El Dark Slayer y la Princesa Súcubo.
No me pertenece Fairy Tail ni Naruto
Capitulo 1
Confusión fue el sentimiento que cubrió a Lucy cuando logro despertar de un profundo y extraño letargo. La rubia de ojos café no recordaba cuando se había ido a la cama. Todo el conflicto que mantenía su gremio con Phantom Lord hacia que la idea de una noche de sueño tranquilo fuera imposible, especialmente con su amiga Levy en el hospital.
La joven entonces rememoro que ella se encontraba en la ciudad cuando se topo con una mujer de carácter melancólico y hombre de acento extraño. Ambos se revelaron como miembros del gremio enemigo y le notificaron que le buscaban. Aquello no hubiera sido tan malo si no fuera porque ellos se refirieron a ella como la señorita Heartfilia, con lo cual se podía deducir que sabían su verdadera identidad.
Ese recuerdo le hizo internalizar que había sido secuestrada.
La joven entonces observo que se estaba sobre una improvisada cama de paja. Esta se encontraba en una habitación sencilla y algo deteriorada. Las cajas de madera apiladas y los barriles presentes hicieron pensar a Lucy que el lugar era una especie de bodega.
Aquello le extraño bastante.
Con lo despiadados que eran los de Phantom Lord, la joven pensaba que ese gremio podía permitirse un calabozo para sus prisioneros.
De cualquier forma aquello no le preocupo. Ella no planeaba quedarse en aquel lugar.
Lucy fue directo a la puerta de madera e intento abrirla. Nada. Ni un centímetro cedió la única salida de la habitación. Supuso que debía haber una traba al otro.
La chica refunfuño con molestia, pero aquel no iba detenerle. Un hachazo de Taurus la derribaría con facilidad. Lucy entonces descubrió con horror como su llavero no estaba a su lado.
El miedo que le causo descubrir que estaba desarmada era equivalente al que tenia por el posible castigo que le daría Aquarius cuando se enterara. Ella definitivamente no iba a estar feliz.
Lucy entonces tomo un profundo respiro e hizo lo más racional en ese momento. Se dio la vuelta y tomo impulso para asestar una poderosa patada sobre la puerta.
Sorprendentemente el golpe tuvo la fuerza para estremecer la habitación, lo que lejos de provocar que la puerta cediera, dio lugar a que un trozo de techo cayera sobre la cabeza de la rubia.
-¡Duele!-reclamo la joven antes de abrazar de nuevo la inconsciencia.
[Tiempo después]
-¡Hey! ¿Puedes oírme?-fue lo primero que escucho Lucy mientras la luz volvía a hacerse presente. –Dime que estas bien. Una prisionera muerta definitivamente no se vería bien en mi currículo.
-¿Natsu?-fue lo primero que dijo la rubia cuando visualizo a hombre agachado a un lado de la cama.
Su error era compresible. El joven que tenía cierto parecido con el Dragón Slayer. Altura y musculatura similares. También tenía el cabello en pinchos, pero allí empezaban las características que le diferenciaban. El chico era rubio y su piel clara tenia cierto bronceado. Su expresión era de lejos más madura, aunque esta no se podía leer por completo, pues el chico portaba una venda negra alrededor de sus ojos.
-Lo siento. No soy uno de tus amigos, Hime-contesto el chico.
-¿Tú eres de… Phatom Lord?-pregunto Lucy viendo el porte completo de su aparente secuestrador.
El rubio portaba un haori negro con nubes naranja en las mangas y el estomago, el cual era usado a medias, provocando que la parte correspondiente a su hombro derecho estuviera descubierta y se mostraran sus trabajados músculos. Su pantalón era de tipo haori, igualmente era negro, pero un trabajo de rocas naranja adornaba sus ruedos. Usaba un obi naranja para sujetar las prendas y un par de sandalias de madera como calzado. En definitiva, era un sujeto de apariencia intimidante.
-No. Yo trabajo independientemente. De hecho puedo decirte que me adelante a sus planes e hice un pequeño cambio que a ellos no les gusto nada-bromeo el rubio.
-¿Planes? ¿Dónde estoy?-dijo la hacía mostrándose nerviosa.
-En mi modesta guarida. Espero que la encuentre acogedora.
-Tu guarida literalmente me ha golpeado. ¡No es nada acogedora!-reclamo Lucy con una mano en el chichón de su cabeza.
-Lo siento-dijo el chico sacando la lengua cómicamente.
-¿Por qué me has traído aquí?
-Eres buscada, Hime. Tu padre ha ofrecido una buena recompensa por regresarte a casa.
-¿¡Qué!?-dijo la Heartfilia muy sorprendida.
-No me gustan en esos encargos en los que se debe secuestrar personas, pero como el señor Heartfilia explico que habías escapado de tu hogar hace un año, decidí participar en ella.
-¿¡Dices que tuyo es una misión!? No puede ser-dijo Lucy quedando muda al unir todos hechos. –¿Acaso….todo el conflicto de Fairy Tail con Phantom es por una…..misión por mi?
-No es una misión oficial propiamente dicha. Era un trabajo que toman mercenarios como yo. Por cierto, creo que sería una buena idea presentarme. Mi nombre es Naruto-dijo el joven con una mano en el pecho para destacar su presentación.
-¡Eso no me interesa!-dijo la rubia poniéndose de pie frente al chico. -¡No voy a regresar con mi padre!-dijo para luego dirigirse a la salida.
-Mi tarea es llevarte a él y ya-dijo Naruto cerrando la puerta de un chasquido. –Pero no es mi problema si luego decides fugarte de nuevo-dijo el joven "viendo" a la rubia. –Voy a dejar que pasen unos días mientras se apaga el conflicto entre esos dos gremios y luego me dispondré a cumplir con mi objetivo. Te sugiero que esperes pacientemente en este lugar mientras eso sucede.
-¡De ninguna forma lo hare!-dijo la Heartfilia para dirigir una patada a las joyas de su captor.
Segundos después la joven estaba de rodillas en el suelo sobando su pie con lágrimas cómicas en los ojos.
-Trata de no herirte de nuevo. En un rato te traeré algo de comer-dijo Naruto para luego abrir la puerta y retirarse del lugar.
-¿¡Qué clase de enfermo usa una armadura allí abajo!?-pensó la adolorida chica que lamentaba mucho que su enemigo tuviera cubierto su punto débil. –Pero no importa. De ninguna forma me quedare aquí-se dijo a sí misma la rubia que se mostro muy decidida.
La chica observo en todos los rincones de la habitación en la búsqueda de algo que le fuera útil. Para su desgracia, todas las cajas de ramen instantáneo que encontró resultaban inútiles en su plan de escape. Sin embargo, un chorro de polvo que cayó sobre su cabeza revelo algo que alegro a la chica.
-¡Bingo!-dijo Lucy.
[Un rato después, en la cocina]
-Un toque de especias fresca-dijo Naruto agregando los últimos ingredientes a su preparación para dar por terminado un muy cargado plato de humeante ramen que parecía más una olla que un bowl. –Perfecto. No se me puede acusar de mal anfitrión
-De todas formas lo serás si le das esa cosa. Fijo que aumenta 10 kilos si lo come-comento una voz en la cabeza de Naruto.
-¿10? Yo estimo que podrías cobrarle al sujeto Heartfilia el doble, porque le estas devolviendo dos hijas-comento otra.
-Hmpf, payasos-comento Naruto ante los comentarios de sus "conciencias". –Además ella no es tan ligera como aparenta. No creo que tenga una dieta a base de ensaladas.
Entonces una pequeña sacudida agito la vivienda y provoco que en varias partes cayeran trozos del techo.
-No hay duda. Esta pocilga se va a venir tarde que temprano.
-Lo sé, Kokuo. Por eso tomamos este encargo. Nos financiara una bonita villa en el majestuoso Reino de Fiore-dijo Naruto emocionado con la idea.
-Patrañas. Estoy seguro que podemos construir una mejor casa si ponemos esfuerzo en ello.
-Ninguna de tus opciones me gusta, Son. No voy a vivir en un árbol o una caldera volcánica.
-Miedoso.
-Como sea. Igual me asegurare de que mi nueva casa tenga un buen baño termal. Estoy seguro que ambos quieren que tenga eso.
-Si-dijeron ambos al unisonó.
-Ahora si me disculpan. Tengo que llevarle la comida a la Hime.
-¿A qué viene ese apodo?-pregunto Kokuo.
-No lo sé. Supongo que pienso que le queda bien porque viene de una familia rica.
-De acuerdo. Es que parecía otra cosa.
-No te preocupes. Recuerda que una regla básica del oficio de mercenario es no entablar relación con los clientes.
Con esto Naruto tomo la charola con el bowl de ramen y fue al almacén de su hogar, que era donde tenía retenida a la Heartfilia.
-Siento la demora, Hime-dijo Naruto abriendo la puerta del cuarto. –Espero que te guste mi ramen especial de jabalí, oso y…. tiburón-dijo Naruto para luego quedar con un tic en el ojo debido a que encontró un hoyo en la pared que daba al exterior de la casa.
-Debiste encerrarla en el sótano-dijo Son.
-No tenemos sótano-le corrigió su compañero.
-¡Esto es malo!-dijo Naruto dejando a un lado la charola de comida para ver a través de la abertura y buscar algún rastro de la rubia. –No la veo por ninguna parte. Ya nos debe llevar bastante ventaja
-Definitivamente los secuestros no son lo tuyo. Debiste atarla o encadenarla-dijo Kokuo.
-¡No soy un bárbaro! Aunque admito que debí dejarla en una habitación más resistente como mía.
-Pues aun estas a tiempo de encontrarla.
-Sí y debo hacerlo. Ya casi anochece-dijo Naruto viendo el atardecer caer. –Debo ponerme en marcha-dijo el joven para entonces volver sobre sus pasos y salir por la entrada de la casa, pues el cabía por agujero dejado por Lucy.
Unos minutos pasaron y Naruto se devolvió al almacén para recoger algo importante que había dejado.
Una vez allí se trago de un solo tirón todo el contenido de la cacerola de ramen que había servido a la Heartfilia. Naruto entonces recibió intensas "miradas" de sus compañeros.
-¿Qué? No podía dejar que se enfriara-se excuso el joven para entonces emprender la búsqueda de su objetivo. –Solo esperemos que la Hime no haya llegado al pueblo.
[En otra parte]
-¿¡Donde demonios estoy!?-se pregunto Lucy conforme caminaba por un desolado y aparentemente abandonado pueblo.
Nada de lo que había visto le permitía ubicarse adecuadamente. No había una estación de tren, ni tampoco un puerto marítimo por lo que podía intuir que estaba en el interior del continente, pero no había carreteras que indicaran si aquel lugar estaba conectado con la civilización.
El poblado tenía un aspecto atemorizante. Le rodeaba un bosque de árboles muertos que hacían a la rubia preguntarse si la zona estaba embrujada o algo por el estilo.
La mayoría de la casas estaban taponeadas con tablas, por lo que Lucy estaba dudando si podía usar aquel lugar para esconder de su captor. Ella odiaba tener que dejar atrás a sus llaves, pero considero que era más fácil y racional intentar conseguir ayuda que intentar recuperarlas de ese mercenario. Esperaba lograr reunirse con sus amigos y luego regresar a recuperarlas.
Aquella posibilidad se vio aumentada cuando diviso como una anciana estaba levantando una tienda de campaña, la cual parecía estar destinada para un puesto de adivinación o una venta de artesanías.
Lucy no estaba interesada en ninguna de esas cosas, pero igual vio aquello como una respuesta a sus plegarias.
La mujer que portaba una larga capucha que le cubría por completo vio a la rubia acercándose observándole y sonrió mucho a ver la condición de la joven.
-Buenas tardes, jovencita. ¿Puedo servirte en algo?-dijo la anciana.
-Temo que sí. Vera estoy en un aprieto. Un hombre me ha traído a este pueblo contra voluntad y….
-Ya veo. Es poco común ver a chicas tan energéticas como tú por estos lares.
-¿Y exactamente dónde estoy?
-Te encuentras en el Reino de Lilith, querida.
-¿Lilith?-Lucy era una orgullosa devoradora de libros, por lo que sintió muy consternada al conocer que se encontraba en un lugar que no conocía. -¿Eso está cerca de Fiore?
-Tanto como grande sea tu habilidad para viajar-dijo la anciana soltando una pequeña risa.
-No le entiendo-dijo Lucy confundida.
-No podrás regresar a tu hogar a menos que consigas la habilidad para hacerlo.
-¿Y cómo hago eso?
- Me alegra que lo preguntes. Tengo algo aquí que puede ayudarte con lo que necesitas-dijo la anciana para entrar a su tienda y luego salir con un colgante en sus manos. Era algo bastante sencillo. Solo era una medalla de plata con un corazón rosa en ella, sujeta por una tira de cuero. –Ten-dijo la mujer poniendo el accesorio en el cuello de Lucy.
-¿Y que se supone que haga con esto?-dijo la Heartfilia viendo el medallón.
-Solo espera hasta el momento en que la luna tome su punto más alto. Allí el medallón hará su magia.
-¿¡Esperar!? ¿No puedo hacer tal cosa? ¡Seguramente el tipo que me secuestro me está buscando!
-¿Y cómo era este sujeto?-pregunto curiosa la mujer.
-Esto….por donde comienzo. Era rubio. Vestía de negro y naranja. Tenía una venda.
-Mmmmmm. Interesante-dijo la mujer con la mano en el mentón. –Tranquila. Ya anocheció. Seguramente el tendrá problemas para conseguirte una vez que todos salgan-dijo con una pequeña risa.
-¿Cómo? Pero si en este pueblo no hay…-Lucy entonces se volteo y dejo caer su mandíbula al piso.
La joven esperaba que cuando el poblado se sumiera en la oscuridad este se tornaría más siniestro de lo que parecía, pero aquello no ocurrió.
Las chozas de madera roída fueron reemplazadas por refinadas viviendas de estilo oriental. Aquellas construcciones de burda roca se reformaron como edificaciones que parecían castillos en miniatura. Había uno que otro lugar que parecía una choza corriente, pero incluso estas tenían decoraciones muy llamativas como plumas, garras y cráneos de seres varios.
Las calles se llenaron de color con los puestos de comida, casinos y bares que entraron en funcionamiento. Eran pocas las ciudades de Fiore que ponían tanta atención en el entretenimiento, pero aquel lugar parecía dedicarse exclusivamente a ello.
El cerco de árboles muertos fue reemplazado por arboles Sakura, que florecían en todo su esplendor y daban un aire más mágico.
Sin embargo, la apariencia del lugar no fue lo que impresiono a la joven Heartfilia. No fue el brillo oculto de ese pueblo lo que le dejo pálida, lo que le helo fue ver a sus habitantes.
No. Su visita a Galuna no le había preparado psicológicamente para lo que estaba viendo.
Por un lado podía ver a los conocidos demonios de piel rugosa multicolor, pero por el otro se podían observar otros que eran de aspecto más refinado con únicamente alas de murciélago que revelaban su condición no humana.
Había obvios hombres lobos que alcanzaban los 2,5 metros de altura, los cuales en medio de su grueso y regio pelaje, igual relucían largos colmillos y afiladas garras. Ellos contrastaban bien con las elegantes mujeres en kimono que relucían un manojo de colas zorrunas. Las míticas Kitsune, supuso la Heartfilia.
La eterna pregunta de su gremio quedo a medio responder cuando vio a un grupo niñas de alas coloridas revoletear de un lado a otros. Algunas tenían cola y otras nos.
Si bien el lado literario de Lucy babeo al ver semejante festival de criaturas supuestamente ficticias, el lado racional que le permitía seguir el ritmo de las locuras de Fairy Tail, le recordó que estaba en un lugar desconocido y potencialmente peligroso.
Hasta donde su vista llegaba, Lucy no veía a nadie humano. Ella estaba sola en ese mar de fantasía que había resultado ese pueblo. Tenía que buscar refugio cuanto antes.
Sin embargo, la anciana a sus espaldas tenía otros planes y le dio un empujo que la hundió en el rio de transeúntes que inundaba las calles.
[Poco después]
-¡Definitivo! ¡Última vez que hago de niñera!-dijo Naruto en lo alto de un edificio buscando algún rastro de la Heartfilia que se suponía tenía que cuidar. –Debí memorizar su rastro mágico.
-Veinte a que termina en una manada de lobos-dijo Kokuo.
-Se ve muy lista para eso. Pago treinta si la convocan los vampiros-dijo Son.
-¡Ella no va terminar con ninguna facción!-reclamo el rubio. –Su padre le perdió siendo humana y así la conseguirá.
Entonces el joven de negro y naranja vio como tres sujetos peludos avanzaban en grupo hacia un callejón solitario.
-Paga-dijo Kokuo a su compañero, antes de que Naruto se lanzara al sitio en cuestión.
En el fondo del callejón, cierta rubia se encontraba muy asustada. Frente a ella se encontraban tres corpulentos hombres lobo, que no tenían miradas nada santas.
-¡Yo olí a esta humana primero! ¡Es mía!-dijo uno de licántropos.
-¡Ni hablar! ¡Yo fui el que le acorralo! ¡Por derecho es mía!-reclamo otro de los presentes.
-¡Oigan!-dijo el ultimo callando a los otros dos. -Seamos civilizados y preguntémoslo a la dama cual de nosotros es mejor macho para ella.
-¡NINGUNO LO ES RECLAMO!-les reclamo Lucy, provocando que a los tres hombres lobos bajaran la cara en señal de derrota. -¿¡Quien les ha dicho que busco pareja!?
-Lo sentimos, humana. Es que no podemos resistirnos a tu peculiar aroma-respondió el primero.
-Son pocas las veces que vemos a una maga de tal poder-le siguió el otro.
-Por eso…..dijo el ultimo poniéndose de rodillas.
-Cásate conmigo-dijeron los tres sacando de la nada unos ramos con rosas.
-¡DIJE QUE NO!
-Nadie se casara con nadie-dijo una quinta voz que hizo que los licántropos se paralizaran. -Ella viene conmigo-dijo Naruto cayendo en el callejón y "mirando" seriamente a los pretendientes, provocando que a ellos se les pusieran los pelos de punta.
-¡Naruto! ¡No sabíamos que esa mujer era tu hembra!-se defendió el primer licántropo.
-Sí. Ha sido un enorme malentendido.
-Así que…..
-¡Perdónanos!-dijeron tres los abandonado el lugar, con literalmente el rabo entre la piernas.
-Eso estuvo cerca-dijo Naruto suspirando.
-Ni creas que te voy a agradecer-le advirtió Lucy.
-Dado que no tendrás que incluir shampoo anti pulgas en tus listas de compras, creo que si lo harás. Ahora volvamos a mi casa. No quiero que recibas mas ofertas.
[Minutos después, en la casa de Naruto]
A pesar de lo molesto que resultaba, Lucy acepto volver a su actual sitio de reclusión. Aquel pueblo de Lilith había resultado demasiado animado para su gusto y prefería la compañía de sus propios seres místicos.
-¡Por favor devuelve mis Llaves Celestiales!-reclamo Lucy a Naruto con la mano extendida.
-¿Eh?-dijo el joven sin saber a qué se refería.
-El bolso de cuero que portaba conmigo.
-Oh. ¿Esto?-dijo Naruto sacándolo de su haori.
-Es correcto.
-Te las devolveré cuando volvamos a Fiore.
-De eso nada. Las necesito cuanto antes-dijo la rubia muy seria.
-No había visto artefactos mágicos como estos, pero por el poder que siento en ellos me queda claro que son una especie de arma. Preferiría que estuvieran en mi poder mientras sigues aquí. Ya le hiciste mucho daño a mi pobre casa.
-Tú te lo buscaste-se excuso la raptada. -Es cierto que combato gracias a esas llaves, pero los espíritus que convoco con ellas, también son mis amigos. Ellos permiten que acuda a su ayuda porque me gano su confianza y no puedo permitir que sus llaves caigan en las manos de cualquiera.
-Oh. Eso cambia las cosas-dijo Naruto para quedar pensativo.
-Prometo no usarlas.
-¿Cumplirás tu palabras?
-Completamente. Es elemental para un Mago Celestial cumplir con las promesas que hace.
-De acuerdo-dijo Naruto dándole el llavero a Lucy. –Solo recuerda que no estamos en cualquier parte. Esto es Lilith. No es un lugar para humanos. Estarás a salvo mientras te mantengas en esta casa.
-Solo me quedare porque no tengo la menor idea de cómo salir de este raro paraje.
-Créeme que querrás que se quede así. Los humanos nunca lograr salir de Lilith.
-¿¡Cómo!?-expreso la chica nerviosa.
-Disculpa. Me explique mal. El 99% de los humanos no lograr salir de este reino, como humanos-hizo énfasis Naruto. -Si pueden dejarlo, pero la mayoría deja su humanidad atrás.
-Quieres decir que….
-Muchas personas reciben ofertas de las criaturas mágicas que aquí convergen para que se unan a sus filas.
-¿Se unen a un ejército?
-Para nada. Los números de varias especies de criaturas mágicas son muy reducidos si se les compara con el de los humanos. Algunas facciones consideran que es más fácil cubrir la diferencia convirtiendo a humanos que esperando por la reproducción natural de la especie. Muchos no resisten la tentación de volverse una criatura mágica, así que por eso se puede decir que los humanos nunca escapan de Lilith.
-Bien yo estaré en ese 1% por ciento que saldrá normal de este lugar.
-No siempre es tan sencillo. Hay facciones que son menos consideradas al momento de reunir miembros. Esos licántropos fueron bastante corteses porque no están en época de apareamiento. De lo contrario, no te hubieran consultado nada.
-¡Horrible!-dijo Lucy agradeciendo mentalmente por salvarse de ese escenario.
-Hay quienes usan métodos relativamente violentos como los lobos y vampiros, pero hay quienes recurren a otras tácticas más sutiles, pero igual de sucias.
-¿Cómo cuales?
-Las súcubos son un ejemplo. No son especialmente malas, pero muchas chicas no quedan complacidas por el tipo de vida que consiguen al convertirse en ellas.
-He leído sobre esas criaturas. Son una especie de demonio que se alimenta de energía sexual, ¿verdad?-dijo Lucy con un leve sonrojo por tocar el tema.
-Sí. Ellas no entienden que no todas las personas son obsesas con el sexo. Como la mayoría que quiere ser un demonio les ignora, ellas suelen repartir colgante encantados a las chicas que consideran suficientemente hermosas para entrar en sus filas.
-¿Cómo este colgante?-pregunto Lucy sudando frio al mostrar la moneda de plata.
-Mierda-expreso Naruto quedando tieso.
-¡No digas eso! ¿¡No puedo quitármelo y ya!?-dijo la rubia agitando los brazos desesperada.
-Podrías….-inmediatamente Lucy empezó a halar la medalla con todas sus fuerzas. – Si las súcubos no lo hechizaran para hacerlo inamovible-dijo Naruto provocando que Lucy cayera de bruces en el suelo.
-¡Di algo que sea útil!-reclamo Lucy.
-¿De casualidad tendrás un cambio de ropa?
-Compre unas cosas antes de que me secuestraran, pero no entiendo como eso me servirá.
-Porque lo necesitaras-dijo Naruto con tanta seriedad que asusto a la Heartfilia.
-¿Acaso no hay no forma de romper el hecho hechizo? ¿No tiene una duración o limite?
-Bien. Hoy es martes, así que el hechizo podría estar disipándose el domingo del siglo que viene-provocando que Lucy se cayera de nuevo.
-¡No te burles!
-Mira el lado positivo. Conservaras tu juventud por un largo rato.
-¡No quiero quedarme así! ¡Quiero envejecer como una persona normal!
-No es como si fueras a conservar justamente ese cuerpo…De hecho creo que debería retirarme. Seguro que querrás estar a solas mientras tu transformación se da. Ya no debe faltar mucho-dijo Naruto retirarse de la habitación.
Lucy ahora se encontraba en la recamara de Naruto, que si bien estaba más cuidada que el almacén, no tenia mayor decoración. Un par de baúl con ropas y un estante llenos de libros eran las únicas cosas aparte de la cama. Aun cuando Lucy sintiera curiosidad por revisar la literatura del lugar, ella estaba demasiado estresada con el aparente destino que le esperaba.
Tenía que ser un mal chiste. Ella podía ser un montón de cosas, pero ser una súcubo estaba lejos de su plan de vida. Le preocupaba mucho la transformación que supuestamente iba a sufrir.
Muchas cosas vinieron a su mente y le horrorizaron. Algunos escritores afirmaban que las súcubo tenían la apariencia de una gárgola decrepita con una lengua tan larga con una serpiente. Dado que aquella anciana que le dio el condenado colgante estaba cubierta, esta teoría tomo muchas fuerzas.
Aquella habitación si tenía una ventana, por lo que Lucy fue a revisarla para constatar cual era el estado de la luna. Nunca el celeste cuerpo le había estresado tanto a la joven.
Aunque ella quería mantenerse calmada. Su corazón estaba demasiado agitado. Así mismo, su poder mágico estaba molestándole. Por alguna razón este estaba al tope y le causaba una ligera fiebre por su gran excedente.
-Esto es malo. Voy a necesitar convocar uno de mis espíritus-se dijo la rubia, quien estaba dudosa de cumplir esa acción. Había hecho una promesa y no quiera incumplirla.
Luego ocurrió un inesperado suceso que alivio parcialmente su malestar mágico, pero que en cambio le hicieron prenderse en vergüenza.
La blusa que portaba reventó en pedazos dejando que sus senos tuvieran total libertad. La razón se debía a que su pechos habían aumentados cuatro tallas de un solo golpe.
A este cambio le siguió un ensanchamiento de caderas que dio a lugar a que su trasero también creciera, llevando con ello sus bragas. Su falda resistió, pero ahora no era suficiente para ocultar su figura.
Las lágrimas de alegría de la joven por conseguir un cuerpo propio de la portada del Semanario Mágico eran opacadas por las de vergüenza que tenia al imaginarse como daría la cara a los demás portando semejante cuerpo. ¡Ella seguía siendo una maga!
Las cosas se pusieron más extrañas a momento en que una cola surgió de la base de su columna. Esta tenía la misma apariencia de su látigo, con la misma una punta en forma de corazón, el detalle era que tenía un curioso color rosa.
Para finalizar el cambio, un par de las de murciélago salieron de su espalda. Estas eran de color azul oscuro y a pesar de ser relativamente pequeñas, inmediatamente mostrar su fortaleza al levantar a la chica del suelo.
-Hime, dudo que eso que compraste te sirva-dijo Naruto regresando al cuarto. –Voy a buscar algo más….adecuado-dijo el joven "viendo" al rubia luchando por taparse mientras flotaba en el aire.
Aunque el hecho de que su captor tenía los ojos vendados evito que Lucy hiciera un escándalo, ella no pudo evitar ponerse roja a más no poder.
Naruto sin decir mucho cerró la puerta y se dispuso hacia el pueblo por su cometido.
-¿100% seguro de que no hay atracción?-inquirió Kokuo.
-Me reservo la respuesta-le contesto Naruto.
