Varsovia, 1944, base de investigación de Millenium.

Miró a los soldados de las Waffen SS. Realmente se sentía orgulloso del trabajo del Dok. Aunque si hubiera sido el, el que hubiera elegido el número de vampiros artificiales, hubiera elegido la vampirización de todo el personal de las Waffen SS (950.00 soldados), aunque por algo se llamaban Millenium: un grupo creado para llegar a un Reich que durara mil años de gloria.

-Realmente te has esforzado, Dok.-le dijo al Dok, pues este se encontraba a su lado.

-Sólo no quería decepcionar al Herr Hitler.-le dijo el Dok.

-Sí, el nos dio estos cargos. Debemos agradecérselo de alguna manera.-el Mayor se rió. Lo habían nombrado Sturmbannführer por su eficacia en la guerra. Y ahora iba a comandar un ejército de vampiros artificiales. Eso sería divertido.

Decidió probar algo. Bajó a los cuartos de los prisioneros de guerra y les dijo a los carceleros:

-Libérenlos, denles comida decente, y prepárenlos, ellos van a pelear.

-¿Por qué, Herr Mayor?-preguntó, imprudentemente un soldado de cabello negro, y unos ojos del mismo color, y una cicatriz en la mejilla.

-¿Te atreves a cuestionar a tu superior?-con su típica sonrisa, que en el exterior decía "vamos, relájate" mientras que en el interior decía "prepárate a morir"

-No… Herr Mayor.-dijo el soldado. De inmediato, todos abrieron las celdas. El mayor miró los cuerpos moribundos y dijo con una voz que resonó en toda la sala:

-Queridos prisioneros de guerra, hoy, su miedo a la muerte se habrá terminado. Con un proceso que esta organización a perfeccionado, se les dará 2 opciones: convertirse en vampiros, gozar de la vida eterna, con la condición de servir a esta organización. O morir siendo leales a su país. Si lo que desean es la opción de convertirse en vampiros, con las pocas fuerzas que les quedan levanten la mano.

Todos los moribundos levantaron la mano, firmando un contrato que los llevaría a la vida eterna.

-Bien, soldados, denles comida y atención medica a estos pobres hombres, han entrado en razón, por lo que merecen la atención que todo ser humano (o vampiro) que reaccione bajo nuestro régimen, merece recibir.

De nuevo en el laboratorio del Dok, el mayor le dijo a este:

-Traeremos algunos soldados más, son prisioneros de guerra, tranquilo, recuerda ese proceso de borrado de memoria que perfeccionaste hace algunos meses, úsalo con ellos si tienen algún tipo de lealtad hacía otros que no sean Alemania.

-Sí, Herr Mayor ¡Hailf!-le dijo, haciendo el saludo que simbolizaba el imperio Hitleriano.

-¡Hailf!-le respondió, correspondiéndole el saludo.

Espero que les haya gustado, recuerden, sus reviews me inspiran y me alegran el día, de hecho yo (al igual que Kithiaran) tratamos de comentar todo lo que leemos. Así que por favor, comenten, y demuéstrenme que esta historia vale lo suficiente la pena como para continuarla.