Ella lo miraba a él con ojos llorosos y él no comprendía nada. Ella era fuerte, pero sólo era una fachada para las demás personas que no la conocían y él no la conocía más que de una semana atrás.

Había pasado una semana desde que Otosaka Yuu había despertado después de su misión para robar todos los poderes del mundo, pero lamentablemente había un precio muy alto por tal proeza. Yuu despertó en una cama de hospital, cuidado por una joven de cabello albino y sin recuerdos de lo que él anteriormente había hecho.

― ¿Cómo te sientes, Yuu? ― Fue la pregunta de Tomori Nao, su novia, quien estaba junto al castaño en su rehabilitación.

― Mucho mejor, gracias. ― Agradeció el castaño mientras terminaba los ejercicios impuestos por la chica. ― Por cierto, Nao ―

La joven vio que en la mirada de su novio había dudas y por alguna razón tenía un sentimiento de temor.

― ¿Cómo nos volvimos novios? ― Fue la pregunta de Yuu ya que buscaba recordar todo lo que había sucedido antes de haber perdido sus recuerdos.

La mirada de Nao cambió a uno llenó de tristeza cosa que no pasó desapercibida por el castaño quien notó como unas lágrimas se formaban en los ojos celestes de su novia. Él se sintió culpable por hacerla llorar, era su novia la que le ayudaba en su rehabilitación y la estaba haciendo llorar.

De un segundo a otro el joven Otosaka se levantó poniendo sus manos en los hombros de su novia quien no podía ocultar su tristeza, pero, aun así, le regalaba una sonrisa para que su novio no se preocupara.

― Nao, lo lamento yo no ―

― No pasa nada ― Interrumpió Nao tomando los brazos de Yuu de sus hombros y así tomarlo de las manos. ― De todos modos, sé que un día preguntarías eso tarde o temprano. ―

― Nao

La rubia se acercó más a él reposando su cabeza en el hombro de Yuu. El castaño sabía que muchas cosas sucedieron, tal vez el lapso de un año fue muy largo, pero si de algo estaba completamente seguro era que ese cariño y amor que sentía por ella jamás murió en el olvido.

― Nao, ¿te he dicho que te amo? ― Preguntó Yuu mientras soltaba las manos de su novia para envolverla en un cálido abrazo.

― S-Sí ― Respondió ella con una voz quebrada.

― No recuerdo cuándo nos volvimos novios, pero sé que te amo. ― La chica no podía ser fuerte en esos momentos ya que su novio había demostrado que la amaba con todo su corazón. ― Creo que fue esa pequeña libreta, tu máxima expresión de amor, ¿no es así? ―

Nao no dijo nada, simplemente dejo salir todo lo que sentía.

― Quiero recordar, sé que lo recordaré ― Había cosas que Yuu no comprendía y había otras cosas que apenas y lograba recordar, pero de una semana hasta el día de hoy sentía mucha felicidad junto a Nao ― No olvide que te amo al parecer ―

Las palabras del shinigami de un solo ojo abrían el corazón de Nao que se había cerrado al mundo mucho tiempo atrás y que la llegada de un miembro de la familia Otosaka había logrado generarle una calidez en su interior.

Para Nao, Yuu es su héroe, el héroe que ella necesitaba y que todos necesitaban. Él sufrió, ella sufrió y todas las personas cercanas a ellos dos sufrieron, pero los había salvado, ¿no? Las memorias de su novio fueron un precio muy alto para que todos vivieran felices y él lo había conseguido.

― Gracias, Yuu