Se supone que tendría que subir 'Apariencias' pero es que me ha venido esta idea, pero si no lo hacía pues, se me podría ir de la cabeza. He tratado de escribirla un poquito, pero... no se me ha ocurrido mucho. Así que os dejo con esta historia que espero que os guste ^_^
En la oscuridad de la noche, una figura se deslizaba entre las sombras. Era persona vestida con un traje negro y una máscara de lo que parecía un león azul de aspecto feroz. Con una flexibilidad increíble, irrumpió en el edificio de la corporación Suna; con paciencia y experiencia, terminó por colarse por una ventana con un complejo dispositivo para cortar cristales.
De un salto, apareció frente a su objetivo, la puerta del despacho del presidente de aquella empresa, Sabaku No Gaara, mejor conocido como "el Quinto Kazekage", titulo otorgado tras la marcha de su difunto padre. La figura, se adentró y sonrió interiormente... tenía la fuente de datos que necesitaba.
Sacó un pen-drive y dispuso a copiar toda la información financiera y fraudulenta que la empresa había realizado... todo ese dinero había ido a parar a algún tipo de arma nuclear en Kumogakure. De repente, empezó a sonar la alarma, y varios hombres vestidos de negro, fueron al encuentro de la sombra.
-¡Esta en el despacho del presidente! ¡Rápido!- escuchó gritar.
Todos aquellos hombres entraron precipitadamente al despacho de su jefe, pero sólo encontraron la ventana abierta y el frío de la noche.
La figura huyó de aquel edificio trepando hasta la azotea, que tampoco estaba lejos del despacho, y subió a un avión negro que parecía que le estaba esperando. Se tocó el oído y transmitió las siguientes palabras:
-Misión cumplida.
Aquella sombra, dentro del avión, se encontró cara a cara con una persona de pelo color plateado, una máscara que cubría parte de su boca, con una cicatriz en su ojo izquierdo, que le recorría hasta la mejilla y un traje de color gris impoluto. Estaba sentado frente a aquella figura escurridiza, con los brazos cruzados.
-Buen trabajo, Hime- dijo aquel hombre.
-Gracias, sensei- aquella figura se quitó su máscara de león, dejando ver la cara de una bella joven. Tenía una piel de color blanquecina, unas facciones finas y delicadas, aunque lo que más llamaba la atención eran sus ojos, unos ojos muy curiosos que parecían dos perlas- aquí tiene toda la información sobre la corporación de Suna. Al parecer sus corazonadas, como siempre, han resultado ser ciertas... están utilizando dinero y recursos de la empresa para desviarlas a una cuenta fantasma para Kumogakure.
-De acuerdo, regresemos a la base para que Shikamaru pueda analizar esto.
-Ah, sensei...
-¿Sí?
-No vuelva a llamarme Hime... por favor.
-Ah... lo siento.
Aquella figura escurridiza se llamaba Hinata Hyūga, parte del equipo del actual presidente de Konoha, Kakashi Hatake, quien llevaba en las sombras un equipo de espías encargados de profundizar en los asuntos más turbios. Hinata era la encargada del rastreo y las tareas de sigilo, pues era muy buena en aquel campo, y aquellos ojos que tenía, aparte de ser curiosos, eran bastante hábiles, pues le otorgaban a su dueña una vista casi sobrehumana... quizás también ayudaron los avances científicos y los diversos aparatos (o juguetitos como su compañero Kiba Inuzuka los llamaba) que facilitaban la tarea.
Este equipo era llamado ANBU, contaba con diferentes personas, equipaciones y una sede central a las afueras de la ciudad de Konoha, el hogar de todos ellos.
El presidente y la agente, se bajaron del avión al llegar al cuartel. Hinata andaba tras la espalda de su jefe, quien era como un hermano mayor para ella, ya que ella no contaba con ninguna familia que la cuidara.
-¡Hinata!- gritó una chica con el pelo de color castaño recogido en dos moños- ¿Qué tal la misión?
-Tenten-san... la misión ha ido bien, iré a ducharme y a dormir... es lo que más necesito después de tantos días de trabajo.
-Descansa- dijo Tenten sin borrar la sonrisa de su cara.
Hinata se fue a su habitación, se desnudó mientras el agua caliente corría del grifo y llenaba de vapor el baño. Se duchó, dejando que sus músculos se relajaran y después se vistió para ir a dormir; ese descanso se lo había ganado a pulso.
Por otro lado, un hombre hablaba por teléfono, parecía bastante molesto, pues el tono que empleaba era duro y bastante ácido.
-¿¡Cómo has podido ser tan idiota Gaara!? ¿¡Cómo te has dejado robar tan fácilmente!? Está claro que tendré que encargarme personalmente de esto...
-Lo siento. Al menos hemos conseguido pistas, no te preocupes, este proyecto no podrá parar, el arma está casi lista.
-Más te vale, o me encargaré de que no puedas volver a respirar ¿te enteras?- acto seguido, sin esperar respuesta ninguna, colgó el teléfono ferozmente. Recostado en un enorme sillón, dio un gran suspiro y miró a la pantalla del ordenador. -¿Qué pretendes ahora... Kakashi Hatake?
Hinata se levantó con los primeros rayos de sol, debido a sus terrores nocturnos por su oscuro pasado, nunca solía dormir bien, y mucho menos descansar correctamente, pero al parecer su cuerpo ya se había acostumbrado a eso.
Bajó a desayunar, aún con la pereza palpitando en su cuerpo, para encontrarse con los dos únicos compañeros que madrugaban: Shino Aburame, su compañero de equipo y Sasuke Uchiha, uno de los hombres más serios que había conocido.
-B-Buenos días- dijo ella algo cortada, pues cuando se encontraba con Uchiha, éste solía intimidarla un poco.
-Buenos días Hinata- dijo Shino amablemente.
-Buenos días, Hyūga- dijo Sasuke asintiendo con la cabeza.
Justo cuando iba a acercarse para devorar los rollos de canela que había en la fuente, una pantalla emergió del techo, y encendiéndose, dejó ver la cara de Kakashi.
-Buenos días, sensei- dijo ella haciendo una reverencia.
-Buenos días, Hinata- le respondió, sonriendo- siento interrumpirte, pero necesito que termines de desayunar rápido, tengo que hablar contigo.
-Adiós a mi desayuno tranquilo- pensó Hinata con un toque de decepción- Entendido, estaré tan pronto como acabe.
Tras el desayuno, Hinata se encontraba frente a la mesa del presidente, quien descansaba su cabeza en sus manos.
-Bien Hinata, tras el análisis de todos los datos, hemos observado que la corporación de Suna recibía gran ayuda de la empresa Alatsuki, esta le cedía todos los recursos para poder enviar el dinero a Kumogakure y subvencionar la construcción de diferentes centros de desarrollo de armas. Necesito que te cueles en la empresa de Akatsuki para conseguir la información, te llevarás a Rock Lee como apoyo por si las cosas se ponen feas, y pondré a Tenten en el edificio de en frente por si necesitáis ayuda.
-Entendido, sensei. ¿Podría decirme quién es el presidente de la empresa?
-Al parecer, hay un presidente, llamado Madara Uchiha...
-¿Ha dicho Uchiha?- interrumpió Hinata sorprendida.
-Sí, la familia Uchiha está dividida desde aquella horrible masacre, unos se dedican a combatir el mal, como es el caso de Sasuke e Itachi, y otros... a hacerlo- respondió Kakashi, algo afectado- pero creemos que Madara es el presidente de paja, un pelele que está siendo controlado por alguien peor, una mente maestra. Shikamaru no ha conseguido sacar esa información, por eso te necesito, necesito que saques datos de ese presidente en la sombras, y que extraigas toda la información necesaria para poder seguir investigando.
-Entendido sensei, entonces iré a entrenar un poco con Lee, tenemos que estar compenetrados después de todo- dijo haciendo una reverencia y marchándose del despacho.
Por fin llegó la noche, y Hinata vestida con un mono de color negro ajustado, que dejaba ver su esbelta figura, y su máscara de león mientras que Lee vestía un mono de color verde oscuro, con una máscara que tenía un dibujo de un remolino con una hoja. Estaban sentados en el jet, mientras recibían las órdenes de Kakashi.
-Bien, Tenten ya está situada en su posición, chicos, buena suerte.
-Entendido-dijeron los dos a la vez.
Hinata y Lee bajaron sigilosamente a la azotea del edificio Akatsuki, y se infiltraron.
-Sensei, estamos dentro- susurró Lee por el pinganillo.
Ambos se acercaron despacio hacia la localización en la que se encontraba todo.
-Esto es lo que haremos- susurró Hinata a Lee- mientras que yo voy a por la información, tú quédate peinando la zona ¿de acuerdo?
Lee asintió y se quedó esperando por los alrededores, mientras que Hinata se dirigía al despacho del presidente.
-Estoy dentro- susurró por el pinganillo.
-Ten cuidado Hinata-san- respondió Lee.
Despacio, se acercó al ordenador, encendiéndolo. Cuando éste por fin terminó de arrancar, Hinata se dispuso a enchufar el aparato de hackeo para poderle enviar a Shikamaru los datos y así pudiera desbloquear la clave de acceso. Una vez realizado dicho trabajo, Hinata se dispuso a buscar los datos del presidente de aquella empresa: Madara Uchiha. Parecía que no era ningún pelele y sabía bien qué hacía... hasta que encontró un archivo sobre la empresa que mostraba que era un presidente de paja.
-Sensei, lo tengo- dijo ella sacando el pen-drive- Madara Uchiha es un títere, el verdadero presidente en las sombras es...
De repente, el pinganillo empezó a hacer un ruido muy raro, como si hubiera perdido la señal, cosa que mostraba problemas, por lo que no le quedaba mucho tiempo. Cuando fue a enchufar el pen-drive, una mano vendada le agarró la suya.
-Vaya, vaya, no esperaba tener visita, y menos del honorable equipo ANBU- dijo un hombre.
Hinata se deshizo rápido del agarre, alejándose de su atacante, poniéndose en posición para emplear su estilo de pelea: el Jūken.
-Supongo, que tú eres el verdadero presidente de Akatsuki- dijo ella sin ver a su oponente, pues el cuarto estaba oscuro, mientras que Hinata se veía deslumbrada, tras el enorme ventanal del despacho, por la luz de la luna.
-Así es, gatita, yo soy Kurama, el presidente de esta empresa. Y ahora que lo sabes- dijo dando varios pasos hacia ella- no puedo dejarte escapar.
