The Magic Kindom

Nada de "Vampire Diaries" me pertenece, la historia es de L.J Smith y yo solo lo utilizo con fines de entretenimiento.

Summary: No tenía idea de en dónde estaba, el miedo se apodero de mi y lo único que quería era irme a casa... Pero dónde era eso? No recordaba nada.

Advertencia: Todos los personajes pertenecen a Smith, excepto Valerie Ledward y Hugo Ilizaliturri ('H') entre otros.

Advertencia 2: Algunas cosas de el libro y la serie aparecerán en la historia.

Parte I

Aquí me encontraba de nuevo, tendida en mi cama viendo de nuevo mi serie favorita "Vampire Diaries", prefería estar viéndola que salir a mirar vitrinas en un centro comercial o salir con mi novio, el estaba más contento corriendo con su moto en carreras callejeras que mirando conmigo la serie.

Me extrañaba que 'H' no hubiera aparecido, ya casi anochecía y su rastro estaba bien esfumado, no me consideraba TAN celosa, pero era muy raro que no me hubiera hablado, era el tipo de novio que habla a para darte los buenos días, bueno antes no era así.

'H' no era Damon Salvatore, pero estaba segura de que el daría su vida por la mía y definitivamente espantaría, o algo más que espantar a alguno que pretendiera más que una amistad conmigo.

A él le gustaba la adrenalina, recuerdo que cuando me estaba cortejando me dijo "Cuando dejes de temer es cuando empezarás a vivir", bueno apesar de eso jamás estaba en peligro a su lado, excepto las veces en que corría con el en esas carreras, si nos poníamos a comparar los chicos normales con este vampiro tal vez saldrían perdiendo, cada cual era perfecto a su manera.

— Como me gustaría que fueran reales.

No recordaba haberme quedado dormida, otra vez había olvidado cerrar la ventana y pescaría un resfrió, mamá se pondría furiosa si veía sus finas cortinas echadas a perder, aunque realmente exageraba por una noche al aire libre.

Era hora de abrir los ojos, vi mi celular y note 12 llamadas perdidas de 'H'. Mire el reloj y eran las 10:30 pm.

—¡MIERDA!— Me dije a mi misma, hoy era la carrera más importante para el y le prometí que iría a verlo.

Tome mi celular y llame a 'Babi' (Babi era mi mejor amiga, eramos como hermanas) ella iba a ir también ahí, su novio era el mejor amigo de 'H' y también correría.

—Hey! Dónde estas?—

—Camino a tu casa boba, ARREGLATE YA! Que en 5 minutos llego... QUITATE ANIMAL! NO SABES MANEJAR?!— Se escuchaba el claxon de el otro auto y unos cuantos insultos.

Me ataque de risa —Sisisi. Y por favor no mates a ningún cristiano camino aquí. Te veo en 5. Bye, te amo— colgue y corrí a mi cuarto para arreglar esa maraña de pelos que tenía, parecía un nido.

Tocaron la puerta y baje las escaleras corriendo, agarre mi chaqueta y me fui con Babi.

Llegamos a un lugar que me daba escalofríos, estaba muy obscuro. Baje de el auto y lo vi, el me sonrío.

—Llegas tarde amor— No dejaba de sonreír.

—¿Tarde? — Encarne una ceja y sonrei. —Si ni siquiera han empezado— Desabrochaba mi cinturón en lo que caminaba hacia él.

Salude a Harry (el novio de Babi) y me voltee, el me abrazo y me beso. Subió a la moto y entonces todo comenzó. Me subí a la moto, estábamos espalda contra espalda, amarre mi cinturón de modo en que ambos quedáramos unidos. La adrenalina estaba a todo lo que daba y sentía un poco de miedo, la cuenta regresiva había comenzado: 10,9,...

—Te amo—

—Te amo— Lo bese

3,2,1! Arranco y grite.
Al estar ahí con el me sentía libre, es un sentimiento tan fuerte que no se como explicarlo,como si nada nos pudiera tocar o hacer daño, como si fuéramos uno.
íbamos ganando, veía como todos se quedaban atrás exepeto el, James. Nunca entendí porque odiaba tanto a 'H', tal vez era porque el era más guapo y tenía todo lo que quería cuando quería. Y por supuesto me tenía a mi.
Cada ves se acercaba más y cuanto más se acercaba se me erizaba todo el cuerpo, tenía una corazonada. AGH! Odio eso, porque siempre pasa algo cuando me pasa eso. En cuestión de segundos el estaba a lado de nosotros y comenzó a atacarnos, todo fue tan rápido que no pude ni reaccionar, 'H' trato de controlar la moto pero de un momento a otro estábamos fuera de control y a unos cuantos metros estaba un baldío. Lo siguiente que vi fue mi cara estrellarse contra el suelo y después todo mi cuerpo junto con el de 'H' rodamos y rodamos, cada ves que rodabamos escuchaba que algo se rompía, el cinturón se rompió y yo me estrelle contra una piedra...

Tenía mucho frío y me dolía la espalda. Abri los ojos y... QUE MIERDA?!

— ¿Dónde mierda estoy? —pregunte al notar que no estaba en mi cama, ni en mi habitación y por supuesto tampoco en mi casa.

Ok, aquí ocurría algo raro, desde cuando la gente amanecía en medio de un cementerio, se me erizó la piel. El cielo estaba lechoso y opaco, como un cuenco gigante vuelto boca abajo; el aire era sofocante. Bien no tenía idea de en donde estaba, ni a donde me dirigiría, ni nada... Espera ¿Como me llamo? Oh my god! ¿¡COMO ES POSIBLE QUE NO TENGA IDEA DE QUIÉN SOY?!
A ver tranquilízate, respira profundo y PIENSA! ¿Como te llamas? Vamos no puede ser posible que no sepas como te llamas!

—Hola... ¿Estas bien?— Me dijo una muchacha de pelo lacio y castaño obscuro, su tez era morena clara y sus ojos eran café obscuro, vestía con unos jeans y tenía una chaqueta negra de cuero. —Soy Elena Gilbert— Me sonrío y se sentó junto a mi.

—...Hola, si eso creo...soy...soy...soy Valerie — ESO! ESE ES MI NOMBRE!

—Mucho gusto Valerie— Sonrío— ¿Estas segura de que estas bien? Bueno es que no te ves muy bien que digamos.

—Si... bueno no, no creas que estoy loca ni nada pero no recuerdo nada, apenas y recuerdo mi nombre, no se en dónde estoy, ¿En dónde estamos?— No entiendo porque seguía sonriéndome...

—Oh, bueno no te preocupes primero vamos a mi casa y ya ahí nos preocupamos por lo demás.—

De no ser por su rostro amigable y que me inspiraba confianza hubiera pensado que me quería secuestrar.
Se levanto y me ayudo a pararme, note que mis jeans estaban llenos de tierra al igual que mi blusa y mi piel y bueno no quería ni imaginarme el aspecto que tenía. Ahora comprendía la cara que había puesto al principio.

Caminamos y caminamos hasta llegar a una calle que se llamaba Maple, las casas eran altas, victorianas y silenciosas, eso me erizaba la piel.
Llegamos a una casa, me resultaba familiar, había un viejo membrillo frente a la casa.

Calle abajo una puerta se abrió y unos niños salieron corriendo.
Elena abrió la puerta y me hizo señas de que pasara.

—Ven, de seguro querrás darte una ducha.— Subió las escaleras, la seguí.
Se dirigió a una habitación que estaba vacía y me mostró el baño. Era grande, el piso era de mármol blanco y el azulejo de un color beige muy claro, había un jacuzzi y en el fondo un armario pequeño con un espejo de cuerpo completo.

—En el armario hay toallas, te traeré ropa limpia—

—Muchas gracias Elena— Le sonreí

Me sonrió y se marcho, cerré la puerta y abrí la llave que tenía una H, no se necesitaba ser muy inteligente para saber que esa era la llave de agua caliente. También abrí un poco la llave con la C.
Me quite mis zapatos y los deje junto al armario, saque un par de toallas, eran color rosado. Me quite la ropa y cerré las llaves, me zambullí en el jacuzzi. Oh dios se sentía tan bien, solo me faltaba un poco de música.
Comencé a lavarme mi cabello dorado pálido, y aunque estaba todo mugroso se sentía suave y sedoso al tacto, era chistoso que debajo de el agua se viera más obscuro de lo que era a diferencia de mi piel, esta se veía más clara, de por si era blanca, opaca, las venas de color azul y los fiordos son fácilmente visibles por todo mi cuerpo. Era muy suave al contacto, como piel de bebé, impecable, perfecta y transparente.

Al transcurso de unos minutos, no tan pocos, me salí y me envolví en la toallas, salí al cuarto y en la cama Elena me había dejado ropa limpia. Me puse unos jeans y una blusa roja de manga larga con un escote en forma de 'V' no tan pronunciado.
Justo enfrente de mi había un tocador de madera de cerezo y encima un espejo trabajado victoriano, me pare enfrente de el y me admiré.

Ame lo que vi, la ropa que Elena me había dado encajaba perfectamente con mi figura. Me daba un aspecto bastante atractivo. Sobre el tocador había un cepillo de madera muy hermoso, lo tomé y lo pase sobre mi melena sedosa.

Escuche unos pasos y abrieron la puerta.

—¡Oh! ¿Quién eres tu?— Me dijo en un tono algo irritado entrando al cuarto.

—Hola, soy Valerie Ledward, Elena me dijo que me podía tomar un baño aquí.

Su expresión cambio totalmente y note que se sonrojó. Puso su mano detrás de su nuca.

—Soy Jeremy Gilbert, siento mucho por la forma en que entre, es que nadie entra aquí desde...

Note que se le corto la vos e inmediatamente su cara se torno en tristeza, pude sentir su dolor.
No soporto ver llorar a alguien, así que fui y lo abracé, al principio se sorprendió y luego se soltó a llorar. Elena entro para ver que pasaba.

—Jeremy, ¿que ocurre? ¿esta todo bien? —Prengunto alarmada.

El me empujo sutilmente y la miro y se marcho sin decir nada, lo siguiente que escuche fue la puerta de su cuarto cerrarse.

—El me estaba diciendo que nadie entra aquí y se soltó a llorar, no soporto ver llorar a las personas así que lo abrace.—

Pude notar como su cara ponía una expresión de dolor.

—Si, nadie había entrado desde que mis padres murieron.

—Oh, lo siento muchísimo Elena, y se que tal vez mis palabras no te den consuelo pero ahora ellos están en un lugar dónde no existe el dolor, hay paz, mucha paz y ellos los están cuidando desde allá y siempre lo harán y aunque no los vean siempre estarán con ustedes.

Ella se soltó a llorar inconsoladamente y yo la abracé hasta que se calmo y me empezó a contar como fue que habían muerto.

—Ellos iban manejando y no muy lejos de aquí hay un puente, y caímos al lago no se como pasó pero yo de alguna forma llegue a la orilla... pero mis padres no sobrevivieron...

—Lo siento mucho Elena— La volvía a abrazar y le sonreí.

—Si, los hecho mucho de menos, bueno cambiemos de tema ¿si?, Jeremy es mi hermano y pronto llegará mi tía, Jenna. ¿Cómo te sientes? ¿Ya recuerdas algo?

—Oh, me siento mucho mejor gracias, no, no logro recordar nada, solo se que me llamo Valerie Ledward. No sabes como me frustra no poder recordar nada.

—No te preocupes Valerie, te ayudaremos a ver quién eres y de dónde vienes por lo tanto te quedarás aquí.

AngelDalia.