Introducción: Ángel Guardián.

La vida siempre sería agresiva. La vida siempre sería injusta…. Muere el débil, sobrevive el fuerte. Es inútil pretender una cosa diferente, es inútil luchar contra lo inevitable…. ¿Mascaras, escudos, falsas apariencias?. Todo debería irse a la mierda, absolutamente todo al carajo.

Esos eran los pensamientos que siempre llevaba con ella, los que la perseguían y atormentaban en cada minuto de su vida; Incluso en el sitio y lugar menos oportuno… como ahora.

Piensa, si. Bastante, mucho más que cualquier otra persona. Pero jamás en el momento de reaccionar.

El impacto fue rápido. Dolió, pero eso no le importaba, físicamente no importaba, ya había sentido dolores peores, ¡Oh, si!, gran pequeñez aquel choque de piel y hueso contra esa asquerosa mejilla. Y De cualquier forma; ella jamás mostraría que le lastimaba, ella jamás enseñaría alguna debilidad… Ella era fuerte… mucho más que otras mujeres, aunque este fuera un aspecto meramente material…. Sus puños eran sus peores armas a la hora de defenderse, sus mejores aliados.

Volvió su fuerza hacia su mano izquierda, y con el alma, Propinó el segundo puñetazo a aquel cerdo que se atrevía a desafiarla. ¿Si era más fuerte que ella?. Las apariencia decían que sí… James; ese idiota vago de porquería, le doblaba el tamaño; era grande, fuerte y peligroso. Ella, menuda, pequeña y a la vista; Frágil.

No era rival para el… Mas sin embargo; se aventuró a continuar golpeándole. Esta podría ser, quizás, la venganza que tanto añoraba.

—¡Maldita Machorra!, ¡Esto no se va a quedar así! —Vociferó James colérico. La sangre corría por su nariz como torrente de agua, sus ojos negros destellaban de la manera más tenebrosa, aquella escena era aterradora. Mas ella nunca sentiría miedo ante un hombre enfurecido; ¡Oh no!, eso nunca. Nunca más…

—¡Eres un cerdo! —Gritó ella, su rabia podría ser incluso mucho más temible que la de James—¡Vas a pagarlo, Idiota!, ¡Pagarás por lo que le hiciste a Jacob y a los demás!

La escena no pasaba desapercibida. Era como mirar un espectáculo pagado. Los jóvenes concurrían el lugar, como ovejillas, siguiendo cada quien el lado que convenía… Disfrutando el show gratuito y sin tan siquiera intervenir en el, hacer algo, detenerlos.

James miró una sola vez más a su "oponente", de pies a cabeza…analizándola malévolamente; ¿Era mujer?, SI… Isabella era una mujer, a pesar de su agresividad, manera de vestir y de ser; A pesar de su carácter y poco interés por la vanidad; Era un chica. Y el rubio, debía de admitir que, a pesar de las carencias de arreglo, maquillaje y escotes; Bella era completamente deseable… Peligrosamente irresistible y el deseo secreto del vándalo sin remedio. Sus pensamientos fueron tornándose de un rojo lujurioso, el la quería para el, la obtendría a como de lugar… aun sí tuviera que enseñarle primero quien aquí era el varón. Aun después de la grata lección que recibiría Isabella de su parte.

Por supuesto, esto era un total secreto para todo mundo. Estos pensamientos de lujaría y oscuridad solo podían propinarse y fabricarse en la mente de James, a la que nadie podría jamás tener acceso más que el. ¡Ja!, nadie siquiera sospechaba, nadie podría evidenciarlo ni culparlo, en caso de que… alguna tragedia llegase a suceder.

¡Que ingenuidad por parte de James!

Pues era un ignorante de que la mente no era siempre un libro cerrado. Su escondite de alta seguridad ya había sido invadido millones de veces por el mismo intruso. El invasor que ahora observaba desde la oscuridad; carcomiéndose por la ira y el odio de tan solo escuchar aquellas ilusiones que la mente que James creaba conforme observaba la figura de Isabella frente a el. ¡Que mas no daría esa figura por matarlo!, ¡Que gran alivio se sentiría!; el ir rompiendo el cuerpo del humano lentamente… parte por parte. Hacerle sufrir y gritar perdón por semejantes pensamientos. Y lo haría, si de verdad tuviera esa oportunidad.

Pero le era frustrante; solo poder permanecer en la oscuridad y observar. Como otro estúpido espectador humano. Idiota y sin hacer nada. Sin poder defenderla realmente… escondiéndose del sol, de la gente y de ella. ¿Cuándo podría decir todo lo que sentía por Isabella?, ¿Cuándo dejaría de ser un simple vigilante para convertirse en algo más?, ¿Alguna vez podrí EL, salir de su propio refugio?....

Mientras pensaba esto, marco a un velocidad impresionante los botones de su teléfono móvil sin siquiera mirarlos. Sus ojos aun se concentraban en el enfrentamiento donde la razón de todo su mundo se estaba arriesgando. La llamada entro rápidamente, siendo contestada por la voz de una mujer.

—Departamento de Policía—se escuchó desde el otro lado de la oficina.

—Hay una pelea callejera afuera de las bodegas comerciales de Forks—La aterciopelada voz de Edward Cullen caí derrite a la operadora que se encontraba del otro lado de la bocina— Vengan pronto.

—Entendido— dicho esto colgó el celular. Agudizando sus oídos y esperando el leve sonido de la patrulla acercándose al lugar indicado.

Continuó observando el enfrentamiento. Ansioso y furico; rogando dentro de el que nada pasara con la humana demasiado estúpida y valiente como para enfrentarse ella sola a un hombre como James…. ¡Si algo le pasaba!, ¡Si James la lastimaba!. Sabrá Dios si esta vez podría llegar a contenerse.

La batalla comenzó otra vez; Ella volvió a golpearlo en la quijada, a estas alturas, era extraño que ella aun pudiera mantenerse ilesa. Cosa que cambio de un momento a otro…. James no se midió, ni siquiera por el hecho de que su contrincante era una chica…. En un momento de distracción, jaló los cabellos de Isabella amarrados en una coleta. Luego…. Como un completo inhumano. Estallo el puño contra el costado de Isabella.

El silencio que ocasionó dicho acto, fue roto por el grito de dolor emitido por la muchacha y el fuerte gruñido bestial que resonó desde la oscuridad…

La multitud que ahí congregaba no tuvo tiempo de espantarse o preguntarse que era ese tenebroso sonido y de donde había salido. Las luces rojas y azules que se dibujaron en las paredes de las abandonadas bodegas de Forks, provocaron que todo el mundo, incluido James… Huyeran inmediatamente de ahí.

Edward se encontraba en el límite de su control. Sus manos transformaban las paredes de concreto en agujeros profundos al observar como su Bella, visiblemente aturdida e indefensa apretaba su costado con la mano derecha ya también huía del lugar… ¿¡Por que no matar a James!?, ¿¡Por que no darle esa tortura y lenta muerte que se merecía!?

Siguió a SU humana oculto entre las sombras. Sintiendo el pesar y dolor de solo verla y no hcer nada. ¡Le era un tormento!... El poseer esa fuerza sobrenatural y ese don inigualable, y aun así…. Nos ser capaz de protegerla. De solo verla por ella. De no poder amarla libremente.

Continuó caminando a su lado, sufriendo en silencio por cada quejido de dolor salido de aquellos labios, por cada tropezón que ella daba contra el asfalto… ¡¿Por que ni ir y levantarla?!, ¿¡Por qué no decirle que no esta sola!?... Que nunca lo ha estado y jamás lo estaría.

—Estúpida—le escuchó susurrar una vez se puso de pie. Algo que un oído humano jamás llegaría a percibir. Que malditas ganas tenía Edward de decirle que no era estúpida… decirle que era la humana más valiente y hermosa que jamás llegaría conocer. Lo mucho que la amaba desde que la vió por primera vez…

Bella abrió la puerta de la casa sin mucho esfuerzo. Charle siempre la dejaba semi abierta por si ella llegaba. Y…Claro estaba, dentro no había nadie. Gran ventaja para ella…¿Cómo le explicaría a su Padre esa manera de caminar y la tremenda cara de dolor que se cargaba?. Subió las escaleras para entrar a su habitación. Sin siquiera sospechar que "su vigilante" ya había escalado el árbol cercano a su ventana para sentarse en la rama más cercana para seguir al pendiente de ella.

Ni siquiera prendió la luz del cuarto cuando entró; el sol ya se había ocultado por completo. Uno de los poco días soleados en Forks…

Se despojó de su holgados Jeans para suplantarlos por un bóxer de pijama. Desistió de mirar a su costado… así que solo se quitó la sudadera, dejándose la blusa de tirantes blanca para dormir….

Bella se acostó en la cama, sin ponerse las cobijas. Ella solo quería cerrar los ojos y dejarse llevar por el cansancio. No pensaría en nada más…. Su vida ya era un desastre como para que aparte, las re memorizara cada noche que dormía…

Respirando de modo incomodo por aquel golpe, ella se quedó dormida.

Edward Cullen entró por la ventana abierta para entonces. Tomando una de las cobijas y cubriendo el cuerpo de Bella de la manera más delicada y tierna posible; observándola de la manera que más le gustaba; dormida, tranquila y segura… Sin peligros, sin peleas ni preocupaciones.

Se aventuró a acariciar el cabello caoba que yacía revuelto en la almohada. Gozando las descargas eléctricas y cálidas que este despedía en las yemas de sus gélidos dedos.

Reprimiendo el gruñido de furia al revisar en enorme cardenal dibujado debajo de aquella blusa blanca. ¡Ya estaba harto!... Y esta vez, fuera como fuese…. La protegería de manera más efectiva; Aun si esto conllevaba entonces, hacer acto de presencia ante ella.

Y era así la rutina de cada noche… El vampiro enamorado velaba por el descansar de su humana. Situación tan irónica; Habiendo Edward Cullen, un vampiro de un siglo de edad, tomado el papel del Ángel guardián de Isabella Swan… La marimacha del pueblo.

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Y aquí les traígo una nueva idea loca... Espero que les guste :D… ahhmmnn. Aun no se si convertirlo en Minificc o uno muy laargooo… XD. ¿Dudas?... las aclaralé con gusto.

Un beso mordelón a todo..espero sys reviews.

Mariiz