—"La Guerra del Santo Grial"— Personaje hablando.
—(La elección de los Master ha comenzado)— Personaje Pensando.
—"¡GAÉ BOLG!"— Hechizo, técnica o Noble Phantasm.
Capitulo 1
¡La Espada, el Grial y el Pervertido! Parte 1
Ciudad de Fuyuki. Japón.
El fuego se extendía por toda la ciudad, los edificios era consumidos por las poderosas llamas hasta quedar reducidos a meros escombros. Las personas huían despavoridas en un intento por escapar de las garras de la muerte, que se acercaba con cada minuto que duraba el incendió.
Aunque esos esfuerzos fueron inútiles pues los pobres ciudadanos era atrapados por el fuego, que se extendía más y más. Y en epicentro de todo este caos se alzaban dos figuras ensombrecidas que estaban en lo que parecía ser un duelo a muerte, el primero de ellos empleaba una espada medieval cuya hoja brillaba con un intenso color dorado como si estuviese hecha de luz solida, y en el otro extremo se encontraba su rival, un sujeto alto que, en vez de usar armas en sus manos como el primero, se dedicaba a "abrir" portales dorados en el tejido del espacio y esos portales surgían diferentes tipos de armas que iban del Lanzas y hachas, hasta espadas y martillos.
Conforme se prolongaba el combate entre los dos titanes, la destrucción se hacía más y más prominente por toda la ciudad. El fuego lo consumía todo sin dejar rastro de nada, todo lo que las llamas tocaban se convertía en cenizas. La destrucción de Fuyuki era un evento horrible de presenciar con toda la sangre, muerte y devastación.
Solo cuando la batalla entre los dos guerreros culminó, el infierno que cayó en la tierra comenzó a disiparse. Ahora una buena parte de Fuyuki había quedado en ruinas por la magnitud del incendió y la batalla entre aquellas dos personas misteriosas, quienes desaparecieron sin dejar rastro alguno.
Entre las ruinas de los edificios se podía ver a un hombre solitario que buscaba sobrevivientes de la gran tragedia con desesperación. Pero sus esfuerzos parecían ser en vano puesto que la búsqueda de sobrevivientes demostró ser inútil, todos estaban muertos con sus cadáveres despachados por las ruinas o convertidos en cenizas y esparcidos por el aire a causa de las ráfagas de aire.
Sus plegarias parecían que se quedarían sin responder pero el sonido de escombros cayéndose llamo su atención. Rápidamente se acercó a la zona donde escucho aquel ruido y levanto todos los escombros que le estorbaran. Al despejar el lugar de los escombros pude encontrar a una persona con vida, un niño de uno años.
El joven tenía el cabello negro, sus ojos eran verdes y reflejaban un vacío en su alma, poseía una piel blanca pálida y constitución delgada. Sus ropas estaban destruidas y chamuscadas por el fuego, sus zapatos no estaban en mejores condiciones ya que tenían uno que otro agujero en la suela y la planta de los pies. Su expresión facial no mostraba la más remota emoción, como si se tratase de un robot carente de emoción humana, pero estabas vivo y eso era lo que importaba para el hombre.
—"¡Estás vivo! ¡Gracias! ¡Gracias! ¡Gracias!"— Exclamaba el hombre mientras abrazaba con mucha fuerza al joven, con la idea de que simplemente se tratara de una ilusión que desaparecería en cualquier momento.
Por otro lado, el joven solo se quedo viendo al hombre con una expresión apática —(¿Quién soy yo? ¿Quién es él? ¿Por qué llora así? ¿Y porqué sonríe cuando está llorando)— Esas eran las preguntas que pasaban por la mente del joven.
—"¡Gracias a Dios! ¡Lo agradezco mucho!"— Decía el hombre desconocido sin poder contener su dicha por encontrar un sobreviviente.
—(Me pregunto sí yo… ¿Algún día podré sonreír de esa forma?)— Pensaba el ojiverde intrigado por conocer la respuesta.
Ese fue el comienzo. Un hombre solitario que buscaba su redención, un niño vacío y sin recuerdos de su vida antes del incendio. Un simple encuentro que cambiaría no solo el destino de ambos sino el de todo el mundo, para siempre.
Ciudad d Fuyuki.
10 años después.
Era una hermosa mañana en la ciudad de Fuyuki, un nuevo día lleno de nuevas oportunidades. Las personas de la ciudad se preparaban para cumplir con sus labores diarias; Los adultos se encontraban en sus respectivos trabajos, los jóvenes iban a la escuela, las Amas de Casa se encargaban de sus hogares… Si, un día común y corriente en la ciudad. Cada persona estaba lista y despierta.
¡ZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZ!
Bueno… Casi todas. En un gran complejo similar a una mansión de estilo tradicional japonés se encontraba un joven de alrededor de 17 años tomando una siesta sin importarle nada. Literalmente dormía como si fuera un tronco haciendo que fuera casi imposible el hacer que se moviera, aunque fuera el más mínimo movimiento parecía ser inexistente. La única forma con la cual se podía afirmar que no estaba muerto era por el fuerte sonido de sus ronquidos.
¡BEEP BEEP BEEP BEEP BEEP!
Ni Siquiera el sonido de su propio despertador era capaz de liberarlo de l hechizo de Morfeo. Pero si logró hacer que se moviera un poco. El joven alzo su brazo izquierdo, formó un puño con su mano… ¡Y lo estrelló contra el reloj despertador! El pobre aparato medidor del tiempo quedó reducido a una pila de trozos de vidrio, tuercas y placas metálicas deformes, no valía ni como chatarra ahora. El adolescente hubiera seguido en el mundo de los sueños de no ser porque una voz, claramente femenina, resonó en su habitación.
—"¡Sempai, despierte!"— Dijo la voz femenina haciendo que el joven saliera de sus sabanas, de mala gana. Al no estar aquel trapo para dormir se pudo apreciar la apariencia del adolescente dormilón.
Era un chico que poseía una estatura de 1.73 mts, tenía una cabellera larga hasta sus hombros de color azul oscuro, sus ojos eran verdes como un par de esmeraldas, y contaba con una piel ligeramente bronceada acompañada de una figura tonificada. Su vestimenta usaba para dormir consistía solo de un pantalón largo y holgado de color marrón claro, no estaba usando una camisa ni nada para tapar su torso dejando a la vista del mundo sin dar lugar a la imaginación.
Aquel joven solo dio un gran bostezo y perezosamente se levanto —"¡Ya desperté, ya desperté!"— Fue todo lo que dijo antes de dirigirse al baño de la residencia.
Una vez allí decidió darse un baño sin molestarse siquiera en inspeccionar si el agua estuviera fría o caliente hasta que ya fue muy tarde —"¡MIERDAAA! ¡ÉSTA HELADAAAAAAHHHH!"— grito el peliazul al momento en el que sintió como el frío inundaba cada parte de su ser, ¡Era como si un maldito glaciar lo estuviera abrazando!
Y así es como comienza un nuevo día para nuestro joven protagonista. La clásica historia de un chico normal con problemas normales. Ya saben, algo de drama escolar, lecciones de vida, una que otra pelea y algo de romance al más puro estilo de una novela juvenil… Él único detalle era que… Esta no era una estúpida novela juvenil, no Señor. Esta historia era diferente, era una historia llena de aventuras, batallas increíbles, grandes personas, entre muchas cosas.
Pero basta de tanta cháchara inútil. Regresando a la historia en cuestión, se podía ver al peliazul caminando por los pasillos de su hogar en dirección a la cocina para poder desayunar antes de enfrentarse al más grande enemigo que puede existir para los adolescentes… ¡La "Temida" secundaria!
¿Han oído hablar del dicho: "Hay que vestirse para la ocasión"? Bueno, en éste caso se aplica eso puesto que el ojiverde se encontraba usando su uniforme escolar; Éste consistía en un saco de color marrón claro con una camiseta blanca de manga corta, un pantalón largo del mismo color y zapatos de vestir de color café.
Al llegar a la cocina vio que ya había una persona allí. Era una bella chica de cabello violeta el cual tenía una cinta roja amarrada formando una pequeña coleta, sus ojos del mismo color que su cabello, tenía una piel blanca como la porcelana y una figura muy envidiable para las chicas de su edad; Poseía un busto de muy buen tamaño, posiblemente de copa C o CC, tenía una pequeña cintura y anchas caderas, añádanle su rostro angelical y tenemos como resultado a una "Yamato Nadeshiko". Su vestimenta consistía en un chaleco sin mangas de color marrón claro acompañado de una camiseta blanca de manga corta y un delantal de cocina, tenía una falda larga de color verde y un par de zapatos de vestir marrones.
En estos momentos la chica se encontraba ocupada preparando el desayuno por lo que no se percato de la presencia del peliazul, cosa que trajo una sonrisa siniestra en el rostro del joven. Decidió jugar un poco con la chica para alegrarle el día un poco más así que, sin que ella pudiera notarlo, se puso detrás de ella, con sus manos se acerco al cuelo de la chica y susurro a su oído —"Boo"— apenas y fue un simple susurro pero fue suficiente como para que obtuviese la reacción que quería.
—"¡KYYYYYYAAAAAAAAAHHHHH!"— Grito la chica en el horror y dio un gran salto solo para caer en lo brazos del peliazul, quien no paraba de reírse.
—"¡Gyajajajajajaj!"— Se reía el joven al ver como la chica en sus brazos pasó de estar asustada a shockeada, luego su expresión cambió a una sonrojada y finalmente a una de enojo.
—"¡Sempai, eres muy malo! ¡Me asustaste!"— Exclamo la chica haciendo un puchero mientras jalaba las mejillas del peliazul, cosa que fue un gran dolor que valió la pena… Al menos, según él.
—"¡Ite ite ite! ¡Calma, Sakura_San! ¡Solo fue una-¡IIIITEEEE!"— gritaba de dolor el joven al sentir como sus mejillas eran aplastadas por una agarre de acero.
—"Di que lo sientes, Kaiser_Sempai"— Le ordeno la chica pelivioleta inflando su mejillas en desaprobación.
El ojiverde no tenía de otra, si quería conservar su rostro bien parecido debía ceder ante los caprichos de Sakura —"¡PERDÓN, PERDÓN, PERDÓN! ¡YA DEJAME!"— Grito de dolor el chico rogándole a la chica para que dejara de torturarlo de esa forma.
Sakuro solo podía sonreír por su victoria, el viejo truco del apretón de mejillas era la debilidad del ojiverde —"Bien, ahora bájame"— Dijo ella mientras relajaba su agarre.
—"Mou, pero tu piel es tan suave, Sakura_San. Sentir una obra maestra como tu cuerpo en mis brazos es un privilegio que todo hombre mataría por tener"— Replico Kaiser mientras que "discretamente" tocaba el bien formado trasero de la chica, quien comenzó a ruborizarse sin control cuando lo sintió.
—"¡ERO_SEMPAIIIII!"— Exclamo la chica con furia para luego pasar su pellizco de modo "Estándar" a modo "Chuck Norris".
—"¡AAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHH!"— Grito de dolor el ojiverde al sentir como su cara era despedazada por la "Poderosa Técnica" de la chica.
Cinco minutos después podemos ver al joven ojiverde sentado en la mesa del comedor con su mano derecha acariciando sus adoloridos puesto que aun podía sentir el dolor de la "Mortal" técnica que era el "Pellizcó", todo esto mientras esperaba que la pelivioleta termine de hacer el desayuno —"Ouch… No era necesario que fueras tan severa conmigo, Sakura_San…Guh"— Comento Daisuke entre quejidos con el fin quebrar el incomodo silencio en la habitación.
—"Lo siento, Sempai. Pero usted me obligo y no tenía de otra"— Dijo Sakura sin voltear a mirarlo, esto se debía a que: A) Seguía algo molesta con el chico por haberse propasado, aunque sabía que no lo hizo con malas intenciones… Al menos no del todo. Y la más importante, B) No quería que Daisuke viera su rostro ruborizado como un tomate.
Antes de que el peliazul pudiera volver a hablar fue atacado por un desconocido que uso un shinai como si fuese un bate de beisbol para golpearlo —"¡GAH! ¡Maldita sea! ¡¿Porqué esto me sigue pasando?!"— Se quejo Daisuke mientras se sobaba la cabeza, de la cual salía humo a consecuencia de la intensidad del golpe.
—"¡Eso te lo ganas por ser un pervertido, Baka!"— Grito el desconocido. Quien se trataba de una mujer que aparentaba estar en sus mediado 20's, poseía una corta cabellera de color marrón claro con ojos del mismo color, era de tez blanca y poseía una gran figura; Un busto de copa C, siendo de menor tamaño que el de la chica pero eso importaba poco, tenía amplias caderas y una cintura estrecha. Si bien no era tan "Dotada" como Sakura, seguía siendo una mujer atractiva. Su vestimenta consistía en un vestido largo de color verde con una camisa a rayas de manga larga y zapatos de vestir marrones. Con todo lo dicho también hay que mencionar el hecho de que miraba a Daisuke con una mirada asesina.
—"¿Fuji_Nee? ¿Qué haces aquí?"— Pregunto Daisuke un tanto extrañado por la presencia de la mujer.
—"¡No te hagas el inocente, Emiya Daisuke! ¡Vi como te aprovechabas de la inocente Sakura_Chan!"— Le grito la pelicastaña mientras lo apuntaba con el shinai en sus manos dejando muy claras sus intenciones de machacar al peliazul por su atrevimiento.
—"¡Oi, yo nunca me aprovecharía de Sakura_San! ¡Lo único que hice fue decirle lo que pienso de su hermoso cuerpo! ¡Después de todo, el cuerpo de una mujer es una de las maravillas existentes en éste mundo! ¡Es un regalo de los mismos Dioses! ¡Y una obra de arte como el cuerpo de Matou Sakura, que está aquí presente, no puede ser ignorado de ninguna forma por mí!"— Grito Daisuke claramente ofendido por el comentario de la mujer. ¡No quería que lo golpearan por decir la verdad! ¡Sakura es una chica hermosa! No es su culpa que su mano se moviera sola… Aunque valió la pena el sufrimiento que paso.
Sin embargo, su elección de palabras solo avivaron las llamas del averno y sellaron su destino —"¡Ya estuvo! ¡Haré que te tragues tus palabras de pervertido!"— Rugió la mujer como si fuera un tigre para luego comenzar impartir el "Castigo Divino" sobre el pobre diablo que era Emiya Daisuke, pero, afortunadamente para el peliazul, Sakura fue en su rescate.
—"¡Espere, Fujimura_Sensei! ¡Todo es un malentendido! ¡Daisuke_Sempai no quiso tocarme el trasero!"— Dijo la chica logrando que la situación se calmase momentáneamente.
Ante las palabras de Sakura, la mujer con camisa a rayas detuvo su arremetida para ver a la chica en busca de mentiras —"¿En serio?"— Pregunto la mujer con una ceja alzada en confusión.
—"Por supuesto. ¿Verdad, Sempai?"— Contesto la pelivioleta para luego mirar al lastimado Daisuke, quien tenía un gran chichote en la cabeza.
—"E-Emm, ¡Sí! ¡Sakura_San está en lo correcto! ¡Lo que sucedió es que le gaste una broma pesada y por eso terminamos en esa situación!"— Dijo un muy asustado Daisuke ya que el aura asesina que desprendía la pelicastaña lo asustaba pero en el momento en el que le explicaron todo se tranquilizo, eso hizo que Daisuke suspirara en alivio —(¡FIUUUUU!... Esquive la bala por muy poco. ¡Alabada seas, Sakura_Sama!)— Pensaba el ojiverde agradeciendo que la chica lo haya ayudado.
—"Ya veo"— Fue todo lo que dijo la ojimarrón mientras recobraba su compostura, no sin antes darle a Daisuke un Ultimátum —"¡Pero escucha bien, Daisuke_Kun! ¡Si te descubro haciendo cosas indecentes con Sakura_Chan u otra chica entonces deberás enfrentarte a las consecuencias, o me dejo de llamar Fujimura Taiga! ¡¿He sido clara?!"— Dijo la pelicastaña con una mirada severa.
—"¡HAI SENSEI!"— Exclamo Daisuke mientras sudaba a mares, claramente lo último que deseaba era recibir una golpiza de parte de la pelicastaña, quien casualmente era una excelente espadachín. Hagan sus sumas y sabrán cual sería el resultado.
—"Bien, ahora… ¿Qué hay de comer, Sakura_Chan?"— Dijo Taiga con una sonrisa dulce y un aura alegre iluminándola.
Ante el súbito cambio en la actitud de la mujer, ambos jóvenes la miraron con una expresión en blanco mientras que tenían enormes gotas de sudor bajando por sus nucas. Era increíble cómo fue que ésta mujer paso de ser un fiera salvaje, como un tigre, a un animal pusilánime por el simple hecho de que la comida era el tema principal de una conversación.
Por si se lo preguntaban, sip, así eran todas las mañanas en la residencia Emiya. Daisuke siempre se quedaba dormido, Sakura tenía que despertarlo, luego él hacia uno de sus comentarios pervertidos sobre el cuerpo de la chica, los cuales eran secretamente apreciados por la ojivioleta, y después llegaba Taiga para moler a golpes al pervertido de ojos verdes por su comportamiento reprochable e indecente.
Academia Homurabara.
Unos Minutos después.
Ya en la escuela secundaria donde veía clases, Daisuke paseaba por los pasillos del complejo con tranquilidad. A pesar de haber sido víctima de uno de los tanto intentos de Fujimura Taiga por "Educarlo" se encontraba de muy buen humor éste día. La razón, hoy recibiría un paquete especial que compro en una subasta en Ebay, era la más reciente versión de su videojuego favorito…
Si, él era un fan de los videojuegos, ¡Pero no se pasaba todos los días pegado al televisor jugando videojuegos, maldición!, solo era una actividad que él disfrutaba mucho como hobby… Eso y ver a Sakura u otra chica ya sea en clase de educación física, en la clase de natación y cualquier otra actividad en la cual mostrarán sus cuerpos ¡Pero no iba tan lejos como para espiarlas mientras se cambiaban!
El chico puede que sea un pervertido pero hasta él entiende el concepto de "Privacidad"… Era eso y también que él escuchaba a su instinto de auto-preservación, además él no es un mal chico, de hecho siempre está al pendiente de sus amigos, como con Sakura cuando ésta lo necesita, aun si eso signifique partirle la cara a su hermano.
—"¡Yo, Emiya!"— Lo saludo una persona a sus espaldas sacándolo de sus pensamientos en el proceso. Al voltear para ver de quien se trataba tuvo que hacer un esfuerzo sobrehumano para no matar a esa persona.
Era un joven de su misma edad con el cabello corto de color violeta cuyo estilo de peinado era similar a un alga, ojos del mismo color que su cabello, tenía una piel blanca acompañada de una figura delgada pero de buen tono muscular. Su ropa consistía en el mismo uniforme que Daisuke; un saco marrón acompañado de un pantalón largo del mismo color y zapatos de vestir de color marrón oscuro. Además, éste joven traía en su rostro una gran sonrisa de superioridad y arrogancia.
—"¿Qué quieres ahora Shinji?"— Pregunto Daisuke mientras observaba al joven frente a él con una cara de pocos amigos, claramente disgustado por la presencia del ojivioleta en el lugar.
Aunque el joven no pareció captar el mensaje ya que continuaba observando al peliazul con la misma expresión arrogante —"¿Oh? ¿Qué pasa con esa cara, Emiya? ¿Acaso no puedo saludar a un viejo amigo?"— Le pregunto Shinji sin perder su sonrisa.
—"¿Amigo? ¡Jaj! No me vengas con esas tonterías, Shinji. Las únicas razones por las cuales vienes a saludarme es porque o necesitas que haga algo por ti o quieres que haga algo por ti, así que dime ¿qué es lo que quieres?"— Dijo el peliazul sin tener el más remoto interés o la paciencia para estar en el mismo lugar que Shinji.
—"Calma, calma, no tienes porque ponerte así. Además, ¿Quién te dijo que quiero algo?"— Comentó el chico alga en un intento de mejorar el humor que había en el ambiente, pero al darse cuenta de que Daisuke lo seguía mirando fijamente suspiro en derrota —"Bien, me atrapaste. Me estaba preguntando si podría hacerme el gran favor de limpiar el Dojo del Club de Arquería, ¿Qué dices? ¿Cuento contigo?"— Dijo Shinji calmadamente mientras trataba de convencer a un escéptico Daisuke.
Por su parte, el peliazul solo alzo una ceja ante la solicitud de su "amigo" —"¿Y porque no lo haces tú?, Hasta donde tengo entendido tú siempre dispones de mucho tiempo libre, eso y eres el Sub-Capitán del dichoso Club de Arquería"— Dijo Daisuke con curiosidad.
Ante el interrogatorio que su amigo le estaba dando, Shinji perdió su sonrisa siendo ésta reemplazada por un seño fruncido —"Bueno… Si pero mis chicas y yo tenemos planes para ésta tarde. Y como entenderás, no puedo dejarlas plantadas"— Dijo el ojivioleta intentando razonar con Kaiser para que le hiciera ese favor.
Daisuke solo se le quedo viendo por unos segundos antes de dar media vuelta e irse —"Búscate a otro que actué como tu sirviente personal, Shinji. Porque Emiya Daisuke no es un perro al que le puedas decir que hacer cuando se te plazca"— Declaro el peliazul mientras se abría paso hasta el final del pasillo.
—"Bueno, es una pena. Hah, la pobre Sakura estará tan sola en el Club teniendo que suplirme"—
Al escuchar la mención de la chica de cabello violeta, Daisuke se detuvo en seco y volteó para confrontar a Shinji con una mirada de furia —"¿Qué. Fue. Lo. Que. Dijiste?"— Pregunto Daisuke intrigado y furioso por saber lo que tiene que ver Sakura con todo esto.
Una sonrisa prepotente apareció en el rostro de Shinji al ver que obtuvo lo que quería y el peliazul ahora estaba a su merced —"Oh, no es nada de lo que debas preocuparte. Lo que pasa es que como tengo algo de prisa y debo buscar a una persona para que me cubra pensé en pedírtelo a ti, aunque por lo que veo no estás interesado en ayudarme así que mejor se lo pediré a mi querida hermana menor. Sé que ella no se negará si se lo pido amablemente"— Explico el ojivioleta como si no fuese la gran cosa.
Esa declaración fue más que suficiente para hacer que Daisuke reconsiderará su respuesta —"Esta bien, Shinji. Lo haré, solo deja a Sakura_San fuera de esto"— Dijo el joven con resignación.
—(Siempre funciona)— Shinji no pudo evitar ensanchar su sonrisa para luego poner su mano en el hombro de Kaiser —"¡Gracias, Emiya! ¡Te debo una muy grande, amigo mio!"— Le "agradeció" el ojivioleta para luego irse con satisfacción al ver como su plan de chantaje funcionó, dejando a un furioso Daisuke atrás —(Supongo que debo agradecer que el tonto de Daisuke éste enamorado de mi hermana… Aunque él no lo quiera admitir)— pensaba Shinji mientras se reía en voz baja.
—(Maldito seas, Shinji. No entiendo como alguien así puede ser el hermano mayor de Sakura)— Pensó el peliazul mientras apretaba sus manos con furia. Realmente odiaba a Matou Shinji, el tipo era un idiota manipulador infeliz.
—"Emiya, es un gusto verte"— Dijo una voz masculina que lo saco de sus pensamientos, los cuales lo dejaron tan ensimismado que no notó que una persona se le apareció por delante.
Esa persona era un joven de cabello corto de color púrpura, con ojos del mismo color y traía un par de gafas, tenía piel clara y una constitución delgada. Su ropa consistía en su uniforme de escuela acompañado de un par de zapatos de vestir marrones.
—"Oh, hola Issei"— Dijo Daisuke con una sonrisa nerviosa claramente apenado por estar tan absorto en su propio mundo e ignorar al chico con gafas.
—"Mm, te veo un poco alterado. ¿Hay algo que te moleste?"— Pregunto el pelipúrpura con una expresión seria en su rostro.
—"¡¿Yo, alterado?! Pffffft. Nah, debes estar imaginando cosas, Issei"— Respondié el peliazul haciendo un intento fallido de disimular su enojo.
Issei por su supuesto no le creyó nada pero decidió dejar ese tema de lado —"Ya veo. En fin, te estaba buscando para que me ayudases con un transformador dañado"— Dijo el ojipúrpura con calma.
—"¿Huh?, Que raro. Estoy seguro de haberlo reparado hace tres semanas"— Comento Daisuke en confusión por la solicitud de su compañero.
—"Estas en lo correcto pero… ¿Cómo lo pongo?... ¿Recuerdas a Kazuto_Sensei?"— Dijo Issei en un intento por explicar lo que sucedió.
Al escuchar el nombre de ese maestro, Daisuke de inmediato supo exactamente adonde quería llegar Issei —"Déjame adivinar… Hizo otro de sus experimentos y lo sobrecargo, ¿No?"— Pregunto el peliazul con una expresión en blanco.
—"Si, así es"—
—"Y de seguro te envió a buscarme para que limpiara su desastre antes de que el director se enteré. Justo como esa vez que trajo "accidentalmente" un oso polar importado desde el Polo Sur"—
—"Mhm"—
—"¿Y piensa pagarme esta vez o querrá que lo haga gratis?"—
—"…"—
—"…"—
—"…"—
—"… ¿El maldito se fue de nuevo, no es así?"—
—"Si"—
Daisuke solo pudo gruñir de fastidio por la negligencia de éste "Kazuto_Sensei", aunque de todos modos tenía que hacer su trabajo y reparar el transformador dañado. Era lo correcto… Y si no lo hacía, entonces lo culparían por lo daños causados por un transformador estallando.
—"Ugh, llévame al lugar y lo repararé"— Dijo el peliazul muy resignado.
—"Hai"— Dijo Issei mientras asentía con la cabeza.
Tiempo después.
Dojo del Club de Arquería.
Ya era de tarde en la escuela y todos han regresado a sus casa o a pasar el rato con sus amigos y/parejas. Todos menos una sola persona, esa persona era el joven estudiante de segundo año, Emiya Daisuke.
Actualmente se encontraba lustrando el piso del Dojo perteneciente al Club de Arquería hasta dejarlo impecable. Ya habían pasado un par de horas desde que culminaron las clases y decidió ir al Club de Arquería para "ofrecerse" de voluntario para limpiar todo el maldito lugar. Todo esto gracias al chantaje de Shinji en el que básicamente dijo que si él no le hacia ese favor entonces obligaría a la pobre de Sakura a hacerlo en su lugar.
—"Aún me cuesta creer que ese imbécil sea tan popular con las chicas. Me pregunto si ellas seguirán viéndolo como su hombre ideal si supieran de lo qué es capaz el maldito"— Comento Daisuke a nadie en particular mientras recogía sus cosas para poder largarse del lugar, llegar a su casa para darse una ducha fría para calmar su ira, cenar sin que nadie lo molestase, jugar uno que otro videojuego e irse a la cama.
Era una lástima que el destino tuviera otros planes para él. Justo cuando se disponía a irse, escucho el inconfundible sonido del metal chocando entre sí, como si en estos momentos se estuviera dando una batalla campal en la escuela.
¡Clang! ¡Clang! ¡Crack! ¡Swooooosshhhh! ¡Tunk!
—"Que raro. ¿Acaso se estará celebrando algún torneo del que no tenía idea?"— Se preguntaba el peliazul mientras seguía el sonido del metal chocando.
No paso mucho tiempo antes de que llegara al lugar donde se llevaban a cabo los acontecimientos que cambiaría su vida para siempre. Cerca de la cancha de tenis, que se encontraba a unos cuantos metros del dojo de arquería, se encontraban dos sujetos enfrascados en una lucha a muerte como si fuera la época medieval.
El primero de ellos era un sujeto de cabello azul que le llegaba hasta su espalda y estaba amarrado como una cola de caballo, tenía unos intensos ojos rojos que irradiaban una sed insaciable por el combate, era de tez ligeramente bronceada y contaba con una constitución física tonificada. Su atuendo consistía en lo que parecía ser un espandex ajustado de color azul marino que tenía un par de hombreras metálicas, tenía un par de sarcillos con forma de aguja, y el arma que empleaba era una lanza de color carmesí que emanaba una esencia oscura casi demoniaca.
La segunda persona era un hombre de cabello blanco en punta peinado hacia atrás, su ojos eran grises como el acero de una espada, tenía piel oscura y contaba con una figura un tanto más musculosa que el sujeto de la lanza. Su vestimenta consistía en una armadura negra con detalles blancos que cubría su torso acompañado de una especie de manto rojo que cubría sus brazos y parte de su cintura y piernas, tenía un pantalón largo de color negro y botas de combate negras, sus armas era un par de espadas cortas de diseño chino cuya única diferencia era su color, siendo una blanca y la otra negra.
Ambos guerreros estaban luchando con intensidad, sus movimientos eran tan veloces que para el ojo humano parecería que se estuvieran tele-transportando de un lugar a otro, los choques de sus armas provocaban pequeños temblores en su zona de combate. Para káiser, era como ver una lucha al más puro estilo de Hollywood por el increíble despliegue de habilidades entre los dos luchadores.
El tipo de azul intentaba atacar al de rojo con varias estocadas, aunque era inútil ya que el peliblanco demostraba ser capaz de bloquear o desviar las arremetidas del ojirrojo con relativa facilidad. Pero por lo que Kaiser pudo apreciar, el espadachín tampoco la tenía para nada fácil, pudo notar como los espadazos del peliblanco eran bloqueados por la lanza carmesí y con el uso del alcance que el arma arrojadiza le proporcionaba, el tipo de azul mantenía al usuario de las espadas gemelas a raya.
Con su espada negra, el ojigris intentó cortar uno de los hombros del sujeto en licra solo para ser bloqueado y posteriormente recibir una patada en su abdomen por parte del ojirrojo. Aunque no se detuvo allí, el caballero con lanza aprovecho esto para intentar atravesar el pecho de su oponente con su arma pero éste logro evadir la estocada a tiempo al rodar en el suelo.
¡CRAAACK!
Sin embargo, eso resulto inútil al final puesto que el usuario de la lanza se abalanzo sobre el espadachín rojo y con un movimiento de su lanza logro arrebatarle de sus manos sus preciadas espadas, las cuales por el mero impacto con la lanza se despedazaron como si de cristal estuvieran hechas.
Por un momento Daisuke pensó que sería el fin del hombre de piel oscura, solo para maravillarse al ver que con un simple movimiento de su muñeca el espadachín fue capaz de "recrear" sus espadas y continuar con su duelo como si nada hubiese pasado. Con un poderoso sablazo fue capaz de hacer que el ojirrojo retrocediese varios metros, aunque por lo que se podía ver, el ataque no surtió un gran efecto en el tipo de mallas azules.
—"… 22 veces"— Comento el ojirrojo con cierta irritación en su tono de voz —"Te he desarmado con éxito un total de 22 veces, pero tú sigues 'Re-forjando' tus espadas una y otra vez"— Explico él mientras abandonaba su pose de batalla para luego caminar alrededor de su enemigo —"Realmente eres un individuo de lo más molesto, Archer"— Dijo el peliazul con fastidio.
Por otro lado, el ahora denominado como Archer solo sonrió ante las palabras del ojirrojo como si lo estuviera alabando —"No es mi culpa que no tenga deseos de morir ésta noche, Lancer"— Dijo Archer con cierto sarcasmo en su voz.
—"Tch, no me vengas con esa mierda"— Se quejó Lancer con enojo —"Ese truco que estas usando es en definitiva hechicería, así que solo puedo suponer que eres un tipo de Magus"— Al escuchar esas palabras salir de la boca del ojirrojo, el cerebro de Daisuke comenzó a unir los puntos —"Dime, ¿De qué leyenda vienes? ¿Por qué no peleas con tu arco como lo dicta la clase en la que has sido invocado cómo Servant?— Pregunto Lancer queriendo conocer más a su oponente.
Pero el ojigris no parecía estar interesado en contestar las preguntas del ojirrojo y en su lugar desvió el tema —"No lo sé. La verdad no tengo muchos recuerdos de mi vida pasada desde que me invocaron para pelear en esta Guerra del Santo Grial. Hasta donde sé, es posible que ni siquiera tenga un arco para empezar"— Respondió Archer sin darle importancia al asunto y evadiendo las preguntas del hombre con la lanza, quien no le gusto para nada esa respuesta vacía.
Para éste punto, Daisuke estaba tan ensimismado que olvido por completo la situación de delicada en la que se encontraba. Y para cuando se percató de que esa lucha no era algo que la gente normal debería atestiguar ya era muy tarde. ¿Santo Grial? ¿Guerra? ¿Invocación? ¿Servants?, Esto sin lugar a dudas no era un simple evento deportivo por lo que se veía. Pero eso no evito que intentase escabullirse para alejarse del lugar, si valoraba su vida tenía que irse de allí, su instinto se lo decía a gritos.
Crack
Sin embargo por su torpeza terminó aplastando una pequeña rama con su pie llamando la atención de los guerreros —"¡¿Quién anda allí?!"— Grito Lancer mientras observaba en todas las direcciones hasta que encontró a Daisuke para a unos 30 metros de distancia —"Tch, demonios. Un testigo"— Comento el peliazul mayor con pesar.
Por otro lado, Archer se mostró claramente sorprendido de ver a Daisuke —"¿Pero qué… ¿Quién es ese niño?"— Pregunto el peliblanco algo perplejo por la presencia del ojiverde.
Daisuke hizo lo más común que otra persona en su sano juicio hubiera hecho luego de interrumpir un duelo a muerte entre dos guerreros de alto calibre, salió corriendo lo más rápido que pudo. Valoraba mucho su vida como para quisiera que lo matasen esa misma noche, en una escuela, siendo apenas un virgen. Es medio patético si se le pregunta.
Pero no tenía el tiempo para quedarse divagando, tenía que escapar de ese lugar. Aunque sabia que no tendría muchos lugares para esconderse, si iba a un lugar con amplios espacios lo más seguro es que se volvería una blanco fácil para cualquiera de los dos sujetos. Por ese mismo motivo concluyo que su mejor oportunidad para evadir el peligro era usar su conocimiento del entorno para confundir a su perseguidor. Hablando de ellos, no escucho que nadie lo estuviera siguiendo, eso hizo que desacelerada su corrida y voltearse solo para abrir sus ojos con horror al ver como la lanza estaba a escasos centímetros de su cara.
Por puro instinto dio un gran salto lateral con el cual pudo evadir el ataque. La lanza choco contra el suelo haciendo un ruido sordo, cuando Daisuke volteó de nuevo pudo notar que el sujeto de azul estaba corriendo hacia él con una velocidad superior a la del propio sonido.
—"No hay de otra, tengo que usar 'eso' si quiero salir con vida"— Murmuró el peliazul para luego cerrar sus ojos y respirar lentamente.
Esta acción no paso desapercibido por el ojirrojo, quien lo tomo como un acto de rendición —"Supongo que te has resignado. Si te soy sincero, es algo decepcionante"— Comento Lancer mientras se disponía a sacar su arma del suelo y acercarse al inmóvil joven frente a él —"por un momento creí que estabas decidido a enfrentarme para salvar tu vida. Meh, ahora que lo pienso eso sería un suicidio. Ya que"— Dijo el ojirrojo mientras preparaba su lanza carmesí para darle una estocada al ojiverde.
Sin embargo, cuando Lancer estuvo a punto de dar su golpe escuchó a Daisuke susurrar unas palabras —"Time Alter:… ¡Double Accel!"— Exclamó firmemente el ojiverde al momento en el que un aura azul verdosa rodeaba su cuerpo, en ese preciso instante el todo en el campo de visión de Daisuke comenzó a ralentizarse casi al punto de que el tiempo parecía detenerse.
Fue en ese preciso instante que el ojiverde desapareció de la vista de Lancer en un borrón de velocidad, dejando al sujeto en licra muy perplejo —"¿Pero qué mierda…"— Fueron las palabras que salieron de la boca del sorprendido Lancer, pero no tuvo tiempo de procesar lo que paso puesto que sintió una presencia a sus espaldas. Al voltearse, el ojirrojo pudo ver como un puño perteneciente al ojiverde iba en dirección a su cara a una velocidad tan alta que no fue capaz de reaccionar.
¡Bam!
La fuerza del golpe logró dejar al hombre de la lanza atontado por unos segundos, dándole a su atacante la abertura que necesitaba para escapar. Su plan era simple, ir a la escuela y ocultarse hasta que el peligro pasara, y si es necesario pelear contra los dos sujetos en el campus… Aunque ahora que lo pensaba bien era un plan suicida, ¡No podía pelear con esas dos bestias al mismo tiempo!
Pero justo ahora no era tiempo para dudar, tenía que actuar rápido y, si su memoria no le fallaba, encontrar cierto artefacto que dejó en su casillero para que pudiera usarlo como arma. Ahora todo dependía de su habilidad para evadir el peligro, su técnica de combate y también de un poco de suerte… Si todo salía bien entonces al menos sería capaz de vivir otro día, además con su habilidad activada era capaz de moverse aún más rápido.
—(Rápido, rápido. debo llegar a mi casillero y encontrar mi Código Místico. ¡De otra forma no duraré ni 10 segundos contra el tipo en licra!)— Pensaba Daisuke con desesperación mientras se abría paso por los pasillos hasta que finalmente llegó hasta su casillero, solo había un problema.
—"¡Demonios! ¡Olvide mi combinación!"— Se maldijo a sí mismo el peliazul por su propia estupidez, —"¿Cómo es posible que se me olvidara la combinación de mi PROPIO casillero? ¡Maldita mi suerte!"— Ladró con furia mientras trataba inútilmente de abrir su casillero hasta que su paciencia se le acabo —"¡A la mierda!"— Exclamo el ojiverde para luego arrancar la puerta metálica del casillero y arrojarla al piso.
¡TRRRWWWWAAAAAACK! ¡Tunk!
Ya con acceso a sus cosas, Daisuke comenzó a revisar su casillero con rapidez hasta que halló lo que buscaba. Se trataba de un rosario plateado, el cual contaba con una joya verde en el centro de la cruz. Desgraciadamente no tuvo la oportunidad de sentirse aliviado pues una voz tras su espalda le heló la sangre e hizo que sudará de miedo.
—"¡Te encontré, bastardo!"— Se trataba de Lancer, quien no se veía muy contento.
—"Mierda, ya me encontró"— Susurro el ojiverde intentando recuperar la compostura pero se le hacía muy difícil tomando en cuenta el instinto asesino que expulsaba el ojirrojo, pero se armó de valor e hizo una pose de pelea mientras sujetaba la cruz del rosario como si fuese una espada.
Esa acción solo confundió a Lancer a más no poder —"O-Oi, ¿Acaso planeas enfrentarme otra vez? Si lo harás, te aviso que tu pequeño truco de hechicería no tendrá el mismo efecto que la vez anterior, Magus"— Dijo el ojirrojo con algo de confusión impresa en su rostro pero sin najar la guardia.
Daisuke no dijo nada, en su lugar solo extendió su brazo derecho apuntando a Lancer mientras que su rosario comenzaba a despedir una tenue aura de color azul cobalto —"¡CALIBER!"— Y con esa misma palabra, todo el pasillo se ilumino con una luz poderosa.
Lancer no tuvo de otra más que de taparse sus ojos con su brazo libre para protegerse de la intensa luz —"¡Tch!, ¡¿De nuevo con tu hechicería, Magus?!"— Exclamo el ojirrojo ya harto de que le vieran la cara de tonto, al cabo de unos segundos la luz se apago revelando que en la manos de Daisuke tenía una enorme espada de doble filo para dos manos cuya longitud superaba al de su cuerpo.
La hoja de la espada era por completo plateada y brillaba con la luz de luna, su empuñadura estaba adornada por una joya azul en el extremo inferior del mango, y en la sección que conectaba la hoja estaba adornado por la imagen de una cruz cristiana que contaba con una joya azul verdosa.
—"¡¿Pero qué mamadas…"— Grito un sorprendido Lancer, quien observaba al joven frente a él. Justo en ese momento pudo notar como la personalidad del chico había cambiado, ya no era un joven asustado como antes, ahora era un guerrero con una mirada afilada presente en sus ojos y con una expresión endurecida por haber librado más de cien batallas.
—"¡Time Alter: Double Accel!"— Exclamó el adolescente para luego abalanzarse contra el ojirrojo, quien no salía de su sorpresa ante el giro de los acontecimientos.
¡CLANG! ¡CLANG! ¡CLANG! ¡CLANG!
Las arremetidas de Daisuke pudieron escucharse por toda la escuela, la fuerza con la cual atacó fue tal que incluso el propio maestro de la lanza tuvo que ir a la defensiva puesto que éste chico era mucho más de lo que se podía ver a simple vista.
Una sonrisa salvaje apareció en el rostro del ojirrojo al ver que, aún sin haberlo querido, se había topado con un buen rival. La sola idea de pelear contra éste singular individuo hacía que una felicidad impregnará todo su ser.
—"¡INCREÍBLE! ¡¿UN HUMANO QUE PUEDE PELEAR CONTRA UN SERVANT?! ¡ESTO SERÁ MUY EMOCIONANTE! ¡MUESTRAME LO QUE PUEDES HACER, MAGUS!"— Exclamo el extasiado Lancer para luego responder a la "invitación" de Daisuke con ferocidad.
—"¡¿TE VAS A CALLAR?! ¡POR QUÉ YO YA ME ESTOY ABURRIENDO, IMBÉCIL!"— Respondió el ojiverde mostrando una sonrisa salvaje al igual que Lancer.
¡CLANG CLANG CLANG! ¡SWWWWWWWOOOOOOSSSSHHHH! ¡TIINNK! ¡CRAAACK!
Lo único que se pudo escuchar fue el sonido de la espada y la lanza chocando entre sí. Dos guerreros enfrascados en un combate, solo uno saldría victorioso esa noche. El destino del perdedor sería la muerte. Éste era un combate que Daisuke no podía permitirse perder.
Desconocido para los dos, aquel hombre de rojo los estaba observando durante todo el tiempo. Solo que esta vez era acompañado por una joven de la edad de Daisuke, y se le veía evidentemente sorprendida por lo que estaba atestiguando.
Ésta joven tenía un largo cabello negro amarrado en dos coletas, sus cabellos eran de un hermoso color azul como el propio mar, era de piel blanca como la porcelana acompañada por una figura delgada pero bien definida; Tenía una cintura estrecha y unas amplias caderas, su busto era de copa BB, pero no por eso era menos atractiva, y contaba con piernas largas y bien torneadas así como también su trasero. Su vestimenta consistía en una camiseta roja de manga larga que tenía una cruz impresa en el centro de su pecho, una falda corta de color oscura y unos zapatos de vestir marrones acompañados de unas pantimedias que cubrían casi en su totalidad sus piernas.
—"Es impresionante. ¿No lo crees, Rin?"— Le pregunto Archer a la chica con una sonrisa pequeña en su rostro para enmascarar sus verdaderos pensamientos —(Esto en definitiva no paso la vez anterior)— Eran los pensamientos del enigmático peliblanco, dejándome confundido hasta a mí. ¡Y eso que yo soy el PUTO AUTOR!
Por otro lado, la chica no pudo hacer más que asentir con la cabeza —"Esto es algo que jamás esperé. Emiya_Kun no demostró en ningún momento que era un Magus, ¡Mucho menos que era capaz de pelear de esa forma! ¡Yo pensé que solo era un pervertido idiota!"— Dijo Rin claramente frustrada por haber sido incapaz de verlo antes.
Mientras tanto, Archer solo se reía en voz baja para la molestia de la chica —(Heh, tal vez esto no sea tan malo. Hace tiempo que no disfrutaba de la emoción que me transmitía la duda)— Pensó el ojigris mientras observaba el combate.
Continuara…
¿Quién saldrá victorioso en éste combate? ¿El chico más pervertido de la escuela, famoso por decir sus pensamientos sobre el cuerpo de las mujeres en voz alta? ¿El misterioso Lancer, usuario de la lanza carmesí que despide un aura oscura?
¡Lo descubriremos en el próximo Capítulo de Fate/New Destiny!
Perfil de Personaje.
Nombre: Emiya Daisuke.
Edad: 17 años.
Familia: Desconocida [Por el momento].
Especie: Humano.
Altura: 1.73 mts.
Peso: 62 Kg.
Apariencia: Es un joven de cabello negro con un toque azulado, tiene ojos verdes como esmeraldas, una piel blanca y ligeramente bronceada acompañada de una constitución física tonificada.
Vestimenta: Su ropas causales consisten en una camiseta de manga corta de color azul oscuro con franjas negras en las mangas, usa un pantalón largo de estilo vaquero de color gris azulado y zapatos deportivos plateados, además, usa un rosario con una cruz de plata en su cuello.
Hobbies: Jugar videojuegos, compras diversos tipos de artículos en línea, practicar hechicería, entrenar con su espada Caliber…
Arma[s]: Caliber.
Ocupación: Estudiante de 2do año en la academia Homurabara.
Nacionalidad: Japonés.
Historia: Es uno de los sobrevivientes del gran incendió de Fuyuki, ocurrido hace 10 años por motivos que siguen siendo un misterio. Actualmente es un estudiante de la academia Homurabara, lugar donde es bien conocido como un gran pervertido pero que a la vez en un chico "Semi-Decente".
Siempre se le puede ver reparando uno que otro aparato para el presidente del cuerpo estudiantil de 2do año, así como también en compañía de su amiga Matou Sakura, chica por la cual tiene fuertes sentimientos de naturaleza sexual y romántica. Aunque de vez en cuando se "ofrece" como voluntario para ayudar al Club de Arquería en lo que "ellos" necesiten.
Nivel de Peligro: Clase Lobo [Físicamente], Clase Tigre [Por medio de su Hechicería]
