Gui: Bueno, esto es un fic triste hecho para que yo llore escribiéndolo y las almas sensibles lloren leyéndolo, y si nadie llora, que por lo menos tengan la decencia de mentirme para hacerme sentir mejor. No, es broma. Son cosas tristes y creo que las saco desde el fondo del alma. Ahora ya, no os diré en qué situaciones trágicas me pongo con respecto a la gente que me rodea para que me salga esto. Todos los capítulos están dedicados a alguien en mi mente pero si lo digo a lo mejor la gente se ofende... Que no creo, pero bueno.
Disclaimer: Todos los personajes y situaciones son de Rowling. Me apropio de los sentimientos. Y guiños a la canción "Je ne t'aime plus" de Manu Chao.
Adiós
1. Bellatrix
Ya no te quiero, cariño. Ya no te aprecio. Ya no te soporto. Ya no aguanto tus defectos. Ya no quiero verte. Llevo toda la vida aguantando tus cosas estúpidas en silencio. A veces me gustaría morirme, no me quedan esperanzas. La muerte es sin duda menos ingrata que tú.
Pequeñita, ven aquí, dame un abrazo. ¿Sabes quién te quiere más que nadie? ¿Sabes cuánto te quiero? Creo que no lo sabes bien. Ven aquí.
Abrazos fuertes, que te rompen las costillas. Abrazos que significan cosas. Abrazos de no te vayas, abrazos de tengo problemas y no puedo, no puedo contarlos así que abrázame.
¿Estás segura de haberte enterado bien de lo mucho que te quiero? Asiente. ¿Seguro? Sí. Yo también te quiero mucho. Abrazos en la oscuridad, llenos de lágrimas por la intensidad emocional.
Hermanas, celos iniciales, mil peleas y golpes y risas y enfados y cosquillas y abrazos. No se lo ha dicho nunca, pero la quiere más que a nada en el mundo. Una vez lo pensó: ¿qué ocurriría si Meda muriese? Y todos sus órganos se concentraron en su garganta. No podría. ¿Qué haría ella sin la Meda pequeña, la que no se entera de nada pero conoce más vocabulario? ¿La Meda que suelta verdades sin darse cuenta? Si hay algo que no soportaría sería que muriese.
No lo entiendo. No lo entiendo. ¿Dónde has ido, Meda? No te entiendo. ¿Cuándo te ha ocurrido esto? ¿Cuándo has aceptado esto? ¿Cuándo me has olvidado? He aguantado tus chiquilladas, he aguantado todas tus tonterías, tus verdades absolutas demasiado estúpidas, poco correctas. Alguna vez no me lo creía. No me lo creía pero lo entendía, Meda. ¿Y a dónde ha ido la comprensión?
No lo comprendo. No me lo expliques, Meda, ¡no quiero saberlo! Has llegado a un límite. Tenías mil defectos y cien mil virtudes. Me abrazabas cuando lloraba. ¡Me has abrazado, me has consolado! Y yo lo he hecho contigo. Yo te he cogido entre mis brazos y te he susurrado al oído que no me iba a ir de tu lado jamás.
No recuerdo haberte oído decirme eso. Está bien, por lo menos no eres una mentirosa. Por lo menos no decías cosas que no cumplirías después. ¡Bien! No me has dicho que te quedarías porque no lo harías. Te aplaudo. Bravo, Meda. Te mereces una maldita reverencia. Te mereces que te ponga en un pedestal para que tengas vértigo y no quieras siquiera mirar abajo. Te mereces pasarlo mal.
Nadie tan cruel como tú merece otra cosa que no sea la crueldad de vuelta. ¿Has intentado ser cándida, amor? ¿Has intentado hacer que alguien lo entendiese? ¿¡Has intentado siquiera no querer a ese muggle, Meda! ¡No has intentado nada! ¡No nos has dado una oportunidad! ¡No has confiado en mi! No, ¡has venido aquí con tu cara amargada y has dicho que te casarías con ese imbécil lo quisiésemos o no! ¡Un maldito muggle!
Nunca me habría creído eso de ti. Todo menos un muggle. Nunca un muggle, Meda. Jamás. ¡Jamás! Ese no era el plan. ¡Eso no estaba planeado! ¡Nos has traicionado! Y ni siquiera has tenido la decencia de advertírnoslo. Simplemente has hecho tu baúl en silencio y has soltado la bomba. Has visto la cara de disgusto de todos, Meda, de todos porque nadie puede creer que pienses así, y has dicho que lo sabías. Y te has ido, maldita sea, sin dejarme gritarte y zarandearte y pegarte y estamparte contra la pared, te has ido antes de que nadie tuviese tiempo de reaccionar.
Te has ido. Te has ido tú. Nadie más te ha abandonado. Ni siquiera me lo habías contado. Ni siquiera habías confiado en mi. Desde el principio habías tenido las ganas de apuñalarnos por la espalda. Yo te lo había contado todo, Meda, todo. ¡Todo! Te lo he dado todo y tú no me has devuelto nada. Ni siquiera te pedía nada. Era mi trabajo de hermana mayor. He jugado contigo, Meda. ¡He gastado mi maldito tiempo contigo, Meda! Un tiempo que podía haber invertido en hacer lo que yo quería. Pero no, jugué contigo y soporté tus juegos estúpidos y soporté que dijeras que yo no te hacía caso y escuché tus berrinches cuando perdías contra mi, y fui una hermana mayor como Merlin manda. Una hermana como todos pedían, como todos decían que tenía que serlo. Una niña brillante que ayudaba a su hermana a subir los escalones que ella había subido sola.
Y tú simplemente asías mi mano y ponías los pies donde te pedía. Y mirabas alrededor pensando en cervatillos y mariposas y no en mí, no en mi esfuerzo.
Pero ya no te quiero. Ya no te aguanto. Ya no me preocupo. Ya os he dejado caer a todos. Ni siquiera se lo he explicado a Cissy. Ese era tú trabajo. Yo te ayudaba a ti y tú ayudabas a Cissy, ¿no? Es lo que hacen las hermanas. Pero no, tú ibas con un cartel de "sígueme" en el culo y ni te dabas la vuelta para mirarla. Pues bien, ya que te has ido no voy a recoger tus platos rotos. Si has hecho que ella se tropiece carga con la culpa. Yo ya no te quiero, ya no hago nada por ti. Ya no. Nunca. Sí lo he hecho alguna vez dudo que tú lo recuerdes. Nunca has tenido consideración por el resto de gente que no fueras tú. Porque nunca has pensado en ellos, ni bien, ni mal.
Pues bien, Meda, yo no te conozco. A lo mejor eres una buena persona en algún lugar de tu cuerpo. A lo mejor te vas con el muggle porque te ha sometido, o te ha violado y no quieres contarlo. A lo mejor nada es tu culpa. A lo mejor me estoy volviendo loca. Pero, ¿qué más da? Porque la única que lo sabe eres tú. Yo no sé quién eres ni por qué haces las cosas.
Moriría solo para dejar de verte, de oír hablar de ti. Prefiero regalar mi vida que verte. No, debería morir tú. Pero seguro que ni siquiera darías tu vida por hacerme un favor. Nunca me has hecho ningún favor. No, vas a seguir viva. Pues bien, ya no pensaré en ti. Esta es la última vez que me acuerdo de ti. A partir de ahora serás como un muggle para mi: desconocido, mugriento y susceptible de morir convirtiéndose en polvo hasta desaparecer de la existencia, como si nunca hubiera estado allí y sin nadie para llorar su muerte.
Esto es trágico. Sí, bueno, eso. Ya sabéis. Los personajes irán cambiando.
Gui
SdlN
