Por un pedido que me hicieron en mi página resubiré este fic que salió de una pura broma en Facebook teniendo de fondo musical, la canción de Thalia Qué será de ti. No es un song fic, solo que esa canción escuchaba mientras lo escribía.

Primera publicación: 3 de Mayo de 2013.

Resubido: 10 de Julio de 2018


¿Qué será de ti, Ash Ketchum?

I

...

«¿Qué será de ti, Ash Ketchum? ¿Por qué parte del mundo estarás viajando en estos momentos? ¿Por mar? ¿Atravesando algún bosque? ¿Cruzando algún túnel?»

«¿Qué exóticos e increíbles pokémon has conocido? ¡Me imaginó que muchos y ni hablar de los maravilloso pokémon de agua que debes haber visto! ¡Debes contarme! ¡Sabes que quiero conocerlos a todos! ¡Deberías tener una cámara para poder mostrármelos! ¡Ese será mi próximo regalo!»

«No es que sea muy metida, pero necesito saber de tu vida… Tener noticias tuyas, Tracey hace tiempo que no me da motivos tuyos, me dice que no sabe, que no te has comunicado con el profesor Oak y eso lo encuentro muy raro.»

«¿Estás bien?»

«¡Ash! ¿Por qué no me dejas de preocupar? ¡Sé que no debería preocuparme tanto! ¡Pero no puedo dejar de hacerlo! Estás allá afuera recorriendo el mundo en busca de tus sueños y yo aquí encerrada mordiéndome las uñas y rogándole a Arceus que ninguna chica te eche sus manos encima… antes de que yo te diga tantas cosas…»

«¡Ay cielos! ¿Qué estoy escribiendo?»

«Debería dejar de darle 'enter' cada vez que cambio de línea, es estúpido si llegas a leer esto vas a pensar: 'Misty se volvió loca encerrada'»

«Ja ja ja ja …. Lo volví a hacer u.ú»

«Lo siento, lo siento… ^^U»

«Por cierto, bonita la portada que tienes en tu perfil, ¿es de la región por dónde viajas? Ahhh que envidia…»

«Aunque después de actualizar tus imágenes no has hecho nada en un mes…»

«No… no te ando psicopateando el Facebook a cada rato… ¡No! Pero es que… regresando a la pregunta iniciar… ¿Qué será de tu vida, Ash Ketchum? ¿En qué parte del mundo estás?»

Con un suspiro, la pelirroja se apoyó con el respaldo de la silla cruzada de brazos.

—Debería dejar de psicopatearle el Facebook, después de todo se lo abrieron los chicos con los que viajan, no es de él… —suspiró y volvió a acercarse a la pantalla para cerrar la ventana cuando apareció un «Visto: 20:16»—, no me digas qué… —y tras el visto apareció «Ash está escribiendo…»

«Hola Misty… sí, yo creo que deberías de dejar de psicopatearme el Facebook, ¿qué es de mi vida? Estoy recorriendo una región maravillosa, es increíble»

«Hola Ash!» lo saludó «al menos sé que estás vivo ^^»

«Muy vivo, la ciudad en la que estoy ahora es genial» Misty iba a volver a escribir, pero, tras ver que Ash escribía, decidió quitar las manos del teclado «Mira deja tomar una imagen del lugar con mi teléfono y te muestro…»

«Ayyyyy que nos pusimos tecnológicos… :P» se le burló.

«Creo que más que preocupada por mí, extrañas pelear conmigo ¬¬»

«Ambas ^^» respondió alegremente.

«Ya… subí la imagen… vela»

Misty le dio clic a «Inicio» y se encontró con una imagen nocturna de su gimnasio y debajo de ésta la leyenda que decía -mediante su celular cerca de ciudad Celeste-

«Buen chiste»

«No es chiste, estoy en la puerta de tu gimnasio, si fueras tan amable y me abres la puerta, no estaría congelándome»

Misty parpadeó un par de veces antes de darse cuenta de lo que quería decir eso último de Ash, cuando el timbre del gimnasio empezó a sonar repetidamente. Con un movimiento torpe, se levantó de su silla y esta se cayó a sus espaldas, mientras se dirigía a la puerta del recinto de combates de manera rápida.

Destrabó las puertas y ahí estaba Ash, frente a ella con un teléfono en mano.

—Ash… —susurró, pero antes de que el moreno le dijera algo, ésta se lanzó a sus brazos.

—Ya regresé —le dijo respondiéndole al abrazo.

—Bienvenido Ash… —el mencionado, sonrió.

—Así que rogándole a Arceus porque ninguna chica me eche las manos encima —le susurró y la pelirroja se separó rápidamente roja de la vergüenza.

—Este yo… —empezó a balbucear mientras ingresaban al gimnasio.

—Jajaja —se rio al momento que Pikachu saltó a los brazos de la chica pelirroja—, no necesitas a Arceus —le informó cruzándose de brazos, y con la cabeza indicó al pokémon amarillo—, ese es tu fiel santo. Que no me deja mirar a nadie.

La pelirroja inclinó la cabeza un poco y miró al pokémon que refregaba su cabeza contra su pecho.

—¿De verdad? —lo tomó por debajo de los brazos y lo levantó—. ¿De verdad cuidas a Ash de chicas malas que lo quieran alejar de mí? —tras un afirmativo del roedor eléctrico, lo volvió a abrazar—. Eres el mejor Pikachu.

—Sí —afirmó Ash aspirando profundamente y extendió su mano hacia Misty—, feliz de volver a verte, Misty.

Misty miró la mano, luego a Ash y extendió su mano para apretar la de su amigo—. Muy feliz de saber que es de tu vida, Ash Ketchum.

—Por cierto… —soltó la mano de la pelirroja y llevó ambas manos a la nuca—. ¿Qué cosas me tienes que decir? —la pelirroja se tensó en su lugar—. ¿Eh?

—Este…

Ash se le acercó y empezó a buscar la mirada de su amiga que se le escapaba rápidamente.

—¿Qué, dime? —le pidió tratando de que se detuviera—. ¡Sabes que soy curioso!

—Hahaha, ¿No tienen hambre? —dijo tratando de eludir la pregunta de su amigo—. ¿Eh?

—¡Ya, ¿no me vas a decir?! —protestó.

—Mejor, ¿No tienes que irte?

—¿Ya me estás echando? —dijo sorprendido.

—No… pero es que…

—¡Me estás echando! —la acusó.

—¡Dije que no!

—¡Si, me estás echando! —volvió a acusarla.

—¡Te dije que no, y no es cierto!

—¡Si me echaste, me dijiste que me vaya!

—¡Solo lo pregunte! ¡No te lo pedí!

—¡Es lo mismo!

Ante el vaivén de la cabeza del pokémon eléctrico, éste suspiró y descargó una buena descarga sobre su entrenador y su amiga.

—Te extrañe, Misty —soltó Ash con una bocanada de humo.

—Yo también, Ash —contestó, antes de ser ambos atacados por la risa—, yo también.