¡Hoooooola! Esta es la segunda historia que escribo en FanFiction y la primera en TWD. Espero que os guste muuchíiisimo.
Os pongo un poco en situación: Está ambientado cuando Rick y el grupo estaban aún en la prisión. También os traigo a un personaje nuevo, Emma. Para ella me he inspirado en Emilia Clarke (sale en Juego de Tronos pero aquí no tiene el pelo blanco ni va en plan medival). Es un personaje que parece que no se toma del todo enserio el mundo en el que vive ahora, una chica muy auténtica. Bueno os dejo que la conozcáis vosotros.
Por cierto, este primer capítulo lo he narrado desde tres puntos de vista: primero Emma, luego en tercera persona y por último desde el punto de vista de Rick, en ese orden. Creo que sabréis cual es cual y quien es quien.
...
Sin duda, adentrarme en las profundidades de un bosque que no conozco ha sido de las mejores ideas que he tenido en mi vida. ¡Claro que si!
"Hey, Em, será mejor que busquemos un río, pozo, o aunque sea un agujero en el suelo que tenga agua para no morir por deshidratación. ¿Qué te parece?" ¡Mágnifica idea!, ahora lo que tengo es a veinte zombies corriendo detrás de mí que me quieren para merendar. Y mi botella de plástico vacía. Per-fec-to.
Aunque sean una veintena, cada uno va a su ritmo, unos corren, otros van andando como si nada y otros se arrastran porque han perdido las piernas de lo podridas que las tenían. Les saco algo de ventaja corriendo, pero no sirve de nada si no encuentro un lugar en el que sea capaz de darles esquinazo.
Sigo corriendo 5 minutos más y ya estoy sin fuerzas. Necesito un milagro. Voy tan despacio que al más rápido de mis nuevos amigos lo tengo a 3 metros. Aunque espera, a pocos metros se acaba el bosque. ¡Por favor que sea una carretera y hayan coches aún con algo de gasofa! ¡Aunque sea para perderles ellos de vista! Pero va a ser que no, es una explanada, veo demasiado césped, pero espera, parece que hay un edificio construído en medio. ¿Qué demonios? ¿En serio eso es una cárcel o es que ya he acabado de perder la cabeza? Sea lo que fuere, tengo que correr hacia allí. Es el milagro que necesitaba.
Maggie y Glenn se encuentran en la torre de vigilancia de la prisión. Les toca el turno de vigilancia a ellos esta mañana. Maggie se encuentra mirando al infinito con la mirada perdida, hacia el bosque, inmersa en sus pensamientos. Poco después sale de su trance y se da cuenta de que Glenn la observa sonriendo. Ella entonces centra su atención en él y le devuelve la sonrisa.
Lo está superando poco a poco, igual que Beth. Hay pocas cosas que no cure el tiempo.
Poco después Maggie vuelve la vista al bosque y percibe movimiento, alguien saliendo de él, corriendo, como huyendo de algo. Es una mujer.
-Glenn, mira.
La chica corre dándole la espalda a más de una decena de caminantes y solo se da la vuelta hacia ellos para dispararles lo que parecen ser flechas. Desde la torre, Maggie se da cuenta que la chica no tiene flechas para todos, y que si no la ayudan la van a devorar ante sus ojos.
-Hay que ayudarla. Tenemos que abrirle la puerta, Glenn.- lo dice como en trance, sin poder apartar la vista de la chica que sortea sus últimas flechas con los caminantes que quieren almorzar.
-Maggie, Rick nos dijo...
Justo en ese momento, cuando la chica esta a medio camino de las verjas de la cárcel, cae al suelo mientras caminaba de espaldas disparando a los caminantes. La chica no reacciona, permanece en el suelo y trata de alcanzar más flechas de la mochila que lleva a sus espaldas. Mala idea. Se le van a echar todos encima.
-Glenn, me da igual Rick. No voy a dejar que esa chica muera sin hacer nada. Tenemos que hacer algo.- Maggie no era partidaria de ver morir a personas por caminantes que los devoran pudiendo hacer ella algo para ayudarles. Sabia perfectamente que gente como Rick sí, pero ella no se había convertido en esa clase de persona.- Glenn, por favor. Coge el rifle y ayúdala cuando sus flechas no den para más. Yo voy a abrirle la verja.
Maggie salió pitando de la torre y Glenn, por su parte, ni rechistó. Él de momento tampoco se había convertido en Rick. Maggie corrió escaleras abajo pidiendo a tres personas más que la ayudaran con la verja a gritos. Éstos ni le preguntaron, simplemente la siguieron. Glenn se centró en apuntar por la mira del rifle francotirador a los caminantes que estaban cada vez más cerca de la chica. Tanto él como Maggie sabían que Rick se cabrearía con ellos por gastar la poca munición que quedaba de la mejor arma de la que disponían en salvar a una persona que ni siquiera pertenecía a su grupo. Les dejó claro a todos que nadie entraría a la prisión sin que él diera el visto bueno. Pero en fin. Las reglas están para romperlas.
Por la mira observa como uno de los caminantes se echa a los pies de la chica. Ésta se remueve tratando de deshacerse de él, pero Glenn no duda, aprieta el gatillo.
-¿¡Qué cojones!?- le han volado la cabeza a este cabrón, y yo no he sido. Miro a mis espaldas y veo a gente detrás de las verjas de la cárcel, abriéndolas.
También veo que otros zombies que estaban agolpados en la verja están centrado ahora su atención en mí y vienen hacia aquí. ¡Fiesta!
-¡Corre!- oigo gritar a una chica de pelo corto desde la puerta. Mi salvadora.
Si esto es el cielo, ella debe de ser San Pedro o algo.
Me levanto tan rápido como puedo, con mi arco en la mano, y corro hacia ella. Corro tanto como puedo. Hoy, precisamente hoy no va a ser el día en el que muera.
Estoy con Daryl, en lo que antes fue una de las oficinas de la prisión, mirando un mapa del condado y eligiendo un pueblo en el que ir a por provisiones. Los hemos revisado ya casi todos y nos quedan muy pocos a los que ir. Me froto las sienes con el pulgar e índice de mi mano derecha cerrando los ojos, agotado. Esto se me hace cada vez más difícil, más duro.
Llaman a la puerta de donde estamos Daryl y yo. Es Carl.
-Acaban de abrir la verja.-frunzo el ceño, hoy nadie tendría que salir de aquí- Han dejado pasar a una chica. Venía sola.
Vaya.
-¿Y la han dejado pasar con el permiso de quién?- Carl me responde encogiendo los hombros. Estoy harto. Uno pone una serie de reglas, simples y fáciles de cumplir, velando por la protección de todos y no son capaces de cumplirlas.- ¿Dónde está?
-Están en las escaleras de nuestro pabellón. Me han pedido que te avise.
Daryl y yo nos miramos, nos levantamos a la vez y empezamos a caminar hacia las escaleras por el pasillo. Yo acelero el paso y los dejo a los dos atrás. Cuando llego a la parte de arriba de la escalera veo que abajo están Maggie y Glenn hablando con alguien, debe de ser a la que han dejado pasar. También veo a más gente observando a la chica curiosos, entre ellos Beth con mi hija en brazos.
Todos callan cuando me ven bajar las escaleras, saben que han hecho algo que no debían.
Todos callan y se quedan pasmados. ¿Que pasa ahora? Miro al mismo lugar que ellos y veo a un hombre bajar las escaleras.
-¿Quién la ha dejado pasar?- dice, se refiere a mí pero ni se molesta en mirarme. ¿Quién es este tío?
-Yo.- Maggie, mi salvadora, es la única que se atreve a contestarle
-Maggie, ¿qué os tengo dicho sobre esto? ¡No debemos abrirle nuestras puertas a cualquiera!
-Rick, salía del bosque con más de una decena de caminantes pisándole los talones. No podía dejar que la devoraran.
-¿La habéis revisado?
Todos niegan con la cabeza. ¿Revi... qué?
El tal Rick, que debe de ser quien dirige todo este cotarro, me coge de las manos y me levanta las mangas de mi sudadera azul oscuro revisándome las muñecas y los antebrazos. Ah, ya, para ver si llevo mordiscos. Después me observa el cuello y me pide darme la vuelta. ¡Hasta se agacha para comprobarme los tobillos! Este tio es un paranoico.
- ¡Oye!¡No tengo ni un mordisco!- digo, para tratar de que se tranquilice
Pero el tío no para. Cuando parece estar satisfecho vuelve a levantarse y me mira de arriba a abajo.
-Perdona que no me fíe de desconocidos. -me espeta, sin ni siquiera mirarme a la cara- ¿Llevaba algo encima cuando llegó?- le pregunta a los otros.
Nada, que pasa de mi.
-Una mochila.
-Dejadme verla.
Veo aparecer mi desgastada mochila, con mi arco asomando junto con mis últimas flechas. El tío abre mi mochila sin pedir permiso. ¡Adelante!. No tengo nada más que mi arco, las cinco flechas que me quedan, una botella de agua vacía, una navaja pequeña, cerillas, algo de comida (o se intenta, ya que son dos manzanas ya medio podridas) y poco más. No se queda tranquilo hasta que me deja la mochila completamente vacía. ¿Qué demonios creía que iba a encontrar? ¿Una jodida bomba en plan talibán suicida?
-Oye, mirad, sé que no soy bienvenida aquí. Recogeré mis cosas y me iré si es lo que queréis.- lo digo en plural aunque sobre todo se lo digo a él, los demás que me han abierto las puertas y me han traído hasta dentro me han mostrado mil veces más confianza que él.
Me mira a los ojos por primera vez y ladea levemente la cabeza. No sé que le ha podido resultar curioso.
-Quiero hablar contigo. Pero en privado.- dice, mirando alrededor, a todos los demás que están aquí presentes, esto será algo normal y se lo hará a todos, digo yo.
Me da la espalda y se dirige hacia un pasillo que queda a la derecha de la sala, supongo que eso querrá decir que le tengo que seguir, pues venga. Encima de dicho pasillo, en la pared, esta pintada la palabra 'cafetería', ya algo desgastada. ¡Ay, Dios! ¡Qué hambre! Ojalá me ofrezca algo de comer, pero me parece a mí que no caerá esa breva.
Camino por delante de ella, hacia el comedor. Abro la puerta, dejo que pase primero y la cierro tras nosotros. Le pido que coja asiento en uno de los bancos y yo me quedo de pie justo enfrente de ella, al otro lado de la mesa.
-Bien, te voy a hacer tres preguntas, depende de lo que contestes a ellas decidiré si te quedas o no. ¿Estás de acuerdo?
-Claro, de todas formas no me quedaría si tú o cualquier otro tuvierais algo en contra, como ya os he dicho.
Asiento. Esta chica parece no buscar un techo bajo el que refugiarse durante un tiempo.
-¿A cuántos caminantes has matado?
-¿Zombies te refieres? Puff… Decenas, cientos... Ni sabría decirte bien a cuantos.
Ya he visto que prefiere las flechas antes que las balas, como Daryl. Si me hubiera respondido que no había matado nunca a ninguno, apenas me serviría aquí, a parte, es raro que alguien sobreviva todo este tiempo sin matar a uno.
-¿A cuántas personas has matado?
-A ninguna.- pésima mentirosa, lo veo enseguida: ha respondido atropellando las sílabas, demasiado deprisa, levantando más la voz y poniéndose algo tensa, por lo que sin duda, me está mintiendo. Me quedo mirando a la chica fijamente, sin decir nada y se da cuenta de que la he pillado, baja la mirada y parece relajar la postura, antes de volver a hablar:- Solo… a una persona.
En un mundo como en el que vivimos ahora sería imposible que alguien no hubiera matado jamás a otra persona que no estuviera infectada, aunque fuera solo como defensa personal. Si al final no me lo hubiera confesado, es evidente no podría confiar en ella y se tendría que ir. Por ahora vamos a seguir.
-¿Por qué?
Se queda pensando antes de responderme, pero por la postura que toma no creo que me este volviendo a mentir.
-Pertenecía al grupo con el que estaba antes. Un día, buscando suministros en un pueblecito, tuvimos la gran idea de meternos al pabellón de deportes. No pensamos que el pabellón sirvió de refugio para la gente al principio de todo este lío y, claro, todos los que habían allí eran zombies... Bueno, caminantes como tú les llamas. Se nos echaron encima, peleamos y por suerte pudimos salir todos de allí, pero por la noche uno de los chicos de mi grupo,… Abel, me contó que le habían mordido y que no quería convertirse en uno de ellos. Me pidió el favor.
Se le hace difícil continuar. No hace falta que siga, ya me imagino el final.
Me podría volver a haber mentido, pero como he visto antes, esta chica no sabe hacerlo. Cualquier persona me podría haber mentido en las preguntas por entrar en nuestro grupo y asegurarse sobrevivir por un tiempo, pero ella ya me ha dicho antes que si yo quería se marcharía.
Esto me sirve para hacer un patrón y ver si me interesa quedármela en el grupo. Por lo que he ya visto, sabe cómo acabar con caminantes, puede que no con armas de fuego pero podríamos enseñarla si se diera el caso. También ha matado a alguien no infectado, no como defensa pero sí como una especie de favor. Personalmente considero que matar a alguien que no supone un peligro para ti, como en su caso, es más difícil que si fuera por propia defensa. Tener un vínculo con alguien, como que pertenezca a tu grupo, hace más difíciles las cosas. También veo que no sabe mentir y por la jerga que usa y por como se expresa, no se toma el 'nuevo mundo' demasiado enserio.
A primera vista, esta chica me sirve, aunque voy a hacerle una última pregunta:
-¿Qué hacías en tu otro grupo?
-¿No eran solo tres preguntas?
-Contesta.
-Vaale. – sonríe- A parte de pelear contra caminantes y eso, también me encargaba de curar y coser heridas y hacer todo lo posible para que los de mi grupo pudieran sobrevivir, como cuando venían con heridas muuy feas. Antes de que toda esta mierda pasara estaba a pocas semanas de graduarme en Medicina.
-¿En serio?
-Sí.- la miro incrédulo- Vamos, ya te has dado cuenta de que no se mentir. Además, mira: genericillina
-¿Qué es eso?- pregunto algo perdido
-Idioma de médicos, es un antibiótico de amplio espectro, más barato que otros que sirven básicamente para lo mismo. Claro que estas cosas ya no nos sirven sin un laboratorio y sin un farmacéutico.
A esta chica le falta un tornillo.
-Vale, vayamos al grano. – me inclino más hacia ella para tratar de transmitirle algo:- Necesito en mi grupo hombres y mujeres para un trabajo duro, que no tengan miedo a mancharse las manos ni a luchar día tras día sin más recompensa que mantener la propia vida y la del grupo. Es esencial también el compañerismo y la lealtad, que protejan y respeten a nuestra familia. Si no estás dispuesta a cumplir nada de esto y lo que ello supone, te pido, por favor que no aceptes quedarte con nosotros.
La chica suspira y se queda pensando, sin darme una respuesta
-¿Y bien, que dices?
-Claro que me quiero unir y formar parte de esto, pero solo si resulto útil, no quiero ser un lastre para nadie.
-Me resultas útil si sabes cómo acabar con caminantes y si tratas al grupo como si fueran de tu propia familia. El que tengas conocimientos de medicina es un valor añadido. Hace poco perdimos a la persona que se encargaba de eso aquí.
-Vaya, lo siento
Perder a Hersel fue sin duda fue duro para todos nosotros. Le salvó la vida a mi hijo, sus dos hijas, Maggie y Beth no lo acaban de superar, y sobre todo, los demás del grupo que como yo, le conocían y apreciaban.
-¿Entonces?
La chica me mira entonces fijante a los ojos y me responde.
-Me quedo.
-Bien- sonrío de medio lado. Una gran adquisición. Caigo en la cuenta de que aun no se cómo se llama- ¿Cual es tu nombre?
-Emma. Y a ti como tengo que llamarte ¿Jefe, superior, líder, patrón, amo?
-Mientras me llames Rick, todo bien. Te presentaré a los demás del grupo y luego te daremos una cama, las cosas con las que has llegado y un pequeño espacio para ti.
-Gracias Rick.
No le respondo, simplemente asiento. La miro por última vez antes de darle la espalda y salir del comedor. Reúno a tantos como puedo para que la conozcan. Les digo mientras caminamos hacia la cafetería su nombre, que tiene conocimientos de medicina y poco más. Les recibe a todos con una sonrisa. Está nerviosa, se le nota, quiere encajar. Todos les dicen su nombre y ella responde a todos con que le va a costar aprendérselos, los demás se ríen. La aceptan, como ya sabía.
Me hago un esquema mental de la chica. Es pequeña, no creo que llegue al 1.65, tiene el pelo castaño oscuro y la piel muy blanca. Y delgada, no esquelética pero se le nota que sufre las consecuencias del hambre. Sus ojos me han resultado curiosos, son azules pero pasan a un color avellanado, no sé, raros, nunca había visto unos así. Lo que es raro también es su forma de ser. Me he encontrado con muy poca gente que mantenga el sentido del humor a estas alturas. Miro a Daryl, y le digo con la mirada y asintiendo levemente con la cabeza que le doy el visto bueno a Emma. Sin duda nos aportará algo nuevo, algo que espero que sea bueno.
...
Bueno, ¿qué os parece el primer capítulo? Agradezco mucho mucho, de verdad, todos los comentarios que me dejéis. Tengo la historia prácticamente entera en mi cabeza, si veo que os gusta y eso seguiré escribiendo. Bueno, lo más importante, ¿os gusta Emma? Para a mí hacía falta alguien así, que rompa un poco con toda la seriedad. Ella es en plan: "¡Eh! ¡Que el mundo se ha ido a la mierda pero nosotros aún no y eso hay que aprovecharlo!"
Subiré el próximo la próxima semana si veo que os gusta.
En fin, gracias por leerlo :)))
