Mirábamos las estrellas. Estábamos en medio de un gran césped verde, totalmente verde. Era de noche, y la luna llena y las estrellas era nuestra única visión. Lo miraba. Su piel, era marrón. Su cara, era realmente perfecta. No me lo podía creer, estaba enamorada de mi mejor amigo: Jacob Black. Sabía que el me quería, la forma en que me mira. Cuando me vé sonrie y los ojos se le iluminaban. Yo, cuando lo veía me quedaba totalmente pillada. Era, perfecto. No dejaba de pensar en él, día y noche. En estos momentos, aparentaba dieciséis años. Desde hace 2 meses, me enteré de la imprimación y desde entonces, sé que el esta imprimado de mí.
-Jake...-le susurré.
- Dime pequeña-dijo con una amplia sonrisa.
-Venga... Sé que soy tu imprimación, cuando lo afirmarás?-le pregunté.
Tras esas palabras, se quedó totalmente boquiabierto, con los ojos abiertos y resplandecientes iluminados a la luna.
-Pequeño monstruo...Creo que sabes mas de lo que yo sabía-dijo riéndose.
-Se, incluso más que tú-dije.
-Vale... Que quieres saber?-preguntó.
-Soy tu imprimación?-dije.
-Mira Ness-dijo sentándose e incorporándose - Esto, te lo quería decir, pero más tarde, mucho más tarde. Pero me as dejado impresionado. Quien demonios te lo ha dicho?- preguntó de nuevo.
-Seth-dije
-Maldito sea. Mira, te explicaré...-dijo concentrandose.
-Tengo todo el tiempo del mundo-dije con una amplia sonrisa.
- La imprimación, es como una magia...-lo interrumpí.
-Más magia?-dije, frunciendo el ceño.
-Si... A ver. Consiste en cuando quieres mas que nada a alguien. No es el mundo quien te sujeta, sino ella. Serías cualquier cosa, o harías cualquier cosa por ella. -dijo.
-Vale... Ahora mi dilema... Soy yo, tu imprimación?-pregunté, ansiosa por la respuesta.
Asintió con la cabeza. Al ver eso, sonreí y lo abracé con todas mis fuerzas. Me sentía, realmente feliz al saber que yo era su imprimación. De pensar, que toda mi vida ha estado conmigo por eso, cuantas cosas había sacrificado por mí, me hacía tan feliz.
Quería besarlo. Sabía que el se moría de ganas, y yo me derretía de pensarlo. Fui al grano.
-Jake...-dije.
-Que, ocurre?-preguntó preocupado.
-Bésame-solté.
-Que, te bese?-volvió a preguntar.
Asentí con la cabeza-Me a costado mucho esfuerzo al decir eso. Así que me harías un gran favor.
-Ness... Eres una niña-dijo
-Jake, no soy una niña...Tengo casi tu edad y no te alegras?-le dije.
-Ness... No puedo...-dijo.
-Solo uno. -dije acercandome.
El, al escuchar eso se acercó lentamente a mí. Cerré los ojos. Podía sentir como su respiración acariciaba mi rostro. Nuestros labios se rozaron, provocando una descarga eléctrica. Intentó separarse como rechazo, pero se lo impedí acercándolo mas a mí. Entre abrió su boca, esperando alguna señal, y yo la recibí.
El mejor beso de mi vida. Nunca cambiaría.
A parir de ese momento, nustras vidas cambiaron por completo...
