¿Cuánto había pasado? ¿Dos años? ¿Tres? …

Des que EL se había ido trate de rehacer mi vida, me esforcé, en serio me esforcé en dejar de llorar por las noches, de insistir a naruto que lo trajera de regreso a la aldea, trate de cerrar mis sentimientos hacia el…pero nada funcionaba. Aunque después de ese día, ese día que fue el peor para mí, fue la gota que derramo el vaso y me hizo reaccionar.

Recuerdo que ese día la Hokage me había encomendado una misión con Hyuga Neji y Sai (los tres éramos ya ambus) la misión trataba de rescatar un grupo de ninjas que al parecer habían sido emboscados cerca de la aldea de la ola. Todo marchaba realmente bien, no nos habíamos topado con ningún problema en el camino, excepto claro, la frialdad de ambos tipos que me acompañaban. Al llegar a la aldea de la ola pude percibir un chakra algo conocido pero decidí ignorarlo. Después de haber encontrado al grupo (los cuales habían caído en la trampa de unos bandidos) que gracias a kami estaban bien decidimos regresar de inmediato a Konoha.

El camino a la aldea eran de aproximadamente un día completo, descansamos solos unos minutos cada dos horas de camino…hasta que algo, o más bien alguien capto nuestra atención.

- ¿Lo sienten? Ese chakra…-ni siquiera recuerdo haber terminado de escuchar a Neji, solo Salí corriendo hacia donde provenía ese chakra, y al llegar trate de flaquear y caer al suelo.

Frente a mi estaba el, Sasuke Uchiha, peleando contra kisame, podía verse claramente que llevaban bastante tiempo, sin embargo eso no me intereso, lo mire bien y pude darme cuenta de que ya no era el niño de 12 años del que estaba enamorada. Sus ojos mostraban más odio del que nunca vi en nuestros años de genin, su cabello seguía igual de negro y más largo, su cuerpo estaba más formado, tal parecía que sus entrenamientos habían dado frutos.

Podía ver claramente que él ya estaba fastidiado de pelear con kisame, sin embargo lo que nos sorprendió fue cuando de la nada el tipo azulado había desaparecido de la nada, y claro está, sasuke se había puesto furioso.

- Sasuke uchiha, renegado de Konoha, tendras que acompañarnos a la aldea- escuche claramente lo que Sai decía sorprendiéndome un poco-

- no es momento Sai!-lo mire furiosa para después tratar de acercarme a el- sasuke-kun, c-cuanto tiempo-sonreí sin poderlo evitar- sabemos que ya cumpliste con tu venganza, que vengaste a tu clan, sasuke ya es hora de que regreses a tu hogar.

-hmp… ¿porque habría de regresar?-me mira fijamente, su mirada no demostraba ningún sentimiento-¿para soportar a una inútil como tú que solo causa problemas? No eres más que una molestia-lo último lo dijo en un susurro y cuando menos lo espere lo vi correr hacia mí con un chidori en sus manos…el cual dio directo en mi estómago-

Lo mire confundida, dolida, decepcionada ¿este era el sasuke que amaba? Sabía la respuesta y era totalmente negativa. Sentía un gran dolor (y no producto del chidori) si no de que el atacara a una persona que el sabia le amaba a pesar de todo.

-¡SAKURA!-escuche mi nombre a lo lejos y una maldición de sasuke, baje mi mirada y vi un hueco en mi estómago producto del golpe dado por él, trate de enfocarlo después con la mirada pero él había desaparecido del lugar-

Cuando abrí mis ojos estaba en el hospital de la aldea, pude notar que todo mi torso estaba vendado, y por supuesto note al rubio hiperactivo a mi lado.

Después de ese día comprendí (a las malas) que ya no debía seguir procurando a sasuke, que su alma al igual que su corazón ya estaban más que muertos, nada en este mundo lograría regresar me al sasuke de antes. Después de que me recupere del fatal ataque me dedique a entrenar, Neji se ofreció ayudarme a cambio de que le ayudara a conquistar a tenten, cosa rara en alguien como él.

Los días pasaron, las semanas igual, y los años no se digan. Crecí más, mi cuerpo se desarrolló todo lo que se podía, mis habilidades ninjas habían mejorado tanto que ahora era una ambu de elite reconocida por la mayoría de las aldeas sin mencionar que era una de las más poderosas médicas ninja.

Sin embargo eso no evito que mi vida se volviera a derrumbar. Un día después de uno de los entrenamientos naruto había estado muy callado (cosa rara en el) en todo el día había estado ausente, tanto que casi lo había matado con unos de mis puñetazos. Algo malo presentía, sentía que debía sacarle la información así tuviera que obligarlo, pero justamente ese día era uno de los más atareados en el hospital.

Ya eran casi las doce la noche cuando Salí del hospital, al estar fuera del edificio pude notar varias miradas sobre mí (de los pocos ninjas que andaban a esas horas) lo volvía a presentir, algo había pasado…y no me había equivocado. Inmediatamente después de caminar unas cuadras Neji había aparecido delante de mí, sus ojos expresaban ¿lastima? ¿Decepción? No lo pude descifrar en ese momento, automáticamente lo seguí hasta la torre Hokage donde ella nos esperaba, y al entrar todos los de mi generación estaban ahí.

-yo… no sé cómo comenzar-susurro soltando un profundo suspiro- sakura esto te va afectar más de lo que te afecto el, esta noche, exactamente a las once con veinte minutos Naruto Uzumaki abandono la aldea

Silencio, en silencio estaban todos con una mirada llena de sorpresa y estupefacción ¿naruto se había ido? ¿Me había abandonado como…? Ese era el punto.

-se fue tras sasuke-logre susurrar después de la sorpresa- ¡porque dejo que se fuera!

Ya estaba fuera de mí, comencé a llorar, llorar de nuevo por alguien que me había dejado abandonada. Naruto se había ido de la aldea para ir detrás de alguien que no se tocaría el corazón para matarlo, pero sobre todo, no me había tomado en cuenta para su plan, porque después de todo yo era solo una simple MOLESTIA para ambos.

¿Cuánto paso desde el día que ambos rompieron mi corazón? Ocho años de que sasuke se fue y cuatro desde que naruto hizo lo mismo.