Este es mi primer fic sobre Doctor Who. Es algo que me se ocurrió después de ver El fin del viaje (Journey's end) y siempre he pensado que es una lástima que nunca volvamos a ver a Rose y al duplicado del Doctor en el universo paralelo. A mi me parece que las aventuras que pueden tener dan para una serie entera. Estaría bien que la BBC hiciera otro spin-off...

Ya sabéis que podéis comentar esta brevísima escena que he escrito.

Por supuesto, estos personajes no me pertenecen, etc...

Dos palabras

Dos palabras.

Lobo Malo.

Él sabía perfectamente, desde que pisó la arena húmeda de la playa, que era su destino. El cielo gris, la brisa salada, no hacían más que acrecentar su sensación de desánimo. Su desamparo y desasosiego se lo daba la certeza de que nunca más pisaría la TARDIS, de que nunca más sentiría su vaivén al viajar.

Él sabía que era la única forma que había de que estuvieran juntos, la única oportunidad para ser felices. ¿Lo vería ella igual? Ahora era humano y tenía a Rose, lo que más deseaba en el mundo, pero ¿querría ella pasar su vida con él? Su beso parecía decir que sí, pero al verla correr detrás del sonido de la TARDIS al desaparecer y ver la duda en su mirada cuando la cogió de la mano, no supo que pensar. ¿Serían capaces de dejar atrás todo lo que les había unido y mirar hacia el futuro?

El futuro, ahora tenía que pensar en el tiempo como los humanos, linealmente. Se acabó el ir saltando de época en época, de planeta en planeta. ¿Querría Rose estar con él a pesar de que ya no podía ofrecerle eso? Siempre en movimiento, correr y correr. ¿Podría ser él la misma persona? Al pensar en ello, su corazón se detuvo un momento, se quedó sin aliento y con la mirada perdida. Empalideció. De repente, sorprendido, notó una mano en su mejilla. Rose había sentido su desazón. Había olvidado que sus manos seguían entrelazadas. Y allí estaba para él, ayudándolo, como siempre. Como siempre había ayudado a su otro yo, solo que ahora estaba cuidando de él. La necesitaba como el aire que respiraba y ella se lo daba. La miró y su único corazón se llenó de alegría y esperanza al verla. Y le acarició la mejilla como ella estaba haciendo con la suya. La miró a los ojos y se inclinó hacía ella, besándola. Ella le devolvió el beso y sus cuerpos se entrelazaron en un abrazo desesperado por sentirse el uno al otro, largamente deseado.

- Rose Tyler – le dijo con voz profunda, un susurro emocionado – te quiero.

Te quiero.

Dos palabras.