LA NUEVA ERA DEL TERROR
Capítulo 1 Han pasado veinte años
Eran las ocho de la mañana. Una chica de pelo negro, ojos verdes y algún que otro rasgo oriental se despertaba en aquel momento. No debía tener más de diez u once años, cosa que se reflejaba en su joven rostro. Una bola peluda color canela, saltó sobre ella. Era un enorme gato, regalo de su último cumpleaños, que tuvo lugar unas semanas antes. La chica, se despertó, encendió la lámpara de la mesilla y observó fascinada una carta a su nombre: Alice Potter. Aquella carta, le había llegado días atrás. Concretamente, el día de su cumpleaños. Era de un colegio. Pero no un colegio cualquiera. Se trataba de Hogwarts, el mejor colegio de magia de todos los tiempos. Por decimoquinta vez, comenzó a leerla:
Tengo el placer de comunicarle que ha sido admitida en el colegio Hogwarts de magia y hechicería. EL nuevo curso, comenzará el día uno de septiembre. Tendrá que coger el tren en el andén nueve y tres cuartos ese mismo día a las once de la mañana. He aquí la lista de los útiles necesarios para su primer curso en nuestro colegio:
UNIFORME:
Tres túnicas sencillas de trabajo (negras o azul oscuras)
Un sombrero puntiagudo (negro) para uso diario.
Un par de guantes protectores (piel de dragón o semejante)
Una capa de invierno (negra o azul oscura con broches plateados)
IMPORTANTE: TODAS LAS PRENDAS DE LOS ALUMNOS DEBEN LLEVAR ETIQUETAS CON SU NOMBRE.
RESTO DEL EQUIPO:
1 varita
1 caldero
1 juego de redomas de vidrio o cristal
1 telescopio
1 balanza de latón
También se puede traer una mascota y una escoba propia.
LIBROS:
El libro reglamentario de los hechizos (clase 1), Miranda Hoshawk.
Una historia de la magia, Bathilda Bagshot.
Teoría mágica, Adalbert Waffling.
Guía de transformación para principiantes, Emeric Switch.
Nuestras amigas las plantas y como utilizarlas, Neville Longbottom.
El arte exacto de las pociones, Severus Snape y Draco Malfoy.
Criaturas mágicas y su cuidado, Rubeus Hagrid.
Defensa contra las artes oscuras, Harry Potter.
Adivinación: primer año, Patil & Brown.
Alice, leyó aquel penúltimo nombre. Efectivamente, era el de su padre. Este, había contraído matrimonio con una chica ligeramente mayor que él hacia ya trece años. Ella, se llamaba Cho Chang. Alice, por su parte, era una chica valiente e inteligente. En ocasiones, tenía un cierto desdén por las normas, lo cual, en la guardería, le daba algún que otro problema a sus padres. Entre tanto, a un par de manzanas de aquel hogar, un chico castaño de pelo revuelto, ojos azules y pecoso, entraba en la cocina, sin poder reprimir un descomunal bostezo. Su madre, de pelo castaño y espeso y ojos marrones, preparaba el desayuno en aquel momento.
Michael, hijo mío, hazme un favor.
¿Cuál?
Llama a tus cuatro hermanos y diles que el desayuno está listo.
¿Por qué no se despertarán ellos solos?
Michael. - dijo la madre.
Está bien, ya voy. - el chico de doce años, salió de la cocina y subió al piso de arriba. Se cruzó con su padre, alto, pelirrojo y pecoso. Como el hijo, era muy delgado. El hombre, bajó las escaleras, y saludó a su esposa con un gesto. Esta, le dijo:
Oye, Ron.¿has pensado ya que regalarle a Piper? Te recuerdo que su cumpleaños es en septiembre.
No tengo ni idea, Hermione. Esa chica, al contrario que el resto de sus hermanos, ha salido a su padre.dichoso Draco.
Lo que más me sorprendió a mí - continuó la mujer - fue que acabase casándose con Ginny, tu hermana.
A mí también. Nunca le hizo mucha gracia mi familia.
De todos modos, desde la derrota de quien-tú-sabes en la que él participó junto a Harry, es mucho más agradable que antes.
¿Qué tal es como profesor de pociones? Exigente, pero bueno.
Te voy a echar de menos, Hermione. ¿Por qué tuviste que trabajar en Hogwarts, y no en alguna escuela más cercana?
Bueno, en Hogwarts está mi vida. Pero tranquilo, Ron, me mantendré en contacto contigo todos los días. Además, en Navidad y Semana Santa, estaré aquí.
Vigila bien a los chicos.
Tranquilo - en aquel momento, apareció Michael con otros cuatro chicos.
La más pequeña, era una niña de cinco años. Era pelirroja y llevaba su revuelto cabello suelto. Sus ojos eran marrones. Era bajita y delgadita. Su nombre era Laura. Esta, solía ser muy traviesa y ocurrente, a pesar de su corta edad. Después, estaba Michael. Como ya he dicho, se trataba de un chico castaño de ojos azules y pecoso. Además, era muy alto para su edad y delgaducho, como solía ser su padre a su edad. Michael, solía ser bastante despreocupado y había heredado el sarcasmo que caracterizaba a su padre. Solía ser un buen alumno en el colegio, en el cual iba a empezar segundo año. Tras Michael, se encontraba Katie. Esta, era una treceañera con una hermosa melena castaña lisa, ojos azules y cara angelical. Así mismo era por dentro: seria y estudiosa. Por último, se encontraban unos gemelos de 16 años llamados Stan y Kyle. Eran pelirrojos y más bien bajos. Sus ojos eran marrones, y sus personalidades muy diferentes. Stan, era un bromista empedernido al cual le importaban un comino sus estudios. Kyle, por su parte, era más formal y estudioso. También, en ocasiones, era un poco sabelotodo e impaciente. Los cinco hermanos, se sentaron a desayunar. Entre tanto, en el centro de Londres.
No lo entiendo, Ginny. Simplemente no lo entiendo - dijo un hombre rubio, ojos azules y mirada fría.
¿El qué no entiendes ahora, Draco? - suspiró su mujer. Esta, la ya nombrada Ginny, tenía una larga cabellera pelirroja y los ojos color miel.
Simplemente, no entiendo que de dos hijos escolarizados que tenemos, ninguno esté en Slytherin, mi antigua casa.
Bueno, Draco, es que no han salido a ti.
¡Pero no es normal! Como Piper no sea de Slytherin, me desesperaré.
Tranquilo - dijo una voz femenina. Se trataba de una chica de estatura mediana, ojos color miel, pelo largo, rubio y ondulado y de constitución delgada - si ese dichoso sombrero no me pone en Slytherin, haré que el mismísimo Dumbledore me cambie de casa.
¡Esa es mi Piper! - exclamó Draco, orgulloso - ¡Con esa actitud, seguro que estarás en Slytherin!
Ya verás como sí. Por cierto, te recuerdo que, esta tarde tenemos que ir a comprar los libros y todo el material.
¡Ah! Es verdad, hija - dijo Draco - Bueno, ¿por qué no llamas a Michael y vas con él a comprar todo?
Mmm.el caso es que iba a ir con Sean.
¿Sean? - preguntaron a la vez Ginny y Draco.
Sí, Sean. Es un amigo mío. Su padre es Oliver Wood.
Wood.ese apellido me suena - comenzó a decir Draco - ¿no era aquel chico que jugaba al Quidditch de guardián de Gryffindor, Ginny?
Sí, tienes razón. Jugaba en el mismo equipo que Harry. Por cierto, Pi, ¿conoces a su hija?
¡Claro que la conozco! Cómo no voy a conocerla si me la presentasteis vosotros.
¿Cómo te llevas con ella? - volvió a preguntar la pelirroja.
No muy bien, la verdad. Es un poco tonta - Draco comenzó a reír:
Definitivamente, los Potter y los Malfoy, nunca nos llevaremos bien.
Tengo una idea - comenzó Ginny - ¿por qué no quedamos esta tarde con Harry, Cho, Ron, Hermione y sus hijos?
Sería una buena idea... ¿tú que dices, Piper?
No me hace mucha gracia. Sólo si puede venir también Sean.
No veo ningún inconveniente - dijeron Draco y Ginny.
- Entonces, perfecto - contestó Piper.
Capítulo 1 Han pasado veinte años
Eran las ocho de la mañana. Una chica de pelo negro, ojos verdes y algún que otro rasgo oriental se despertaba en aquel momento. No debía tener más de diez u once años, cosa que se reflejaba en su joven rostro. Una bola peluda color canela, saltó sobre ella. Era un enorme gato, regalo de su último cumpleaños, que tuvo lugar unas semanas antes. La chica, se despertó, encendió la lámpara de la mesilla y observó fascinada una carta a su nombre: Alice Potter. Aquella carta, le había llegado días atrás. Concretamente, el día de su cumpleaños. Era de un colegio. Pero no un colegio cualquiera. Se trataba de Hogwarts, el mejor colegio de magia de todos los tiempos. Por decimoquinta vez, comenzó a leerla:
Tengo el placer de comunicarle que ha sido admitida en el colegio Hogwarts de magia y hechicería. EL nuevo curso, comenzará el día uno de septiembre. Tendrá que coger el tren en el andén nueve y tres cuartos ese mismo día a las once de la mañana. He aquí la lista de los útiles necesarios para su primer curso en nuestro colegio:
UNIFORME:
Tres túnicas sencillas de trabajo (negras o azul oscuras)
Un sombrero puntiagudo (negro) para uso diario.
Un par de guantes protectores (piel de dragón o semejante)
Una capa de invierno (negra o azul oscura con broches plateados)
IMPORTANTE: TODAS LAS PRENDAS DE LOS ALUMNOS DEBEN LLEVAR ETIQUETAS CON SU NOMBRE.
RESTO DEL EQUIPO:
1 varita
1 caldero
1 juego de redomas de vidrio o cristal
1 telescopio
1 balanza de latón
También se puede traer una mascota y una escoba propia.
LIBROS:
El libro reglamentario de los hechizos (clase 1), Miranda Hoshawk.
Una historia de la magia, Bathilda Bagshot.
Teoría mágica, Adalbert Waffling.
Guía de transformación para principiantes, Emeric Switch.
Nuestras amigas las plantas y como utilizarlas, Neville Longbottom.
El arte exacto de las pociones, Severus Snape y Draco Malfoy.
Criaturas mágicas y su cuidado, Rubeus Hagrid.
Defensa contra las artes oscuras, Harry Potter.
Adivinación: primer año, Patil & Brown.
Alice, leyó aquel penúltimo nombre. Efectivamente, era el de su padre. Este, había contraído matrimonio con una chica ligeramente mayor que él hacia ya trece años. Ella, se llamaba Cho Chang. Alice, por su parte, era una chica valiente e inteligente. En ocasiones, tenía un cierto desdén por las normas, lo cual, en la guardería, le daba algún que otro problema a sus padres. Entre tanto, a un par de manzanas de aquel hogar, un chico castaño de pelo revuelto, ojos azules y pecoso, entraba en la cocina, sin poder reprimir un descomunal bostezo. Su madre, de pelo castaño y espeso y ojos marrones, preparaba el desayuno en aquel momento.
Michael, hijo mío, hazme un favor.
¿Cuál?
Llama a tus cuatro hermanos y diles que el desayuno está listo.
¿Por qué no se despertarán ellos solos?
Michael. - dijo la madre.
Está bien, ya voy. - el chico de doce años, salió de la cocina y subió al piso de arriba. Se cruzó con su padre, alto, pelirrojo y pecoso. Como el hijo, era muy delgado. El hombre, bajó las escaleras, y saludó a su esposa con un gesto. Esta, le dijo:
Oye, Ron.¿has pensado ya que regalarle a Piper? Te recuerdo que su cumpleaños es en septiembre.
No tengo ni idea, Hermione. Esa chica, al contrario que el resto de sus hermanos, ha salido a su padre.dichoso Draco.
Lo que más me sorprendió a mí - continuó la mujer - fue que acabase casándose con Ginny, tu hermana.
A mí también. Nunca le hizo mucha gracia mi familia.
De todos modos, desde la derrota de quien-tú-sabes en la que él participó junto a Harry, es mucho más agradable que antes.
¿Qué tal es como profesor de pociones? Exigente, pero bueno.
Te voy a echar de menos, Hermione. ¿Por qué tuviste que trabajar en Hogwarts, y no en alguna escuela más cercana?
Bueno, en Hogwarts está mi vida. Pero tranquilo, Ron, me mantendré en contacto contigo todos los días. Además, en Navidad y Semana Santa, estaré aquí.
Vigila bien a los chicos.
Tranquilo - en aquel momento, apareció Michael con otros cuatro chicos.
La más pequeña, era una niña de cinco años. Era pelirroja y llevaba su revuelto cabello suelto. Sus ojos eran marrones. Era bajita y delgadita. Su nombre era Laura. Esta, solía ser muy traviesa y ocurrente, a pesar de su corta edad. Después, estaba Michael. Como ya he dicho, se trataba de un chico castaño de ojos azules y pecoso. Además, era muy alto para su edad y delgaducho, como solía ser su padre a su edad. Michael, solía ser bastante despreocupado y había heredado el sarcasmo que caracterizaba a su padre. Solía ser un buen alumno en el colegio, en el cual iba a empezar segundo año. Tras Michael, se encontraba Katie. Esta, era una treceañera con una hermosa melena castaña lisa, ojos azules y cara angelical. Así mismo era por dentro: seria y estudiosa. Por último, se encontraban unos gemelos de 16 años llamados Stan y Kyle. Eran pelirrojos y más bien bajos. Sus ojos eran marrones, y sus personalidades muy diferentes. Stan, era un bromista empedernido al cual le importaban un comino sus estudios. Kyle, por su parte, era más formal y estudioso. También, en ocasiones, era un poco sabelotodo e impaciente. Los cinco hermanos, se sentaron a desayunar. Entre tanto, en el centro de Londres.
No lo entiendo, Ginny. Simplemente no lo entiendo - dijo un hombre rubio, ojos azules y mirada fría.
¿El qué no entiendes ahora, Draco? - suspiró su mujer. Esta, la ya nombrada Ginny, tenía una larga cabellera pelirroja y los ojos color miel.
Simplemente, no entiendo que de dos hijos escolarizados que tenemos, ninguno esté en Slytherin, mi antigua casa.
Bueno, Draco, es que no han salido a ti.
¡Pero no es normal! Como Piper no sea de Slytherin, me desesperaré.
Tranquilo - dijo una voz femenina. Se trataba de una chica de estatura mediana, ojos color miel, pelo largo, rubio y ondulado y de constitución delgada - si ese dichoso sombrero no me pone en Slytherin, haré que el mismísimo Dumbledore me cambie de casa.
¡Esa es mi Piper! - exclamó Draco, orgulloso - ¡Con esa actitud, seguro que estarás en Slytherin!
Ya verás como sí. Por cierto, te recuerdo que, esta tarde tenemos que ir a comprar los libros y todo el material.
¡Ah! Es verdad, hija - dijo Draco - Bueno, ¿por qué no llamas a Michael y vas con él a comprar todo?
Mmm.el caso es que iba a ir con Sean.
¿Sean? - preguntaron a la vez Ginny y Draco.
Sí, Sean. Es un amigo mío. Su padre es Oliver Wood.
Wood.ese apellido me suena - comenzó a decir Draco - ¿no era aquel chico que jugaba al Quidditch de guardián de Gryffindor, Ginny?
Sí, tienes razón. Jugaba en el mismo equipo que Harry. Por cierto, Pi, ¿conoces a su hija?
¡Claro que la conozco! Cómo no voy a conocerla si me la presentasteis vosotros.
¿Cómo te llevas con ella? - volvió a preguntar la pelirroja.
No muy bien, la verdad. Es un poco tonta - Draco comenzó a reír:
Definitivamente, los Potter y los Malfoy, nunca nos llevaremos bien.
Tengo una idea - comenzó Ginny - ¿por qué no quedamos esta tarde con Harry, Cho, Ron, Hermione y sus hijos?
Sería una buena idea... ¿tú que dices, Piper?
No me hace mucha gracia. Sólo si puede venir también Sean.
No veo ningún inconveniente - dijeron Draco y Ginny.
- Entonces, perfecto - contestó Piper.
