaste esquivarlas, ya era tarde, te tiraron, haciendo que te dieras con el bordillo de la calle, quedando justo al lado de donde estuvo tu padre, y de paso con un labio roto.

-Mira, ahora estás donde estuvo tu padre antes de morir… ¡Por salvarme a mí! Ahora siento que no debí insultarle… ¡Bueno no! ¡No deja de ser un estúpido campesino!

-¡Eres estúpida, niñita! ¿En serio estabas contenta con tu padre?-Dijo una de las otras que acompañaban a Vanessa. ¿Qué eran su séquito?-¡Te dejo solita, por salvar a alguien que ni conocía!

-Es cierto, sería mejor que murieses, no sirves de nada.

Opciones:

1-Cogiste tu paraguas, y volviste a casa…

2-No pudiste aguantarlo más, y golpeaste a Vanessa…

1-Cogiste tu paraguas, y volviste a casa…o lo intentaste. Vanessa te arrebató de las manos el paraguas, lo tiró al suelo y lo pisó, consiguiendo que una de sus varas se rompiese. No te querías meter en problemas, por lo que continuaste caminando.

Cuando volviste a casa, buscaste en tu bolsillo delantero las llaves, pero no las encontraste. Así que picaste a la puerta. Cuando entraste a casa con el labio sangrando, tu madre te lo curó…

-Muy bien, ya está. Pero cielo, ¿Qué te pasó?

-"Sé que puedo confiar en ella, pero no quiero preocuparla." Cómo el suelo estaba encharcado, me resbalé, con la mala suerte de caer encima del bordillo de la acera.

-Tienes que tener más cuidado.

-Sí, lo siento mama. No volverá a pasar.

-Bueno, eso espero. En cualquier caso hoy comemos (Tú comida prefe) ¿Qué deberes tienes?

-Hoy sólo tenía unos de (Asignatura prefe) y los terminé en el receso.

-¡Qué bien cielo!

-Sí, fin de semana, sin deberes.

Después de comer, te fuiste a tu habitación, a hacer (hobby) No podías dejar de pensar en lo que te hicieron esas chicas. Durante la comida, cuando tu madre preguntó por el paraguas, tuviste que decir que hacía mucho viento-Cosa que no era mentira.-y se rompió.

Pronto dejaste de (hobby) porque no podías dejar de pensar en esas chicas, Vanessa y su "séquito" Lo que te habían hecho no tenía nombre ni perdón, pero, ¿Qué podías hacer?

Querías dejar de pensar en eso, pensar en otra cosa, pero, ¿En qué?

-"¿Qué tal en ese chico…Gilbert? ¿Será verdad lo que le expulsaron?"-Pensaste.-"Bueno, de todos modos me da igual, parece simpático, y hoy hablamos durante un buen rato tranquilamente, no parece un mal chico."

Metiste tu mano en el bolsillo delantero del pantalón, en busca de tus llaves, a ver si es que miraste donde no era. No lo encontraste.

-"Jo…Muy lista (tu nombre) las perdis…te ¡Un momento! ¡No me las robaría esa arpía! Sé que no quiere para nada entrar a mi casa, pero por hacerme una jugarreta, haría lo que fuera"-En esto pensabas, tumbada en la cama, cuando te diste cuenta de que paró de llover, y decidiste buscar las llaves, quedaba una oportunidad de que se te hubiesen caído.

Fuiste hasta el instituto, mirando ligeramente todos los sitios, a ver si veías tus llaves, cuando llegaste al instituto, rehiciste el camino.

-"¡No puede ser! No he encontrado las llaves, las debe de tener esa arpía. He hecho todo el recorrido… ¡La casa de Gilbert! Quizás se me cayeran mientras le gritaba, tengo una opción."

Entonces entraste a casa, y buscaste en la guía telefónica su apellido, aunque no te resultó muy fácil, ya que solo lo dijo oralmente, y era alemán.

-Beilschmidt, Beilschmidt, Beilschmidt….-Susurraste un par de veces.- ¡Ah! ¡Ahí está!

Tecleaste el número que aparecía.

-¿Si? ¿Quién es?-Respondió una voz femenina.

-Buenas tardes, disculpe, ¿Es la madre de Gilbert Beilschmidt?-Preguntaste muy educadamente.

-¡Si, claro! ¡Por fin una chica que se interesa por Gilbert!-Al escuchar esto tus pómulos se enrojecieron rápidamente, y, aunque no lo vieras los de Gilbert también, pue llegó a escuchar justo esa parte, y le arrebató el teléfono a su madre.

-¿Hola? ¿Quién eres?

-S-soy (Tu nombre)

-Que no te dé vergüenza, es lógico que te intereses por el asombroso yo.

-¡Qué no estoy interesada en ti!

-¿Entonces, qué pasa?

-Perdí las llaves, no las encuentro y pensé que podrían estar por donde tu casa, pero desde mi casa no sé ir a la tuya, ¿Me das indicaciones, por favor?-Preguntaste (Amablemente/Irónicamente)

-Está bien, te enseñaré a ir a la asombrosa casa, del asombroso yo.

-"Es un narcisista, pero no puedo evitar que me caiga bien…"

Llegaste por fin a su casa, Gilbert te esperaba en el portal, para que supieras cual era según la vieras, aunque seguro reconocerías la asombrosa casa del asombroso Gilbert.

-Tardaste un poco.

-Me perdí.

-¿Aún con mis explicaciones?

-Sí, aún con tus asombrosas explicaciones me perdí.

-Cierto, eran asombrosas.

-Era ironía.

-Eres casi tan buena como…

-¿Cómo el asombroso tú?

-Casi, aunque gracias por llamarme asombroso, iba a decir como Arthur, un viejo amigo mío.-Puso una cara nostálgica.-En fin, eso ya pertenece al pasado…

Pusiste una cara preocupada.

-Ya que estás aquí, ¿Qué tal si entras a la asombrosa casa del asombroso Gilbert a…?

-¿A pasar un asombroso rato?-Dijisteis a la vez.

-Me parece bien, necesito un asombroso rato.

Dicho esto, entraste en su casa

Opciones 2:

Opciones:

1-Tenías mucho miedo, no querías saber ya nada más, te intentaste alejar pero…

2-Tenías miedo, pero eres valiente, y preguntaste porque estabas muerta, no recordabas nada…

2-Tenías miedo, pero eres valiente, y preguntaste porque estabas muerta, no recordabas nada.

-Mi pequeña yo,-Respondió esa chica, igual que tú.-has muerto a manos de cierta persona… en la que siempre confiaste. Cuando una persona muere, depende de lo dura que fuera su vida, se acuerda de más o de menos. Pasaste momentos muy felices, pero muchos no tan felices, es por eso que no te acuerdas de tu vida-Dijo en un tono muy calmado incluso cariñoso.-Y, si has sido tan valiente como para preguntarle a la misma muerte algo, y no has intentado huir, estás en todo tu derecho de revivir tu vida, y evitar que eso ocurra ¿Qué me dices?

-Reviviré mi vida, y no cometeré los errores que una vez cometí, estoy decidida.

-Está bien pequeña… La primera causa de tu desgracia, viene de tu primer día en la escuela, por eso, revivirás a partir de los 6 años, se prudente, no cometas los mismos errores, claro que, no sabes cuales son…-Dijo mientras se desvanecía entre risas, y todo se distorsionaba.

Entonces, despertaste. Despertaste en tu casa.

-"¿Todo fue…un sueño?"-Miraste a tu alrededor, una escena muy familiar te rodeaba. Era tu habitación, las paredes tenían un color rosáceo, viste un montón de juguetes a tu alrededor, y al intentar bajar de la cama, te diste cuenta de que tus pies no llegaban al suelo, bajaste de tu cama de estampado de (Dibujos favoritos de cuando peque) y te acercaste al espejo.

En el espejo se reflejaba la imagen de una niña, de unos cinco años de edad muy linda. Ella eras tú. Por un segundo, insignificante, pensaste que esa no eras tú, que llegaste a crecer más, pero pronto apartaste esa idea de tu atolondrada cabeza de niña pequeña.

Tenías un par de coletas recogiendo tu (Tamaño cabello) y (color de cabello) cabello, un camisón rosa, y unos diminutos pies descalzos. Entonces entró tu madre.

Una hermosa mujer de cortos y dorados cabellos, con una diadema en forma de listón, es bastante alta y hermosa, nació en Bélgica.

-Hola mi vida, ¿Qué tal la noche dormiste bien?

-Dormí muy bien mami, gracias.

-¿Soñaste con cosas bonitas?

-Creo recordar una pesadilla.

-Valla, lo siento cielo ¡Mañana soñarás cosas más alegres, ya verás!

Tu madre y tú eráis felices. Tu padre no trabajaba, pero os las apañabais para llegar a fin de mes.

Tu padre se llamaba Antonio Fernandez Carreido, era español, era moreno y de ojos verdes, de estatura media.

Y digo era, pues murió, cuando tenías trece años en un "accidente". Pero eso sucederá más tarde, los sucesos se contaran de forma cronológica.

-"Ahora, te contaré tu vida, la nuestra, inténtala cambiar por favor, eres nuestra única esperanza."-Dijo la voz de la "Otra tú" que resonó en tu cabeza varias veces.

5 años de edad:

Estas tranquilamente, en una gran pradera, jugando con tus padres. Horas después, tu padre se echó una siesta en la tranquila pradera.

Al verle, tu madre sonrió, y te dijo

-Será mejor no despertarle, ¿Vamos a buscar flores?

-¡Sí!-Susurraste.

Empezaste a recoger flores, alejándote un poco de tu madre. Detrás de ti notaste una presencia, pensando que sería tu madre, te giraste, para enseñarle tus flores, pero, cuando miraste, no había nadie.

Ese alguien, se colocó de nuevo detrás de ti, con una sonrisa.

Cuando creíste tener suficientes flores, fuiste a enseñárselas a tu madre.

Esta te dio unas semillas.

-¿Qué es esto, mama?-Preguntaste, inocente, como la niña que fuiste.

-Son semillas, de aquí nacen las plantas. Hay que regarlas y dejar que les del sol después, para que crezcan. Por eso, cuando llores, tienes que sonreír, para que en ti nazca una preciosa flor.

Entonces sonreíste, y tu madre también. Vivías en una especie de granjita pequeña. En sí es una buena vida, todos los días subías a la montaña y jugabas con tus padres, hasta que tu padre se echaba la siesta, y recogías flore con tu madre, quien te enseñaba a hacer guirnaldas, o cazabais mariposas, que luego soltabais, tu madre decía que en libertad eran más bonitas de ver.

Fuiste muy Féliz…hasta que entraste en el colegio.

Te mudaste de esa preciosa montaña, para ir a vivir a la ciudad, y esa ciudad, no era nada más y nada menos que Madrid.

Todos iban muy bien vestidos, y muy estirados, el aire era sucio, había muchos ruidos contaminando la tranquilidad, y por la noche no se podía ver ninguna estrella, apenas se podía ver la Luna.

Pero que se le iba a hacer, al fin y al cabo, a tu padre le dieron un trabajo fijo, y vivir a base de cosechar tomates, no era muy estable.

1er día de colegio: 6 años.

Fuiste con tu madre, pues tu padre ya entró al trabajo. Cuando llegaste a la puerta, no querías soltar la mano de tu madre, nunca os separasteis y no querías que eso cambiara, pero no había otro remedio. La abrazaste, te dio un beso y entraste.

A penas si sabias escribir, y eso te daba miedo. Te alivió bastante la clase de lengua. Tus padres se aseguraron que supieses leer desde siempre, pues siempre sentiste curiosidad por saber que ponía en esos grandes libros, y por ello leías mejor que muchos.

En el receso te preguntaron de donde venías, de que trabajan y/o trabajaban tus padres etcétera…

-Soy de (Tu país), pero antes vivía en una granja, y vivíamos de lo que cosechaba mi papá.-Dijiste muy (Alegre/Contenta/tímida)

-¿En una granja? Dijo una de las niñas.- ¡Qué vulgar! Será mejor no juntarnos con ella…-Dijo esta niña en tono cortante.

-¡Qué más da que sea de una granja! ¡Sigo siendo persona!

Desde entonces nadie se te acerca, parecía que tenías la peste negra. Nadie tenía trato contigo, pero eso no se lo decías a tus padres, le contabas como te fue en las clases, intentando evitar el receso para no tener que mentirles.

En realidad, nunca quisiste que te importara demasiado, pensaste que simplemente eran unos descorazonados, que no merecían tu amistad, por eso nunca entraste en una depresión ni nada por el estilo, siempre fuiste alegre y activa a pesar de todo.

13 años…

Tu cumpleaños es hoy, aunque tú lo ves como:

Opciones:

1-"Otro año más en mi triste vida"

2-"Otro año de resistencia"

2-"Otro año de resistencia, soy muy valiente. Todo el mundo dice, que con la edad, uno se vuelve sabio, tengo que crecer más para saber si eso fue un sueño o no… no lo entiendo"-Pensaste desconcertada, pues no volviste a oír su voz.

Al llegar a casa tu madre te abrió la puerta como siempre, todo estaba igual.

-¡Hola mamá!-Dijiste con la mejor sonrisa que podías actuar en la cara.

-Hola (Tu nombre) ¿Qué tal el instituto?

-Bastante (bien, mal en referencia a tus notas), saqué un (Tu nota más normal en sociales) en el último examen de sociales.

-(Reacción de tu madre, no muy dura aunque sea mala, que Bélgica es Kawaii)

-Iré a hacer los deberes antes de que llegué papá, para tener todo el día libre.

-Bien cielo.

Hiciste los deberes, todo era de (tu asignatura favorita/ la que mejor se te da) así que terminaste pronto, los otros deberes los terminaste en el patio, como siempre.

Al terminar te pusiste a (actividad favorita) esperando a tu padre. Miraste la hora, tu padre ya no tardaría mucho. Tenías ganas de que llegase, tus padres eran lo único que tenías, los únicos que te daban felicidad, y los querías mucho. Todo el tiempo libre que tenían, lo dedicaban a estar contigo, como siempre, y tu eso lo apreciabas mucho.

-¡(Tu nombre)!-Te llamó tu madre.

-¡Voy!-Dijiste (Alegremente/activamente/perezosamente)

-Lo siento, se me olvidó comprar el pan, ¿Puedes ir tú?

-Claro-Dijiste (Alegremente/activamente/perezosamente)

Entonces saliste, y fuiste a comprar el pan. La panadería estaba (cerca/lejos) en una esquina.

Llegaste a la calle, entonces tenías que pasar la calle todo recto, y girar a la izquierda. A la mitad de la calle más o menos, viste un líquido espeso rojo

Opciones:

1-En un principio tuviste miedo, pero luego razonaste…

2-Estuviste tranquila desde el principio.

2-Estuviste tranquila desde el principio, ya alguna vez te hicieron esa broma tus compañeros, aprovechándose de tu buena fe, diciendo que se hicieron una herida.

Seguiste avanzando, a medida que avanzabas había más y más de ese líquido rojo. Giraste a la izquierda, y había un montón de gente en piña delante de la panadería. Te acercaste, al fin y al cabo tenías que entrar a la panadería.

Cuando entraste a la panadería, y viste lo que miraban esas personas te quedaste sin habla, atónita, incapaz de emitir sonido alguno, las lágrimas brotaban de tus ojos, como si de un manantial se tratase.

Era tu padre, estaba muerto… descuartizado, tenía varias marcas de ¿cuchillo? Por todo el cuerpo, concentrándose en el pecho, no te podías creer lo que veías debía ser un sueño, te despertarías ¿verdad?

Cerca, algo fuera de lo que era "el escenario del crimen" estaban entrevistando a Vanessa, una compañera tuya, la que consiguió que todos te abandonaran llamándote vulgar.

-Y-yo…vi una sombra…me di la vuelta y-y vi a un chico, no…no me acuerdo de su aspecto, no lo podría reconocer aunque l-lo viese, ese…ese chico me intentó ma-matar, y-y ese hombre m-me defendió. Y-ya lo conocía, es el padre de una amiga mía…siempre lo respeté mucho, sabía que era valiente…-Dijo tu compañera gimoteando., tapándose el rostro con la cara al terminar.

-"¡Que morro tiene, sabe que es mi padre, siempre le ha llamado simple campesino! ¿Desde cuándo lo respeta? ¿Desde cuándo es mi amiga?"-Pensaste, aunque no pudiste decírselo ¿Por miedo? No, no podías emitir ningún sonido, solo fue por eso.

No querías estar más ahí, volviste a casa corriendo, llegaste en apenas tres minutos, y se lo contaste todo a tu madre, quien rompió a llorar al instante. Las dos llorasteis durante mucho tiempo. Tu misma te acostaste llorando, nuca tuviste ninguna razón para llorar durante tanto tiempo.

Al día siguiente, el cual era no lectivo, por una huelga de estudiantes, tu madre se despertó con la mejor sonrisa que pudo pintar en su lloroso semblante, te preparó (tu desayuno favorito) y te despertó cuando lo terminó.

Ella intentó que pasases un buen día a pesar de todo. Estuvo todo el día contigo aprovechando que era no lectivo. Desayunasteis juntas, memorando viejos y buenos tiempos, de vez en cuando reías, cuando eso ocurría, tu madre también reía.

Le ayudaste a hacer la comida, comisteis (tu comida favorita) con pan casero. Después de hacer el pan acabasteis llenas de harina, y destrozadas de tanto amasar. Y de postre para esa deliciosa comida tuvisteis (tu postre favorito) con nata, casera también, cien veces mejor de la que venden, después de todo eso, teníais los brazos molidos. Hacía mucho tiempo que no hacíais vuestro propio pan y vuestra propia nata, pero pan y nata caseros saben cien veces mejor que comprados.

Al comer esa deliciosa comida, te vinieron muchos recuerdos a la mente.

Después de comer jugasteis a muchos juegos de mesa, no era raro que jugaseis a juegos de mesa, todos los día lo hacíais con tu padre, pero es que tu madre evitó dejar de sonreír, no le viste soltar una lágrima, sus ojos estaban como siempre, su sonrisa era brillante, y eso se lo agradecías mucho.

Para la cena había (tu cena preferida)

Después de cenar:

-Cielo, ¿Qué te parece si vas a mirar el correo de la computadora? Es posible que alguien te haya mandado un mensaje, y tú no te enterases, mejor ve a mirar por si acaso-Te dijo tu madre con una sonrisa.

Tú fuiste a pesar de saber que no iba a haber ningún correo, pero, cuando encendiste la computadora, sí que había uno. Y este uno decía:

De: ElConquistador.

Asunto: Sin asunto.

¡Hola! Sé que no sabes quién soy, y francamente no me atrevo a decírtelo, sin embargo yo sí sé quién eres. Te conozco desde siempre, en un principio nuestros padres nos quisieron juntar, pero luego se echaron atrás. Yo te conozco de lejos, nunca pude hablar contigo porque voy a otra escuela, tengo ganas de hablar contigo, pero no me atrevo a revelar mi identidad, aunque no me conozcas. Sé que has estado sufriendo, eres muy fuerte. Siento lo de tu padre.

Te quiero… (Tu nombre)

Fin.

-"Por dios, ¿Quién me ha gastado la broma? Malditas, y encima se atreven a mencionar a mi padre. ¿Quién es tan tonto como para creerse esta broma?"

Después, volviste con tu madre diciéndole que nadie te envió ningún mensaje.

Y, antes de irte a dormir, te contó las historias que te contaba cuando eras pequeña.

Tu conclusión:

-"Es la mejor madre del mundo, y la más fuerte."

Esa huelga, te cayó haciendo puente con el fin de semana, los días del sábado y el domingo fueron iguales, salvo que no se volvieron a repetir esos mensajes, continuando la broma pesada.

El Lunes fu igual, te desperezaste, te levantaste, re vestiste, te peinaste y fuiste a desayunar.

Cuando llegaste a tu clase, poco después, llegó (el/la) jef de estudios, con un chico nuevo. El profesor salió para hablar con (El/la) jef de estudios, y el chico se quedó dentro presentándose.

Tenía el cabello blanco, era muy pálido y sus ojos eran rojizos.

Suspiró.

-¡Hola! ¡Me llamo Gilbert Beilschmidt! ¡Podéis llamarme "El mejor" u "Ore-Sama"! Soy de Alemania, aunque, soy del este, por lo que prefiero decir que soy de Prussia.

-"Es un narcisista, como casi todos los presentes, sin embargo, este parece diferente, no sé en qué…"-Pensaste algo confundida.

La mañana transcurrió normal.

En el receso, escuchaste que hablaban mal de ese chico, decían que lo expulsaron de su último instituto, y todas esas memeces que dicen de un niño nuevo, por otra parte, pensaste.

-"No sé si será verdad o no, pero de todos modos, ¿Eso les importa mucho? Me temo que a él también le darán de lado…"

Pasaron cuatro días, y nadie se acercó a él. Como durante el receso ibas a la biblioteca para hacer los deberes, tú no te diste cuenta, hasta que, un día…

Tenías más hambre de la normal, tuviste dos exámenes de (asignaturas que peor se te dan) y era viernes, estabas muy cansada. Fuiste a comer a la cafetería, pero, como había muchas personas y no te gustan las multitudes, saliste al patio, y te apoyaste contra una pared para comer tu (bocadillo/sanwich/snaks/chuches)

Cuando terminaste de comer fuiste a tirar el (papel del sándwich/ papel del bocadillo/la bolsita de los snaks o las chuches) para llegar a la papelera, tenías que pasar por la pista de futbol, en la que estaban jugando.

Esperaste (in)pacientemente a poder pasar, asegurándote de que el balón no te diera, para pasar. En ese momento, un niño tiró el balón contra ti apropósito, te dio en la cara y te rompió la nariz y el labio. Cogiste el balón y lo tiraste al suelo.

-Valla, si es la granjerita.-Dijo el que te tiró el balón, recogiéndolo.- ¡Fuera de la pista y no molestes anda! Te podría pasar algo así de nuevo.

-¡Si, fuera si no quieres que te rompamos algo más que la nariz y el labio!-Dijo este, con ánimos de tirarte de nuevo el balón a la cara. Justo cuando lo tiró, Gilbert se puso en el medio, impidiendo que me diera a mí, dándole un remate de cabeza y marcando directamente en la portería al otro lado de la pista.

-Asombroso…-Fue lo único que salió de tu boca en un susurro.

-¿En serio os sentís bien metiéndoos con una chica? ¡Sois muy poco Awesome, dais pena!-Dijo el albino con una voz de autosuficiencia.

Los otros no pudieron responder, seguían estupefactos con ese gol, por un remate de cabeza, desde casi la otra punta del campo, por lo que Gilbert aprovechó para cogerte de la muñeca, y llevarte a la enfermería. Te sangraban mucho la nariz y el labio.

Una vez te curó la nariz y el labio la enfermera, te aconsejo que fueses a ver igualmente a un médico dentro de una semana por si acaso.

Entonces saliste al pasillo, donde Gilbert te esperaba, aunque no lo sabías.

-¡Hola! ¿Mejor?

-Sí, un poco mejor. No necesitaba tu ayuda, sin embargo, gracias.-Se lo agradeciste, ya que te educaron bien.

-No decías eso en la pista, de hecho, dijiste: "Asombroso" si no oí mal.-Una vez dicho esto, te sonrojaste un poco.

-S-si dije eso ¿Y qué? No necesitaba que me ayudases, le iba a dar una paliza a esos yo sola.

-Como quieras.-Dijo con una voz de autosuficiencia, juntada con una voz juguetona, que de alguna manera sonó adorable. En eso sonó el timbre de volver a clases, y volvisteis. Por supuesto no falto el listo o la lista que te preguntó que te pasó en la cara, a sabiendas de lo que ocurrió.

Se acabaron las clases, son las 2:15 y todos vuelven a casa juntos, todos excepto Gilbert y tú.

Dio la casualidad de que llovió, y tuviste la suerte de que tu madre te recordase que llevases el paraguas, Gilbert no llevó el paraguas, y estaba volviendo a casa corriendo, como el suelo estaba encharcado cayó.

Tú abriste el paraguas, y corriste a su lado, le resguardaste de la lluvia mientras se intentaba reincorporar. Al darse cuenta de que la lluvia ya no le rozaba, miró hacia arriba, y te vió a ti sosteniendo el paraguas.

-Cuidado, te vas a resfriar.-Dijiste esbozando una sonrisa.

Gilbert cogió un color rosáceo en sus mejillas, tú pensaste que era por la caída.

-G-gracias.

-No hay de qué. Considéralo mi agradecimiento por lo de antes. Te acompañaré hasta casa.

-No hace falta que te distraigas de tu camino, está un poco lejos. Ore-Sama se las puede apañar solo.

-Tranquilo, no me molesta.

-Eres demasiado buena.

-Le dices eso a alguna de mis compañeras, y cree que te controlo la mente, o que te he amenazado para que lo digas.-Dijiste en un esfuerzo por sonreír.

Llegasteis a su casa, no muy tarde. No estaba tan lejos.

-Gracias, pero Ore-Sama no te necesitaba.

-¡¿Así me lo agradeces?!-Gritaste, aunque no enfadada.

Él sonrió justo antes de entrar a su casa.

Volviste a la tuya. Estabas caminando tranquilamente cuando pasaste por delante de "esa" panadería. La silueta de tu padre estaba marcada con una cinta blanca, su sangre todavía estaba en el suelo, y la policía había puesto una cinta de "¡No pasar!" Rodeando toda la escena del crimen.

No pudiste reprimir las lágrimas, y decidiste llorar, desahogarte, para no llorar delante de tu madre. Por ello te paraste unos segundos tapándote los ojos con un brazo. Empezó a menguar la lluvia cuando empezaste a oír unos pasos que rápidamente se acercaban a ti. Miraste hacia atrás, y viste a tus compañeras corriendo hacia ti, una de las cuales era a la que salvó tu padre. Cuando intentaste esquivarlas, ya era tarde, te tiraron, haciendo que te dieras con el bordillo de la calle, quedando justo al lado de donde estuvo tu padre, y de paso remarcaron la herida de tu labio.

-Mira, ahora estás donde estuvo tu padre antes de morir… ¡Por salvarme a mí! Ahora siento que no debí insultarle… ¡Bueno no! ¡No deja de ser un estúpido campesino!

-¡Eres estúpida, niñita! ¿En serio estabas contenta con tu padre?-Dijo una de las otras que acompañaban a Vanessa. ¿Qué eran su séquito?-¡Te dejo solita, por salvar a alguien que ni conocía!

-Es cierto, sería mejor que murieses, no sirves de nada.

Opciones:

1-Cogiste tu paraguas, y volviste a casa…

2-No pudiste aguantarlo más, y golpeaste a Vanessa…

2-No pudiste aguantarlo más, golpeaste a Vanessa, la cogiste del cuello de sus elegantes ropas, y la tiraste contra el suelo, y lo mismo hiciste con su séquito.

-¡Permito que me insultéis, y permito que me peguéis, decid el nombre de mis padres, y estáis muertas! ¡¿Entendido?!-Afirmaron con la cabeza.- ¡Ah! En cuanto a la bromita del correo, supongo que eráis vosotras, sino, ya se lo diré a vuestras amiguitas ¡Perdeos!-Gritaste, y te largaste del lugar, muy frustrada.

Cuando entraste a tu casa con el labio y la nariz sangrando, tu madre te lo curó, y al igual que la enfermera, te dijo que te llevaría al médico a mirarlo mejor por si acaso.

-Muy bien, ya está. Pero cielo, ¿Qué te pasó?

-"Sé que puedo confiar en ella, pero no quiero preocuparla, le contaré parte de la verdad." Para ir a tirar un (papel/plástico), tenía que pasar por la pista de fútbol para llegar a la papelera, y me dio un balonazo en la cara.

-Cielo, tienes que intentar tener más cuidado.

-Lo sé mamá, lo siento.

-No tiene que pedirme disculpas a mi.-Dijo dulcemente mientras se levantaba.-Sino a tu yo del futuro.

-"¿Mi yo del futuro? Esa chica…"

-En cualquier caso hoy comemos (Tú comida prefe) ¿Qué deberes tienes?

-Hoy sólo tengo unos de (Asignatura prefe), los terminó en 5 o 10 minutos.

-¡Qué bien cielo!

-Sí, fin de semana con pocos deberes.

Después de comer, te fuiste a tu habitación, a hacer (hobby) No podías dejar de pensar en lo que te hicieron esas chicas, y esos chicos.

Pronto dejaste de (hobby) porque no podías dejar de pensar en esas chicas, Vanessa y su "séquito", y esos chicos del receso. Lo que te habían hecho no tenía nombre ni perdón, pero, ¿Qué podías hacer?

Querías dejar de pensar en eso, pensar en otra cosa, pero, ¿En qué?

-"¿Qué tal en ese chico…Gilbert? ¿Será verdad lo que le expulsaron?"-Pensaste.-"Bueno, de todos modos me da igual, parece simpático, y hoy hablamos durante un buen rato tranquilamente, no parece un mal chico."

El día transcurrió normal. A tu madre se le olvidó comprar una cosa, y te mandó a ti a comprarla, la ayudaste un poco haciendo la cena, estuviste un rato con ella viendo la tele y jugando a juegos de mesa. Lo normal. Todo era perfectamente normal, salvó tú, estabas pensativa, y algo deprimida, tu madre resolvió no preguntarte todavía, dejar que tú se lo contases.

¡Y hasta aquí el primer capi! ¿Qué tal ha estado?

Tardé bastante en hacerlo, en un principio iba a ser un One-Shot, pero se me ocurrieron demasiadas cosas. Espero que no hayáis tenido que dar muchas vueltas, y que entendierais como se buscaban las opciones. Lo he intentado hacer:

1-Interesante, que enganche.

2-Algo triste, pero divertido y misterio.

3-Romántico, pero no con muchas ñoñerías.

¿Lo conseguí?

"Por fa di que sí, por fa di que sí"

Hacedme reviews, me hace mucha ilusión, ver que alguien me lee, si encontráis algo mal hecho (que no sean los guiones, es que no se poner los correctos u.u) decídmelo, y lo corregiré cuanto antes, no me lo voy a tomar a mal ni nada. Por otra parte no muerdo.

Tengo que pediros opinión: ¿Utilizó a más personajes de Hetalia? Decidme los que queréis que aparezcan, y los intento poner. Las niñas esas, y los niños esos, los malotes xd, no son de Hetalia, porque no quiero que los odiéis por mi culpa ;)

¡Hasta leernos! Záijián! Sayo!