UN MOMENTO MAGICO.

CAPITULO 1: TU MISION ES… ¿CONOCERNOS?

En un sufrir de la vida vemos tiempos que se estancan en memorias reservadas, momentos de promesas olvidadas.

-…Ya estoy cansada de tener que sufrir una y otra vez lo mismo, aunque diga ya no mas simplemente lo vuelvo a hacer, pero eso se acabo me escuchas dios eso ya se acabo, no soy más una niña que cree en las hadas, que piensa que los arcoíris son el puente a un reino mágico, que un día tendré un príncipe azul con un hermoso corcel, que seré la princesa de un castillo, creer en algo en lo cual nadie nunca ha tenido esperanza solo lo hacen lo mas idiotas…y yo soy tu perfecto protocolo…

En alguna parte del "cielo"

-He decidido darte una oportunidad más,-citó un gran ente, el omnipotente, el que está por encima de todas las cosas. Aquél que con solo siete días hizo la creación más hermosa del universo.

-¿Otra? –preguntó una pequeña alma

-¿Cómo que otra? ¡Si has fallado en todas las anteriores!, y si no quieres terminar como alma en pena atrapada entre la tierra, el cielo y el infierno tienes que cumplir y completar esta misión.

-Pero dios, no creo poder lograrlo como soy ahora.-argumentó esa alma

-Son excusas tuyas, así que más te vale hacerlo bien.-sentenció dios

-Aja como digas solo te crees por ser el todo poderoso y…

-¿Has dicho algo?

-Que… ¿cuál va a ser esa misión?

-Bueno pues justo en este momento hay alguien que al igual que tú se queja de su vida y me está reclamando, así que tu misión será esa.

-¿Cuál? Hacerla callar y darle penitencia el resto de su vida

-¡Noooo!-gritó exaltado dios, y tomando un respiro continuó- Vas hacer que viva cada una de las cosas que me reclame.

-Oye no, en la actualidad no hay ningún castillo ni princesas y esa cosa del arcoíris solo los ángeles de alto rango lo pueden hacer

-Pues al menos haz tres cosas que no cree que pueda sentir.

-Mejor me quedo en el limbo.-rechistó el ente de pequeña proporción

-Cállate y escucha con atención, tienes un mes.-amenazó una vez más dios.

-¿Solo uno? oye no la friegues,-replicó el ente con altanería contra el ser supremo

-¡Qué Dices alma descarriada! –exclamó irritado el creador (y no era para menos)

-Nada nada, pero mejor dame cuatro meses,-citó el alma para poder ganar algo de tiempo.

-Está bien, tienes cuatro meses, irás a la tierra como si tuvieras rango de ángel pero es pasajero, solo podrás ser un ente corpóreo delante de ella, si de verdad cree en ti podrán verte otras personas, no puedes apresurar las cosas, y sobre todo no tienes permitido interferir en el trabajo de los ángeles. -advirtió sereno dios, quería darle los puntos que tenía que tomar en cuenta.

-Alguna otra cosita, no sé, ¿no quieres un recuerdito de la tierra o algo así?-el alma ángel se puso con tono de sorna a hablarle a quien daba su última oportunidad.

-Sigue con tu sarcasmo y te dejare solo dos meses.

-Ya, solo bromeo no aguantas nada.

-Solo por eso tendrás otra tarea más, le enseñaras lo único que te falto para poder ser un ángel de elite y poder pasearte por todos lados.

-Es trampa porque eso ni yo lo sé,-rechistó el alama -jamás me diste un motivo por el cual me rechazaste.

-Pues agrégate otro pendiente mas-citó el omnipotente -nos vemos en tres meses. -dijo y en un tronar de dedos el alma apareció en la tierra

-Gracias así se hace,-musitó mirando al cielo- caí en un charco y sobre todo llueve y no me diste el nombre de esa persona que piensa igual que yo.-el casi ángel miró a su alrededor para analizar su situación, se encontraba en una avenida no transitada solo pudo divisar un bulto, caminó para saber que era y se topó con una persona que lloraba y sufría –así que ella es-susurró, pero… ¿qué tan grande era su desdicha para llorar de esa forma?, ¿acaso estaba desahuciada? O lo había perdido todo en su vida. –Es una fría noche-intentó conversar. -supongo que no te importa si me quedo aquí un rato.

-La calle es libre y no puedo correrte de algún lugar que no me pertenece. -respondió una mojada chica de castaños cabellos y ojos de un rojo hermoso.

-Tienes razón –la lluvia se había vuelto tenue - la lluvia cae y el frio se hace presente-citó quien acababa de llegar

-Sí, lo mejor será que me marche-musitó la castaña con lágrimas que aun escurrían de sus carmines y apagados ojos

-Nunca es suficiente con solo llorar, a veces es necesario compartirlo con alguien más-volvió a conversar la aun desconocida persona.

-No entiendo porque me hablas con esa familiaridad ¿perdón nos conocemos?

-No en realidad… y tú ¿te conoces?

-Por lo que aprecio no eres de aquí, hablas con una total confianza y soy una completa extraña -cito la castaña sin hacer mucho caso

-puede que así sea, pero sé quién eres. Eres una persona que llora ante la lluvia y habla con alguien que de igual no conoce.

-ya caigo, así que eso soy. -respondió ante la acusación hecha por alguien cuyo nombre se desconocía

-aja, y para ser precisos si, tienes razón no soy de por aquí, y no sé qué hacer o a donde ir.

-en ese caso -la chica se paró del suelo y secó sus lágrimas-en agradecimiento por compartir conmigo la lluvia te dejaré pasar la noche en mi casa, pero solo es por esta vez, mañana tendrás que buscar otro sitio.

-me parece razonable, pero no es un tanto arriesgado dejar entrar a un completo extraño a tu hogar.-musitó la recién llegada

-sí, pobre de ti que tal si yo soy un asesino serial.- respondió la castaña con una risa oculta entre dientes

-no lo creo, los asesinos seriales no son hermosas chicas con miedo reflejados en sus ojos y tampoco tienen dulce voz.

-de acuerdo te has ganado una taza de café.-dijo la ojirubí

-si es así deberé alagarte un poco mas-la chica solo sonrió y partieron a la casa de la castaña

Después de entrar y secarse compartían un par de tazas de café.

-y dime ¿cómo es que llegaste aquí?-preguntó con curiosidad mirar carmesí.

-supongo que al igual que tu el creador me puso en el mundo-respondió con obviedad la visita de la chica de cabellos avellana

-no, que como llegaste a la ciudad – la castaña jamás en su vida había conocido a alguien que se anduviera tanto tiempo por las ramas y aun sin conocer a esa persona con la que charlaba no dudo ni una sola vez sobre su decisión de darle asilo por una noche.

-Solo caí aquí.

-Sí, sé a qué te refieres. -respondió con pesar la chica de avellana cabellera

-Tienes que saber que nunca se está del todo solo en la vida-la allegada dio un sorbo a su café -… y que hay más que lágrimas de tristeza,

-¿Que eres? consejera, misionera de la paz –cuestionó con sorna mirar rubí

-Ha, nada de eso, es pérdida de tiempo y nada más.

-Coincidimos en algo-respondió serena la castaña.

-No lo creo del todo pues prefiero hechos y no palabras, es mejor regalar una sonrisa y no decir sonríe porque no transmiten lo mismo -solo bastaron un par de palabras mas y la castaña durmió profundamente-supongo que al menos te hice dormir para que descansaras un poco, -le hablaba el ángel mientras miraba a la chica dormir -bueno pues es hora de que duermas que yo también descansaré-el ángel llevó a la castaña en brazos a que reposara en su cama -que duermas bien, hoy para ti alargaré la noche y velaré tus sueños para que no tengas miedo.-Al despertar la castaña se exaltó demasiado algo le parecía confuso.

-¡Qué hora es! –cito despertándose de golpe -¡debe ser tardísimo!- se levantó de la cama toda despavorida y se acercó a su buro – ¡por qué no sonó el despertador !–la chica se quedo mirando el objeto fijamente- no puede ser aun son las cinco treinta de la mañana-expreso con extrañeza- un momento… ¿cómo es que llegue a mi cuarto?, -la castaña se detuvo analizar la situación -¿y cómo es que amanecí en mi cama?,-se cuestionó nuevamente -ah sí ya lo recuerdo la persona de ayer…no recuerdo bien quién era.

-Mira que tienes mala memoria y yo que me moleste en prepararte el desayuno-interrumpieron el autoanálisis de golpe entrando a la habitación de la soñolienta chica.

-Eh? ¡Aaah!-expresó con sorpresa la ojirubi

-Ya no grites, solo lo hice para agradecerte -respondió la extraña

-Lo siento por mi reacción anterior es que no estoy acostumbrada a tener a alguien en casa, -le respondió la ojirubi mientras la observaba en silencio durante unos segundos-es linda, tiene los ojos color esmeralda y cabellera azul, además su presencia me tranquiliza –pensó para sí la castaña

-Me imagino, con eso de que ni a tus padres visitas y no dejas que te visiten siempre dices que estas demasiado ocupada.

-Si tien… ¡Hey! Un momento como es que sabes eso, ¿acaso me espías?

-¿Mmm? No solo lo sé por el mensaje que dice la contestadora algo así como "beep: mensaje uno; de oka-san y oto-san : Shizuru hija solo te hablo para saber cómo estas ya casi es tu cumpleaños y queremos saber si deseas que te visitemos esa fecha para pasar tiempo como lo que somos, familia, cuídate papá te manda besos. No olvides que te queremos -después que el ángel fingió ser la contestadora siguió mirando pasivamente a la castaña -Te piensas quedar todo el día con ropa de dormir y sin ¿arreglarte?-hizo un ademan con la mano en forma de circulo como si estuviese encerrando a la castaña

-Ya me arreglo ¡! –la ojirubi se miró la ropa y se salió de su preocupación ¿Cómo es que tengo ropa de dormir? Tu tu…pervertida.-le gritó a la chica que ya le daba la espalda e iba caminando

-En lugar de decirme cosas a ti debes de agradecerme mucho –le respondió desde el comedor la peli azul-…como sea aún es temprano vas a desayunar o no.

-¿Tú hiciste el desayuno? –preguntó mirar rubí apareciendo completamente lista con su traje de ejecutiva

-Sí, ¿acaso tiene algo de raro?-la peli azul frunció ligeramente el ceño.

-No bueno es que yo jamás desayuno en casa-le dijo la castaña encogiéndose de hombros

-Ya veo por eso debe ser que no encontré nada en la alacena y en el refrigerador. Si que llevas una vida buena.

-Y si no encontraste nada para desayunar ¿cómo le hiciste?-tomaba un pan con mermelada y daba un pequeño bocado

-Bueno fui a pedir un poco de ayuda.

-¿Tú hiciste qué?

-Nadie le niega nada a una buena alma como la mía-sonrío feliz el ángel, mirando como su anfitriona se salía de casillas.

-¿Qué quieres decir con eso?-tenía un vaso de jugo en la mano y miraba entrecerrado a su visita

-Que si no te apresuras se hará tarde para que vayas a estresarte a esa oficina tuya.-la castaña se le quedó mirando un rato a esa "alma buena", movió la cabeza en signo de negación y se apresuro a devorar el desayuno.

-Me voy y gracias por el desayuno –le decía la castaña mientras tomaba su maletín y se preparaba para salir