Frozen es de Disney y Rise of the Guardians de Dreamworks. Solo hago esto para mi diversión y su entretenimiento.


Aclaraciones: Primero, ¡Hola! Soy nueva con esta pareja y espero haber hecho un buen trabajo con el primer capítulo =)

Arendelle estará un poco mas modernizado, es decir, no será como las grandes ciudades tecnológicas, pero si contará con algún que otro artefacto "tecnológico"

La historia se desarrolla en la época actual (2012-2014 por ahí xD).

Y por último, modifiqué las edades de los personajes un poco:

Elsa tiene 19

Jack tiene 20 (más 300 años)

Anna tiene 17

Advertencia: Habrá lemon en un futuro en el fic, no muy fuerte, pero habrá así que si no te gusta esto, cuando aparezca pondré una advertencia al inicio, para advertírselos chicos, ya saben, para evitar malentendidos y cambiaré el rating d para mas seguridad aun.

Creo que eso es todo; ya no los entretengo más. ¡Disfruten de la lectura!


─ ¡Jack!─ gritó un hombre de larga barba blanca e imponente cuerpo. El sujeto en cuestión era conocido popularmente como el legendario Papa Noel, y sus cercanos le decían "North", el cual, se encontraba recorriendo todo su taller en busca de cierto espíritu invernal ─ ¡Ya estás en la lista negra y no creo que quieras estar en mi lista negra personal! ─ casi de inmediato, una ráfaga de viento helado se formó frente al espíritu navideño, tomando la forma de un joven espíritu que aunque algo travieso y algo altanero, poseía un encanto natural para cumplir su trabajo; su nombre: Jack Frost.

─ ¿Por qué tanto alboroto, North? Estaba haciendo unas diligencias muy importantes ─North enarcó una ceja.

─Dormías, ¿verdad?

─Tal vez…─respondió con el ceño fruncido─ Pero eso no importa, ¿Qué pasa?

North caminó hasta el gigante globo terráqueo en el medio de la habitación y le señaló un punto iluminado.

─El Hombre de la Luna ha señalado este lugar…el Reino de Arendelle ─dijo ─ Al parecer, es invierno allá.

─No soy muy bueno en eso de calendarios, pero estoy casi seguro de que estamos en época de verano.

─Ese es el asunto. No sabemos qué está pasando y queremos que vayas a averiguar

─ ¡Oye! ¿y por qué yo?

─Hay un invierno…tu eres un espíritu invernal… ¿tengo que decir más?

─Pero…

─ ¡Sin peros! El Hombre de la Luna te ha elegido a ti, así que vas y ya

Jack hizo un ruido de inconformidad y de mala gana comenzó a caminar a la salida. North suspiró; ese chico era muy inmaduro para sus 320 años…


Volaba despreocupadamente sobre el dichoso Reino de Arendelle y, como North le había informado, estaban en pleno invierno. Se detuvo sobre uno de los techos de la casa y observó como la gente deambulaba por las calles en busca de provisiones para sobrevivir tan inesperada situación. Por un momento, sintió ira. ¿Qué clase de monstruo sumergiría a estas personas en semejante situación? Era simplemente despreciable. Vio como unos pequeños niños se aferraban a sus padres con claro temor en sus ojos, seguramente porque no entendían lo que pasaba a su alrededor. Eso sí lo enfureció. Los niños eran muy inocentes y no soportaba que se metieran con ellos. Cerró los ojos y comenzó a rastrear el origen del invierno. Miró a la gran montaña en el horizonte: ahí estaba lo que buscaba. Sin perder tiempo, voló hasta ella y lo primero que divisó fue un gran castillo de hielo, el cual, lo dejó boquiabierto por un momento; en verdad estaba genial.

Caminó hasta la entrada y cuando iba a abrir la puerta, se detuvo en seco. Aunque estaba seguro de que lo que sea que estuviera adentro no podría verlo, no quería hacer ningún tipo de sonido, así que, decidió entrar por otro lado. Levitó alrededor del castillo, buscando una entrada alternativa, notando de inmediato el pequeño balcón que sobresalía de la parte trasera del castillo. Aterrizó en el barandal y miró a todos lados, buscando alguna señal de vida y claro, para no terminar atrapado en su propia emboscada. Entró lentamente por el balcón y llegó a lo que parecía un dormitorio. Debía admitir que el castillo era más impresionante por dentro. La habitación era bastante sencilla y honestamente, no parecía el hábitat de un despiadado monstruo; todo parecía muy normal.

Recorrió la habitación completamente y cuando estuvo seguro de que no había nada fuera de lo común, salió de ella y se adentró en los largos pasillos del castillo, bajó las escaleras y miró en el recibidor del enorme palacio de hielo. ¿Acaso no había nadie? Escuchó unos pasos y, sin pensar en el hecho de que era invisible, se escondió detrás de una de las columnas del lugar y cuando sintió que los pasos cesaban, asomó tímidamente la cabeza, sosteniendo su bastón firmemente; no sabía si debería defenderse. Lo que vio, lo dejó sin aliento.

Una hermosa chica estaba apoyada del barandal que conducía a las escaleras en el segundo. Vestía un elegante vestido azul con diferentes tonalidades, el cual marcaba perfectamente las curvas de su cuerpo, con una cola que elegantemente seguía todos sus pasos. Su pelo era rubio peinado en una trenza con algunos mechones desordenados; sus ojos eran azul como dos pedazos de cielo, su boca, su nariz…podía seguir describiendo todos esos finos rasgos que lo tenían en trance. No sabía por qué pero no podía dejar de mirarla, por más que lo intentaba no podía. ¿Ella era el "monstruo" que estaba detrás de este invierno? Podía sentir el poder que emanaba de ella, pero, ciertamente, no se veía como una villana. Vio como soltaba un suspiro, daba media vuelta y se dirigía al dormitorio por donde él había entrado. Al ver que se alejaba, salió de su escondite.

─ ¡Que hermosa es…!─exclamó. Vio como la chica detenía su andar y giró abruptamente hacia su dirección. Abrió los ojos notablemente sorprendida mientras él se preguntaba por qué.

─ ¿Q-Quien eres? ─ Jack miró detrás suyo para ver a quien le hablaba la chica, pero no había nadie. ¿Acaso deliraba?

─ ¿Con quién habla? ─se preguntó a sí mismo.

─Contigo hablo. ¿Quién eres? ─ ahora fue el turno del guardián de sorprenderse. No podía ser cierto.

─ ¿Tu…tu puedes verme? ─preguntó aun incrédulo.

─Claro que puedo verte ─dijo mirándolo de manera desconfiada─ Y te repito por tercera vez: ¿Quién eres?

El guardián no terminaba de entender lo que pasaba. Ella no era una niña y podía verlo; esto era simplemente increíble.

─Yo…soy Jack Frost

─ ¿Jack Frost? ─preguntó extrañada. El chico voló hasta ella asustando a la chica en el acto ─ ¿C-Cómo hiciste eso?

─Simplemente volé ─respondió de lo más normal ─ ¿Qué pasa? ¿Tienes miedo de mi? ─

─No ─ respondió tratando de aparentar que estaba segura de sus acciones. No debía dejar que se diera cuenta de que su presencia la intimidaba, eso le daría ventaja y ella, por ninguna razón, quería dársela ─Ahora te pido que te retires, no tienes nada que hacer aquí.

─En realidad, sí…yo vine a…

─ ¡No quiero saber a qué viniste, solo quiero que te vayas! ─ exclamó exasperada ─ Mientras más alejado de mi, mas a salvo estarás ─ El chico frunció el ceño sin entender. ¿Ella lastimarlo a él?

─No creo que puedas lastimarme ─tomó una de sus manos y la colocó donde se supone que estaba su corazón.

─ ¡¿Qué haces?! ¡No! ─trató de zafarse desesperadamente ─¡Te haré daño!

─Observa… nada me pasa…tranquilízate ─ la chica dejó de forcejear al percatarse de que él tenía razón.

─ ¿Cómo…?

─No puedes congelar lo que ya está congelado ─Jack soltó su mano. La expresión de confusión que se plasmó en el rostro de la joven reina fue más que adorable para él. El solo sonrió ─ Aun no sé tu nombre… ─dijo distraídamente, tratando de restarle importancia al asunto. La joven pareció pensarlo; no lo conocía, pero algo le decía que podía confiar en el ─ ¿Y bien?

─Me llamo Elsa ─Él sonrió de medio lado.

─Mucho gusto, Elsa…


Dejen Reviews, please

Reviews=Imaginación al 100%= Actualización.

Espero les haya gustado, Bye!