Cualquier persona que quiera una palabra para definir a Astrid Hofferson, puede irse ahora, porque nunca nadie jamás se ha puesto de acuerdo en una sola palabra para describir a esa chica.

Si le preguntas a Hiccup, él te diría que Astrid es perfecta, hermosa, fuerte, divertida, responsable y honesta; porque la ama.

Si hablas con Snotlout, utilizaría palabras como sensual, brutal, feroz, tenaz y violenta; porque en más de una ocasión la ha hecho enojar.

Si quieres la opinión de Fishlegs, el chico pensaría en algo como comprensiva, atenta, sensible y buena consejera; porque ella lo ha escuchado cuando nadie más lo hace.

Si logras captar la atención de los mellizos Thorston, se pondrán a pelear acerca de quién conoce más a Astrid, pero al final se quejarían de que es regañona; porque en más de una vez ella los ha metido en cintura antes de que se metan en un buen lío.

Todos en Berk la querían, era la vikinga perfecta, tenía el respeto de los mayores por su fuerza y el respeto de sus iguales por su carácter.

Pero si le preguntas a Astrid que utilice una palabra para describirse a sí misma, probablemente aventaría su hacha al árbol más cercano, con una puntería terriblemente aguda, suspiraría y se iría sin dirigirte ni una mirada.

Si Astrid supiera lo que los demás pensaban de ella, no creería ni una sola palabra, porque esa no era ella, era la imagen de lo que debía ser. Eran años de práctica, paciencia, años de sufrimiento, años de entrenamiento, de adiestrar dragones, de perseguir chicos desgarbados y de debilidad. Todo para ocultar lo imperfecta que era. Lo que sus padres querían que fuera, lo que su prometido conocía y lo que las demás personas en Berk temían, admiraban y respetaban.

"Cualquier persona que quiera una palabra para definir a Astrid Hofferson, puede irse ahora, porque nunca nadie jamás se ha puesto de acuerdo en una sola palabra para describir a esa chica."

Astrid tenía una: falsa.