UNA SORPRESA PARA PEETA.

Narrado desde el punto de vista de Katniss.

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Aun somos una pareja joven. Hace tan solo 7 meses que nació nuestra pequeña Melissa Mellark y estamos muy felices; pero a decir verdad, son tiempos muy difíciles.

Quede embarazada por accidente. En realidad yo quería esperarme unos cuantos años mas para tener un bebe con Peeta, pero para desdicha mía, se rompió el condon y de ahí vino Melissa. Sin embargo no me arrepiento de nada ni hubiera deseado que cualquier cosa cambiara.

Mi embarazo fue complicado; ya había perdido un bebe antes, cuando recién nos casamos quede embarazada en la luna de miel en el distrito 4, la playa, la arena y el mar. Yo no sabia que estaba embarazada hasta que me vino un fuerte dolor cuando nadaba. Peeta pensó que era un calambre, pero no fue asi, resulto que tenia pocas semanas de embarazo y que acavava de perder al bebe. Desde ese momento me jure a mi misma que no tendría hijos pero paso lo que tubo que pasar y ahora soy una madre primerisa.

La noche en la que concebimos a Melissa fue la ultima noche de pasión que tuve con Peeta, luego los problemas empezaron. Yo quede embarazada, Peeta en su felicidad descuidó la panadería por varias semanas mientras el me acompañaba a reviciones con el doctor del distrito 12, aveces teníamos que ir hasta el capitolio. Finalmente cumplí 2 meces y era momento de comprar mi primera blusa de maternidad. Para eso Peeta me acompañó y cuando abrió su cartera ya no tenia dinero; saco la tarjeta y nos dijeron que no había fondos. Nos preocupamos, regresamos la casa, la cual por cierto decidimos comprar con todos nuestros ahorros cuando nos enteramos de mi embarazo. Peeta dijo que iva a la panadería y cuando regreso me dijo que nos habían robado. Keila la encargada se marchó de inmediato con lo mas valioso que son los hornos, las decoraciones y el dinero de la caja registradora acumulado de varias semanas. Peeta en su depresión no me toco durante mi embarazo y cuando nació Melissa no tuvimos el dinero para ir a un hospital. Mi madre fue la que me ayudo a parir. Pasado 1 mes nos sacaron de la casa por falta de pago y nos fuimos a vivir a casa de mi madre en la Veta. La panadería seguía cerrada pues no teníamos nada con que hornear y los pocos pasteles que Peeta hacia los vendia en la calle. Melissa viste con ropa que mi madre le hace porque nosotros no le hemos podido comprar nada.

Mi meta, es revivir la llama de la pasión con Peeta; sentirme mujer como antes solía, y ya con el ánimo arriba sacar adelante la panadería para poder mantener a nuestra pequeña nosotros solos como buenos padres que somos.

Mi dilema es, ¿Cómo decirle a Peeta que lo deceo?, si trabaja todo el dia vendiendo en la calle y cuando llega en la noche, el solo se sirve un poco de comida, sube a darle un beso a Melisa y cae dormido de inmediato. Tengo que idearme algo y ser ábil. Por eso acudí con cierta persona que nunca mas pensé en volver a hablar desde aquella vez, la señorita "and may the odds be ever in your favor", la queridísima Effie Trinket y su comedor de caoba.

Busqué en mi agenda el teléfono de Effie, luego salí para buscar un teléfono público pues ya nos cortaron la línea del teléfono y cable también. Me contesta inmediatamente con ese tono tan aparentemente servicial y reconoce mi voz al instante,

—hay querida, como has estado, ha pasado tanto tiempo sabes, solo veo pocas noticias tuyas como la poca conocida celebridad que llegas a ser aquí en el Capitolio, la último que supe que fue que te casaste con ese muchacho, ya sabes, el tu compañero, Peta, ¿Peeta? Si, asi se llama no? Bueno, con el y que perdiste un bebe, luego nació su hija y ahora supongo que viven felices ¿no?—

Me enoja su tono de voz sabiendo que no es sincero pero aun asi le respondo con la poca dignidad que me queda,

—Que graciosa Effie, pero te necesito urgentemente, ¿crees que puedas venir al 12?—

— Kat, Kat, Katniss¿ porque no mejor vienes tu, traes a Peeta, a tu hija y aprovechando se toman unas vacaciones temporales? Y asi todos felices, tu hablas conmigo, yo no me incomodo en ir hasta allá ya sabes el royo?—

— Me temo que no puedo, ni siquiera tuve el dinero suficiente para llamarte del teléfono de mi casa; porque no tengo Effie, no tengo nada ayudame porfavor—

En las ultimas palabras las lagrimas brotaron de mis ojos, y la voz me salió llorosa.

—No te preocupes querida, yo llegaré ahí en la noche—

Y me colgó de repente.

Voltee a ver la calle, los coches pasaban, y en ellos aveces se ven cosas muy extrañas, no faltan las parejas haciendo el amor dentro de ellos, o los que discuten y se van gritando. Cuando Peeta y yo teníamos coche disfrutamos mucho en el, viajamos y recorrimos todo Panem en el. Ahí hubo momentos de pasión y exitacion como toda pareja joven lo suele tener en su coche pero ahora parecemos 2 extraños que solo tenemos una cosa en común, Melissa.